Ricardo Goñi Docente. Facultad de Ciencia y Tecnología, Uader.- http://www.eldiario.com.ar/diario/interes-general/64900-sociedad-rural-argent...
Ricardo Goñi Docente. Facultad de Ciencia y Tecnología, Uader.- http://www.eldiario.com.ar/diario/interes-general/64900-sociedad-rural-argent...
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=5790
Países como Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Haití, Guyana, y en alguna medida también México, Chile y Costa Rica, registraron signos positivos en sus economías sin la intervención de las autoridades y recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esto es más evidente, según los informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Iberobarómetro y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); en economías como las de Ecuador, Venezuela, Bolivia, Argentina, Brasil y Panamá.
Ecuador, por ejemplo, aplicando exactamente las "recetas" opuestas a las dictadas por el FMI, logró una buena performance entre 2009 y 2011. Este país, andino y petrolero, mantiene desde hace tres años el gasto social más alto de Latinoamérica: doce por ciento del PBI, que representa el doble de la media invertida en todo el continente. El FMI habría recomendado lo contrario: rebajarlo a la mitad del promedio referido. El gobierno de Rafael Correa hizo lo contrario y su sociedad mejoró en términos de mercado interno.
La recuperación económica de América Latina y la mejora social experimentada en la última década fue posible gracias a medidas contrarias a las del ajuste estructural impulsado por el Fondo Monetario Internacional, y a una consecuente mayor redistribución de la riqueza.
El informe "Crisis, Desigualdad y Pobreza", publicado por la organización no gubernamental Intermón Oxfam, fue realizado con la colaboración de Médicos del Mundo, Unicef, Cáritas y la red de organizaciones de acción social de la Compañía de Jesús.
Allí se destacó la manera en que Argentina y el resto de los países resolvieron sus crisis, poniendo de relieve el rechazo a las tradicionales recetas del FMI, la aplicación de políticas contra el endeudamiento, la adopción de un tipo de cambio "administrado", el aumento del gasto social y el control al ingreso de capitales. Se trata de medidas adoptadas durante las administraciones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández al frente del Poder Ejecutivo Nacional argentino.
"Como resultado, su política monetaria es más fuerte, lo que permite promover objetivos de desarrollo más amplios, como la creación de empleo y la reducción de la pobreza", asegura el informe.
Afirma también que "en términos generales, el conjunto de herramientas utilizadas contribuyó a un proceso de rápido crecimiento económico y significativo progreso social".
También señala: "La recuperación económica en América Latina se produjo en un contexto de mejora de las condiciones externas, en especial la suba de los precios internacionales de los productos básicos y la reducción de la carga del servicio de la deuda".
"Además, para salir de la crisis, muchos países acabaron por adoptar medidas contrarias al recetario neoliberal impuesto por el FMI con el ajuste estructural en aquel momento, y sobre las que el propio Fondo acaba de rectificar recientemente", puntualiza el análisis.
En se texto se indicó que "desde 2002, algunos países ricos en recursos naturales mejoraron los ingresos de sus economías aumentando sus ingresos fiscales, aplicando políticas fiscales e industriales bien dirigidas –progresivas-, lo cual contribuyó a crear puestos de trabajo de calidad en el sector público, en los servicios y en la industria manufacturera".
Asimismo, tras el estudio realizado se subrayó que "muchos países aumentaron también el gasto social" y añadió que "varios adoptaron sistemas de tipo de cambio administrado y medidas de control de capitales para poner freno a la entrada de fondos con fines especulativos e impedir una revaluación excesiva de sus monedas".
En el informe se precisa que "Argentina, Brasil y Costa Rica se encuentran entre los países que recientemente implementaron regulaciones de la cuenta capital, consolidando así su estabilidad financiera y previniendo apreciaciones no deseadas del tipo de cambio".
Añade también que "Chile, por su parte, mantuvo la gestión de la producción y exportación del cobre mayoritariamente en manos del sector público, lo cual resultó clave para mejorar los ingresos".
También remarca que "después de la crisis financiera de 2001 que arrastró a la mitad de la población a la pobreza, Argentina implementó sucesivas regulaciones sobre la entrada y salida de capitales".
Precisó que "desde 2005 las inversiones extranjeras a corto plazo son sujetas a un anclaje de 30 por ciento del valor de la inversión, el cual es resguardado en el Banco Central por un año".
Para los realizadores del análisis, "esta regulación ha sido eficaz en suavizar la entrada de capitales en los períodos de auge, reducir la volatilidad del tipo de cambio y aumentar el espacio de la política monetaria".
