Teresa Serrano - https://cabecitas.org/2017/01/24/el-robo-de-los-blancos-de-villegas/
EL ROBO DE LOS BLANCOS DE VILLEGAS: Mediados del siglo XIX la necesidad de colonización para
fines lucrativos hacen desaparecer culturas ancestrales.
En 1877 en el mes de
Octubre, Conrado Villegas, era coronel, disponía de 300 caballos blancos,
elegidos, sanos, fuertes y ligeros, para reserva del Cuerpo que
comandaba. Estos blancos eran cuidados por Villegas más que su vida.
En una operación contra los indios, ordena poner a los
blancos*en descanso a unos 200 m del campamento, eran cuidados por el
sargento Carranza y 10 soldados; el caso es que durante la noche los indios se
llevaron los caballos en su desesperación el sargento Carranza va a dar parte a
su comandante, pidiendo que lo ajusticie; Villegas con firmeza le
solicita al mayor Sosa que disponga de un grupo de 30 hombres incluido Carranza
y se dirijan a recuperar a los *blancos y si no era así no se molestaran en
volver.
Con la orden temeraria de su jefe se internaron en la pampa
y tuvieron gran suerte y éxito. Los indios una vez superada la zanja de
Alsina con el robo seguro, se fueron a los toldos, convencidos que allí nadie
iría a buscarlos. El mayor Sosa, cayó de improviso sobre la toldería en el bajo
de la laguna Loncomay; rodeada de monte. Los indios eran unos 50 y un
solo caballo atado al palenque; más 400 caballos de los pampas. Cuando Sosa dio
la orden al trompa [1], cayeron sobre los indios “a la
carga”, la sorpresa fue inmediata, en menos de 30 minutos habían muerto casi la
totalidad de los indios, se rescataron los blancos mala caballada de los
pampas; más cientos de indios prisioneros entre mujeres y niños; sólo uno de
ellos pudo salvarse y escapar con el caballo que estaba atado al palenque.
Los indios no se quedaron de brazos cruzados y quisieron
recuperar la caballada y el capitán más valiente del cacique Pincén, Nahuel
Payun, salió al cruce de Sosa, esto fue muy malo para Payun y su grupo ya que
fueron masacrados por Sosa.
El 27 de Octubre, 9 días después de su partida volvía la
tropa a Trenque Lauquen con los blancos, demostrando que golpear en la toldería
era suerte y audacia junto a buenas cabalgaduras. Villegas recibió con abrazos
a Sosa, los blancos, la caballada y las indias prisioneras.
Esta campaña militar llevada a cabo por el gobierno de la
República Argentina contra los pueblos mapuche, tehuelche y ranquel, con
el objetivo de obtener el dominio territorial de la región pampeana y
patagónica oriental hasta entonces bajo control indígena, que ellos denominaban
Puel Mapu es lo que se dio en llamar “La Conquista del Desierto” o “Campaña del
Desierto“; en esta ofensiva se vieron involucrados los siguientes pueblos
incluyendo a los aliados del gobierno.
Ranqueles: surgidos de la mapuchización de un sector de los
tehuelches septentrionales dominaban el sur de las provincias de Córdoba,
Mendoza, San Luis y el norte de La Pampa.
Salineros: gobernados desde las Salinas Grandes por la
dinastía Curá, dominaban el sudeste de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
Tribu de Pincén: mapuches, en el noroeste de Buenos Aires.
Tribu de Coliqueo, eran los sobrevivientes de la masacre de Masallé se ubicaban
en Los Toldos.
Tribus de Catriel y de Chacul: tehuelches septentrionales
que vivían en la zona de Azul y Tapalqué.
Manzaneros: tehuelches septentrionales mapuchizados ubicados
en Río Negro, Neuquén y Chubut.
En la presidencia de Avellaneda se le encomienda a Julio
Argentino Roca el cargo de Ministro de Guerra, luego de la muerte de Adolfo
Alsina; Roca comienza una ofensiva muy dura ya que su postura a diferencia de
Alsina era “exterminarlos, subyugarlos o expulsarlos del territorio”.
Con la sanción de la ley 947 se destina la cantidad de
1.700.000 pesos para dar cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba llevar la
frontera hasta los ríos Negro, Neuquén y Agrio.
