lunes, 23 de septiembre de 2019

Evita, 100 años de vida


Eva María Duarte, María Eva Duarte de Perón, Eva Perón, era argentina, mujer, hija bastarda y humilde por nacimiento, pero también por elección. Era actriz, la compañera de Perón y primera dama de Argentina. Sin embargo, su otro nombre es Evita, el nombre que le puso el pueblo, una construcción colectiva que sigue viva y que probablemente sea como Buenos Aires para Jorge Luis Borges: tan eterna como el agua y el aire. Pero en este caso no porque el mito sea de origen, sino porque, como sujeto histórico, se renueva en cada persona, cada imagen, cada representación que la refleje en los ojos de su pueblo. Evita se construyó entendiendo la política también desde el arte. Su pasado de actriz la ayudó a pensar intuitivamente y consiguió lo que pocos pueden: crear una comunicación directa y poderosa con el pueblo.
Evita es el nombre de la igualdad. Todos los otros nombres de esas mujeres distintas que fue tenían una imagen, y cada imagen interpelaba y se resistía a una injusticia, a una necesidad ignorada o atropellada por alguien que, sin dudas, estaba en una posición privilegiada. Pero para Evita la posición privilegiada no era resultado de un mérito personal, sino el de una opresión y, entonces, declaró a cualquier persona privilegiada que se sintiera en el derecho de ser más digna o más beneficiada por su posición social, su enemigo, y a esas personas las llamó oligarcas. Evita se dio esa identidad compleja, ese nombre y esa imagen una vez que comprendió que el amor es darse. Dar la vida por los descamisados, ser Evita se transformó en un acto de amor que enmarcó a las acciones políticas, y entonces ya no sólo trabajaba para reparar con derechos las necesidades de los oprimidos, sino que los llevaba a su lado para que ocuparan el centro de la escena, para que dieran vuelta con ella la historia de injusticias por el camino del amor y la igualdad. 
Cuando Eva Perón murió, el pueblo le construyó altares a Santa Evita que les había cumplido mucho más que Dios, y además los había amado de manera explícita y contundente, nadie se los había contado, habían recibido su amor de sus manos y su mirada. La pintaron los pintores, la cantaron los músicos, la escribieron los poetas y la filmaron los cineastas. Pero no sólo los artistas. El pueblo la representa siempre, y la nombra, y la narra, también la actúa y la baila, la esculpe en cualquier materia. El amor de Evita, así como su resentimiento a la oligarquía, iban a cambiar para siempre la cultura argentina. Es cierto que lleva tiempo cambiar la política que un país construye en casi 150 años, pero Evita sabe que de entre esos hombres y mujeres del pueblo que la constituyen, y son constituidos por ella, saldrá quien siga luchando por una patria justa, libre y soberana. 
Evita no solo habló y escribió sobre estas y otras cuestiones, también construyó instituciones que iban a garantizar que por muchos años la infancia, la vejez, la vida de los trabajadores y la de las mujeres, fueran mejores, más dignas y con menos necesidades, y para eso los empoderó en sus derechos. Al tercer día de haberse iniciado el gobierno de Juan Domingo Perón, Evita empezó a incluir en sus discursos la necesidad de reconocer el derecho a votar de las mujeres. El congreso, con debates a veces inverosímiles sobre el tamaño del cerebro femenino, o la necesidad de preparar a las mujeres para votar, finalmente aprobó la ley y en 1947 votaron 3.816.654 millones de mujeres. Cientos de ellas fueron electas para distintos cargos legislativos. Las mujeres fuimos uno de los principales focos de atención entre las injusticias sociales que señaló. De hecho, la Fundación Eva Perón fue un proyecto que Evita concretó para que las mujeres en condiciones de soledad o de pobreza, o ambas, fueran protegidas y contenidas para llevar adelante de manera digna las tareas de cuidado que le fueron asignadas a su género.
Por los hogares que integraban la Fundación Eva Perón transitaron y se criaron miles de niños, niñas y adolescentes. Además, en el mismo sentido, creó hogares de ancianos, hospitales y escuelas para cobijar a los más desprotegidos, defendió el acceso universal a todos los derechos, desde el voto hasta los estudios universitarios. Distribuyó miles de máquinas de coser, millones de juguetes y puso en su cuerpo y en su nombre todos los símbolos que fueron necesarios para que el pueblo se reconociera digno y soberano. Y, como la artista que era, construyó así un mundo posible, nuevo e igualitario, en el que los sueños se pueden cumplir.
A cien años del nacimiento de María Eva Duarte, y a casi 70 de la muerte de Eva Perón, Evita sigue presente, como el descamisado que imaginó el artista Daniel Santoro, cuidando a los más frágiles de la sociedad. Ese descamisado gigante y colectivo, sus principios y acciones mueven y se mueven por una pasión que siempre está esperando a quien surja del pueblo, y sepa repensar el camino y construya nuevas soluciones a los nuevos dolores del neoliberalismo.
En estos días, casi como un homenaje a su aniversario, otra mujer, en espejo, enmarcada en el amor, alargando con ese amor la mirada de la inteligencia, desplazando los honores, los orgullos, las vanidades y los rencores, hablándole a los ojos a su pueblo, otra mujer (otra vez), renuncia para  proteger a la patria, aunque esa renuncia la vuelve la más fuerte, la más emblemática, la vencedora en el tiempo y en la historia. Esta vez es una renuncia decidida por ella misma, en su soberanía. Escuchar a Cristina Fernández de Kirchner le trae al pueblo todas las resonancias de Evita. Sus palabras atraviesan lo personal y se dirigen certeras al corazón de millones de esperanzados y esperanzadas en recuperar lo perdido. Ella lo da todo, y darse, como aprendimos de Evita, es un acto de amor. 
