domingo, 9 de diciembre de 2012

LOS ENEMIGOS DE LA DEMOCRACIA EN LA ARGENTINA

Gustavo Rosa - http://www.redaccionpopular.com/articulo/los-enemigos-de-la-democracia-en-la-argentina-dos-notas 

Unas bestias indomables

nestor_y_cristina_peron_y_evita_46Si la democracia no logra domar a las corporaciones, las corporaciones terminan dominando a la democracia. Y esta afirmación no es producto de una paranoia del autor de estos apuntes. Con un poco de memoria se confirma. También, con una recorrida por las páginas del libro “La doctrina del shock”, de Naomí Klain, en el que la periodista canadiense muestra las estrategias del capitalismo –de sus salvajes actores, en realidad- para apropiarse de los bienes en distintas partes del mundo. El documental basado en esa cuidadosa y profunda investigación es difícil de conseguir en DVD –oh casualidad- pero puede encontrarse en la red. Guerras, golpes de estado, tsunamis y huracanes pueden ser útiles para incrementar el patrimonio de estos despiadados e inescrupulosos carroñeros. Empresas conocidas y prestigiosas que aprovechan el sufrimiento de los ciudadanos indefensos para batir récords en sus cuentas bancarias. No importan las muertes, que forman parte del medio que justifica ampliamente sus fines. Entre esas escenas desgarradoras de desconsuelo humano, entre esos momentos de despiadada angurria están las guerras imperiales y los golpes de estado en Latinoamérica. No es un invento del gobierno K que esas alteraciones institucionales –eufemismo que sintetiza la monstruosidad de esas acciones- fueron impulsadas por los dueños del poder económico que no tienen patria, hermandad ni sentimientos. No hay diálogo posible con esas bestias. O se las somete a las reglas de la democracia o se las aniquila.

Un taxista le dice al pasajero: “el problema del Gobierno es que no se sienta a dialogar; tiene que buscar el consenso y no estar siempre en contra”. El pasajero, con toda la calma posible, respondió con las dos oraciones que cierran el párrafo anterior. El taxista se alarmó: “¿cómo va a decir que hay que aniquilar gente?”. “No gente –respondió el pasajero- corporaciones. Sus directivos no han tenido reparo alguno en convocar militares para torturar, matar y desaparecer. Tampoco en provocar crisis económicas para especular y acrecentar sus mal habidos bienes”. Muchos individuos se apropiaron de esa prédica del diálogo y el consenso como esencia de la convivencia democrática. Una visión ingenua de la relación de poderes. El silencio incómodo dominó el resto del viaje. El pasajero podría haber agregado una frase para dejar más clara su postura: cuando los exponentes del poder económico llaman al diálogo es porque intentan dictar órdenes y cuando buscan el consenso es porque exigen obediencia.

Y cuando no logran esos objetivos, nada mejor que sacudir el tablero para sacar a los representantes molestos que pretenden beneficiar a la mayoría. “Hoy las corporaciones y los monopolios político-mediáticos intentan de cualquier forma corroer, destruir, debilitar lo que hemos logrado y mienten descaradamente para frenar este modelo de inclusión que hemos puesto en marcha en nuestra región”, manifestó Rafael Correa en su última visita a nuestro país. Y detrás de ellos, se escudan los poderes fácticos que quieren siempre más, mucho más, al precio que sea. Y que no pagan ellos, por supuesto.
Alicia Vence, jueza federal de San Martín, resolvió poner fecha a la indagatoria de cuatro ex directivos de Ford Motors Argentina por su participación en los secuestros y tormentos que sufrieron 25 delegados de la planta de Pacheco después del golpe del ’76. Las instalaciones de esa planta automotriz fueron utilizadas como centros transitorios de detención ilegal. “Hubo mucha gente civil que golpeó las puertas a los militares para que saquen de encima el sindicalismo –explicó Pedro Troiani, una de las víctimas- por eso esto fue un golpe cívico-militar, cuando pasaron unos días hubo mil despidos en la fábrica, sacaron a los que estaban contaminados con plomo, a los enfermos del corazón, a los faltadores y a la gente que molestaba a los capataces”. El de Ford no es el único caso. Detrás de todos los golpes de estado -desde el de 1930 al de 1976- están los intereses de quienes se sienten dueños del país. Y los militares actuaron como las fuerzas pretorianas encargadas de eliminar cualquier estorbo que se interponga en el innoble fin de incrementar sus descomunales patrimonios. Juntos –corporaciones y militares- pergeñaron un plan de exterminio ideológico para dar rienda suelta a una angurria incontenible.

