El pensamiento de derecha tiene una explicación
neurocientífica. El contexto social actual es el caldo de cultivo para esto. Las
redes sociales están plagadas de pseudoargumentación, generan egoísmo y con
ellas es fácil burlarse de asuntos realmente serios, como una tragedia humana,
un acto de corrupción política, y la lucha de un grupo de personas por sus
derechos. Y lo más peligroso de todo: generan miedo. Y el miedo es la materia
prima de la derecha.
Ernst explicó que la derecha sabe muy bien lo que hace,
cuando le habla a las audiencias. Por ejemplo, crean enemigos abstractos:
migrantes, homosexuales, mujeres, anarquistas; en ellos se funda la razón del
miedo. Entonces un candidato o candidata de derecha aparece como una figura
paternal, que es capaz de arreglar tus problemas. Provoca –dice el doctor–,
patriarcado. Y al padre todo se le cree; por ser padre, y por haberte puesto en
una posición infantil de indefensión. De hecho, una vez entregándote a él, cada
afirmación que haga la tomas como válida.
No importa si sabes que es mentira; no importa si él mismo
sabe que es mentira, explica Ernst. Se ha creado una imagen del "nosotros
contra los otros". No argumenta. No te pone a pensar, no lo necesita. Lo único
que la derecha requiere es poner imágenes en tu mente mediante palabras y
definiciones: "Los mexicanos son violadores y traen drogas".
Los medios de información han cambiado, particularmente
internet. Pero también la forma de educación, de movimiento, esto provoca que
nuestra mente cambie, que tengamos dificultades de concentrarnos y de aceptar o
entender argumentos. Esto es explotado por la derecha porque se especializa por
utilizar el miedo. Saben lo que están haciendo. Están utilizando el miedo
social.
El miedo, la confusión. Es un hecho que, cuando eres
confundido, tu cerebro no logra argumentar. El cerebro es fácil de convencer
con imágenes, con palabras simples. Por ejemplo, las grandes tiendas hacen
grandes laberintos donde las personas no encuentren la salida. Es una
estrategia. Porque cuando eres confundido no tienes fuerza mental para no
comprar cosas. Es una técnica; es fácil confundir a la gente. Es la estrategia:
aumentar el miedo, aumentar la confusión y así saben que la gente va a apuntar
hacia la derecha. Es una estrategia clásica fascista.
*Médico anestesiólogo del Vestre Viken Hospital Trust, en
Korngbesrg, Noruega. Neurobiólogo y científico social, ha realizado
investigaciones en Teoría de la Complejidad asociadas a la medicina y las
ciencias sociales.
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