domingo, 26 de enero de 2014

Acabar con el TIAR

Roberto Follari - http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/acabar-con-el-tiar.html 

Es un completo anacronismo. El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), lanzado a finales de la década de los cuarenta y asumido por Ecuador un par de años luego de su inicio, es hoy rémora de un pasado por completo perimido y superado.

Se trataba de las típicas maniobras de Estados Unidos en la posguerra, cuando desde el Norte se decía desvergonzadamente que América (Latina) es para los americanos (Estados Unidos). En nombre de la sedicente lucha contra el comunismo, se justificaba la ‘mutua ayuda’ -entre el elefante y las hormigas, por entonces-, según la cual, cualquier país ‘atacado por el comunismo’ podía solicitar el apoyo de los demás en su defensa. Es decir: se trataba de legitimar la ‘ayuda’ militar de Estados Unidos -su abierto intervencionismo- si la potencia del Norte veía afectados los intereses de sus empresas o su geopolítica de dominio.

Es que el tratado se inscribía en la lucha del capitalismo contra la Unión Soviética, si bien en la letra permitía que la defensa pudiera hacerse también bajo cualesquiera condiciones de un país latinoamericano signatario del tratado que fuera agredido militarmente por un país ajeno al continente.

Como bien lo ha señalado el presidente Correa con clara sensibilidad latinoamericanista, el TIAR debió haberse mostrado conducente cuando el enfrentamiento de Gran Bretaña con la Argentina por las islas Malvinas en 1982. Por el contrario, EE.UU. declaró neutralidad formal y evadió asumir responsabilidades oficiales, aunque hay testimonios de que habría colaborado de manera encubierta con Inglaterra; y el TIAR no fue invocado, como hubiera correspondido formalmente, para defender a la Argentina de la obvia superioridad militar del país que inventó la piratería (y el capitalismo, el cual por cierto implica también modos de rapiña económica expoliadora).

Es una muestra elocuente de los tiempos nuevos que recorren Latinoamérica, la propuesta para que la Asamblea Nacional ecuatoriana rechace el TIAR, lo denuncie y, en consecuencia, abandone. En ese sentido, un país que no es de los más grandes, pero que ha decidido sostener su soberanía, lleva acumulados no pocos gestos destacables. Desde la salida de los estadounidenses de la base de Manta al asilo otorgado a Assange en la embajada ubicada en Londres, hay una dignidad asumida.

Dignidad que ojalá países como los europeos alguna vez hubieran sostenido, en vez de ser cada vez y todas, piezas intercambiables en el rompecabezas del imperio. La denuncia del TIAR va en esa misma dirección, y hace justicia al ya largamente superado momento de ocaso y clausura de la Guerra Fría.

miércoles, 15 de enero de 2014

Cuando Néstor Kirchner llegó al poder

Por Roberto Navarro  - http://www.losbuenosvecinos.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=454:cuando-nestor-kirchner-llego-al-poder&catid=37:politica&Itemid=134 

Un resumen apretado de las principales acciones de gobierno y sus resultados: el legado económico social de Néstor Kirchner

Cuando llegó Néstor Kirchner al poder, en mayo de 2003, el país estaba en default, había un 24,7 por ciento de desocupación y un 52,3 por ciento de pobres. En la Argentina había 11 millones de personas por en la indigencia. Néstor Kirchner, como presidente de la Nación, y luego junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, rescató al país de ese deterioro socioeconómico. Recuperó el manejo de la política económica. “Si no nos quitamos de encima el peso de la deuda pública no habrá plan económico que funcione”, le dijo a la semana de asumir a su entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna. En 2005, realizó la renegociación de la deuda pública con una de las quitas de capital más grande de la historia, después de la que realizó Alemania al finalizar la Primera Guerra Mundial. Luego canceló la deuda con el FMI, eliminando así los condicionamientos del organismo internacional que obstaculizaban el desarrollo de una política económica autónoma.