El informe indica que "en 2009 Brasil implementó impuestos a la inversión extranjera en el mercado local de acciones y bonos", y destaca que "el objetivo de estos gravámenes era impedir que los flujos especulativos apreciaran el tipo de cambio".
Remarca que "a partir de 2008, las inversiones de corto plazo inundaron el país e inflaron artificialmente el valor del real, amenazando la competitividad de las exportaciones industriales brasileñas".
En consecuencia, considera que "los impuestos implementados demostraron cierta eficacia en reducir la aceleración de los flujos y la apreciación de la moneda. De esta manera, el impuesto contribuye a proteger el empleo", asegura el informe.
“Aunque la mona se vista de seda, ¡en simple mona se queda!”
Esopo, Fábulas, siglo VII aC.
Cuando días atrás, mientras se celebraba la reunión iberoamericana de presidentes y jefes de gobierno, dos periodistas españolas reportearon a Rafael Correa, el presidente de Ecuador, en la radio de mayor audiencia de todo el país, se sorprendieron que el entrevistado atacara, sin ningún tipo de complejo, a la todopoderosa SIP, la Sociedad Iberoamericana de Prensa. Las periodistas creyeron, en su ignorancia, que se estaba atacando al conjunto de una profesión que en el continente europeo cree de ser la única poseedora de la verdad, tergiversa la realidad sin pudor y difama sin tener consecuencias legales al hacerlo.
Doble error: ni Correa atacaba a la profesión, ni los periodistas son los dueños de ninguna verdad, aunque la calumnien y la tergiversen.
La SIP se crea en 1943 en la ciudad de La Habana y desde sus comienzos estuvo constituida por editores y directores de periódicos y agencias informativas de toda América, Estados Unidos incluidos. En la actualidad reúne a 1300 de ellos. Es decir, representan, lisa y llanamente, los intereses de los grupos económicos propietarios de los medios informativos y no tienen nada que ver con la profesión periodística.
Su historia es más que turbulenta: nunca hizo nada por la defensa de los periodistas o la libertad de expresión y respondió descaradamente a las directivas de los medios norteamericanos que usaron la corporación como medio de culturización de las zonas de habla latina y como auténtica trinchera anticomunista en las décadas de los 60 y 70.
Los medios informativos norteamericano, en aquellos años, servía de correa de transmisión de los gobiernos de turno en Washington que defendía, sin ningún tipo de vergüenza, la conocida “teoría de la seguridad nacional”. Esta teoría, preconizaba que las fuerzas armadas de los países latinoamericanos se desentendieran de su misión de defensa fronteriza hasta convertirse en auténticas fuerzas de ocupación que garantizaran el orden interno y combatieran a aquellas organizaciones y movimientos que pudieran, siguiendo el ejemplo marcado por la Revolución Cubana, favorecer la implantación de regímenes de izquierda dentro del contexto de la Guerra Fría.
Esta política generó innumerables golpes de estado con el fin de desplazar a gobiernos democráticamente elegidos y que no estaban dispuestos a reprimir a sus conciudadanos: Uruguay, Chile, Argentina, Honduras, Perú, son sólo algunos de los ejemplos de estas “acciones de guerra”militares, que dejaron en las cunetas y los cementerios miles de muertos, fusilados y desaparecidos.
Las maniobras se orquestaron desde la famosa “Escuela de las Américas”, instalada por aquel entonces en la Zona del Canal de Panamá que administraba y controlaba militarmente el gobierno norteamericano y era vox populi, como señaló claramente Correa en el reportaje en cuestión, que la dirección de la misma estaba en manos de la CIA. Por esta escuela pasaron los estados mayores de todos los ejércitos latinoamericanos, y allí se prepararon y se fraguaron las masacres que posteriormente perpetraban en sus respectivos países, escudándose en el otro elemento común que les daba cobertura ideológica: el cursillismo, pensamiento ultracatólico, cercano al Opus Dei.
Incluso allí se creó la llamada “operación Cóndor”, que sellaba el compromiso de las fuerzas armadas de diferentes países en la persecución conjunta de activistas y propiciando compartir la información de inteligencia para ello. Todo era válido para conseguir una mayor efectividad en el accionar.