Después del retorno de la democracia, advirtieron que podían seguir gobernando sin someterse a elecciones; que los presidentes civiles podían convertirse en eficientes siervos de sus planes. Alfonsín por infinitas presiones, Menem por atroz complicidad, De la Rúa por debilidad, torpeza, inoperancia y muchas cosas más, Duhalde por mafioso. Desde la asunción de Kirchner las cosas comenzaron a cambiar. El panorama se volvió más claro. El poder económico quiere gobernar, quiere convertir al país en un coto de caza, quiere acrecentar su botín a costa del sometimiento del pueblo. Pero el kirchnerismo recuperó la supremacía de los intereses de la mayoría a través de la política y dejó expuesto quiénes son los aliados de ese accionar destructivo.

El Gobierno K comenzó a abrir una brecha en el sentido común dominante, ese que justifica el ideario predador. El rol del Estado ha ganado prestigio en estos años, ha recuperado símbolos y los transformó en realidades. Desde hace unos años, ese discurso hegemónico comenzó a perder eficacia. Ese que apuntala la desconfianza, el desánimo, el menosprecio; que prioriza lo privado a lo público; que alienta la mirada individual sobre la colectiva; que fomenta la desmemoria, la conciliación, el cinismo y la hipocresía. Ese relato nocivo se está debilitando porque ha quedado en evidencia que no defienden los intereses del país, sino los de una minoría egoísta y despiadada.

Por eso se opusieron al rescate de Aerolíneas Argentinas de manos de sus saqueadores. Y por eso también están a favor de Repsol y se hacen eco de sus reclamos después de la expropiación. “La recuperación de YPF fue una decisión estratégica –afirmó La Presidenta en la inauguración de la Primera Expoindustria de Petróleo y Gas- Fue una causa nacional. Si no hubiéramos tomado esta determinación, probablemente habría terminado como Aerolíneas Argentinas. Recuperamos también la aerolínea de bandera, a pesar de las críticas internas, cuyos ex dueños hoy están procesados”. “En estos pocos meses hemos detenido el declive de la producción –destacó CFK- Y esto se ve en algo muy sencillo. Hemos vuelto a tener nafta. Misteriosamente, en los fines de semana no había nafta, y ahora hay. Argentina decidió levantar otros paradigmas. Se trata de sumar y multiplicar”.

Y también se recuperaron los fondos de las AFJP. “El Estado puede y eso les molesta –destacó el titular de la Anses, Diego Bossio- “les molesta que las AFJP en catorce años de administrar los ahorros de los trabajadores acumularon 80.200 millones de pesos y nosotros, en cuatro años, con técnicos y funcionarios del Estado, multiplicamos esa cifra casi por tres. Hoy tenemos 231.800 millones de pesos” de ahorro previsional, gracias la creación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Estas cifras demuestran que la plata de los jubilados no estaba en buenas manos, pero ahora sí, porque está donde debe estar, en el sistema jubilatorio de reparto.

