Maximiliano Pedranzini* - http://www.nodal.am/2016/01/argentina-la-letra-esperada-por-maximiliano-pedranzini/
El triunfo de Mauricio Macri en las elecciones del 22 de noviembre de
2015 puso en perspectiva un nuevo ensayo político-económico del
neoliberalismo bajo el signo ideográfico de la letra “M”. Y todo ensayo
que haga el neoliberalismo en nuestra región trae miseria, marginalidad y
represión. La experiencia histórica de las últimas cuatro décadas así
lo demuestran.
Asimismo, el formato elegido por el nuevo gobierno para llevar a cabo
este experimento son los decretos de necesidad y urgencia (DNU) quien
inaugura un ciclo que tiene como objetivo restaurar a partir de
decretazos y reformas al sistema cambiario y tributario el orden
neoliberal que dominó al país austral y la región.
Esta es la letra esperada. Esperada ansiosa por las corporaciones
transnacionales y del capital financiero como HSBC, JP Morgan, Goldman
Sachs,Banco Galicia, Bank Boston, ICBC, Deutsche Bank y Citibank quienes
comenzaron a preparar -a través del Estado- el terreno para el
surgimiento de una nueva deuda externa. Esperada por los monopolios
mediáticos como Clarín quien fueautor intelectual de la llegada del ex
jefe de gobierno porteño a la Casa Rosada.
El asesor ecuatoriano del PRO Jaime Durán Barba decía hace algunas
semanas en una entrevista la siguiente frase: “Termina una década ganada
y se abre una ilusión”. Sin duda. Una ilusión para el poder económico y
sus personeros locales que se estáhaciendo realidad con el correr de
las horas.
Detrás de las ambigüedades discursivas del“dialogo” y la “unidad
nacional” deMacri se esconde el resguardo de intereses económicos y
financieros concretos que aspiran a volver a ocupar los primeros lugares
dentro del Estado como fue en los años 90.
La “M” se convirtió en la letra esperada porlas grandes
empresasmultinacionales, los organismos multilaterales de crédito y la
embajada de EE.UU.que se perfilan tras la revancha después de 12 años de
gobierno progresista y distribucionista.Se firmó con esta letra un
pacto con el neocolonialismo,dandopaso para que ellos sean
quienesgobiernen abiertamente los destinos de este país.
Lo inesperado trae consigo un cambio real que marca una época, cuyo
espíritu se fundamenta en la sorpresa ante los movimientos predecibles
que da el presente, ante el oprobio heredado de tiempos anteriores. Eso
supo ser el kirchnerismo como fenómeno político de masas. Lo esperado,
sin embargo, es lo vivido con anterioridad. Lo experimentado de forma
negativa y funesta que tiene más el sabor amargo del pasado que a otra
cosa. Un pasado oscuro que atormentó a todo un pueblo desde la
desigualdad y la represión comienza a repetirse, ya no como tragedia,
sino como farsa.
Allá por el 2003, la “K” se había transformado en la letra inesperada
por lo que significó en términos políticos, económicos y sociales.
Después de más de una década de gobierno, la balanza se invierte en
contra frente a cualquier expectativa y lo que alguna vez se combatió
con ahincó y que se constituiría en la razón de ser y basamento
ideológico retornó robustecida, con un semblante distinto al de los ´90,
pero igual en esencia. La esencia no cambió, solo la apariencia, su
exterioridad, vestida de desmemoria con los colores del olvido, la
revancha y el resentimiento.
Los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner confrontaron con los
grandes grupos económicos hasta el final, y este gobierno entrante le
abre las puertas para que sean, en efecto, los que ejerzan el poder. La
transición hacia el saqueo, la desigualdad y la concentración de la
riqueza no se hará esperar, tiempo suficiente para dar -como dice Lenin-
“un paso adelante, dos pasos atrás”. Con la derrota electoral de los
sectores populares, estamos comenzando a dar esos dos pasos para reunir
fuerzas y tomar impulso.Pasos que nos tienen que ayudar a reflexionar
sobre nuestras contradicciones y repensar el horizonte de nuestra
emancipación.
Recordando las palabras delgran Néstor Kirchner en 2007: “Hoy lo
pueden llamar Mauricio, pero siempre es Macri. Acuérdense, Mauricio es
Macri”,y esto es algo que nunca debemos olvidar.
*Ensayista. Miembro del Centro de Estudios Históricos, Políticos y Sociales “Felipe Varela”.
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