También por esto, por la certeza de tener una heredera, y de que seguramente muchos más surgirán para sumarse a las dos mujeres más queridas e importantes de Argentina, sus cien años de nacimiento se festejan como cien años de vida. Porque Evita y su pueblo viven en los actos de amor que siguen haciendo juntos y que no se detendrán mientras haya un descamisado, una oprimida, un niño desamparado, o, simplemente, alguien que sufra por una injusticia social y por lo tanto, la necesidad de crear otro mundo mejor.

*Docente. Rectora de la Universidad Nacional de las Artes. 

lunes, 16 de septiembre de 2019

16 de septiembre por tres: 1955, 1969 y 1976

Leónidas F. Ceruti - https://www.anred.org/2018/09/16/16-de-septiembre-por-tres-1955-1969-y-1976/
El Golpe de 1955 tuvo claros objetivos sociales, económicos y políticos. Las primeras acciones fueron la ocupación de los locales sindicales por los comandos civiles, se intervino la CGT y el Ministerio de Trabajo, se declararon nulas y disueltas las comisiones internas y cuerpos de delegados y se nombraron Interventores Militares en numerosos sindicatos. La Ley de Asociaciones Profesionales fue derogada, quedando restringido el derecho de huelga. Represión e intimidación del sindicalismo, con el arresto de cientos de dirigentes sindicales. Se sancionó el decreto 7107, que excluía de cualquier actividad a todos los que se hubieran desempeñado en la conducción de la CGT o sus sindicatos entre febrero de 1952 y septiembre de 1955. Asimismo se designaron delegados de fábrica por parte del Ministerio de Trabajo, habiendo sido despedidos los anteriores. Además, hubo una ofensiva contra las condiciones de producción y de trabajo.
Toda esa batería de medidas contra la clase obrera y sus organizaciones gremiales llevó al movimiento obrero a desarrollar una política de defensa de las conquistas logradas. La represión y proscripción del peronismo, sumado a la ofensiva de los patrones para poner disciplina en los lugares de trabajo, dieron origen a la Resistencia Peronista, fuera y dentro de las fábricas.
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Los golpistas, tanto militares como civiles, se pusieron de acuerdo entre otros objetivos: «eliminar la tutela del Estado en las relaciones obrero-patronales” y «estabilizar, liberalizar y desarrollar la economía”. De la intervención en el comercio exterior se pasó a la liberación de todo control, de la compra de cereales por el Estado a la libre exportación con solo precios de sostén, de la nacionalización de los depósitos bancarios a su devolución a la banca privada
¿Y que paso el 16 de septiembre de 1969, en Rosario? La dictadura de Onganía intervino «La Unión Ferroviaria», anuló convenios y conquistas, produjo rebajas de categorías y sueldos, 116.000 empleados y obreros fueron sancionados. El 8 de septiembre de 1969, el Cuerpo de Delegados de la Seccional Rosario del Ferrocarril Mitre y la Comisión Coordinadora de la Unión Ferroviaria comunicaba que «se iniciaba una huelga de brazos caídos en los lugares de trabajo», tras la suspensión de un delegado administrativo. Por la noche una masiva asamblea decidió continuar la huelga, esta vez por 72 horas, con la adhesión de La Fraternidad, y la medida se extendió a las Seccionales de Arroyo Seco, Empalme, Villa Constitución, San Nicolás, Cañada de Gómez y Casilda.
La empresa anunció suspensiones; la CGT Unificada de Rosario se declaró «en estado de alerta y convoco a un plenario», mientras los delegados declararon «la huelga por tiempo indeterminado». La solidaridad del resto de los ferroviarios se extendió por todo el país. La dictadura, a través del CONASE (Consejo Nacional de Seguridad), ordenaba la aplicación de la «Ley de Defensa Civil», por lo cual todo el personal ferroviario era movilizado, con convocatoria militar y les sería aplicado el Código de Justicia Militar.
Posteriormente, un plenario de 32 gremios, resolvió «realizar un paro por 38 Horas, los días 16 y 17 de septiembre”.
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El 16, desde las 10:00 horas, masivas columnas de trabajadores comenzaron a marchar partiendo de sus   sedes sindicales o de los lugares de trabajo. Desde La Fraternidad más de 7000 ferroviarios se dirigieron a la empresa Minetti; posteriormente se les sumaron los obreros textiles de «Extesa», se incorporan los trabajadores del vidrio, de la construcción. Desde Oroño al 1300 marchó la columna de Luz y Fuerza, y otra lo hizo de la Usina Sorrento. Del sur venían los obreros del frigorífico Swift, los portuarios y los metalúrgicos. Todos trataban de converger al local de la CGT, en Córdoba al 2100. Los estudiantes concentrados en las distintas facultades se unían a las columnas.
La represión lograba parcialmente dispersar a los manifestantes, pero estos resistían, se reagrupan y continuaba la protesta. Por toda la ciudad, aparecían barricadas. Los puntos de concentración aumentaban, se incendiaban los colectivos y troles que no paraban, y la policía se fue replegando.