Siempre buscan clavar sus colmillos en la yugular del Estado, es decir, en la de todos nosotros. Aunque debilitados, siguen siendo peligrosos. Y tienen recursos, aliados, siervos y cancerberos. El Grupo Clarín logró patear la pelota unos metros más allá. Un par de jueces saltaron todas las normas y gritaron a los cuatro vientos su dependencia con el poder fáctico. La extensión de la medida cautelar -servicio judicial vip a la carta- es una pieza más de la historia desarrollada en este apunte. Los poderes concentrados y sus cómplices pisoteando impunemente todo lo que no sea útil a sus intereses: el Estado, el país, los ciudadanos, las leyes. Una vez más quieren aniquilar la democracia.


Mundos paralelos

El documento que la jerarquía eclesiástica dio a conocer en estos días todavía da mucho para hablar. Por supuesto que el apuro para realizar este pronunciamiento resulta llamativo. Generalmente, se presenta en sociedad a mediados de diciembre, unos diez días antes de Navidad. Este año se adelantó una quincena. Oportunismo con todas las letras. El Secretariado de Curas en la Opción por los Pobres lo advirtió a pocas horas de emitido el escrito episcopal. Para la liturgia católica, “la Navidad cae siempre el 25 de diciembre y esta fiesta se prepara con el tiempo de Adviento que comienza recién el domingo 9 –explicó Eduardo de la Serna, el sacerdote más conocido de este grupo- por lo tanto, este saludo de Navidad parece más preparativo del 7D”. Para el Colectivo de Teología de la Liberación, “lo importante es que esta vez, al hacerlo público un mes antes de Navidad y a una semana del 7D, marca claramente su alineamiento del lado de los poderosos”. Y para que resulte más notoria la cuestión, destacan que “las declaraciones allí vertidas se parecen más a un editorial de Clarín que a un escrito de testigos del Evangelio”. Lo que significa lisa y llanamente que Clarín es mucho más que un conjunto de medios de comunicación; es mucho más que una manera de ver la realidad; es mucho más que una factoría de estiércol. Clarín construye un mundo paralelo al que gran parte de los argentinos no quiere volver.

La visión de los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina está contaminada por la mirada antojadiza de los medios con hegemonía en decadencia. Nada positivo encuentran en estos nueve años de gobierno K. Pobreza, crisis moral, división, violencia es lo que ven los prelados. “Lo menos que podemos decir es que nosotros, que estamos en los barrios, entre la gente, con los pies en el barro, tenemos una mirada muy distinta de la que presenta el documento episcopal”, aclaró el escrito de la agrupación que integra Eduardo de la Serna. El pronunciamiento de los Teólogos de la Liberación, llamado “Del lado de los poderosos… como siempre”, señala que “cada postura tomada en este documento episcopal niega una buena noticia generada en estos diez años: la Asignación Universal por Hijo, el matrimonio igualitario, la ley de medios, los juicios a los genocidas por delitos de lesa humanidad, la creación de puestos de trabajo, el ingreso de miles de jóvenes a la política, la unidad latinoamericana y muchas más”.

Dos mundos, sin más. En ese mundo, en el que se basa el documento de la Iglesia y las noticias de los libelos con déficit de hegemonía, todo está mal, desde la economía, la moral, las relaciones humanas, los derechos, las libertades, las garantías. Todo es un desastre. Todo es peor que antes. En este mundo, por el contrario, ocurre lo que tiene que ocurrir en todo mundo real. Algunas cosas están muy bien, otras más o menos y otras hay que corregirlas y hasta desecharlas. No es lo perfecto, que no tiene existencia posible, porque es la zanahoria que nos pusimos los humanos para alimentar nuestras frustraciones. En este mundo estamos los ciudadanos que hemos decidido tomar las riendas. En el otro mundo se amontonan los individuos que quieren recuperar el control. Dos mundos muy diferentes. Uno, promisorio de futuro y el otro, plagado de pestilencias.

