Hedelberto López Blanch http://www.matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=15689%3Areeleccion-de-cristina-la-victoria-economica-de-los-kirchner&catid=40%3Aargentina&Itemid=59
El triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en las
elecciones presidenciales argentinas, resulta un ejemplo para muchos países del
mundo y en especial para la Unión Europea, de cómo resolver las crisis
provocadas por políticas neoliberales sin tener que recurrir a medidas
económicas y sociales agresivas en contra de los pueblos.
La mandataria, representante del Frente Para la Victoria
(FPV) fue apoyada por el 53,9% de los electores, un resultado considerado
histórico desde que el país recuperó la democracia.
La esperada victoria permitirá a Fernández comenzar un
segundo mandato el 10 de diciembre con una fuerte posición política, alta
popularidad y con la fragmentada oposición más débil aún.
Hace pocos meses, el experto y premio Nobel de economía, Joseph
Stiglitz elogió el rápido crecimiento del Producto Bruto Interno (PIB)
argentino (uno de los mayores en el orbe), reducción de la tasa de pobreza en
unas tres cuartas partes en relación con el peor momento y haber capeado la
crisis financiera mundial mucho mejor que Estados Unidos y Europa.
Añadió que el desempleo no supera el 8 % y puntualizó que
Argentina debe dejar de prestar atención a los supuestos magos financieros.
"Nos metieron en este embrollo y ahora piden austeridad y una
reestructuración retardada. Si tiene que haber sufrimiento, el mayor debe
arrostrarlo quienes más se beneficiaron de la burbuja que la precedió".
Fernández consiguió una enorme aprobación popular por la
política económica y social aplicada en los últimos cuatro años, que incluyeron
nacionalizaciones, protección a la industria y crecientes subsidios, mientras
la economía se expandió a un ritmo del 8 % pese a las críticas de sectores
empresariales y del FMI, el BM y hasta de Wall Street.
Argentina comenzó a revertir la situación de desastre
económico que vivía la nación con la victoria electoral en las elecciones de
2003 del entonces desconocido Néstor Kirchner, lograda frente al gestor de la
profundización neoliberal en la década de 1990, Carlos Ménem. Para los que
padecen de azheimer vale recordar la situación en que se hallaba el país pues
las paradojas de las políticas neoliberales son profundamente estruendosas. Si
en los años 90, Argentina, con sus programas de reformas y privatizaciones de empresas
públicas, era la niña mimada del FMI y del BM, al no poder pagar los adeudos a
esas instituciones financieras, se convirtió en una nación apestada.
Ménem abrió los servicios y las industrias al capital
extranjero y se permitió la importación indiscriminada de mercancías, lo cual
llevó al país a una debacle económica sin precedentes en su historia.
El país padeció 54 meses de recesiones y cuatro años de
postraciones. Las exportaciones se derrumbaron en un 70 %, mientras que la
venta de inmuebles y el turismo al exterior bajaron al 85 % y 60 %,
respectivamente.
Solo de enero a agosto de 2003, 110 000 pequeños comercios
cerraron sus puertas y dejaron en la calle a 300 000 personas que pasaron a
engrosar las filas de los desocupados que sumaban el 25,5 % de la población
económicamente activa.
La cifra total de desempleados se elevó a 16 millones de una
población de 36 millones, además de traer aparejado otros inconvenientes como
el aumento de la inflación, la devaluación del peso, la debilidad de pago de
impuestos. En definitiva, la debacle.
Néstor Kirchner, cuando asumió la primera magistratura
prohibió continuar cubriendo déficit del país por la vía del endeudamiento
permanente y decidió que la deuda no se pagaría a costa del hambre ni la
exclusión. En 2006, con los adelantos económicos logrados, Argentina canceló la
deuda con el FMI y eliminó la posibilidad de intervención y presiones de ese
organismo en la política económica del país. En 2007 el desempleo bajó a cerca
del 10 %.
En ese período se recuperaron algunos servicios públicos
entregados por Ménem al sector privado como el Correo, el Aguas potable y se
fundó la empresa pública Energía Argentina Sociedad Argentina (ENARSA), para el
control de los recursos naturales estratégicos.
A fines de 2007 Cristina Fernández alcanzó la presidencia
para continuar y profundizar la política seguida durante cuatro años por su
esposo.
Actualmente, la economía argentina registra un favorable
adelanto en la producción industrial y agraria. Creció el consumo alimentario
familiar al disminuir el desempleo, elevarse los salarios y los ingresos a
jubilados y pensionados.
Se creo la Asignación Universal por Hijo que beneficia a los
padres con menores salarios y por medio del Mercado Central se ofertan variados
y necesarios productos a precios rebajados.
Asimismo, existe un mayor dinamismo del consumo en el
mercado interno, al incorporarse amplios sectores de la población a través de
políticas de ingreso universal y la recuperación de los salarios.
El Banco Central sostiene un tipo de cambio competitivo, hay
solidez del sector bancario y financiero local en un contexto de fuerte
volatilidad mundial. Las exportaciones registran un superávit (16 000 millones
de dólares) en comparación con las importaciones y las reservas internacionales
sobrepasan los 50 000 millones de dólares.
Como los pueblos no olvidan, esas fueron las razones por las
que Cristina Fernández de Kirchner obtuvo una abrumadora victoria en las
elecciones del pasado 23 de octubre. Su quehacer en los próximos años también
redundará en la continuación del fortalecimiento de la integración
latinoamericana que cada día toma más auge en la región.
El modelo argentino para resolver con medidas independientes
a favor del pueblo las graves consecuencias que provocó el extremo
neoliberalismo impuesto en la década del 90 del pasado siglo por el FMI, el BM
y Estados Unidos, debía ser estudiado por varios países de la Unión Europea que
sufren actualmente una grave devastación económica.
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