Con el correr de las horas, la lucha se desplazó a los barrios. Se incorporaron las amas de casa y los niños, y durante toda la jornada se turnaron para mantener en actividad las barricadas, donde se realizaban espontáneas asambleas para discutir cómo continuar.
Las fuerzas policiales desbordadas no consiguieron penetrar en Empalme Graneros, Tablada, los barrios de la zona oeste, algunas zonas de Arroyito, en varias manzanas de la zona sur, y en varios barrios. El Ejército se hizo cargo de la represión y comenzó a recuperar el control de la ciudad. Un desconocido Coronel Galtieri
comandaba uno de los batallones. Los enfrentamientos siguieron por la noche y durante el día 17.
Hace años, la historiadora Beba Balvé señalo que el «Segundo Rosariazo continuaba siendo el hecho maldito de la ciudad. De eso no se habla, no se recuerda, pareciera que el fuego antidictatorial continuara quemando”. Las clases dominantes tomaron nota de la capacidad de lucha y la fuerza de los trabajadores junto a otros sectores sociales. Por eso durante años hubo un «pacto o conspiración de silencio”. Si algo distinguió a esas jornadas fue la decisión de ganar las calles de todo el pueblo de la ciudad contra una dictadura. Además en cada barricada reinaba la alegría, la solidaridad, se disfrutaba la pelea por la libertad, y la bronca antidictatorial florecía en las manifestaciones donde codo a codo luchaban peronistas, comunistas, socialistas, radicales, independientes.
Las efemérides nos llevan al 16 de septiembre de 1976, que pasó a la historia como la Noche de los Lápices, cuando fueron secuestrados varios estudiantes secundarios, en la ciudad de La Plata.
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Un grupo de los adolescentes, que el año anterior había obtenido el boleto estudiantil gratuito después de una larga lucha, iban a ser las víctimas en esa noche siniestra. La mayoría de ellos eran militantes políticos de la organización peronista Unión de Estudiantes Secundarios. Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, pertenecía a la Juventud Guevarista del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y por la Policía de la provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.
Entre el 16 y el 19 de septiembre de 1976 los secuestrados fueron: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz. Luego fueron bestialmente torturados en el Pozo de Banfield. El único sobreviviente fue Pablo Díaz. Otros jóvenes raptados en sus hogares fueron Patricia Miranda Emilce Moler y Gustavo Calotti por Grupos de Tareas. Estuvieron en Arana, Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto.
Estos tres 16 de septiembre deben vivir en la memoria del pueblo y, como un homenaje a aquellos que lucharon en esos años, debemos continuar haciendo frente a las injusticias que se nos presentan jornada tras jornada.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Hambre: No es Biafra, es la Argentina de Cambiemos

Carlos A. Villalba - http://www.chacodiapordia.com/2019/09/11/hambre-no-es-biafra-es-la-argentina-de-cambiemos/
Entre el 30 de mayo de 1967 y el 15 de enero de 1970 la región sudoriental de Nigeria, con sus 13 millones de habitantes, se convirtió en Biafra al proclamar su independencia, constituirse como república y tomar el nombre del golfo sobre el que recuesta sus costas. El bloqueo económico fue inmediato, la guerra de reconquista también y la rendición secesionista rápida. La falta de alimentos, de recursos para proveer a la población asediada y la destrucción de los cultivos generaron una hambruna que afectó especialmente a niñas y niños, en su mayoría del pueblo igbo. El hambre y la desnutrición aguda costaron la vida de un número tan incierto como aterrador de personas, estimado entre 500.000 y 2 millones de personas, en buena medida por falta de comida. La descripción pareciera darle la razón al senador saliente por Río Negro, Miguel Pichetto: la Argentina no es Biafra. En los últimos tres años y medio, cada mes, cada día, son más las niñas y los niños, los adolescentes, sus abuelos y, más recientemente, también sus padres y sus madres sin trabajo ni changa, los que hacen cola en los comedores de los movimientos populares, de las iglesias y las escuelas, de cualquier casa, club, casilla, galpón, tinglado, en el que una olla tiznada, calentada a leña, va convirtiendo en guiso lo que haya, lo que venga, lo que se consiga con la solidaridad barrial, el compromiso organizado, con la voluntad de los negocios empobrecidos del barrio o de empresas más grandes y, también con el aporte de los gobiernos de la Nación, de las provincias y los municipios. Con ese desembolso oficial, el vecindario, la militancia, los curas en opción por los pobres, los pastores, los maestros y las maestras, apenas cubren entre el 30 y el 40% del gasto en comestibles, el resto lo aporta la red solidaria que se teje alrededor de cada uno de los miles de comedores o merenderos que atienden un promedio que supera las cien personas por día. Cuando el día empieza a anochecer, nuevos caminantes aparecen con las primeras sombras que los edificios proyectan sobre las avenidas de las localidades del Gran Buenos Aires. Familias enteras, recién caídas en la indigencia, con carritos improvisados, con cochecitos de bebés que ya caminan, debutan en los últimos meses en la búsqueda en los tachos de basura, meten en sus bolsas de plástico la cena que encuentran en los desperdicios que otros descartan. En la gran ciudad, los más jóvenes se meten de cabeza a revolver en los basureros que el intendente Horacio “si vos querés” Rodríguez Larreta intenta clausurar con candados, para espantar con una llave la miseria creada por el gobierno del que forma parte. En las afueras, en