En aquel mundo, sus habitantes aplauden cuando los colonizadores reincidentes logran una pequeña victoria con sus amenazas carroñeras. En otros tiempos, celebraban los saqueos con pizza y champagne. Con los recortes, ajustes, intereses de deuda y flexibilizaciones laborales se excitaban como con una sobredosis de porno. Su juego favorito era apostar por el incremento de los índices de desocupación, pobreza e indigencia. El deporte más extendido era gobernar sin someterse a elecciones. Por eso no les gusta este mundo, porque no pueden desarrollar su perfidia lúdica. Claro, en este mundo, en el real, jugamos todos y casi siempre ganamos. El juego preferido de este mundo es la inclusión y no valen las apuestas, sino el compromiso. Uno que entra y celebramos todos, no con pizza o champagne, sino con algunas estrofas del Himno.

Los habitantes de aquel mundo se relamen cuando Repsol demanda al Estado ante el Ciadi, porque la expropiación es una falta de respeto hacia la propiedad privada y merece un justo castigo. No importa que la compañía española, que adquirió YPF siendo apenas una distribuidora de combustible, se haya transformado en una multinacional importante gracias a una sangría monstruosa. En ese mundo siempre reciben apoyo los que nos quieren destruir porque los héroes son los villanos. Allí abundan los adoradores de Thomas Griesa, Antonio Brufau o Mariano Rajoy. Angela Merkel debe tener un templo en su honor con su imagen venerada a diario. En este mundo no hay héroes, pero abundan las acciones heroicas. Actos cotidianos, solidarios, chiquitos pero con una abundante potencia transformadora.

En el mundo de los agoreros cualquier delincuente merece morir y con el menor trámite posible. Si un hombre intentó violar a una nena de cinco años en un barrio de las afueras de Mar del Plata, los vecinos pueden dar rienda a su furia y linchar al paso a ese desaforado. Con golpes y palazos se ejerce mejor la justicia que con jueces y abogados. Y en ese mundo, el fiscal, Paulo Cubas, puede manifestar su comprensión hacia los vaqueros que ejercieron la justicia por mano propia, porque “entendieron que el violador –que todavía no había violado a la nena- se merecía esa paliza”. Por extensión, también la muerte, que no está contemplada como castigo en nuestro país, que sería este mundo.

Porque en aquel mundo la inseguridad ya es intolerable. Por un par de zapatillas y una tarjeta Sube uno corre el riesgo de morir. La inseguridad –un absoluto tan falaz como la seguridad- obliga a los individuos a vivir entre rejas con forma de titulares. Nadie protege a esas víctimas de la inmigración descontrolada y de baja calidad. En ese mundo no importa que el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni afirme que Argentina tiene una de las tasas de homicidio más bajas de Latinoamérica. Tampoco es un argumento aceptable que asegure que en los barrios de clase Media de la CABA las tasas de homicidios son equiparables con las de Europa o Canadá. En ese mundo sólo importan los prejuicios. “Lo ideal sería cero –dijo La Presidenta- pero no hay ningún país del mundo en el que exista registro cero en materia de delincuencia”.

En el mundo con fronteras de papel, sus habitantes se comportan como exiliados europeos. En este mundo formamos parte de una patria enorme y que sigue creciendo. No con dictadores, como dicen los de aquel mundo, sino con mandatarios que se parecen a los ciudadanos. “No puede haber nada más importante que la soberanía y la democracia popular, y que cada vez que la soberanía y la democracia popular han sido atacadas terminan devastando el Estado y finalmente terminan devastando a los pueblos”, señaló CFK, desde este mundo. Pero no es la única que dice esas cosas. Tampoco la única víctima de las dentelladas mediáticas. “Hoy las corporaciones y los monopolios político-mediáticos intentan de cualquier forma corroer, destruir, debilitar lo que hemos logrado y mienten descaradamente para frenar este modelo de inclusión que hemos puesto en marcha en nuestra región”, denunció Rafael Correa, presidente de Ecuador.

En aquel mundo gobierna una yegua y en éste, Una Presidenta. Los dos mundos existen, pero sólo uno es legítimo. Y, por supuesto, nos pertenece a todos. También nos invita. A todos, hasta a aquéllos que están empecinados a permanecer en ese mundo del que nunca serán parte.

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