La decisión de mantener un tipo de cambio administrado y alto, que generó un fuerte superávit comercial y, en consecuencia, de divisas, durante siete años, impidió que el país cayera en las cíclicas crisis financieras que habían golpeado a la economía ante cada conflicto que se desataba en el mundo, como ocurrió en los noventa ante las crisis de México, Rusia, los tigres y tigresitos asiáticos, Brasil y Turquía. Desde un principio bregó por el crecimiento del consumo con la consiguiente creación de empleo: primero con la puesta en

marcha del Consejo Nacional del Salario Mínimo Vital y Móvil y luego con las Convenciones Colectivas de Trabajo.

En el mismo sentido, ya durante el mandato de Cristina Fernández, impulsó la incorporación de 2,4 millones de nuevos jubilados al sistema previsional y la creación de la Asignación Universal por Hijo. La estatización del régimen previsional vino a acompañar los 15 aumentos de los haberes mínimos del sector pasivo. También se impulsó por la ley la implementación de la actualización automática bianual, que quitó discrecionalidad al sistema y está reposicionando los haberes del sector pasivo con respecto a los ingresos de los trabajadores. El incremento de los aranceles a las exportaciones agropecuarias redistribuyó ingresos e intentó, con escasos resultados, morigerar el impacto del aumento internacional de los granos en los precios internos y frenar la sojización del campo. En política exterior, Kirchner llevó a hechos concretos el acuerdo del Mercosur y a un acercamiento inédito con el resto de Latinoamérica, que redundó en importantes resultados económicos. Lo que sigue son las principales reformas que realizó, junto con Cristina Fernández de Kirchner, entre 2003 a la actualidad, y sus resultados.

-Tipo de cambio alto

Luego del fracaso de la política del 1 a 1 de los noventa, para muchos resultaba obvio que el país necesitaba un tipo de cambio alto para restaurar su entramado productivo. El tema a resolver era cómo se implementaba. En una de las primeras muestras del sentido heterodoxo que marcaría toda su política económica, Kirchner puso al Banco Central en sintonía con las necesidades del país. La intervención en el mercado cambiario de la entidad monetaria sostuvo un tipo de cambio que aún hoy, medido en términos multilaterales (comparado con una canasta de monedas de los países con los que se mantienen relaciones comerciales), es un 70 por ciento más alto que en 2001. El resultado de esta política fueron siete años de un importante superávit comercial y haber conseguido el más alto nivel de reservas de la historia, que hoy alcanza 52 mil millones de dólares. Esos dólares son un seguro de estabilidad financiera y previsibilidad económica.

-Desendeudamiento

En 2003 la deuda pública era de 178.820 millones de dólares. Monto que representaba el 138 por ciento del PBI. En 2005 se presentó ante el Congreso un proyecto de ley para encarar la

negociación externa de 81.835 millones de dólares, que habían sido defolteados en 2002. El entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, le presentó a Kirchner un menú con seis escenarios de quita para negociar. Iban desde un 28 por ciento a un 65 por ciento de descuento. Kirchner eligió el 65 por ciento. La reacción de Lavagna fue “es imposible, sólo se la presenté como alternativa para negociar una quita menor”. La respuesta de Kirchner fue: “El 65 por ciento de descuento o nada, mientras yo sea presidente”. Con el descuento elegido por el ex presidente, la propuesta tuvo un 76,1 por ciento de aceptación. En los años siguientes, el Gobierno canceló los títulos públicos que fueron venciendo y renegoció los vencimientos con tenedores institucionales locales y extranjeros, a excepción del FMI. Este año se reabrió el canje con la misma propuesta y se llegó a un total del 92,4 por ciento de aceptación. En la actualidad la deuda es de 156.690 millones de dólares, un 48,6 por ciento del PBI. En 2003, si se hubiese querido cumplir los compromisos sin quita, los intereses anuales de la deuda representaban el 88 por ciento del Presupuesto nacional; hoy, los intereses se llevan apenas el 7,5 por ciento del Presupuesto.

