sábado, 15 de septiembre de 2018

Macri y el becerro de oro


Jorge Elbaum *  -  http://www.la-epoca.com.bo/2018/09/13/macri-y-el-becerro-de-oro/


Ellos creen en el capitalismo feroz como un modelo de repartijas meritocráticas de las cuales ellos siempre saldrán gananciosos. Tienen fe en ese dios hipostasiado de becerro de oro. Disfrutan de los beneficios que les entrega esa divinidad y hacen de él un principio de verdad diseminado, gracias al aporte del bombardeo simbólico de canales, frecuencias y odios racistas y supremacistas.
Le pagaron a los fondos buitres para lograr una apertura internacional de los mercado que le permitiesen endeudarse como nunca antes lo había hecho un gobierno en la historia argentina. Dicha colocación de deuda incluyó el suculento número de 700 millones en comisiones para pícaros amigos del poder cuyos nombres algún día tendrá que conocer el pueblo argentino. Esta globalización externa –basada en el endeudamiento y no en las exportaciones—el permitió fugar 50 mil millones de dólares: por cada tres unidades del billete verde, una la destinaron a plazas desconocidas. Quizás paraísos fiscales o circuitos de dinero negro dispuestos para adornar a jueces o redactores de cuadernos subrepticios.
Por eso se auto-blanquearon el dinero que previamente fugaron. De esa manera pagaron menos impuestos de los pobres más pobres de la Patria. Mientras cada uno de nosotros aportamos el 21 por ciento del IVA ante cada compra en blanco, ellos “extrajeron” del mercado miles de millones sobre los que debían haber tributado. Se hicieron un pagadiós (del mismo becerro de oro en el que creen). Bajaron los salarios mediante la pérdida del valor del peso: al depreciar la moneda, quienes obtienen divisas del exterior (ellos, las mineras, los cerealeros, los exportadores en su conjunto) cuentan con una porción mayor de la riqueza nacional sin hacer nada: son más ricos y tienen más poder para comprar medios, periodistas, empresas, jueces e imponer las verdades del becerro de otro el resto de la sociedad.
Al poder comprar u obtener por exportaciones una gran cantidad de dólares pueden jugar a la ruleta de la especulación financiera a costa del resto de la sociedad: desde que asumió Macri, las LEBACS difuminadas por el Banco Central le han costado a toda la sociedad argentina un costo fiscal inédito, en el mismo lapso que el gobierno macrista ha instalado la verborragia del necesario ajuste fiscal. Las consecuencias de la ruleta financiera –como era de esperar—beneficiaron a los amigos del macrismo y repercutieron en la baja de las jubilaciones, la Asignación Universal por Hijo y las pensiones, como producto del cambio de la ecuación de su incremento.
Paralelamente les bajaron las retenciones y las cargas impositivas a los ricos. Beneficiaron a los millonarios sojeros y a las empresas mineras. Redujeron los impuestos a los bienes personales de los más ricos y rebajaron los porcentuales a los autos de alta gama. Eliminaron los controles a la “libre” compra de divisas –incentivando la fuga— y se empecinaron de destruir los programas sociales mediante su clausura y el despido de empleados públicos. Mientras recortaban el gasto orientado a los más pobres y persiguieron a referentes políticos de la oposición y sindicalistas rebeldes se condonaban deudas propias con el estado, y se viabilizaban negociados para los propios ministros con eufemismos de “tensión de intereses”.
Lograron disminuir el valor del salario al limitar su capacidad adquisitiva y sus ejecutores se vanagloriaron de eso en los ágapes programados por los organismos multilaterales. Le dijeron a la sociedad que nunca “volverían al FMI” y en la mitad de su mandato –después de endeudarse irresponsablemente—le entregaron al lleve de la economía argentina a los mismos que precipitaron la tragedia traumática del 2001.
Como en aquella ocasión, todas las propiedades argentinas se desvalorizaron y las empresas trasnacionales se abalanzaron a adquirir empresas locales “a dos pesos” extranjerizando aun más la economía (y las tierras, sobre todo en el sur de nuestro país). Dicha ajenización derivó en fuga de capitales, a través de royalties y de beneficios (de dichas empresas y ejecutivos) y la pérdida de control de espacios estratégicos cercanos a recursos naturales estratégicos. Dichos mecanismos son el consabido paso previo para que los imperios “decreten” estados fallidos y se vean en la necesidad de intervenir en esas geografías para garantizar la protección de las inversiones de sus conciudadanos. Destruyeron las paritarias y orientaron a una parte de los jueces (con la colaboración de medios hegemónicos y servicios) para ocultar detrás de una paranoia de escándalo y vodevil el saqueo imperante.
La reducción salarial impuesta por la financiarización globalizada (del neoliberalismo fascista) no es otra cosa que la imposición “de los mercados” para que los potenciales inversores gocen de salarios miserables (medidos en dólares) y logren paralelamente comprar en oferta (por migajas) las empresas liquidadas por la propia política macrista. Obvio que para eso tienen que despedir muchos trabajadores. Y cuánto más despidan más bajarán los salarios porque “el ejército de reserva” de los laburantes estará dispuesto a emplearse por poco dinero antes que tener que ver morir de hambre a su familia. Dolarización, pedida del poder adquisitivo, inflación, desocupación y extranjerización de economía exigen fuerzas de seguridad orientadas a la represión y no a controlar el delito.
El abandono de la soberanía es otra de las políticas activas coherentes con el actual proceso de deterioro social: ni la moneda local (el peso), ni las Malvinas, ni los próceres, ni la historia local, ni la producción de conocimiento (universidad/ciencia y tecnología) aparecen como baluartes que le despierten alguna sensibilidad patriótica. Sueñan que viven en Miami. Hasta que –más temprano que tarde—suene el escarmiento. La memoria histórica se acumula en los pliegues de la emocionalidad más profunda. Irrumpe cuando el cansancio dice “basta”. El tiempo huele a eso. Estamos cerca. Solo habrá que cuidar a nuestrxs hermnaxs: los cultores del becerro de oro han dado muchas muestras de su tendencia al derramamiento de sangre de los más humildes. No se los permitamos. Edifiquemos una esperanza cuya fortaleza los inunde. Para que por fin, ese becerro de oro que tanto aman se les derrita, como metal fundido, entre sus huesos.