Mientras tanto, ¿qué hacia la SIP? Se constituyó, salvo contadas y honrosas excepciones, en el medio de difusión y defensa de esta teoría. La que pretendía hacer creer a los pueblos latinoamericanos que la Alianza para el Progreso, aquella campaña lanzada y dirigida por John Fitzgerald Kennedy, era una suerte de Plan Marshall a la latinoamericana y que permitió el establecimiento de auténticas bases militares de la CIA en los distintos países. Famosa era la que se asentó, entre alambres de espinos, barreras y soldados yanquis armados hasta los dientes, en las inmediaciones del Parque Nacional de Caaguazú, en la profundidad del monte paraguayo.
Cuando la Guerra Fría acabó y la política norteamericana cambió de rumbo político, permitiendo la aparición de regímenes más o menos democráticos en el panorama de América Latina, la SIP también cambió su táctica. Ahora era la hora de apoyar a los partidos políticos de derecha, manteniendo su vieja ideología de ataque a los movimientos sociales y populares que pudieran servir de germen a partidos de izquierda que, como ocurre en estos momentos, están extendiendo un manto de libertad por el continente.
Si muchas veces se oyen voces en Europa que se quejan de la escasez de medios informativos libres o medianamente objetivos, pueden mirarse en ese auténtico páramo que es América donde los medios tradicionales están conchabados con la política reaccionaria de la SIP. Por eso son constantes las luchas que se libran entre los gobiernos progresistas del continente y los medios de difusión. Por eso las periodistas españolas se confundieron: Europa cree que la sacrosanta libertad de prensa está por encima de la misma verdad. Tenemos que volver a recurrir a las palabras del presidente Correa:“en un estado de derecho no se persiguen personas … se persiguen delitos. Si ese delito lo comete un periodista, ¡qué pena! … difamar … es un delito, que si lo comete un arquitecto, un bombero voluntario, un boy scout o un periodista es indiferente; se persiguen delitos”.
La SIP pretende hoy, olvidándose de la negra historia que le precede, convertirse en el adalid de la libertad de prensa y no son más que los mismos perros a los que ni siquiera les han cambiado el collar.
Gustavo Rosa - http://www.redaccionpopular.com/articulo/los-enemigos-de-la-democracia-en-la-argentina-dos-notas
Unas bestias indomables
Si la democracia no logra domar a las corporaciones, las corporaciones terminan dominando a la democracia. Y esta afirmación no es producto de una paranoia del autor de estos apuntes. Con un poco de memoria se confirma. También, con una recorrida por las páginas del libro “La doctrina del shock”, de Naomí Klain, en el que la periodista canadiense muestra las estrategias del capitalismo –de sus salvajes actores, en realidad- para apropiarse de los bienes en distintas partes del mundo. El documental basado en esa cuidadosa y profunda investigación es difícil de conseguir en DVD –oh casualidad- pero puede encontrarse en la red. Guerras, golpes de estado, tsunamis y huracanes pueden ser útiles para incrementar el patrimonio de estos despiadados e inescrupulosos carroñeros. Empresas conocidas y prestigiosas que aprovechan el sufrimiento de los ciudadanos indefensos para batir récords en sus cuentas bancarias. No importan las muertes, que forman parte del medio que justifica ampliamente sus fines. Entre esas escenas desgarradoras de desconsuelo humano, entre esos momentos de despiadada angurria están las guerras imperiales y los golpes de estado en Latinoamérica. No es un invento del gobierno K que esas alteraciones institucionales –eufemismo que sintetiza la monstruosidad de esas acciones- fueron impulsadas por los dueños del poder económico que no tienen patria, hermandad ni sentimientos. No hay diálogo posible con esas bestias. O se las somete a las reglas de la democracia o se las aniquila.
Un taxista le dice al pasajero: “el problema del Gobierno es que no se sienta a dialogar; tiene que buscar el consenso y no estar siempre en contra”. El pasajero, con toda la calma posible, respondió con las dos oraciones que cierran el párrafo anterior. El taxista se alarmó: “¿cómo va a decir que hay que aniquilar gente?”. “No gente –respondió el pasajero- corporaciones. Sus directivos no han tenido reparo alguno en convocar militares para torturar, matar y desaparecer. Tampoco en provocar crisis económicas para especular y acrecentar sus mal habidos bienes”. Muchos individuos se apropiaron de esa prédica del diálogo y el consenso como esencia de la convivencia democrática. Una visión ingenua de la relación de poderes. El silencio incómodo dominó el resto del viaje. El pasajero podría haber agregado una frase para dejar más clara su postura: cuando los exponentes del poder económico llaman al diálogo es porque intentan dictar órdenes y cuando buscan el consenso es porque exigen obediencia.