-FMI

La cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional fue un paso importante en la política de desendeudamiento. Pero lo que buscó Kirchner fue la legitimación internacional de una política económica autónoma, que contradecía las recetas exigidas por el FMI a los países que mantenían deudas con el organismo. El 10 de enero de 2006, en un solo pago de 9530 millones de dólares tomados de las reservas del Banco Central, Kirchner terminó con la cuestión. En realidad, el ex presidente desoyó las exigencias del FMI desde el primer día de su gestión, pero el hecho de ser deudor del Fondo traía aparejados constantes informes críticos de funcionarios del organismo, en algunos casos realizados en suelo nacional. El resurgimiento de Argentina como resultado de una explícita política contraria a esas recetas contribuyó al desprestigio internacional del FMI.

-Política salarial

El primer paso que se dio desde el Ministerio de Trabajo en 2003 fue volver a reunir al Consejo Nacional del Salario Mínimo Vital y Móvil después de 14 años. El Mínimo se actualizó de 200 a 500 pesos. El aumento fue un mensaje para los trabajadores que ganaban más y vieron achatar la pirámide salarial. Así comenzaron a avanzar las Convenciones Colectivas de Trabajo y empezaron a firmarse convenios a la suba. En 2003 se firmaron 203 convenios; en 2009, 1286. En la actualidad el mínimo es de 1740 pesos, casi un 900 por ciento arriba de 2003 y el salario promedio es de 2890 pesos.

-Fin de las AFJP

En noviembre de 2008 el Congreso aprobó un proyecto del Ejecutivo que reestatizó el sistema previsional. En ese momento, diez AFJP administraban 90 mil millones de pesos de los trabajadores, cobrándoles comisiones por administración del 33 por ciento de sus aportes. Ese año la rentabilidad promedio del sistema había sido de -2,5 por ciento, ocasionándole una pérdida al fondo de 8000 millones de pesos. A pesar de eso, los ejecutivos de las administradoras cobraban salarios de hasta 110 mil pesos por mes y bonos anuales de hasta un millón de pesos. Luego de la reestatización, la jubilación mínima subió un 585 por ciento. Además, se incorporaron al régimen 2,4 millones de personas en edad de jubilarse que no cobraban ningún haber por no contar con los aportes suficientes, luego de décadas de desocupación y trabajo no registrado.

-Integración regional

El ex presidente Néstor Kirchner fue uno de los actores protagónicos del fortalecimiento del Mercosur y luego de la Unasur, organismo del que fue secretario general hasta el día de su fallecimiento. Más allá de las consecuencias positivas en materia geopolítica, los resultados económicos de estos avances fueron un factor trascendente en el crecimiento nacional. Un ejemplo fue el acuerdo automotor con Brasil, que en 2010 permitirá exportar al país vecino casi 400 mil vehículos. También sirvió para sumar valor agregado a las exportaciones, ya que el 66 por ciento de las manufacturas industriales se venden a Latinoamérica.

-Retenciones

El gobierno de Eduardo Duhalde había implementado luego de la devaluación una alícuota del 10 por ciento en los derechos de exportación de granos. Kirchner la fue elevando hasta llegar a un 35 por ciento en soja, un 32 por ciento para el girasol, 25 para el trigo y 27 para el maíz. El 12 de marzo de 2008, luego de un incremento del precio internacional de los granos de un 75 por ciento promedio en tres meses, anunció un nuevo sistema de retenciones móviles. Así, la soja llegaba al 44 por ciento de retenciones. Aun con esta suba en los derechos de exportación, con los precios internacionales vigentes en ese momento y el tipo de cambio a 3,80 pesos por dólar, los productores iban a tener una rentabilidad al cosechar la soja un 20 por ciento superior que la que esperaban al sembrarla. Pero igual la resistencia del sector tuvo niveles sin precedentes. Luego de un intenso conflicto, en junio un proyecto de ley del Ejecutivo, con importantes mejoras para el agro respecto del decreto inicial, fue rechazado en el Senado con el voto decisivo del vicepresidente Cobos. En 2010 los derechos de exportación aportaron al fisco 42.375 millones de pesos.