*         Sociólogo, doctor en Ciencias Económicas, analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

sábado, 8 de septiembre de 2018

FMI en Argentina y Grecia: similitudes y diferencias


Francisco Cantamutto* - https://mundo.sputniknews.com/economia/201808221081410115-argentina-grecia-fmi-similitudes/



El FMI es un viejo conocido de los argentinos y de los griegos. En ambos rincones del mundo, las tres letras de sus siglas bastan para generar el repudio de los sectores más golpeados por las recetas económicas de la entidad, particularmente los más desfavorecidos.
En Argentina, basta recordar el estallido social de 2001, producto de una gravísima crisis financiera generada a lo largo de una década de cumplimiento a rajatabla de los mandatos del FMI, que incluyeron privatizaciones masivas y la liberalización de amplios sectores de la economía. Ahora vuelve con un rescate de 50.000 millones de dólares, que genera resquemores en la sociedad.
En Grecia, los coletazos de la crisis global de 2008 provocaron protestas masivas, particularmente a partir de 2010 y 2012, cuando la llamada 'troika' —la tríada de Banco Central Europeo, Comisión Europea y FMI— intervino en el rescate de los bancos y el pago de la deuda soberana, a cambio de la aplicación de medidas severas de austeridad.
El FMI "refuerza el lugar subordinado de los países de la periferia" y consolida "el poderío estructural de los grandes centros, donde el lugar prominente lo tiene y lo seguirá teniendo EEUU", al menos mientras el órgano "estructure la arquitectura financiera internacional".
Para entender el rol de Washington en este esquema, es necesario retrotraerse a la salida de la Segunda Guerra Mundial. En los pactos que dieron origen al organismo, EEUU "impuso su voluntad, incluso frente a otras potencias",
Las cláusulas  que generan problema son las que tienen que ver con el ajuste fiscal, la apertura de las cuentas externas que someten a los países a una creciente volatilidad y lo que tiene que ver con el alcance de reformas estructurales", explicó el economista.
Aquí es donde las exigencias para Argentina y Grecia se empiezan a parecer: a cambio de los rescates, el FMI pidió algún tipo de reforma  impositiva y previsional, además de privatizaciones de activos en manos estatales. Independientemente de los montos de los préstamos, las condicionalidades "son significativas".

