Francisco Cantamutto* - https://mundo.sputniknews.com/economia/201808221081410115-argentina-grecia-fmi-similitudes/
El FMI es un viejo conocido de los argentinos y de los
griegos. En ambos rincones del mundo, las tres letras de sus siglas bastan para
generar el repudio de los sectores más golpeados por las recetas económicas de
la entidad, particularmente los más desfavorecidos.
En Argentina, basta recordar el estallido social de 2001,
producto de una gravísima crisis financiera generada a lo largo de una década
de cumplimiento a rajatabla de los mandatos del FMI, que incluyeron
privatizaciones masivas y la liberalización de amplios sectores de la economía.
Ahora vuelve con un rescate de 50.000 millones de dólares, que genera
resquemores en la sociedad.
En Grecia, los coletazos de la crisis global de 2008
provocaron protestas masivas, particularmente a partir de 2010 y 2012, cuando
la llamada 'troika' —la tríada de Banco Central Europeo, Comisión Europea
y FMI— intervino en el rescate de los bancos y el pago de la deuda soberana, a
cambio de la aplicación de medidas severas de austeridad.
El FMI "refuerza el lugar subordinado de los países de
la periferia" y consolida "el poderío estructural de los grandes
centros, donde el lugar prominente lo tiene y lo seguirá teniendo EEUU",
al menos mientras el órgano "estructure la arquitectura financiera
internacional".
Para entender el rol de Washington en este esquema, es
necesario retrotraerse a la salida de la Segunda Guerra Mundial. En los pactos
que dieron origen al organismo, EEUU "impuso su voluntad, incluso frente a
otras potencias",
Las cláusulas que
generan problema son las que tienen que ver con el ajuste fiscal, la apertura
de las cuentas externas que someten a los países a una creciente volatilidad y
lo que tiene que ver con el alcance de reformas estructurales", explicó el
economista.
Aquí es donde las exigencias para Argentina y Grecia se
empiezan a parecer: a cambio de los rescates, el FMI pidió algún tipo de
reforma impositiva y previsional, además
de privatizaciones de activos en manos estatales. Independientemente de los
montos de los préstamos, las condicionalidades "son significativas".
El caso argentino
Para el FMI, "volver a prestarle a la Argentina es
reforzar su rol, avalando a un Gobierno que es cabeza de playa del retorno de
conservadurismo neoliberal a la región", opinó el integrante de la SEC.
El préstamo 'stand-by' acordado entre mayo y junio de 2018
"equivale al total de fuga de activos desde que Cambiemos está en el
Gobierno nacional, es decir, diciembre de 2015". Para el investigador,
"es una cifra significativa", que no solo expresa el aval a la actual
administración sino que "señala la magnitud de la crisis percibida por el
organismo".
De momento, el Gobierno argentino se está centrando en las
exigencias que tienen que ver con la macroeconomía. Con el ajuste fiscal,
"sobrecumplió" la meta pactada, pero no está teniendo éxito con la
inflación, que puede llegar a ubicarse en un rango superior al 32% acordado. Es
posible que por este motivo pida un "perdón" en la primera revisión.
Para el resto de las reformas, la administración de Mauricio
Macri y el oficialista frente Cambiemos "no está visualizando con claridad
la posibilidad" de implementar sin resistencias reformas en el sistema de
pensiones, los impuestos o la legislación laboral, pues eso requeriría de
mayorías de las que no dispone en el Congreso de por sí.
En diciembre de 2017, cuando intentó poner en marcha una
reforma previsional, miles de personas salieron a manifestar su descontento en
las calles. La medida, que cambiaba el sistema de reajuste de las prestaciones
sociales, fue aprobada.
Pero esto no es suficiente para satisfacer las
recomendaciones del FMI, que incluyen el alza de la edad jubilatoria y la baja
de la tasa de sustitución (es decir, la relación entre el promedio de los
sueldos y la pensión que un trabajador retirado recibe). Implementar estas
medidas sería algo "difícil de gestionar" para el Gobierno.
En materia laboral, a falta del apoyo del Congreso, el
oficialismo ha impulsado "la posibilidad de incluir cláusulas de
flexibilización en los acuerdos paritarios por sector", como ha sucedido
en las industrias del petróleo, automotriz y lechera. Asimismo, existe
"una suerte de activismo judicial antiobrero" en fallos que van
contra trabajadores.
La posibilidad de avanzar con las reformas no es algo que el
Gobierno tenga garantizado, a pesar de que quiera ir por ese rumbo. Para poder
garantizarlo va a depender de fuerzas políticas que no controla y es ahí donde
la movilización de fuerzas populares puede ponerle un dique de contención al
ajuste.
El caso griego
El tercer salvataje que recibió Grecia de la 'troika'
culminó el 20 de agosto de 2018, y en los últimos ocho años, Atenas recibió
financiación por 330.000 millones de dólares. Las exigencias de los acreedores
redujeron el PIB en un 27%.
El desempleo, que llegó a un pico de 27%, hoy oscila en el
20%. La deuda se ubica en el 180% del PIB. Las pensiones se vieron
sustancialmente reducidas, y las reformas allanaron el camino para que lo hagan
aún más en 2019.
En 2008, "los países centrales" optaron por
"un mecanismo" que otorgó un salvataje a los bancos de la región. Con
esta decisión, trasladaron la Grecia, Portugal, España e Irlanda se vieron
afectados por políticas de austeridad.
"Cuando el FMI negocia con Grecia, lo que busca es
sostenerla en el redil. (…) Estalló una crisis social muy importante cuyo
emergente final fue el Gobierno de Syriza, que en su momento llegó a proponer
la posibilidad de salir de la eurozona para poder salvar la crisis”.
Economistas que participaron del proceso griego, como el
exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, o Costas Lapavitsas, "cuentan
cómo se dio la negociación", con un modo de proceder "cruento"
de los funcionarios de la troika.
Y si bien "hubo unos retrocesos del discurso a los
hechos" el Gobierno de Syriza, encabezado por Alexis Tsipras,
"declaró cierta resistencia y negoció en virtud de eso". Este
movimiento político es el "emergente" del descontento social surgido
con la crisis griega, pero "terminó siendo garante de la gobernabilidad a
favor de la troika y en contra de los sectores populares".
Las diferencias
"En el caso argentino, [el acuerdo] se da en un
Gobierno que tiene un tinte político claramente distinto, porque se para en un
lugar donde no hay resistencia a las exigencias”.
Desde la llegada al Gobierno de Cambiemos la deuda
"aumentó en casi 100.000 millones del dólares, pasó de más del 50% del PIB
al 70%, el salario real cayó en los últimos años entre 5 y 6% en trabajadores
del sector privado formal hasta un 11% en los estatales”.
Estas tendencias, que recuerdan el desempeño de Grecia desde
el inicio del rescate en 2010, se están dando hoy en Argentina. "La
pregunta es si Cambiemos va a lograr garantizar la gobernabilidad durante ocho
años que dio Syriza".
"Cambiemos no tiene todo regalado para garantizar su
continuidad en el Gobierno. En ese sentido se prende una luz de esperanza para
que en 2019 [año electoral] pueda llegar un gobierno de distinto cuño que pueda
sacar a argentina de este corset que es el acuerdo con el FMI”.
* Economista, integrante de la Sociedad de Economía Crítica
de Argentina (SEC).
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