-Asignación Universal por Hijo

El 27 de octubre de 2009 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto que amplió un derecho social: la Asignación Universal por Hijo (AUH). El beneficio alcanza a los hijos de desocupados y de trabajadores no registrados. En diciembre del año pasado, más de dos millones de menores de 18 años comenzaron a cobrar 180 pesos mensuales. En la actualidad, más de tres millones setecientos mil cobran 220 pesos. El Presupuesto 2010 para la AUH es de 8022 millones de pesos. La condición para obtener el beneficio es concurrir a clases y tener los certificados de vacunación al día. En 2010 la matrícula en los colegios secundarios creció un 20 por ciento como resultado del requerimiento de asistencia al colegio. Un reciente estudio de la Universidad de San Martín señaló que “la AUH pulverizó la indigencia”. El informe sitúa el índice de indigencia entre el 2,0 y el 3,5 por ciento, según los registros de inflación que se utilicen como parámetro. Así la administración kirchnerista, en siete años, sacó de la indigencia a 10 millones de argentinos.

Obra pública

Uno de los impulsos más importantes a la economía surgió desde el Ministerio de Planificación, con una cantidad de obra pública inédita. El Presupuesto de la cartera comandada por Julio De Vido pasó de 2087 millones de pesos en 2003 a 49.200 millones en 2010. En siete años se duplicaron los kilómetros de autopistas que existían en el país, pasando de 965 kilómetros en 2003 a 2015 kilómetros en junio pasado. La generación eléctrica subió de 17.900 megavatios de potencia efectiva hace siete años a 23.800 en la actualidad. Las líneas de transporte de alta tensión, de 9083 a 12.563 kilómetros. El transporte de gas, de 118,6 a 139,3 millones de metros cúbicos diarios. En ese tiempo se construyeron 480 mil viviendas y otras 240 mil reparaciones y ampliaciones. En total fueron 720 mil soluciones habitacionales, que beneficiaron a 3,6 millones de habitantes. En noviembre el Gobierno inaugurará la escuela número mil en su gestión.

Política industrial

Entre 1990 y 2002 cerraron sus puertas 82.300 empresas. En el país ya no se fabricaban motores ni llantas ni sistemas de frenos para automóviles.

ciento de las 

 

Sólo el 12 por ciento de las máquinas para oficinas que se vendían eran nacionales. El 88 por ciento de los juguetes eran importados, la industria del calzado local sólo participaba en el 38 por ciento del mercado y la textil, en el 42 por ciento. La política de apertura irrestricta a las importaciones había arrasado con el entramado productivo. En la actualidad, el 65 por ciento de los ítems de importación deben pedir una licencia no automática al Ministerio de Industria. El organismo analiza el impacto en la industria local antes de liberarla. El tipo de cambio, el mayor acceso al crédito, basado casi en su totalidad en la banca pública, y los incentivos creados por la cartera industrial, como la Ley de Promoción Industrial, contribuyeron para crear 125 nuevas empresas en siete años.

Entre el segundo trimestre de 2003 y el mismo período de 2010, durante los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, la economía creció un 70,3 por ciento. En ese lapso se generaron 4,1 millones de puestos de trabajo. En la actualidad, la cartera laboral da cursos de distintos oficios a un millón de personas para incorporarlas al mercado laboral. La brecha de ingresos entre el 10 por ciento de la población más rica y el 10 por ciento de la menos favorecida se redujo entre el tercer trimestre del 2003 al segundo de 2010 un 60 por ciento, pasando de 54,0 a 21,9 veces. Luego de décadas de fuga de cerebros, en siete años se repatriaron 762 científicos. En 2012, el nuevo gobierno sólo tendrá que enfrentar deuda pública por un monto de seis mil millones de dólares, entre capital e intereses, cifra que representará un 1,5 por ciento del PBI.

jueves, 9 de enero de 2014

El funesto imperio mundial de las corporaciones

Leonardo Boff / http://www.desdeabajo.info/actualidad/internacional/item/23389-el-funesto-imperio-mundial-de-las-corporaciones.html 

Los buenos deseos de un año feliz son rituales. No pasan de ser simples deseos, pues no consiguen cambiar el curso del mundo donde los superpoderosos siguen su estrategia de dominación global. Sobre esto necesitamos pensar y hasta rezar, pues las consecuencias económicas, sociales, culturales, espirituales y para el futuro de la especie y de la naturaleza pueden ser nefastas.