los grandes baldíos que rodean a los municipios muchas veces convertidos en basureros por obra de las coimas que evitan el traslado hasta los vertederos que corresponden por ley u ordenanza, también aumentó la cantidad de familias que van a buscar entre los restos. Conocen el horario en el que llegan los camiones con los productos vencidos de los supermercados; además de comida, apuntan a la leña, la ropa, a cualquier material que consideren con un mínimo valor de reventa o de trueque. Esta penosa descripción pareciera mostrar que, aunque no es Biafra, la Argentina de Cambiemos -la alianza conformada por el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el tardío Pichetto- se le parece bastante. Comer y no morir en el intento En esta Argentina -que no queda en Nigeria, en estos Vicente López, Quilmes, Matanza, Moreno, José C. Paz…, que no son Biafra-, más del 40% de los niños, niñas y adolescentes viven por debajo de la línea de pobreza; la mitad sufre privaciones de sus derechos. El número de asistentes a los comedores se multiplica, solo en lo que va de 2019 aumentaron entre el 50 y el 100% las personas que buscan su único plato de comida diario. Los merenderos sí se “reperfilaron”, para ofrecer comida y los comedores pasaron de abrir cinco días a hacerlo también sábado y domingo, para cubrir el agujero que provoca en la alimentación el cierre del fin de semana de las escuelas. Atienden a todo el que llega, aunque no esté en la lista de sus usuarios habituales. Sus organizadores, solidarios de cualquier color, mientras pudieron replicaron la tarea en otros locales del mismo barrio, hasta que los suministros no alcanzaron más y detuvieron la “expansión”. El cálculo, flojo de registros formales, hoy ubica en 4.000.000 a las argentinas y los argentinos que concurren a esta última frontera contra el hambre en un país que, como se ufana el propio presidente Mauricio Macri, produce alimentos para 400 millones de personas (en realidad para 500 millones). Sólo en el Conurbano bonaerense, los movimientos sociales mantienen funcionando más de 1400 lugares de ese tipo y no abren más porque ya no hay piedra por exprimir y conseguir más recursos. La organización político social de mayor peso organizativo y de movilización, el Movimiento Evita, es responsable de 600 de esos comedores solo en el Gran Buenos Aires. Uno de sus diputados nacionales, Leonardo Grosso, con el apoyo de todos los bloques políticos de la Cámara baja, impulsó la iniciativa “Comer bien: Con hambre no hay futuro”, destinada a crear un Registro Único Nacional de comedores, merenderos y ollas populares; capacitar en educación popular, nutrición y violencia de género para las trabajadoras de merenderos y comedores y contribuir a una “Cultura del Encuentro” que impulse acuerdos amplios para resolver la problemática. La calle ordena Del mismo modo que el relato macrista convenció en 2015 a una parte del sector social más vulnerable del país a votar en contra de sus propios intereses, su trabajo de comunicación e influencia cultural hizo invisibles a situaciones evidentes. La real realidad, como siempre y tarde o temprano, le pelea a los aparatos ideológicos, al mensaje de los medios, y termina por filtrarse. A los pocos meses de la llegada del nuevo gobierno comenzaron a verse más personas durmiendo en la calle, grupos familiares en las puertas de cines, bancos, en las plazas; sin embargo, fueron “invisibles”, incluso hasta para quienes pasaban a su lado y sufrían por ellos. Hasta que una ola de frío, la de julio de este año, llenó los clubes, las iglesias, las unidades básicas, de gente en situación de calle que escaló hasta la tapa de los diarios y esa realidad, tan negada como conocida, pasó a ser protagonista de la cotidianeidad, a mostrar las consecuencias del desempleo, la pobreza y los tarifazos. Poco después, comedores, merenderos, templos y capillas, empezaron a recibir chicos con hambre; en las escuelas; nenas y nenes aparecieron con tapers… para llevarse a sus casas parte de lo que les daban, para los hermanitos no escolarizados; sin embargo, salvo para las decenas de miles de personas que armaron esa retaguardia solidaria, fueron “invisibles” durante años. Hasta que el volumen del drama y su instalación en el espacio compartido, incluso en el ombligo nacional demarcado por el Obelisco porteño y su “avenida más ancha del mundo”, logró romper esa venda entretejida de prejuicios e ignorancia y, ahora, esta semana, todo el mundo entiende que “emergencia alimentaria”, quiere decir “hambre”, una palabra tan sencilla como terrible. La situación desesperante que atraviesan millones de familias y las manifestaciones callejeras a lo largo de los últimos tres años y medio, en reclamo de Emergencia Alimentaria, Integración Urbana, Infraestructura Social, Emergencia en Adicciones y Agricultura Familiar, lograron que las problemáticas reales lograsen visibilidad, sobre todo la del hambre. De aquellas situaciones y de estas comprensiones se nutrió el urnazo antigubernamental del 11 de agosto pasado, en el que cada carencia terminó siendo un voto contra el Juntos por el Cambio que desordenó la vida de todos los sectores sociales y de todas las familias argentinas. La ola que encabeza el Frente de Todxs amenaza con superar a cualquier candidatura del oficialismo macrista en las elecciones generales del 27 de octubre que consagrarán de modo formal a Alberto Fernández como presidente de la Nación. Los dirigentes relacionados con las franjas más empobrecidas del país afirman que las propias periferias de sus organizaciones están “al borde” de estallar, señalan que “el triunfo” fue un calmante de una pradera seca que solo esperaba el fósforo, esa llamita que aviva cada aumento de “el chino