La última vez que el Fondo Monetario Internacional
felicitó de tal manera al gobierno de nuestro país eran los tiempos de la
crisis del gobierno de De La Rúa. Desempleo, pobreza, ajuste y represión. Era
la máxima capitulación del patrimonio nacional ante la gran banca
internacional, se entregaron los destinos de millones a la miseria, muchos de
los cuales aún hoy no se pueden recuperar. Ayer como hoy el FMI exige las
mismas medidas a tomar, en pos de beneficiar a los capitales para los que
trabajan a costa del hambre del pueblo argentino, del presente y futuro.
En pos de garantizar la mayor transferencia posible
de la renta nacional al exterior en beneficio del capital financiero, es
necesario que el país expoliado tenga un gobierno que garantice la fluidez de
la salida de la riqueza generada en él. Para concretar la salida (intermediada
por bancos con asiento en EEUU, la UE, Panamá, etc.) se la convierte en dólares,
cuyo acceso garantizará totalmente el gobierno vendepatria. Para toda esta
estrategia se empeña aquello que sea necesario por parte del Estado; su
presupuesto, sus bienes y su crédito, obteniendo los recursos en última
instancia a costa del ajuste sufrido por el pueblo.
El organismo de mayor infamia a nivel mundial, que
se encarga de coordinar créditos, defender a los grandes bancos, dictar
informes económicos y las medidas económicas necesarias para el sometimiento de
los países, es seguramente el FMI.Para comprender las medidas tomadas, las
felicitaciones y muchos de sus dictados es necesario aclarar cuáles son sus
resultados y el significado que esconden.
En el 2000 el FMI decía que “el ajuste
encarado genera un efecto positivo sobre el riesgo país, al mismo tiempo puede
dificultar la reactivación (…) En el corto plazo, hay un efecto directo
recesivo, que sólo podría ser compensado en forma indirecta por la baja de
tasas de interés provocada por la caída del riesgo país.” Vale decir que
mientras los argentinos perdíamos salario y caíamos en la pobreza, lo bueno era
que ahora nos podíamos endeudar a una tasa de interés un poco más baja. Una de
las opciones que ofreció fue que nuestro país adoptara el dólar como moneda,
como había hecho poco tiempo antes Ecuador, medida cuyas secuelas aún vive al
día de hoy.
También sostenía que en los años próximos nuestro
PBI crecería entre el 3% y 4% anual. Siempre y cuando se diera “un férreo
control fiscal y a la aprobación de la reforma laboral”. Quiere decir
llevara a cabo la suba de impuestos y la pérdida de derechos laborales.
Algo que se realizó. Pero nuestro PBI cayó entre el 3% y 10% en los años
siguientes. Ya comenzamos a ver lo que significan las palabras del FMI, este
año dicen que caerá un 1,8% y el próximo creceremos 3,5%, si sus análisis
son igual de acertados que antes seguramente estaremos peor en los próximos
años.
Ahora pasamos a extraer textualmente citas del
último informe del FMI, junto con el los nuevos delegados del FMI y su misma
directora general felicitaron al gobierno de Macri. Para ellos, durante el
kirchnerismo “los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados”. Por lo
que los millones de argentinos recuperamos poder adquisitivo estábamos viviendo
ostentosamente. Si el lector en algún momento del gobierno anterior; tuvo
empleo, mejoró su salario, accedió a un auto o vivienda, una mejor educación o
mejoro su nivel de vida en cualquier forma, que sepa que para el
FMI eso está mal y no tiene porque tener un salario, vivienda o una alimentación
digna. Usted es argentino y eso es insostenible. Pero tipos como Macri y su
gabinete pueden duplicar su patrimonio en un año y tener varios millones
escondidos en paraísos fiscales o los bancos pueden aumentar en más del 60% sus
ganancias anuales aunque den menos créditos.
Su mayor preocupación era que “entre las
distorsiones microeconómicas se encontraban una extensa red de controles
administrativos (por ejemplo, barreras comerciales, restricciones cambiarias y
controles de precios.” Por lo tanto para el FMI la protección de la
producción, el empleo y el consumo era un asunto que debía terminar. Ahora el
tipo de cambio y la economía la controla absolutamente “el mercado”, vale
decir las grandes empresas que sostienen una posición dominante en su sector.
Otro logro es que “El aumento de las tarifas de los
servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales”. Ahora las
grandes prestadoras privadas de servicios públicos pueden llevarse una mayor
tajada del bolsillo argentino y por lo tanto mas ganancias para su casa
central.
“El acuerdo con los acreedores ha hecho posible el
regreso a los mercados internacionales de capital, tanto para el sector público
como para el privado”. Ahora que vamos a entregar todo a los buitres y
aumentamos en 50 milmillones dólares la deuda pública, podemos volver a
endeudarnos todos.
“Se está reconstruyendo la agencia estadística
nacional, permitiendo la generación de datos fidedignos y de mejor calidad
sobre la inflación, el comercio internacional, el mercado laboral y el
producto.” Por si el lector no lo sabe, los intereses de muchos bonos de deuda
pública están ligados al nivel de inflación. Éste era uno de los puntos de
mayor discusión y que más resaltan como positivo, ya que con los nuevos números
aumentaran las ganancias de los acreedores internacionales.
Por último marca como necesario “Un plan fiscal a
mediano plazo (…) Afianzando la gestión del gasto público, mejorando más la
gobernabilidad e incrementando la eficiencia del gasto público (…) Por último,
un crecimiento vigoroso, sostenido y equitativo requerirá la implementación de
un ambicioso programa de reformas del lado de la oferta.” La primera parte
quiere decir recorte presupuestario y reducción del empleo público.
Eso de “reformas del lado de la oferta” para el FMI
significa la desregulación de los servicios de transporte, las
telecomunicaciones y los servicios públicos. Es decir que estas empresas tengan
menores controles, impuestos y sigan con aumentos de tarifas. En estas medidas
se incluyen que las empresas de carácter público pasen a ser privado, es decir
las privatizaciones. A ello suman como medidas complementarias como “las
reducciones en los beneficios por desempleo, beneficios por desempleo y las
leyes de protección al trabajador”.
El FMI ha vuelto con las recetas de ajuste, deuda,
reforma laboral y privatizaciones, para el dolor de los argentinos.
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