Muchos como J. Stiglitz y P. Krugman esperaban que el legado de la crisis de 2008 sería un gran debate sobre qué tipo de sociedad queremos construir. Se equivocaron de medio a medio. La discusión no se dio. Al contrario, la lógica que provocó la crisis ha sido retomada con más furor. Richard Wilkinson, uno de los mayores especialistas sobre el tema desigualdad, estuvo más atento y dijo hace ya tiempo en una entrevista al periódico Die Zeit de Alemania: "la pregunta fundamental es ésta: ¿queremos o no queremos realmente vivir según el principio de que el más fuerte se apropia de casi todo y el más débil se queda atrás?

Los super-ricos y super-poderosos decidieron que quieren vivir según el principio darwinista del más fuerte, y que los mas débiles se aguanten. Pero comenta Wilkinson: «creo que todos tenemos necesidad de mayor cooperación y reciprocidad, pues la personas desean una mayor igualdad social». Este deseo es negado intencionadamente por esos epulones.

Por lo general, la lógica capitalista es feroz: una empresa se come a otra (eufemísticamente se dice que se fusionaron). Cuando se llega a un punto en que sólo quedan algunas grandes, cambian de lógica: en vez de guerrear, hacen entre sí una alianza de lobos y se comportan mutuamente como corderos. Así articuladas detentan más poder, acumulan con más seguridad para sí y para sus accionistas, sin tener en cuenta para nada el bien de la sociedad.

La influencia política y económica que ejercen sobre los gobiernos, la mayoría de ellos mucho más débiles que ellas, es extremadamente coercitiva, interfiriendo en el precio de las commodities, en la reducción de las inversiones sociales, en la salud, educación, transporte y seguridad. Los miles de personas que ocupan las calles en el mundo y en Brasil intuyeron esa dominación de un nuevo tipo de imperio, cuyo lema es: «la avaricia es buena» (greed is good) y «devoremos lo que podamos devorar».

Hay excelentes estudios sobre la dominación del mundo por parte de las grandes corporaciones multilaterales. Es conocido el de David Korten Cuando las corporaciones rigen el mundo (When the Corporations rule the World) . Pero hacía falta un estudio de síntesis, y éste ha sido realizado por la Escuela Politécnica Federal Suiza (ETH), en Zurich, en 2011, que se cuenta entre los más respetados centros de investigación, compitiendo con el MIT. El documento ha implicado a grandes nombres, es corto, no más de 10 páginas, y otras 26 sobre su metodología, para mostrar la total transparencia de los resultados. Ha sido resumido por el Prof. de economía de la PUC-SP Ladislau Dowbor en su página web (http://dowbor.org). Nos basamos en él.

De entre los 30 millones de corporaciones existentes, el ETH seleccionó 43 mil para estudiar mejor su lógica de funcionamiento. El esquema simplificado se articula así: hay un pequeño núcleo financiero central que tiene dos lados: de un lado están las corporaciones que componen el núcleo y del otro, aquellas que son controladas por él. Tal articulación crea una red de control corporativo global. Ese pequeño núcleo (core) constituye una super-entidad (super entity). De él emanan los controles en red, lo que facilita la reducción de los costos, la protección de los riesgos, el aumento de la confianza y, lo que es principal, la definición de las líneas de la economía global que deben ser fortalecidas y dónde.

Ese pequeño núcleo, fundamentalmente de grandes bancos, detenta la mayor parte de las participaciones en las otras corporaciones. La cúpula controla el 80% de toda la red de corporaciones. Son apenas 737 actores, presentes en 147 grandes empresas. Ahí están el Deutsche Bank, el J.P. Morgan Chase, el UBS, el Santander, el Goldman Sachs, el BNP Paribas (entre otros muchos). Al final menos del 1% de las empresas controla el 40% de toda red.