Y cuando no logran esos objetivos, nada mejor que sacudir el tablero para sacar a los representantes molestos que pretenden beneficiar a la mayoría. “Hoy las corporaciones y los monopolios político-mediáticos intentan de cualquier forma corroer, destruir, debilitar lo que hemos logrado y mienten descaradamente para frenar este modelo de inclusión que hemos puesto en marcha en nuestra región”, manifestó Rafael Correa en su última visita a nuestro país. Y detrás de ellos, se escudan los poderes fácticos que quieren siempre más, mucho más, al precio que sea. Y que no pagan ellos, por supuesto.
Alicia Vence, jueza federal de San Martín, resolvió poner fecha a la indagatoria de cuatro ex directivos de Ford Motors Argentina por su participación en los secuestros y tormentos que sufrieron 25 delegados de la planta de Pacheco después del golpe del ’76. Las instalaciones de esa planta automotriz fueron utilizadas como centros transitorios de detención ilegal. “Hubo mucha gente civil que golpeó las puertas a los militares para que saquen de encima el sindicalismo –explicó Pedro Troiani, una de las víctimas- por eso esto fue un golpe cívico-militar, cuando pasaron unos días hubo mil despidos en la fábrica, sacaron a los que estaban contaminados con plomo, a los enfermos del corazón, a los faltadores y a la gente que molestaba a los capataces”. El de Ford no es el único caso. Detrás de todos los golpes de estado -desde el de 1930 al de 1976- están los intereses de quienes se sienten dueños del país. Y los militares actuaron como las fuerzas pretorianas encargadas de eliminar cualquier estorbo que se interponga en el innoble fin de incrementar sus descomunales patrimonios. Juntos –corporaciones y militares- pergeñaron un plan de exterminio ideológico para dar rienda suelta a una angurria incontenible.
Después del retorno de la democracia, advirtieron que podían seguir gobernando sin someterse a elecciones; que los presidentes civiles podían convertirse en eficientes siervos de sus planes. Alfonsín por infinitas presiones, Menem por atroz complicidad, De la Rúa por debilidad, torpeza, inoperancia y muchas cosas más, Duhalde por mafioso. Desde la asunción de Kirchner las cosas comenzaron a cambiar. El panorama se volvió más claro. El poder económico quiere gobernar, quiere convertir al país en un coto de caza, quiere acrecentar su botín a costa del sometimiento del pueblo. Pero el kirchnerismo recuperó la supremacía de los intereses de la mayoría a través de la política y dejó expuesto quiénes son los aliados de ese accionar destructivo.
El Gobierno K comenzó a abrir una brecha en el sentido común dominante, ese que justifica el ideario predador. El rol del Estado ha ganado prestigio en estos años, ha recuperado símbolos y los transformó en realidades. Desde hace unos años, ese discurso hegemónico comenzó a perder eficacia. Ese que apuntala la desconfianza, el desánimo, el menosprecio; que prioriza lo privado a lo público; que alienta la mirada individual sobre la colectiva; que fomenta la desmemoria, la conciliación, el cinismo y la hipocresía. Ese relato nocivo se está debilitando porque ha quedado en evidencia que no defienden los intereses del país, sino los de una minoría egoísta y despiadada.
Por eso se opusieron al rescate de Aerolíneas Argentinas de manos de sus saqueadores. Y por eso también están a favor de Repsol y se hacen eco de sus reclamos después de la expropiación. “La recuperación de YPF fue una decisión estratégica –afirmó La Presidenta en la inauguración de la Primera Expoindustria de Petróleo y Gas- Fue una causa nacional. Si no hubiéramos tomado esta determinación, probablemente habría terminado como Aerolíneas Argentinas. Recuperamos también la aerolínea de bandera, a pesar de las críticas internas, cuyos ex dueños hoy están procesados”. “En estos pocos meses hemos detenido el declive de la producción –destacó CFK- Y esto se ve en algo muy sencillo. Hemos vuelto a tener nafta. Misteriosamente, en los fines de semana no había nafta, y ahora hay. Argentina decidió levantar otros paradigmas. Se trata de sumar y multiplicar”.
Y también se recuperaron los fondos de las AFJP. “El Estado puede y eso les molesta –destacó el titular de la Anses, Diego Bossio- “les molesta que las AFJP en catorce años de administrar los ahorros de los trabajadores acumularon 80.200 millones de pesos y nosotros, en cuatro años, con técnicos y funcionarios del Estado, multiplicamos esa cifra casi por tres. Hoy tenemos 231.800 millones de pesos” de ahorro previsional, gracias la creación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Estas cifras demuestran que la plata de los jubilados no estaba en buenas manos, pero ahora sí, porque está donde debe estar, en el sistema jubilatorio de reparto.
