lunes, 22 de mayo de 2017

La Campaña del Desierto ¿Cómo hacer desaparecer culturas en pocos años?


EL ROBO DE LOS BLANCOS DE VILLEGAS: Mediados del siglo XIX la necesidad de colonización para fines lucrativos hacen desaparecer culturas ancestrales.
En 1877 en el mes de Octubre, Conrado Villegas,  era coronel, disponía de 300 caballos blancos, elegidos, sanos, fuertes y ligeros, para reserva del Cuerpo que comandaba. Estos blancos eran cuidados por Villegas más que su vida.
En una operación contra los indios,  ordena poner a los blancos*en descanso a unos 200 m del campamento,  eran cuidados por el sargento Carranza y 10 soldados; el caso es que durante la noche los indios se llevaron los caballos en su desesperación el sargento Carranza va a dar parte a su comandante,  pidiendo que lo ajusticie; Villegas con firmeza le solicita al mayor Sosa que disponga de un grupo de 30 hombres incluido Carranza y se dirijan a recuperar a los *blancos y si no era así no se molestaran en volver.
Con la orden temeraria de su jefe se internaron en la pampa y tuvieron gran suerte y éxito.  Los indios una vez superada la zanja de Alsina con el robo seguro, se fueron a los toldos, convencidos que allí nadie iría a buscarlos. El mayor Sosa, cayó de improviso sobre la toldería en el bajo de la laguna Loncomay;  rodeada de monte. Los indios eran unos 50 y un solo caballo atado al palenque; más 400 caballos de los pampas. Cuando Sosa dio la orden al trompa [1], cayeron sobre los indios “a la carga”, la sorpresa fue inmediata, en menos de 30 minutos habían muerto casi la totalidad de los indios, se rescataron los blancos mala caballada de los pampas; más cientos de indios prisioneros entre mujeres y niños; sólo uno de ellos pudo salvarse y escapar con el caballo que estaba atado al palenque.
Los indios no se quedaron de brazos cruzados y quisieron recuperar la caballada y el capitán más valiente del cacique Pincén, Nahuel Payun, salió al cruce de Sosa, esto fue muy malo para Payun y su grupo ya que fueron masacrados por Sosa.
El 27 de Octubre, 9 días después de su partida volvía la tropa a Trenque Lauquen con los blancos, demostrando que golpear en la toldería era suerte y audacia junto a buenas cabalgaduras. Villegas recibió con abrazos a Sosa, los blancos, la caballada y las indias prisioneras.
Esta campaña militar llevada a cabo por el gobierno de la República Argentina contra los pueblos  mapuche, tehuelche y ranquel, con el objetivo de obtener el dominio territorial de la región pampeana y patagónica oriental hasta entonces bajo control indígena, que ellos denominaban Puel Mapu es lo que se dio en llamar “La Conquista del Desierto” o “Campaña del Desierto“; en esta ofensiva se vieron involucrados los siguientes pueblos incluyendo a los aliados del gobierno.
Ranqueles: surgidos de la mapuchización de un sector de los tehuelches septentrionales dominaban el sur de las provincias de Córdoba, Mendoza, San Luis y el norte de La Pampa.
Salineros: gobernados desde las Salinas Grandes por la dinastía Curá, dominaban el sudeste de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
Tribu de Pincén: mapuches, en el noroeste de Buenos Aires. Tribu de Coliqueo, eran los sobrevivientes de la masacre de Masallé se ubicaban en Los Toldos.
Tribus de Catriel y de Chacul: tehuelches septentrionales que vivían en la zona de Azul y Tapalqué.
Manzaneros: tehuelches septentrionales mapuchizados ubicados en Río Negro, Neuquén y Chubut.
En la presidencia de Avellaneda se le encomienda a Julio Argentino Roca el cargo de Ministro de Guerra, luego de la muerte de Adolfo Alsina; Roca comienza una ofensiva muy dura ya que su postura a diferencia de Alsina era “exterminarlos,  subyugarlos o expulsarlos del territorio”.
Con la sanción de la ley 947 se destina la cantidad de 1.700.000 pesos para dar cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba llevar la frontera hasta los ríos Negro, Neuquén y Agrio.