El caso argentino
Para el FMI, "volver a prestarle a la Argentina es reforzar su rol, avalando a un Gobierno que es cabeza de playa del retorno de conservadurismo neoliberal a la región", opinó el integrante de la SEC.
El préstamo 'stand-by' acordado entre mayo y junio de 2018 "equivale al total de fuga de activos desde que Cambiemos está en el Gobierno nacional, es decir, diciembre de 2015". Para el investigador, "es una cifra significativa", que no solo expresa el aval a la actual administración sino que "señala la magnitud de la crisis percibida por el organismo".
De momento, el Gobierno argentino se está centrando en las exigencias que tienen que ver con la macroeconomía. Con el ajuste fiscal, "sobrecumplió" la meta pactada, pero no está teniendo éxito con la inflación, que puede llegar a ubicarse en un rango superior al 32% acordado. Es posible que por este motivo pida un "perdón" en la primera revisión.
Para el resto de las reformas, la administración de Mauricio Macri y el oficialista frente Cambiemos "no está visualizando con claridad la posibilidad" de implementar sin resistencias reformas en el sistema de pensiones, los impuestos o la legislación laboral, pues eso requeriría de mayorías de las que no dispone en el Congreso de por sí.
En diciembre de 2017, cuando intentó poner en marcha una reforma previsional, miles de personas salieron a manifestar su descontento en las calles. La medida, que cambiaba el sistema de reajuste de las prestaciones sociales, fue aprobada.
Pero esto no es suficiente para satisfacer las recomendaciones del FMI, que incluyen el alza de la edad jubilatoria y la baja de la tasa de sustitución (es decir, la relación entre el promedio de los sueldos y la pensión que un trabajador retirado recibe). Implementar estas medidas sería algo "difícil de gestionar" para el Gobierno.
En materia laboral, a falta del apoyo del Congreso, el oficialismo ha impulsado "la posibilidad de  incluir cláusulas de flexibilización en los acuerdos paritarios por sector", como ha sucedido en las industrias del petróleo, automotriz y lechera. Asimismo, existe "una suerte de activismo judicial antiobrero" en fallos que van contra trabajadores.
La posibilidad de avanzar con las reformas no es algo que el Gobierno tenga garantizado, a pesar de que quiera ir por ese rumbo. Para poder garantizarlo va a depender de fuerzas políticas que no controla y es ahí donde la movilización de fuerzas populares puede ponerle un dique de contención al ajuste.

El caso griego
El tercer salvataje que recibió Grecia de la 'troika' culminó el 20 de agosto de 2018, y en los últimos ocho años, Atenas recibió financiación por 330.000 millones de dólares. Las exigencias de los acreedores redujeron el PIB en un 27%.
El desempleo, que llegó a un pico de 27%, hoy oscila en el 20%. La deuda se ubica en el 180% del PIB. Las pensiones se vieron sustancialmente reducidas, y las reformas allanaron el camino para que lo hagan aún más en 2019.
En 2008, "los países centrales" optaron por "un mecanismo" que otorgó un salvataje a los bancos de la región. Con esta decisión, trasladaron la Grecia, Portugal, España e Irlanda se vieron afectados por políticas de austeridad.
"Cuando el FMI negocia con Grecia, lo que busca es sostenerla en el redil. (…) Estalló una crisis social muy importante cuyo emergente final fue el Gobierno de Syriza, que en su momento llegó a proponer la posibilidad de salir de la eurozona para poder salvar la crisis”.
Economistas que participaron del proceso griego, como el exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, o Costas Lapavitsas, "cuentan cómo se dio la negociación", con un modo de proceder "cruento" de los funcionarios de la troika.
Y si bien "hubo unos retrocesos del discurso a los hechos" el Gobierno de Syriza, encabezado por Alexis Tsipras, "declaró cierta resistencia y negoció en virtud de eso". Este movimiento político es el "emergente" del descontento social surgido con la crisis griega, pero "terminó siendo garante de la gobernabilidad a favor de la troika y en contra de los sectores populares".

Las diferencias
"En el caso argentino, [el acuerdo] se da en un Gobierno que tiene un tinte político claramente distinto, porque se para en un lugar donde no hay resistencia a las exigencias”.
Desde la llegada al Gobierno de Cambiemos la deuda "aumentó en casi 100.000 millones del dólares, pasó de más del 50% del PIB al 70%, el salario real cayó en los últimos años entre 5 y 6% en trabajadores del sector privado formal hasta un 11% en los estatales”.
Estas tendencias, que recuerdan el desempeño de Grecia desde el inicio del rescate en 2010, se están dando hoy en Argentina. "La pregunta es si Cambiemos va a lograr garantizar la gobernabilidad durante ocho años que dio Syriza".
"Cambiemos no tiene todo regalado para garantizar su continuidad en el Gobierno. En ese sentido se prende una luz de esperanza para que en 2019 [año electoral] pueda llegar un gobierno de distinto cuño que pueda sacar a argentina de este corset que es el acuerdo con el FMI”.

* Economista, integrante de la Sociedad de Economía Crítica de Argentina (SEC).