Siempre buscan clavar sus colmillos en la yugular del Estado, es decir, en la de todos nosotros. Aunque debilitados, siguen siendo peligrosos. Y tienen recursos, aliados, siervos y cancerberos. El Grupo Clarín logró patear la pelota unos metros más allá. Un par de jueces saltaron todas las normas y gritaron a los cuatro vientos su dependencia con el poder fáctico. La extensión de la medida cautelar -servicio judicial vip a la carta- es una pieza más de la historia desarrollada en este apunte. Los poderes concentrados y sus cómplices pisoteando impunemente todo lo que no sea útil a sus intereses: el Estado, el país, los ciudadanos, las leyes. Una vez más quieren aniquilar la democracia.
Mundos paralelos
El documento que la jerarquía eclesiástica dio a conocer en estos días todavía da mucho para hablar. Por supuesto que el apuro para realizar este pronunciamiento resulta llamativo. Generalmente, se presenta en sociedad a mediados de diciembre, unos diez días antes de Navidad. Este año se adelantó una quincena. Oportunismo con todas las letras. El Secretariado de Curas en la Opción por los Pobres lo advirtió a pocas horas de emitido el escrito episcopal. Para la liturgia católica, “la Navidad cae siempre el 25 de diciembre y esta fiesta se prepara con el tiempo de Adviento que comienza recién el domingo 9 –explicó Eduardo de la Serna, el sacerdote más conocido de este grupo- por lo tanto, este saludo de Navidad parece más preparativo del 7D”. Para el Colectivo de Teología de la Liberación, “lo importante es que esta vez, al hacerlo público un mes antes de Navidad y a una semana del 7D, marca claramente su alineamiento del lado de los poderosos”. Y para que resulte más notoria la cuestión, destacan que “las declaraciones allí vertidas se parecen más a un editorial de Clarín que a un escrito de testigos del Evangelio”. Lo que significa lisa y llanamente que Clarín es mucho más que un conjunto de medios de comunicación; es mucho más que una manera de ver la realidad; es mucho más que una factoría de estiércol. Clarín construye un mundo paralelo al que gran parte de los argentinos no quiere volver.
La visión de los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina está contaminada por la mirada antojadiza de los medios con hegemonía en decadencia. Nada positivo encuentran en estos nueve años de gobierno K. Pobreza, crisis moral, división, violencia es lo que ven los prelados. “Lo menos que podemos decir es que nosotros, que estamos en los barrios, entre la gente, con los pies en el barro, tenemos una mirada muy distinta de la que presenta el documento episcopal”, aclaró el escrito de la agrupación que integra Eduardo de la Serna. El pronunciamiento de los Teólogos de la Liberación, llamado “Del lado de los poderosos… como siempre”, señala que “cada postura tomada en este documento episcopal niega una buena noticia generada en estos diez años: la Asignación Universal por Hijo, el matrimonio igualitario, la ley de medios, los juicios a los genocidas por delitos de lesa humanidad, la creación de puestos de trabajo, el ingreso de miles de jóvenes a la política, la unidad latinoamericana y muchas más”.
Dos mundos, sin más. En ese mundo, en el que se basa el documento de la Iglesia y las noticias de los libelos con déficit de hegemonía, todo está mal, desde la economía, la moral, las relaciones humanas, los derechos, las libertades, las garantías. Todo es un desastre. Todo es peor que antes. En este mundo, por el contrario, ocurre lo que tiene que ocurrir en todo mundo real. Algunas cosas están muy bien, otras más o menos y otras hay que corregirlas y hasta desecharlas. No es lo perfecto, que no tiene existencia posible, porque es la zanahoria que nos pusimos los humanos para alimentar nuestras frustraciones. En este mundo estamos los ciudadanos que hemos decidido tomar las riendas. En el otro mundo se amontonan los individuos que quieren recuperar el control. Dos mundos muy diferentes. Uno, promisorio de futuro y el otro, plagado de pestilencias.
