lunes, 22 de marzo de 2010

Monólogo del Homo Setentista

Feinman, José Pablo: Dos universos. Dos destinos: una polémica. Articulo periodístico publicado en Página 30, año 6 nro. 72, 1996

Ustedes, perejiles de los noventa, a callarse y a escuchar . Voy hablarles de nosotros, a contarles nuestra historia , y ya este hecho -que tenga una historia para contarles- marca la primera y decisiva diferencia entre ustedes y los que habitamos el paisaje tumultuoso de los setenta: nosotros tenemos una historia, ustedes no. No la tienen ni la van a tener. Ustedes habitan el territorio gris de las historias ya resueltas, terminadas, el territorio gris de la derrota. Es decir, ustedes, perejiles de los noventa, ni siquiera tienen una época histórica propia. Viven una modalidad de nuestra propia historia: la modalidad de la derrota.

Habitan aquí, perejiles. viven aquí, en la etapa más gris y más triste de nuestra maravillosa historia. Este mundo desencantado que creen propio es también nuestro. Ustedes son lo que hoy son porque nosotros perdimos. El mundo de hoy es el de la derrota y la derrota también es nuestra. Nosotros habitamos una América latina heroica. El Che, para nosotros , no era un póster inofensivo, era un proyecto revolucionario, una imagen que convocaba a transformar el mundo. no a decorar nuestra habitación en la casa de papá y mamá. La palabra utopía no existía en nuestra época . (Sépanlo: siempre que digo nuestra época me refiero a los setenta. Fue nuestra época, fue la mejor y ninguna podrá superarla).

Utopía es una palabra maricona inventada por los liberales. Ahora se puso de moda y la usan hasta los nuestros. Pero seamos claros: nosotros, en los setenta, hablábamos de proyectos revolucionaros. Y les decíamos utópicos a los que eran un poco huevones, algo pelotudos. por decirlo así. Inofensivos soñadores.
Nosotros podíamos ser cualquier cosa, pero no inofensivos. Nosotros nacimos para cambiar el mundo. (Ustedes - aparte de no saber para qué mierda nacieron- sólo pueden padecer el mundo: Sufrirlo o gozarlo.
Cambiar nunca. Confiesen : ¿No es horrible vivir con el escuálido sentimiento de no poder hacer nada, de tener que aceptarlo todo, de apenas sentirse vivos o piolas o lúcidos cuando nos putean a nosotros? Hasta eso les damos, perejiles de los noventa: un motivo para enojarse. Porque digan la verdad: si no nos putearan a nosotros. ¿a quién putearían?)

Nosotros -sigo- habitábamos un mundo que se nos ofrecía, que nos abría las piemas como una mina generosa. Miren, los yanquis se hacían mierda en Vietnam. ¿Conclusión? El imperialismo agonizaba. Mao estaba en China. Castro en Cuba. Y Perón queria volver. ¿De qué se rien? Si, huevones: Perón. Nosotros tuvimos todos los Perones. Ustedes ninguno. Créanme, una de las cosas que más me apena de ustedes es que nunca van a sentir lo que uno sentía cuando un cabecita, un obrero o un militante revolucionario decía: Perón vuelve. Claro, ustedes no nos entienden porque no pueden entendernos. ¿Cómo carajo van a entender lo que significaba decir Perón vuelve en 1972 ? Perón era una imagen de nuestra infancia, era el centro del odio de los gorilazos de nuestros viejos , era lo infamado, lo prohibido. ¿Ustedes qué saben de lo prohibido? Cada vez que les quieren prohibir alqo todo el mundo empieza a decir cosas de la democracia y la libertad de expresión y, al final, no les prohiben nada. Pero a nosotros si, perejiles. A nosotros nos prohibian todo: los libros, las películas votar, las manifestaciones y... a Perón.

¿Alguna vez escucharon esa frase: el sabor de lo prohibido? Bueno, para nosotros Perón era eso: lo prohibido. Desde que teníamos conciencia escuchábamos que iba a volver en un avión negro. Negro, es decir: maldito, prohibido, negado. ¿Ustedes saben lo que es crecer en un país en el que no se puede decir Perón? Decías Perón, ibas en cana. Ahora ustedes suben a un taxi y dicen: "Vay a Perón y Riobarnba". Y lo dicen así nomás, sin drama, tranquilos: "Perón y Riobamba". Yo escucho "Perón" y se me arma un despelote emocional. Escucho "Perón" y veo el bombardeo a Plaza de Mayo, los fusilamientos del '56, Operación Masacre, Walsh, el Cordobazo , los curas del Tercer Mundo, Trelew, Ezeiza, la Triple A y toda, toda la película. Ustedes no: "Perón y Riobamba". A veces, en serio, subo a un taxi y los maneja uno de ustedes, un flaco melenudo con Fito en la radio. Le digo adonde voy y me dice: "Eso queda por Perón al setecientos".. ¿Qua es Perón al setecientos? Me enfurezco y le digo : "Perón al Poder, boludo. No al setecientos". El flaco me mira como a un marciano. Es así, ustedes no entienden nada.

Sé que algunos - ahora que se les da por atrevérsenos- andan diciendo: "Y si eran tan maravillosos. ¿por qué les fue tan mal?. Por eso. perejiles: porque éramos maravillosos. Y porque nuestra derrota es parte de nuestra excepcionalidad. Que quede claro: nosotros nos metimos con el poder. Que quede claro: nadie fue tan agresivo con el Poder como nosotros. Amasijamos generales, canas, empresarios . Ahora los canas los amasijan a ustedes y cuando salen a protestar los cagan a palos. ¿Vieron que es jodido meterse con el Poder? En serio. les tengo lástima. Es verdad. les quitamos todo porque no les dejamos nada. Porque todo lo hicimos nosotros. Porque todo es nuestro. Porque es nuestro el heroísmo, la generosidad, la entrega, los ideales y el martirio. Ya nadie va a combatir en este país como combatimos nosotros. Ya nadie va a sufrir como sufrimos nosotros . Valió la pena.

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