de la vuelta”. Mientras tanto, las jornadas que restan para los comicios generales están cargadas de seguimientos del precio del dólar y el riesgo país, orejean nombres de potenciales ocupantes de los ministerios a partir del 10 de diciembre y hasta especulan con las consecuencias que pueden tener sobre unas finanzas en estado de volatilidad extrema los “debates” presidenciales del 13 de octubre en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y, una semana después, en la Facultad de Derecho de la UBA entre todos los candidatos. La movilización constante desembocó en un escenario en el que las más importantes organizaciones político-sociales, sindicales, agrarias, empresariales y religiosas, reunidas en la Mesa de Diálogo y Encuentro por el Trabajo y la Vida Digna expresaran su “urgente pedido de declarar la Emergencia Alimentaria”, para “enfrentar la crueldad del hambre que habita en millones de familias oscureciendo el presente, especialmente de nuestros adultos mayores, y condiciona gravemente el futuro”, en particular “de niñas, niños y jóvenes”. La multisectorial reclamó una canasta básica de primera infancia y de mujeres embarazadas o en período de lactancia, con incremento de la Asignación Universal por Hijo al valor de una canasta básica total para un menor de 18 años, estimada al primer trimestre del año en $ 5.834; aumento de presupuesto de comedores y huertas escolares y comunitarias; fomento de la agricultura familiar y social; reintegro del IVA a los consumidores de menos recursos y aumento del número de productos sin IVA de los componentes de la canasta básica; actualización de los montos del Programa Pro Bienestar del PAMI y aumento de la cobertura de los medicamentos para jubilados y pensionados. Los acuerdos, luego planteados ante los diputados nacionales de la oposición, también exigieron la disposición de tierras públicas ociosas para convertirlas en productoras de alimentos, trabajadas por organizaciones sociales y de la economía popular y la agricultura familiar con miras al autoabastecimiento alimentario. Ante la negativa del gobierno nacional a poner en marcha una respuesta a la situación, los parlamentarios consensuaron un proyecto legislativo único para extender la emergencia alimentaria hasta fines de 2022, incrementar un mínimo del 50 % de las partidas presupuestarias destinadas a las políticas públicas nacionales de alimentación y nutrición vigentes para el año en curso, con actualización automática cada tres meses a partir del 1 de enero próximo, a través de un mecanismo basado en el Índice de Precios al Consumidor y la variación de la canasta básica de alimentos. El acuerdo autoriza al Gobierno las reasignaciones que correspondan, con la intención de facilitar los trámites necesarios para la gestión y la transparencia en la compra de alimentos que lleguen a los comedores, intendencias y provincias. El conjunto de sectores en este momento representados electoralmente por el Frente de Todxs, decidieron convocar a una sesión especial con el fin de aprobar la propuesta sobre tablas, con el difícil apoyo de los dos tercios de los presentes. Kirchneristas, justicialistas, massistas, miembros del interbloque Red por la Argentina que encabeza Felipe Solá, junto al Movimiento Evita y Somos de Victoria Donda, PJ-San Luis, Renovador de Misiones y la vicegobernadora electa de Santa Fe, Alejandra Rodenas, cerraron el círculo de una estrategia que también se expresó en las urnas: movilización, acuerdo multisectorial y unidad partidaria, pasos previos a un posterior acuerdo multisectorial y multipartidario que, en paralelo, el jefe del espacio empezaba a bordar en la provincia de Tucumán. Del mismo modo que “Macri fue el límite”, decidieron que “ante el hambre no se puede esperar”. Radiografía rápida de una nación no africana Las políticas de los tres años y medio de gobierno de Macri destruyeron el aparato productivo, dejaron a centenares de miles de personas sin trabajo y hasta sin changas y aceleraron el deterioro de los sectores más vulnerables. Es lo que explica que comedores y merenderos populares se multiplicasen como nunca antes. En este país, que no es africano, el PBI cayó 2,5% en 2018 y para fin de año se espera una nueva baja superior al 2,6%, para totalizar la caída histórica de 8,4% durante el período 2016-2019. Según los datos de la Universidad Católica Argentina, que siempre enrostró el antiperonismo a los gobiernos kirchneristas, la pobreza alcanzará este año el 35%, con cerca del 8% de indigencia. Sin embargo, solo en el primer trimestre del año los pobres ya habían superado el 34% y se estima que el dato estará por encima del 40%, con lo cual la gestión Cambiemos habrá generado más de 4 millones de nuevos pobres. La inflación interanual saltó del 26,9 registrado en diciembre de 2015, al 55,8% medida a junio de este año, con un acumulado macrista superior al 250%. El dólar recibido a $9,87 pesos, por estos días araña los $59 pesos, contenido por el cepo y apoyado en una tasa crediticia que cada día bate su propio récord y pasó el 86%. Los servicios públicos registraron subas inauditas, con la electricidad y el gas a la cabeza, destruyendo la vida cotidiana de la población a caballo de las subas acumuladas del 1490 y el 1297 por ciento. La población se endeudó y los compromisos personales saltaron hasta ubicarse entre el 25 y el 47% según ingresos. El desempleo aumentó 3 puntos porcentuales, desde el 7,1% en el primer trimestre de 2015 al 10,1 por ciento en el mismo período del año en curso, el número más alto en trece años, que trepa mucho más allá si se contabilizasen a los trabajadores precarizados, los subocupados y los desahuciados laborales, producto del cierre de 19.131 empresas entre junio