En aquel mundo, sus habitantes aplauden cuando los colonizadores reincidentes logran una pequeña victoria con sus amenazas carroñeras. En otros tiempos, celebraban los saqueos con pizza y champagne. Con los recortes, ajustes, intereses de deuda y flexibilizaciones laborales se excitaban como con una sobredosis de porno. Su juego favorito era apostar por el incremento de los índices de desocupación, pobreza e indigencia. El deporte más extendido era gobernar sin someterse a elecciones. Por eso no les gusta este mundo, porque no pueden desarrollar su perfidia lúdica. Claro, en este mundo, en el real, jugamos todos y casi siempre ganamos. El juego preferido de este mundo es la inclusión y no valen las apuestas, sino el compromiso. Uno que entra y celebramos todos, no con pizza o champagne, sino con algunas estrofas del Himno.
Los habitantes de aquel mundo se relamen cuando Repsol demanda al Estado ante el Ciadi, porque la expropiación es una falta de respeto hacia la propiedad privada y merece un justo castigo. No importa que la compañía española, que adquirió YPF siendo apenas una distribuidora de combustible, se haya transformado en una multinacional importante gracias a una sangría monstruosa. En ese mundo siempre reciben apoyo los que nos quieren destruir porque los héroes son los villanos. Allí abundan los adoradores de Thomas Griesa, Antonio Brufau o Mariano Rajoy. Angela Merkel debe tener un templo en su honor con su imagen venerada a diario. En este mundo no hay héroes, pero abundan las acciones heroicas. Actos cotidianos, solidarios, chiquitos pero con una abundante potencia transformadora.
En el mundo de los agoreros cualquier delincuente merece morir y con el menor trámite posible. Si un hombre intentó violar a una nena de cinco años en un barrio de las afueras de Mar del Plata, los vecinos pueden dar rienda a su furia y linchar al paso a ese desaforado. Con golpes y palazos se ejerce mejor la justicia que con jueces y abogados. Y en ese mundo, el fiscal, Paulo Cubas, puede manifestar su comprensión hacia los vaqueros que ejercieron la justicia por mano propia, porque “entendieron que el violador –que todavía no había violado a la nena- se merecía esa paliza”. Por extensión, también la muerte, que no está contemplada como castigo en nuestro país, que sería este mundo.
Porque en aquel mundo la inseguridad ya es intolerable. Por un par de zapatillas y una tarjeta Sube uno corre el riesgo de morir. La inseguridad –un absoluto tan falaz como la seguridad- obliga a los individuos a vivir entre rejas con forma de titulares. Nadie protege a esas víctimas de la inmigración descontrolada y de baja calidad. En ese mundo no importa que el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni afirme que Argentina tiene una de las tasas de homicidio más bajas de Latinoamérica. Tampoco es un argumento aceptable que asegure que en los barrios de clase Media de la CABA las tasas de homicidios son equiparables con las de Europa o Canadá. En ese mundo sólo importan los prejuicios. “Lo ideal sería cero –dijo La Presidenta- pero no hay ningún país del mundo en el que exista registro cero en materia de delincuencia”.
En el mundo con fronteras de papel, sus habitantes se comportan como exiliados europeos. En este mundo formamos parte de una patria enorme y que sigue creciendo. No con dictadores, como dicen los de aquel mundo, sino con mandatarios que se parecen a los ciudadanos. “No puede haber nada más importante que la soberanía y la democracia popular, y que cada vez que la soberanía y la democracia popular han sido atacadas terminan devastando el Estado y finalmente terminan devastando a los pueblos”, señaló CFK, desde este mundo. Pero no es la única que dice esas cosas. Tampoco la única víctima de las dentelladas mediáticas. “Hoy las corporaciones y los monopolios político-mediáticos intentan de cualquier forma corroer, destruir, debilitar lo que hemos logrado y mienten descaradamente para frenar este modelo de inclusión que hemos puesto en marcha en nuestra región”, denunció Rafael Correa, presidente de Ecuador.
En aquel mundo gobierna una yegua y en éste, Una Presidenta. Los dos mundos existen, pero sólo uno es legítimo. Y, por supuesto, nos pertenece a todos. También nos invita. A todos, hasta a aquéllos que están empecinados a permanecer en ese mundo del que nunca serán parte.
Hedelberto López Blanch - http://www.rebelion.org/noticia.php?id=160193
La futura entrada de Bolivia en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) reforzará la integración, el comercio y la economía de los países de la región y les permitirá enfrentar mejor los embates de la crisis capitalista mundial.
Una delegación encabezada por el alto comisionado del MERCOSUR, Iván Ramalho, que visitó recientemente Bolivia, invitó a las autoridades de la nación andina a incorporarse como miembro pleno a la organización.