Se comenzó limpiando la zona de la zanja de Alsina y el Río Negro. En esta ofensiva se diezma la población indígena con más de 2000 muertos, los caciques Namuncurá, Catriel y Pincén fueron confinados en la isla Martín García, hasta su muerte, el cacique Baigorrita fue muerto en combate; cabe destacar que el ejército regular contaba con 6000 efectivos y 820 indígenas aliados. En menos de dos años se despejó toda la zona hasta la frontera natural de los Andes, así como el río Colorado.
Había 5 divisiones la primera estaba al mando de Roca con 1900 soldados y 105 indios. Partió de Carhué el 29 de Abril de 1879 y el 24 de Mayo ingresaron en la isla Choele Choel, en el mes de Junio, Roca regresó a Buenos Aires, quedando al mando el coronel Conrado Villegas.
Los otros jefes fueron Levalle,  Racedo, Uriburu y Lagos en ese orden en cada división.
Según la Memoria del Departamento de Guerra y Marina de 1879 se tomaron prisioneros 5 caciques principales y uno muerto (Baigorrita), 1271 indígenas de lanza prisioneros, 1313 indios de lanza muertos, 10513 indios chusma prisioneros (mujeres, niños, ancianos) y 1049 indios reducidos.
Todo esto comenzó siendo Avellaneda presidente, su sucesor Julio A Roca continuó con la Campaña que fue comandada por Conrado Villegas que ocupó todo el territorio hasta el Cabo de Hornos. En 1888 se designa Gobernador de la Patagonia al general Lorenzo Wintter.
“Los primeros gobiernos patrios envueltos en permanente lucha interna y externa, sólo efectuaron campañas sobre tierras indígenas cuando la creciente expansión ganadera comenzó a exigir la ampliación de las fronteras productivas, pero el interior patagónico seguía siendo dominio indiscutible de los grandes caciques ” [2]
En seis años habían muerto más de 2500 guerreros, las tierras fueron dadas a trabajar a colonos, 541 familias fueron las beneficiarias de 8000000 de hectáreas, de los cuales surgen los terratenientes,  ya que según el grado y la importancia se les otorgaba la tierra en proporción. Los herederos de Alsina recibieron 15000 hectáreas,  a los soldados se les dio una hectárea que fueron malvendiendo en favor de los terratenientes.
Que ocurrió con nuestros compatriotas indígenas su cultura desintegrada borrando su sentido de identidad, sus caciques fueron muertos o encarcelados, sus cementerios profanados y la mayoría de los prisioneros, unos 14000,  fueron confinados en reservas o trasladados para servir como mano de obra barata en ingenios azucareros y obrajes madereros. Las familias fueron separadas utilizando a las mujeres y las niñas como sirvientas en casa acomodadas de la ciudad. Otros murieron de las enfermedades de los blancos tuberculosis, viruela, gripe, lepra, sífilis y otros de pena. Fueron cazados por mercenarios que cortaban sus orejas y las vendían a buen precio a los terratenientes, eso les pasó a quienes continuaron la lucha y no querían dejar su lugar; así continuó todo hasta exterminarlos.
Aquellos que pudieron sobrevivir iniciaron una etapa nada feliz de marginación y pérdida de su lengua y cultura.
Hoy a más de un siglo de estos acontecimientos en nuestro país se vuelve a avasallar sus derechos y en la provincia de Chubut la comunidad Pu lof está siendo atacada por el estado nacional y provincial y por la falta de autonomía del Poder Judicial que no frena este atropello y el adormecimiento de los legisladores nacionales y provinciales que están demasiado ocupados disfrutando sus vacaciones.
Los medios de comunicación también son cómplices por no difundir está barbarie.
Quedamos los ciudadanos y las redes sociales y medios alternativos para que esto no pase desapercibido.
Referencias
[1] Quien a través de instrumento de viento emite la orden sonora de iniciar la carga.
[2] Susana Bandini. NUEVA HISTORIA ARGENTINA. Editorial Sudamericana. Buenos Aires año 2000.

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