de 2015 y junio de 2019. Junto a esos números, si se vuelve a mirar hacia los basureros, hacia quienes viven y duermen en la calle o en dirección a las niñas y los niños con hambre, sin haberse producido una guerra de secesión y en una tierra con riquezas y alimentos, el panorama sí empieza a parecer “biafrano”: Cinco millones y medio de los niños, niñas y adolescentes del país -vive bajo la línea de pobreza, 42% del total. Un 8,6% de ellos se aloja en hogares que no cubren la canasta básica de alimentos, por lo que se encuentran en la indigencia, la expresión más extrema de la pobreza. En el último año aumentaron las enfermedades transmitidas por los alimentos, principalmente la gastroenteritis y diarreas, "posiblemente asociadas a las prácticas de búsqueda y recolección de desperdicios en basurales". Hubo más restricciones en el consumo de alimentos, tanto en su cantidad como en su calidad; las familias “saltean comidas, se suprimen comidas grupales de fin de semana, se cocina una única vez por día, los adultos a veces no comen por dejarle el alimento a los más chicos y cambia la composición de la cena”. Se redujo el consumo de alimentos con proteínas de origen animal, sobre todo carne vacuna y lácteos. La canasta de alimentos disponible en los hogares depende en gran medida del acceso a bolsones, cajas de alimentos y apoyos alimentarios y a la oferta de los comedores y merenderos comunitarios o a las escuelas y parroquias. La provisión de alimentos por parte del Estado resulta “insatisfactoria y de mala calidad nutricional y ese apoyo ha disminuido en cantidad y variedad, lo que se traduce en menos alimentos entregados”. Los efectos de la crisis económica no impactan solo en el aspecto nutricional sino que también se muestran en “aumento del malestar psicológico, expresado en problemas de conducta, manifestaciones de ansiedad y déficit de atención en niños y niñas”, con incremento de expresiones de “violencia en adolescentes, cuadros de alcoholismo y depresión". Los profesionales de la salud que trabajan con esa población advirtieron sobre “una fuerte disminución en la capacidad de dar respuestas, debido al recorte en el gasto público y la reducción de personal dispuestos desde el Estado” y advirtieron que están “colapsados por el aumento de la demanda y desprovistos de herramientas de intervención por el recorte en la cantidad de medicamentos, provisión de vacunas gratuitas, mantenimiento de los equipos e instrumental médico”. Durante el último año también aumentó la deserción escolar entre los niños, niñas y adolescentes, en especial en la transición entre el nivel primario y secundario, ante “la necesidad de incorporarse lo antes posible al mercado de trabajo”. Los datos no pertenecen a los equipos de Alberto Fernández y las fuerzas políticas, sociales y gremiales que lo acompañan, forman parte de las conclusiones sobre los "Efectos de la situación económica en la niñez y la adolescencia", realizada por Unicef en la Argentina. De todos modos, mientras las Naciones Unidas se preocupan por el tema, el Frente de Todxs tendrá que ocuparse de la búsqueda de soluciones para uno de los peores dramas generados por el gobierno saliente, ese cuyos funcionarios creen que el hambre es una construcción “política”, la emergencia alimentaria "un slogan de campaña" y que ante quienes comen de la basura y escarban en la inmundicia aseguran que no debe reaccionarse como si fuese algo parecido a Biafra. Carlos A. Villalba - Periodista y psicólogo argentino. Investigador asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (http://estrategia.la/). Miembro de La Usina del Pensamiento Nacional y Popular (http://www.usinadelpensamientonacional.com.ar)

miércoles, 11 de septiembre de 2019

¡¡ SARMIENTO EN EL DIA DE LA CIVILIZACIÓN LA BARBARIE TE SALUDA!!

http://www.catolicosalerta.com.ar/nuestra-argentina/sarmiento.html
“Tengo odio a la barbarie popular… Tengo odio a la barbarie popular… La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil… Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden… Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas”(En Buenos Aires, 1853; Sarmiento en carta a Mitre del 24 de Septiembre 1861).
“Fue tal el terror que sembramos en toda esa gente —la oposición— con éstos y otros medios (establecimos en varios puntos depósitos de armas y municiones, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros) que el 29 triunfamos sin oposición [N. dela R.: en las elecciones del 29 de marzo de 1857]. Los gauchos que se resistieron a votar por los candidatos del gobierno fueron encarcelados, puestos en el cepo, enviados al ejército para que sirviesen en la frontera con los indios y muchos de ellos perdieron el rancho, sus escasos bienes y la mujer”(Carta a Domingo Oro, 17 de junio de 1857).
Sandes ha marchado a San Luis… Si va, déjelo ir. Si mata gente, cállense la boca. Son animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor. (Carta de Sarmiento a Mitre, marzo de 1862.)
El  tumultuoso temperamento de Sarmiento, que llevó a que muchos de sus contemporáneos lo apodaran “el loco” no estaba ajeno al racismo”Fuera esa raza semítica (los judíos) ¿o es que no tenemos derecho como alemanes y polacos para hacer salir a estos gitanos bohemios que han hecho del mundo su patria?” (Sarmiento, Obras completas. Ed Belin Hnos. Paris 1909). 
“Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto o falta de razón. En ellos, se perpetúa la barbarie primitiva y colonial… Son unos perros ignorantes… Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era necesario purgar la tierra de toda esa excrecencia humana, raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”. (Carta Mitre. 1872. Artículo de “El Nacional”, 12.12.1877). 
“¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado”. (El Progreso, 27/9/1844; El Nacional, 25/11/1876).
“Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer”(Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859).
“No trate de economizar sangre de gauchos. Éste es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”(Carta a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1861).
“El plan definitivo: asegurar los principales puntos de la República con batallones de línea, o lo que es lo mismo, apoyar a las clases cultas con soldados contra el levantamiento del paisanaje”(Del Archivo Mitre).
Sarmiento tenía una “visión de estadista” que lo llevó decir de la Argentina: El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión. (Sarmiento, Facundo, 1845).
En La Crónica” del 11 de marzo de 1849 dice. Un territorio limítrofe pertenece a aquel de los Estados a quien aproveche su ocupación (…) Para Buenos Aires es una posesión inútil. ¿Que haría el gobierno de Buenos Aires con el estrecho de Magallanes, país remoto, frígido, inhospedable? (…) ¡Que pueble el Chaco y el sur hasta el Colorado y el Negro y deje el estrecho a quién lo posea con provecho….¡ Magallanes, por lo tanto, pertenece a Chile por el principio de conveniencia propia sin darlo a terceros.
Para Sarmiento los Argentinos son “una dañosa amalgama de razas incapaces e inadecuada para la civilización (Sarmiento, Obras completas. Ed Belin Hnos. Parias 1909).
El 1° de abril de 1869 le escribe a Mrs. Mann diciendo que soñaba formar “con emigrados de California una colonia en el Chaco que puede ser el origen de un territorio, y un día de un territorio yanqui” (JMR. La guerra del Paraguay. p.319).
“Los que cometieron aquel delito de leso americanismo (apoyar la invasión francesa), los que se echaron en brazos de la Francia para salvar la civilización europea, sus instituciones, sus hábitos e ideas en las orillas del Plata, fueron los jóvenes, en una palabra, ¡fuimos nosotros! … Somos traidores a la causa americana, española, absolutista, bárbara… De eso se trata, de ser o no ser salvajes (Sarmiento).
He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso… El gobierno argentino, engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas, Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes pertenece a Chile y quizá toda la Patagonia… No se me ocurre después de mis demostraciones, como se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia les queda. (El Progreso 11 al 28 de Nov. 1842 y La Crónica 11/3 y 4/8/1849).
Son pobres satélites que esperan saber quien ha triunfado para aplaudir. La Rioja, Santiago del Estero y San Luis son piltrafas políticas, provincias que no tienen ni ciudad, ni hombres, ni cosa que valga. Son las entidades mas pobres que existen en la tierra (El Nacional, 9/10/1857).
El día que Buenos Aires vendió su Escuadra hizo un acto de inteligencia que le honra. Las costas del Sur no valdrán nunca la pena de crear para ellas una Marina. Líbrenos Dios de ello y guardémonos nosotros de intentarlo. (El Nacional, 12/12/1857 y 7/6/1879)
La Inglaterra se estaciona en las Malvinas. Seamos francos: esta invasión es útil a la civilización y al progreso (El Progreso, 28/11/1842).

lunes, 2 de septiembre de 2019

La derrota no fue sólo de Macri, sino del neoliberalismo y del FMI.

Aram Aharonian * - http://www.surysur.net/la-derrota-no-fue-solo-de-macri-sino-del-neoliberalismo-y-del-fmi-como-salir-de-este-atolladero/

La derrota del modelo de restauración neoliberal del Fondo Monetario Internacional y de las políticas estadounidenses, liderado en Argentina por el gobierno de Mauricio Macri, abre la posibilidad de nuevos caminos en una región donde se quiso imponer el imaginario colectivo de un supuesto fracaso de los gobiernos progresistas.
El neoliberalismo tiembla ante las próximas elecciones en Uruguay y Bolivia, que podrían poner fin a la fiesta programada desde Washington. Por tercera vez en menos de cuatro años de la administración macrista, una megadevaluación del 25% provocada desde el gobierno desembocó en una tormenta de aumentos de precios, quiebre de la cadena de pagos y falta de mercaderías, tanto para la producción como para el consumo. La economía quedó paralizada entre la suba de tasas y la volatilidad del dólar.
Los análisis laudatorios de la prensa hegemónica trasnacional se transformaron en lúgubres despedidas tras la debacle electoral. La revista especializada Forbes, el Financial Times, la agencia Bloomberg, coincidieron en que los “inversores” saben que el tiempo de Macri está agotado y que hay un creciente riesgo de default (no pago de la deuda externa).
No es el primer fracaso de la derecha en la región. Una derecha que repite el dogma neoliberal como único argumento, gobernando para “los mercados” y no para sus pueblos. La enorme derrota no fue solo del gobierno de Macri, fue de sus mandantes y guionistas, en especial del Fondo Monetario Internacional y de su aún jefa Christine Lagarde.
Para no ir muy lejos, fracasó el gobierno de facto de  Michel Temer en Brasil, está en crisis la restauración neoliberal de Lenín Moreno en Ecuador, hace aguas el modelo colombiano ahora liderado por el ultraderechista Iván Duque, el chileno (heredado de la dictadura militar) de Sebastián Piñera y también el del incalificable Jair Bolsonaro en Brasil.
La derecha, por más que se disfrace de moderna, no tiene otro modelo que el neoliberal, destinado a satisfacer los intereses de las empresas trasnacionales, voraces en su sed de recursos naturales; de especuladores financieros nacionales y foráneos, depredando el medio ambiente, privatizando empresas nacionales, comprometiendo la soberanía de sus respectivos países y la fragmentación y balcanización de la región, de acuerdo a los dictados de Washington.