La noticia fue recibida con satisfacción por el canciller David Choquehuanca quien señaló que en la próxima cumbre del organismo, el 6 y 7 de diciembre en Brasilia, "iniciaremos un proceso de diálogo, un proceso de trabajo" para la incorporación boliviana al bloque.
El presidente Evo Morales puntualizó que se esforzarán para
que los equipos trabajen rápido con el objetivo de que después la propuesta sea aprobada en la reunión de jefes de Estado del bloque y se continúe ese proceso en los distintos parlamentos de Sudamérica.
Al hacer una comparación con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) a la que pertenece Bolivia, Morales destacó como una ventaja, que el MERCOSUR no tiene Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Explicó que dos países de la CAN (Colombia y Perú) son partes del TLC, razón por la que esa Comunidad no se puede unir, porque en vez de complementariedad e integración lo que existe es la competitividad.
El MERCOSUR fue creado el 26 de marzo de 1991 en Asunción y entró en vigencia el 29 de noviembre de ese año. Los países que conforman este bloque regional económico son Argentina, Venezuela, Brasil, Uruguay y Paraguay, este último suspendido temporalmente tras el golpe de estado contra el presidente Alejandro Lugo.
Desde su fundación, los cuatro primeros socios (este año se integró Venezuela) buscaron la ampliación de los mercados nacionales mediante la integración, lo cual constituye una condición fundamental para acelerar sus procesos de desarrollo económico con justicia social.
El objetivo primordial del Tratado de Asunción (firmado durante la Cumbre de Ouro Prieto en diciembre de 1994) es la integración de los Estados, mediante la circulación de bienes, servicios y factores productivos; aranceles externos y adopción de políticas comerciales comunes; coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales y armonización de legislaciones en las áreas pertinentes, para lograr el fortalecimiento del proceso de integración.
La relación de Bolivia con el organismos regional fue temprana pues en junio de 1992, suscribió el Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná. La nación andina participa en las reuniones presidenciales del MERCOSUR desde la Séptima Cumbre celebrada en 1994 en Argentina y en diciembre de 1995 se convirtió en el primer país latinoamericano que suscribió el Acuerdo de Complementación Económica con el bloque regional. Los acuerdos de Libre Comercio entre el MERCOSUR y Bolivia como país asociado se firmaron en junio de 1996 y entraron en vigencia el 28 de febrero de 1997.
Los éxitos alcanzados en los seis años de gobierno de Morales desde que llegó a la presidencia en 2006, se aprecian en todas las esferas económicas y sociales de la nación andina, que comienza a dejar atrás más de dos siglos de explotación por parte de gobiernos extranjeros y compañías transnacionales con la anuencia de las oligarquías criollas.
Como indicó Iván Ramalho, Bolivia es importante para el desarrollo comercial del MERCOSUR por su ubicación geográfica, que la sitúa en el centro de las transacciones que realizan sus países miembros y porque puede aportar mucho a la integración económica, social y comercial.
El Producto Interno Bruto (PIB) creció desde el 2006 a un ritmo promedio de 4 % mientras los programas sociales resultan amplios y variados para lo cual se destina alrededor de 2 000 millones de dólares.
La generación de fuentes de trabajo resulta una constante en el desempeño del gobierno. En 2011 asignó 3 000 millones de dólares para construir carreteras, instalación de tuberías de agua potable y alcantarillado, escuelas, centros de salud, hospitales, pequeñas industrias, entre otros.
Se crearon nuevas fábricas de papel, cartón, pintura, almendra y derivados; el Estado apoya financiera y comercialmente a pequeños productos industriales y trabaja en el desarrollo general de la agricultura.
Sus Reservas Internacionales Netas (RIN) llegarán al cierre del año a 13 000 millones de dólares, las que antes de 2006 no superaban los 3 000 millones de dólares.
Bolivia recuperó en los últimos años las riquezas nacionales (productivas, mineras y de servicios) que antes eran explotadas por compañías privadas y cuyas ganancias salían del país.
La nación andina tiene muchas cosas que ofrecer en sus intercambios comerciales con el bloque como son sus grandes recursos gasíferos y de petróleo, madera, oro, plata, caucho, estaño, litio, hierro, a la vez que podrá recibir inversiones para su desarrollo productivo y social que las naciones miembros le pueden ofrecer.
El organismo regional luego del golpe de Estado contra el presidente Alejandro Lugo en Paraguay, cuyo parlamento se negaba a aceptar la entrada de Venezuela, aprobó en la reunión extraordinaria de julio pasado en Brasilia, el ingreso de Caracas.