Se comenzó limpiando la zona de la zanja de Alsina y el Río
Negro. En esta ofensiva se diezma la población indígena con más de 2000
muertos, los caciques Namuncurá, Catriel y Pincén fueron confinados en la isla
Martín García, hasta su muerte, el cacique Baigorrita fue muerto en combate;
cabe destacar que el ejército regular contaba con 6000 efectivos y 820
indígenas aliados. En menos de dos años se despejó toda la zona hasta la
frontera natural de los Andes, así como el río Colorado.
Había 5 divisiones la primera estaba al mando de Roca con
1900 soldados y 105 indios. Partió de Carhué el 29 de Abril de 1879 y el 24 de
Mayo ingresaron en la isla Choele Choel, en el mes de Junio, Roca regresó a
Buenos Aires, quedando al mando el coronel Conrado Villegas.
Los otros jefes fueron Levalle, Racedo, Uriburu y
Lagos en ese orden en cada división.
Según la Memoria del Departamento de Guerra y Marina de 1879
se tomaron prisioneros 5 caciques principales y uno muerto (Baigorrita), 1271
indígenas de lanza prisioneros, 1313 indios de lanza muertos, 10513 indios
chusma prisioneros (mujeres, niños, ancianos) y 1049 indios reducidos.
Todo esto comenzó siendo Avellaneda presidente, su sucesor
Julio A Roca continuó con la Campaña que fue comandada por Conrado Villegas que
ocupó todo el territorio hasta el Cabo de Hornos. En 1888 se designa Gobernador
de la Patagonia al general Lorenzo Wintter.
“Los primeros gobiernos patrios envueltos en permanente
lucha interna y externa, sólo efectuaron campañas sobre tierras indígenas
cuando la creciente expansión ganadera comenzó a exigir la ampliación de las
fronteras productivas, pero el interior patagónico seguía siendo dominio
indiscutible de los grandes caciques ” [2]
En seis años habían muerto más de 2500 guerreros, las
tierras fueron dadas a trabajar a colonos, 541 familias fueron las
beneficiarias de 8000000 de hectáreas, de los cuales surgen los
terratenientes, ya que según el grado y la importancia se les otorgaba la
tierra en proporción. Los herederos de Alsina recibieron 15000 hectáreas,
a los soldados se les dio una hectárea que fueron malvendiendo en favor de los
terratenientes.
Que ocurrió con nuestros compatriotas indígenas su cultura
desintegrada borrando su sentido de identidad, sus caciques fueron muertos o
encarcelados, sus cementerios profanados y la mayoría de los prisioneros, unos
14000, fueron confinados en reservas o trasladados para servir como mano
de obra barata en ingenios azucareros y obrajes madereros. Las familias fueron
separadas utilizando a las mujeres y las niñas como sirvientas en casa
acomodadas de la ciudad. Otros murieron de las enfermedades de los blancos
tuberculosis, viruela, gripe, lepra, sífilis y otros de pena. Fueron
cazados por mercenarios que cortaban sus orejas y las vendían a buen precio a
los terratenientes, eso les pasó a quienes continuaron la lucha y no querían
dejar su lugar; así continuó todo hasta exterminarlos.
Aquellos que pudieron sobrevivir iniciaron una etapa nada
feliz de marginación y pérdida de su lengua y cultura.
Hoy a más de un siglo de estos acontecimientos en nuestro
país se vuelve a avasallar sus derechos y en la provincia de Chubut la
comunidad Pu lof está siendo atacada por el estado nacional y provincial y por
la falta de autonomía del Poder Judicial que no frena este atropello y el
adormecimiento de los legisladores nacionales y provinciales que están
demasiado ocupados disfrutando sus vacaciones.
Los medios de comunicación también son cómplices por no
difundir está barbarie.
Quedamos los ciudadanos y las redes sociales y medios
alternativos para que esto no pase desapercibido.
Referencias
[1] Quien a través de instrumento
de viento emite la orden sonora de iniciar la carga.
[2] Susana Bandini. NUEVA HISTORIA
ARGENTINA. Editorial Sudamericana. Buenos Aires año 2000.
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