jueves, 26 de septiembre de 2024

16 de septiembre por tres: 1955, 1969 y 1976

Leónidas F. Ceruti - https://www.anred.org/2018/09/16/16-de-septiembre-por-tres-1955-1969-y-1976/
El Golpe de 1955 tuvo claros objetivos sociales, económicos y políticos. Las primeras acciones fueron la ocupación de los locales sindicales por los comandos civiles, se intervino la CGT y el Ministerio de Trabajo, se declararon nulas y disueltas las comisiones internas y cuerpos de delegados y se nombraron Interventores Militares en numerosos sindicatos. La Ley de Asociaciones Profesionales fue derogada, quedando restringido el derecho de huelga. Represión e intimidación del sindicalismo, con el arresto de cientos de dirigentes sindicales. Se sancionó el decreto 7107, que excluía de cualquier actividad a todos los que se hubieran desempeñado en la conducción de la CGT o sus sindicatos entre febrero de 1952 y septiembre de 1955. Asimismo se designaron delegados de fábrica por parte del Ministerio de Trabajo, habiendo sido despedidos los anteriores. Además, hubo una ofensiva contra las condiciones de producción y de trabajo.
Toda esa batería de medidas contra la clase obrera y sus organizaciones gremiales llevó al movimiento obrero a desarrollar una política de defensa de las conquistas logradas. La represión y proscripción del peronismo, sumado a la ofensiva de los patrones para poner disciplina en los lugares de trabajo, dieron origen a la Resistencia Peronista, fuera y dentro de las fábricas.
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Los golpistas, tanto militares como civiles, se pusieron de acuerdo entre otros objetivos: «eliminar la tutela del Estado en las relaciones obrero-patronales” y «estabilizar, liberalizar y desarrollar la economía”. De la intervención en el comercio exterior se pasó a la liberación de todo control, de la compra de cereales por el Estado a la libre exportación con solo precios de sostén, de la nacionalización de los depósitos bancarios a su devolución a la banca privada
¿Y que paso el 16 de septiembre de 1969, en Rosario? La dictadura de Onganía intervino «La Unión Ferroviaria», anuló convenios y conquistas, produjo rebajas de categorías y sueldos, 116.000 empleados y obreros fueron sancionados. El 8 de septiembre de 1969, el Cuerpo de Delegados de la Seccional Rosario del Ferrocarril Mitre y la Comisión Coordinadora de la Unión Ferroviaria comunicaba que «se iniciaba una huelga de brazos caídos en los lugares de trabajo», tras la suspensión de un delegado administrativo. Por la noche una masiva asamblea decidió continuar la huelga, esta vez por 72 horas, con la adhesión de La Fraternidad, y la medida se extendió a las Seccionales de Arroyo Seco, Empalme, Villa Constitución, San Nicolás, Cañada de Gómez y Casilda.
La empresa anunció suspensiones; la CGT Unificada de Rosario se declaró «en estado de alerta y convoco a un plenario», mientras los delegados declararon «la huelga por tiempo indeterminado». La solidaridad del resto de los ferroviarios se extendió por todo el país. La dictadura, a través del CONASE (Consejo Nacional de Seguridad), ordenaba la aplicación de la «Ley de Defensa Civil», por lo cual todo el personal ferroviario era movilizado, con convocatoria militar y les sería aplicado el Código de Justicia Militar.
Posteriormente, un plenario de 32 gremios, resolvió «realizar un paro por 38 Horas, los días 16 y 17 de septiembre”.
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El 16, desde las 10:00 horas, masivas columnas de trabajadores comenzaron a marchar partiendo de sus   sedes sindicales o de los lugares de trabajo. Desde La Fraternidad más de 7000 ferroviarios se dirigieron a la empresa Minetti; posteriormente se les sumaron los obreros textiles de «Extesa», se incorporan los trabajadores del vidrio, de la construcción. Desde Oroño al 1300 marchó la columna de Luz y Fuerza, y otra lo hizo de la Usina Sorrento. Del sur venían los obreros del frigorífico Swift, los portuarios y los metalúrgicos. Todos trataban de converger al local de la CGT, en Córdoba al 2100. Los estudiantes concentrados en las distintas facultades se unían a las columnas.
La represión lograba parcialmente dispersar a los manifestantes, pero estos resistían, se reagrupan y continuaba la protesta. Por toda la ciudad, aparecían barricadas. Los puntos de concentración aumentaban, se incendiaban los colectivos y troles que no paraban, y la policía se fue replegando.
Con el correr de las horas, la lucha se desplazó a los barrios. Se incorporaron las amas de casa y los niños, y durante toda la jornada se turnaron para mantener en actividad las barricadas, donde se realizaban espontáneas asambleas para discutir cómo continuar.
Las fuerzas policiales desbordadas no consiguieron penetrar en Empalme Graneros, Tablada, los barrios de la zona oeste, algunas zonas de Arroyito, en varias manzanas de la zona sur, y en varios barrios. El Ejército se hizo cargo de la represión y comenzó a recuperar el control de la ciudad. Un desconocido Coronel Galtieri
comandaba uno de los batallones. Los enfrentamientos siguieron por la noche y durante el día 17.
Hace años, la historiadora Beba Balvé señalo que el «Segundo Rosariazo continuaba siendo el hecho maldito de la ciudad. De eso no se habla, no se recuerda, pareciera que el fuego antidictatorial continuara quemando”. Las clases dominantes tomaron nota de la capacidad de lucha y la fuerza de los trabajadores junto a otros sectores sociales. Por eso durante años hubo un «pacto o conspiración de silencio”. Si algo distinguió a esas jornadas fue la decisión de ganar las calles de todo el pueblo de la ciudad contra una dictadura. Además en cada barricada reinaba la alegría, la solidaridad, se disfrutaba la pelea por la libertad, y la bronca antidictatorial florecía en las manifestaciones donde codo a codo luchaban peronistas, comunistas, socialistas, radicales, independientes.
Las efemérides nos llevan al 16 de septiembre de 1976, que pasó a la historia como la Noche de los Lápices, cuando fueron secuestrados varios estudiantes secundarios, en la ciudad de La Plata.
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Un grupo de los adolescentes, que el año anterior había obtenido el boleto estudiantil gratuito después de una larga lucha, iban a ser las víctimas en esa noche siniestra. La mayoría de ellos eran militantes políticos de la organización peronista Unión de Estudiantes Secundarios. Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, pertenecía a la Juventud Guevarista del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y por la Policía de la provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.
Entre el 16 y el 19 de septiembre de 1976 los secuestrados fueron: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz. Luego fueron bestialmente torturados en el Pozo de Banfield. El único sobreviviente fue Pablo Díaz. Otros jóvenes raptados en sus hogares fueron Patricia Miranda Emilce Moler y Gustavo Calotti por Grupos de Tareas. Estuvieron en Arana, Pozo de Quilmes, Comisaría 3 de Valentín Alsina y Devoto.
Estos tres 16 de septiembre deben vivir en la memoria del pueblo y, como un homenaje a aquellos que lucharon en esos años, debemos continuar haciendo frente a las injusticias que se nos presentan jornada tras jornada.