Los gobiernos de restauración neoliberal significaron para sus países un enorme retroceso económico, político y sobre todo social. Pesada herencia que recibirán aquellos que los sucedan en el gobierno para poder administrar las riquezas en favor de las mayorías del pueblo, redistribuyendo socialmente la renta.
Las elecciones primarias argentinas dejan otra lección: el camino para derrotar estos gobiernos neoliberales, apoyados permanentemente por el terrorismo mediático y la manipulación de las llamadas redes digitales, es el de la unidad de las fuerzas antineoliberales, llevando la lucha contra las políticas que conducen inexorablemente a la recesión, el desempleo, la miseria. Y a un endeudamiento que hipoteca el futuro de las próximas generaciones.
Cuando los hechos son contundentes no hay publicidad, ni fuertes y manipuladoras campañas por las llamadas redes sociales –donde el macrismo centró gran parte de su estrategia-  ni discursos mediáticos que puedan modificar la visión de las mayorías sobre la realidad.
El error macrista de la manipulación del valor de las elecciones primarias (magnificaron su importancia), le valió la paradoja de convertirlas en el plebiscito que no era (y el pueblo abrumadoramente le dijo no al gobierno y al modelo), construyendo su propia trampa. Ahora se habla de transición, pero  realmente las elecciones nacionales se realizarán recién a finales de octubre.
La manipulación y el blindaje mediático a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires (donde vota el 37% del padrón electoral) tampoco dio resultado. Se le había construido una imagen de Heidi, de hada buena, de imbatibilidad. Incluso, sabiendo de la caída de credibilidad de Macri, su publicidad invisibilizó la figura del presidente. Y perdió por el 52 por ciento de los votos, con un diferencial mayor que el conquistado por el presidente a nivel nacional.
Destrucción y ¿después?
La derrota electoral del macrismo tiene que ver con el rechazo masivo a las políticas que se aplicaron en estos tres años y medio de destrucción del tejido social, del empleo, de todo lo que tiene que ver con una vida digna. La realidad se expresó en los votos de los excluídos del modelo neoliberal, que benefició sólo los intereses de las grandes trasnacionales y el llamado círculo rojo –poder fáctico- del país.
Un panel de economistas en el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, coincidió en que en un país como Argentina, donde el 75% de la producción se destina al mercado interno, fortaleciendo éste, la economía argentina puede crecer rápida y sostenidamente, al desmontarse el modelo neoliberal.
Para eso, el nuevo gobierno debería llamar a un acuerdo de precios y valor del dólar a los grandes integrantes de las cadenas de valor en la Argentina, comenzando por los exportadores de alimentos (granos, harina, aceite, etc.) y de combustible.
Todas esas empresas tienen fuertes márgenes de ganancia y todas, facturan una parte en blanco y una parte en negro. En el mercado interno se demuestra porque el total de la recaudación del IVA es el 10% del PIB (y debería acercarse al 21%) y en el mercado externo se demuestra por la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones.
El Banco Central debe regular (establecer las reglas de juego) y supervisar a las entidades financieras, para que la suba del dólar se controle y no arrastre a los certificados de depósitos a plazo fijo en pesos.  Cuando la crisis cambiaria se convierte en crisis bancaria, ya no hay forma de detener el derrape económico.
Se debe convocar a los partidos políticos con representación parlamentaria, a los gobernadores y hasta intendentes (alcaldes) de ciudades importantes para que se comprometan en el control de precios y del abastecimiento.
Se debe priorizar una amplia difusión por todos los medios de los acuerdos de precios y abastecimiento con compromiso de aplicar la Ley 20.680, que,  con todas sus modificaciones, en su esencia permite al gobierno exigir la publicación de precios de venta y disponibilidad de productos por parte de las empresas y  faculta la capacidad de imponer sanciones a aquellos que discontinúen el abastecimiento o prestación de servicios o productos, o que no presenten la documentación requerida.
Argentina ya tiene experiencias en los últimos años. El nuevo gobierno para impulsar el mercado interno debe hacer esencialmente algo similar a lo que hizo el expresidente Néstor Kirchner no bien asumió el 25 de mayo de 2003:
a) Suspender el pago de la deuda externa realizar una amplia auditoría de la misma, para saber por qué se contrajo, a dónde se destinó, quiénes compraron divisas en el mercado de cambio local, entre otras cosas;
·         Aumentar por decreto las jubilaciones y pensiones;
·         Exigir a las empresas que aumenten los salarios de los trabajadores en al menos dos puntos más que el índice inflacionario;
·         Congelar las tarifas de combustible, electricidad, agua, y gas;
·         Exigir a las entidades financieras que den un porcentaje de sus créditos a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y a las economías regionales.
Las PASO fueron un plebiscito, sin valor como tal. Las elecciones serán el 26 de octubre. Restan 40 días y difícilmente la derecha pueda recomponer el tejido social. Lo único que no se tiene en claro es cómo sobrevivirá el macrismo en el gobierno en tan largo plazo.
Ganadores y perdedores coinciden en que es necesario impedir un estallido social. La entrega del poder está pautada para el 10 de diciembre, siempre y cuando no se repita la huida en helicóptero que hiciera famoso al expresidente Fernando de la Rúa en 2001.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)