El MERCOSUR, con esa decisión, ganó una nueva dimensión geopolítica al incorporar las porciones amazónicas, andina y caribeña, extender el bloque económico desde el extremo sur hasta el norte del continente, y contar con las tres grandes cuencas de los ríos Orinoco, Amazonas y La Plata.
El comercio entre Venezuela y los cuatro países del grupo se elevó, pese al bloqueo durante seis años del parlamento paraguayo, de 2 000 millones de dólares en 2006 a 8 500 millones de dólares en 2011.
Con la futura entrada de Bolivia, el MERCOSUR tendrá un Producto Interno Bruto (PIB) de 3 690 billones de dólares (a precios corrientes), que representa el 84,2 % del PIB de Suramérica; una población de 310 millones de habitantes, correspondientes a 74 % del total regional, y un territorio de 13,8 millones de kilómetros cuadrados, 80 % del área del subcontinente.
Con políticas regionales más independientes, avanzan hoy los países del sur del continente en aras de una mayor integración económica y social para sus pueblos.
por: Camilo Katari * - http://www.la-epoca.com.bo/index.php?opt=front&mod=detalle&id=2173
Las recientes movilizaciones en la Argentina, muy similares a lo acontecido en Bolivia en los años 2008 y 2012, forman un conjunto de acciones cuyo eje vertebrador son los discursos elaborados en los medios de comunicación.
La militancia política que han asumido los medios de comunicación en Sud América es tan evidente que ningún argumento puede demostrar lo contrario. Los titulares son los discursos condensados de la ideología de la restauración neoliberal.
Es verdad que existe, a nivel continental una estrategia para desestabilizar los gobiernos progresistas, el análisis de Walter Goobar es un aporte que aclara bastante este panorama. La estrategia diseñada en el norte, para ser efectiva, debe contar con operadores locales y para el caso boliviano tenemos una variada conformación de estos actores, algunos muy conscientes de su tarea y otros más bien manipulados por el entorno comunicacional.
Durante los años de dictadura, la prensa y muchas radios ganaron la confianza de la población debido a su posicionamiento del restablecimiento de la democracia como sistema político, a la par de esta legitimación los movimientos sociales también asumieron una defensa del sistema democrático y en los momentos de la crisis de Estado (2000, 2003 y 2008).
Ese posicionamiento lo mantuvo frente a las propuestas que buscaban una salida violenta y antidemocrática; en esos momentos salieron a la luz pública las tendencias políticas de los diferentes medios de comunicación y un trabajo coordinado que acrecienta su influencia. Los medios tienen por objetivo fijar agendas y personajes y lo hacen construyendo escenarios donde confluyen los libretos y todos los actores.
Las diferentes protestas que cotidianamente recorren nuestras calles y caminos, no son manifestaciones espontáneas de la población, sino que obedecen a un cuidadoso plan. Un ejemplo es la protesta de los propietarios de medios de transporte y de algunos gremios dedicados al comercio, que mantienen su protesta pese a que el proyecto de ley ha sido enviado al tribunal que según los preceptos constitucionales se pronunciará al respecto.
Si esto es así ¿por qué perjudicar a la población con un paro? La única explicación posible es que el objetivo es crear malestar, en otras palabras “calentar la calle” como señala Gene Sharp en su manual del Golpe Suave.
Los bolivianos durante siglos hemos estado acostumbrados a mirarnos el ombligo y los medios nos han machacado hasta el cansancio que somos un país “aislado”, nos hemos creído estas ideas, pero no es así; hoy somos el centro de atención de los centros de decisión política y económica porque hemos resuelto hacer las cosas de diferente manera, a nuestro estilo, según nuestros usos y costumbres, esto debilita mundialmente a los centros de poder económico y político.
En este cambio de actitud estatal no estamos solos, compartimos las ideas y acciones con los gobiernos de la Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay, por eso lo que ocurra en estos países hermanos también nos afecta.
En este escenario, especialmente en el cono sur, no podemos olvidar que durante las dictaduras militares existió una organización del miedo y de la muerte: el Plan Cóndor que tenía su instrumento ideológico en la tenebrosa Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) que nunca ha dejado de estar activa.
No son pues puras coincidencias las protestas escalonadas que ocurren en nuestros países son los intentos de restauración de los viejos estados dependientes. Y ante esa reiterada intención conspiradora, no debemos dormir, todo lo contrario, debemos mantenernos en vigía a lado de nuestros pueblos.
* Camilo Katari, es escritor e historiador potosino