miércoles, 19 de julio de 2023

Se cumplen 99 años de la Masacre de Nalpalpí

http://notinac.com.ar/politics2/item/93958-chaco-se-cumplen-99-a%C3%B1os-de-la-masacre-de-nalpalp%C3%AD.html

 

 

En 1884 el Ministro de Guerra y Marina argentino Benjamín Victorica comandó sus tropas en las acciones de conquista y ocupación de los territorios actuales de la provincia del Chaco, entonces habitadas por los pueblos mocoít, qom, pilagás, wichís, vilelas y otros. El proceso de desplazamiento forzado y utilización de éstos como mano de obra barata precisó entonces de la creación de las llamadas reducciones civiles, instituciones estatales que delimitaban territorios donde confinar a los pobladores originarios para su control y disponibilidad. La reducción de Napalpí fue creada en 1911, sobre una extensión de 20.000 hectáreas. En 1915 se encontraban en la misma 1300 personas pertenecientes a las comunidades qom, mocoít y shinpi’, usualmente empleadas en la explotación forestal y algodonera de la administración del Territorio Nacional del Chaco en control del territorio, así como por colonos externos en sus chacras e ingenios azucareros. Los habitantes de la reducción no tenían permitida la libre circulación y sufrían de pésimas condiciones habitacionales, sanitarias, alimenticias y laborales, con paga no equitativa, sin descanso y forzados a costumbres ajenas a su tradición y forma ancestral de vida.

Entre fines de 1923 y principios de 1924, los conflictos por estas condiciones entre los habitantes de la reducción y el gobierno del Territorio Nacional del Chaco aumentaron cuando el gobernador Fernando Centeno prohibió la salida de indígenas de la reducción, ya que los colonos locales se oponían al traslado de la mano de obra hacia los ingenios de las provincias de Jujuy y Salta. Mientras los qom y mocoít deseaban trabajar en la zafra, donde la paga era escasa pero mayor que en la reducción, los colonos pretendían hacer uso de éstos en sus cultivos de algodón. Liderados por los caciques Gómez, Maidana, Machado y Dominga, cientos de qom y mocoít se retiraron de la reducción y concentraron en El Aguará para iniciar una huelga y petición de mejores condiciones de vida, que no tuvo respuesta al principio por parte de las autoridades. En mayo de 1924 las negociaciones se extendieron con peticiones y promesas por parte de la administración del territorio, aunque ante su incumplimiento la concentración se mantuvo en firme mientras la prensa local hablaba de “amenaza indígena” y “sublevación”. En junio de ese año un contingente policial fue instalado cerca de la reducción para perseguir a sus habitantes.