Este dato nos permite entender ahora la indignación de los Occupies y de otros que acusan al 1% de las empresas de hacer lo que quieren con los recursos procedentes del sudor del 99% de la población. Ellos no trabajan ni producen nada. Solamente hacen más dinero con el dinero lanzado en el mercado de la especulación.

Fue esta absurda voracidad de acumular ilimitadamente la que gestó la crisis sistémica de 2008. Esta lógica profundiza cada vez más la desigualdad y hace más difícil la salida de la crisis. ¿Cuánto de inhumanidad aguanta el estómago de los pueblos? Todo tiene su límite y la economía no lo es todo. Pero ahora nos es dado ver las entrañas del monstruo. Como dice Dowbor: «La verdad es que hemos ignorado al elefante que está en el centro de la sala». Está rompiendo todo, los cristales, la vajilla y pisoteando a las personas. ¿Pero hasta cuándo? El sentido ético mundial nos asegura que una sociedad no puede subsistir por mucho tiempo asentada sobre la sobreexplotación, la mentira y la antivida.

lunes, 6 de enero de 2014

LA CRISIS DE LA DERECHA LATINOAMERICANA

Emir Sader - http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones93/nota18.htm


Este comienzo de siglo no ha sido particularmente favorable para la derecha latinoamericana. Después de haber gobernado gran parte de los países del continente por décadas seguidas - con dictaduras militares y gobiernos neoliberales, entre otros -, la derecha vive una situación de profunda debilidad política y aislamiento social en la región.

La derecha paga el precio de haber gobernado a través de dictaduras militares y/o de gobiernos neoliberales. Estuvo identificada con la ruptura con los procesos democráticos y/o con la centralidad del mercado. Pasados esos períodos, dejó de tener plataforma a proponer, cuando el modelo neoliberal se agotó y surgieron gobiernos que se proponen la superación de ese modelo.

A la vez que su gran aliado internacional, los Estados Unidos, igualmente identificado con las políticas neoliberales, además de los Tratados de Libre Comercio con ese país, también dejó de tener propuestas que hacer a los países del continente y perdió espacios en la región donde históricamente impuso su hegemonía.

El país que avanzó por la vía propuesta por el neoliberalismo, los organismos internacionales y los Estados Unidos fue México - el primero en firmar un Tratado de Libre Comercio (de América del Norte). Basta hacer un balance de lo que ha pasado con México desde entonces y lo que pasó con países que no han seguido ese camino, como los de los gobiernos progresistas, antineoliberales, del continente.

Basta constatar que México tiene más del 90% de su comercio exterior con Estados Unidos, hoy un factor recesivo y no dinamizador. México ha retrocedido desde entonces: es más violento, más concentrador de renta, más subordinado en el plano internacional, con un Estado más débil, una sociedad más fragmentada.

Mientras que los países que han optado no por Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, sino por los procesos de integración regional y el intercambio Sur-Sur, ya han logrado disminuir significativamente la desigualdad, la pobreza y la miseria, han afirmado una política externa independiente. Han expandido sus mercados internos de consumo popular mediante políticas redistributivas, en lugar de la centralidad de los ajustes fiscales.

Los resultados positivos de esas políticas en países como Bolivia, Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Uruguay, son un desafío para la derecha. En un comienzo buscaron desconocer esos avances, denunciando como ilusorios los avances sociales, atribuyéndolos a la demagogia, al uso abusivo del Estado para "comprar" apoyos populares (populismo), en base al desequilibrio de las cuentas públicas.

Hasta que, derrotados, sucesivamente, en los procesos electorales, se han dado cuenta de que esos países han cambiado y han cambiado para mejor. Pero no le queda a la derecha sino oponerse frontalmente a gobiernos que los han desalojado del gobierno y que los derrotan sistemáticamente.

Recién se pasó a promover a la Alianza para el Pacífico como la alternativa de las derechas latinoamericanas y de Estados Unidos para el continente, en oposición al Mercosur y a Unasur. Como si la salida para América Latina fuera abrirse al Pacífico.

¿Pero qué países están con esa propuesta? México, Chile, Perú, Colombia: todos con gobiernos debilitados, que presentan muy bajos índices de apoyo. Chile tendrá pronto nueva presidenta, que ya anunció que pretende bajar el perfil de la participación del país en la Alianza para el Pacifico y acercarse a los otros países del continente.

El fracaso del gobierno de Sebastián Piñera, en Chile, agotó rápidamente la nueva carta que la derecha se jugaba, la de promover empresarios de éxito en la esfera privada a gobernantes. Le queda el retorno del PRI en México, cuyo nuevo presidente ya empezó su primer año de gobierno con más rechazo que apoyo, augurando un sexenio que fracasará como fracasó el de su antecesor.

Perú, Colombia, México, tienen presidentes con muy bajo apoyo político interno, reflejando cómo sus propuestas de gobiernos se distancian tanto de países como Brasil, Ecuador, Bolivia, Uruguay, donde los gobiernos gozan de amplia popularidad y tienden a reelegirse o a elegir a sus sucesores.

Después de una década de emergencia de gobiernos nuevos, la polarización del campo político latinoamericano sigue siendo la que opone fuerzas neoliberales a fuerzas antineoliberales. La nueva forma que asumió la derecha, proponiéndose encarnar "lo nuevo", ha envejecido prematuramente, pero insiste en sobrevivir, aun con cada vez menos apoyo. Mientas que los gobiernos posneoliberales encuentran dificultades para afirmarse en medio de un mundo donde todavía es hegemónico el neoliberalismo, más aun con la prolongada y profunda crisis de los países rectores de ese modelo. Pero claramente los gobiernos progresistas latinoamericanos representan lo nuevo, por el empuje de su crecimiento económico y, sobre todo, por su capacidad de para combatir la desigualdad, la pobreza y la miseria que siempre han aquejado a América Latina.

viernes, 3 de enero de 2014

Cuba, pequeño país de vocación mundial

Orlando Oramas Leon* - http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=6114

Pocos podían imaginar entonces que la gesta encabezada por Fidel Castro se convertiría en referente para millones de personas en diversas latitudes.
Faro de libertad, fue una de las expresiones que acompañaron a la nación antillana, la cual despertó esperanzas en otros pueblos mientras concitaba la permanente hostilidad del vecino Estados Unidos, la mayor potencia planetaria.
Profundas reformas agraria y urbana, nacionalización de empresas y de sectores vitales de la economía, campaña de alfabetización, universalización de la educación, entre otras medidas, cosechaban simpatías fuera del país.
Ese apoyo se multiplicaba a nivel popular junto al empeño de Washington por aislar a Cuba, que fue expulsada de la Organización de Estados Americanos, considerada aquí ministerio de colonias de Estados Unidos.
La invasión mercenaria por Bahía de Cochinos, los ataques piratas, el apoyo a bandas contrarrevolucionarias, los atentados y otras formas de agresión y una permanente campaña de satanización añadían condimentos al caldo de la solidaridad.
Cuba, que tomó medidas para su defensa, estuvo en el centro de la confrontación este-oeste durante la llamada crisis de los misiles.
En la ocasión el líder Fidel Castro marcó pauta al fijar posturas de principios frente a los acuerdos negociados entre Washington y Moscú para poner fin a aquella crisis.
La capital cubana se convirtió en punto de convergencia de luchadores independentistas, intelectuales de vanguardia y otras personalidades que anticipaban un cambio de época en América Latina y el mundo.
En el capitalino hotel Habana Libre (antes Habana Hilton) tuvo lugar la Primera Conferencia de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina. Amílcar Cabral, Augusto Turcios Lima y otros luchadores anticolonialistas y revolucionarios hicieron aquí un compromiso de lucha y transformación
A tenor con los acuerdos de aquella reunión, conocida como la Tricontinental, combatientes cubanos se unieron a la gesta liberadora de los pueblos africanos. El llamado Congo belga, Guinea Bissau, entre otros territorios bajo dominio colonial, conocieron del internacionalismo de la isla.
Tropas cubanas fueron determinantes, años después, para preservar la independencia de Angola, conseguir la de Namibia y asestar un golpe decisivo al régimen sudafricano de apartheid.
Personal médico cubano estuvo junto a otros pueblos en momentos de adversidad. Así ocurrió cuando países como Nicaragua, Perú, Chile, Armenia, Indonesia, Pakistán y Haití sufrieron devastadores terremotos.
Desde La Habana se impulsó la Operación Milagro para devolver la visión a personas necesitadas. Desde su inicio, en el año 2004, este programa ha beneficiado a 34 países de Latinoamérica, el Caribe y África.
Fiel a su vocación humanitaria e internacionalista, Cuba constituyó el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias, que hasta la fecha ha atendido a más de tres millones de damnificados y realizado más de 33 mil 800 intervenciones quirúrgicas.
En estos lustros la pequeña isla caribeña formó a miles de profesionales de numerosos países del Tercer Mundo. Muchos de ellos hoy ocupan importantes responsabilidades de Estado o gobierno.
Aquí se graduaron, entre 2005 y 2011, nueve mil 960 médicos de 58 países. Baste otro dato en la materia: más de 21 mil estudiantes de 122 naciones se forman hoy aquí como profesionales de la salud.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco) reconoce a este país como el primero de Latinoamérica y el Caribe en erradicar el analfabetismo.
Maestros de esta isla también lo combatieron en Angola, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y otras muchas naciones. El método Yo sí puedo, creado por una pedagoga cubana, se ha aplicado en 29 países y en varios idiomas cual antídoto contra la ignorancia.
Pese a ser un pequeño país del Caribe, la República de Cuba desarrolla una activa política internacional, tanto en el seno de las Naciones Unidas, como en otros foros y organizaciones de la palestra mundial y regional.
La diplomacia cubana ha sido defensora de la soberanía y autodeterminación de otros pueblos, y trinchera contestataria contra el imperialismo, el colonialismo, el apartheid, el sionismo y otras formas de opresión y discriminación.
Su voz, amplificada, se escuchó para denunciar guerras e invasiones en naciones del Tercer Mundo. "Por Viet Nam, hasta la última gota de sangre" fue una frase del presidente Fidel Castro que graficó el sentimiento de los cubanos hacia la gesta del pueblo de Ho Chi Min.
En los últimos 55 años la isla representó en dos ocasiones a América Latina en el Consejo de Seguridad de la ONU. También desempeñó febril actividad en la otrora Comisión de Derechos Humanos y ha sido elegida en dos ocasiones para integrar el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra.
Durante 22 años consecutivos la Asamblea General de la ONU aprobó la iniciativa cubana titulada "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos de América contra Cuba.
La última votación, el pasado 29 de noviembre, fue saldada con 188 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y las abstenciones de Palau, Micronesia e Islas Marshall.
Cuba presidió en dos ocasiones (1979-1982 y 2006-2009) la presidencia del Movimiento de Países No Alineados, integrado por 144 países del Tercer Mundo. La Habana ha sido sede de sendas cumbres del Noal y de la IX Cumbre Iberoamericana en noviembre de 1999.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) tiene a Cuba cual miembro fundador y propulsora de nuevas formas de integración y relacionamiento entre los países.
Caricom, la Comunidad del Caribe sostiene una relación especial con la mayor de las Antillas, que celebró por estos días 40 años de vínculos forjados en la geografía, la historia, la cultura, el aporte en la formación de profesionales y otras formas de colaboración con esas ínsulas.
No es casual que la presidencia pro témpore de Cuba al frente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ha tenido entre sus principales propósitos una mayor inserción e integración con las pequeñas naciones caribeñas.
Antes de que termine el primer mes del año 2014, cuando la Revolución Cubana inicia el tránsito de su año 56, La Habana acogerá a los jefes de Estado y de Gobierno de las 33 naciones latinoamericanas y caribeñas.
Será otro hito en la vocación internacional de este pequeño país, cuyo Héroe Nacional, José Martí, suscribió en el siglo XIX que toda la grandeza del mundo cabe en un grano de maíz.
*el autor del artículo es periodista de Prensa Latina.