El 19 de julio, el avión Chaco II del Aero Club Chaco sobrevoló la zona y arrojó desde el aire comida y golosinas para sacar a los qom y mocoít de sus viviendas: cuando esto ocurrió una fuerza de más de cien hombres de la Policía Nacional de Territorios, junto a colonos y terratenientes, dispararon más de 5000 balas hacia los hombres, ancianos, mujeres y niños concentrados allí. Quienes no murieron por la balacera fueron rematados con machetes, vejados y torturados. Se preservan testimonios de mutilaciones, decapitaciones, empalamientos, entierros en fosas comunes e incineración de cadáveres. Los cuerpos de los líderes fueron exhibidos como escarmiento, y un frasco con las orejas y testículos del cacique Maidana permaneció tras la masacre en la comisaría de la localidad cercana de Quitilipi. Los sobrevivientes de la masacre (cerca de cuarenta niños y quince adultos) fueron perseguidos hasta el mes de septiembre para eliminar la posibilidad de testigos. Se estima que en total fueron asesinadas entre 400 y 500 personas qom y mocoít.

Poco tiempo después de la masacre comenzaron a circular las primeras noticias en la prensa chaqueña y partes militares, que en maniobras de ocultamiento adoptaron la versión oficial que hablaba de “malones” y enfrentamientos entre facciones de pueblos originarios. El juzgado federal de Resistencia, capital del Chaco, caratuló el expediente 910/24 como “Sublevación indígena en la Reducción de Napalpí”, recogiendo sólo versiones policiales y sin testigos de las comunidades afectadas. Centeno se vio obligado a ir hacia la capital Buenos Aires, donde los diarios ya recogían versiones de la matanza, a exponer una versión falsa indicando que los muertos habían sido cuatro, todos ellos “indígenas que se mataron entre ellos”. El 29 de agosto, cuarenta días después de la matanza, el exdirector de la Reducción de Napalpí Enrique Lynch Arribálzaga denunció mediante una carta al Congreso Nacional que la persecución de sobrevivientes continuaba para que no pudieran servir de testigos si se enviara una Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados.

El caso escaló de forma tal que en septiembre de 1924 la Cámara de Diputados de la Nación comenzó a discutirlo con una sesión por semana durante el siguiente mes. Varios legisladores reclamaron la renuncia de Centeno y el bloque socialista asumió la responsabilidad de la comisión investigadora. El 4 de septiembre se convocó una sesión extraordinaria para interpelar al Ministro del Interior, Vicente Gallo, durante seis horas. Allí el diputado Francisco Pérez Leirós expuso los resultados refiriéndose a ellos como “una serie de hechos que parecen propios de la pesadilla de un loco” y mostró el frasco con las orejas y los testículos del cacique Maidana.

A pesar de las pruebas y resultados de las investigaciones, la causa fue rápidamente cerrada. Centeno continuó en su cargo y desplazó al juez que atendía el caso, Justo Farías, para reemplazarlo por Juan Sessarego, un hombre de su confianza. El fiscal Jerónimo Cello, que pidió porque el caso no fuera archivado, fue por ello desplazado. Sessarego sobreseyó a los ochenta policías imputados. El crimen permaneció de esta manera impune y oculto durante ocho décadas.

En 2004, ochenta años después de la masacre, las organizaciones representantes de los pueblos originarios del Chaco iniciaron una acción civil resarcitoria de indemnización por daños y perjuicios, y en enero de 2008 el gobierno de esa provincia pidió disculpas públicas y oficiales por los hechos. En 2014 el Ministerio Público Fiscal de la Nación inició una nueva investigación de los crímenes cometidos en Napalpí que duró cuatro años para determinar si habían tenido lugar crímenes de lesa humanidad, y solicitó la apertura de un Juicio por la Verdad ante la situación de que todos los responsables ya se encontraran fallecidos. Como parte de esta investigación, la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal de Chaco y la organización civil Fundación Napalpí solicitaron también la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Este equipo comenzó los trabajos de exhumación de la fosa común en el sitio de la masacre en 2018, y encontró en septiembre del año siguiente los primeros restos óseos que determinaron la existencia de cuatro tumbas comunes.

lunes, 8 de noviembre de 2021

Quién tiene la culpa, el socialismo o el capitalismo | Espacio de Sergio

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La desmemoria: sergioelbion — LiveJournal

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El club de amigos del golpe - Spanigo's blog

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Brasil: Golpe contra Dilma – giro decisivo en la historia | Espacio de Sergio

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martes, 25 de febrero de 2020

La polémica ‘Ndrangheta

Ariel Sancheta - https://realpolitik.com.ar/nota/39327/italia-detienen-a-primo-de-mauricio-macri-vinculado-con-la-mafia-calabresa/?whabot&fbclid=IwAR0UHkvKq2Ryvj26eDRAyTr0YG3E5hxA0gvSYM3UjPjkuAxVsWJEQmme65Y
Todo ocurrió años atrás en Siderno (Italia), cuando el personal del Escuadrón Móvil de Reggio Calabria procedió a arrestar a Salvatore Macrì, de entonces 66 años, en ejecución de una orden emitida por el Tribunal de la Sección de la Revisión de ese lugar, que ha restablecido la efectividad de la prisión.
La orden fue emitida por el juez para las Investigaciones Preliminares del juzgado de Reggio Calabria, en agosto del año 2014. Un año después, en el mes de mayo, Macrì era arrestado como parte de la causa que lo investigaba por “vicio en la contratación pública”.
Salvatore Macrì es el hermano del difunto jefe Vincenzo, alias “U Baruni”. Y es también nieto de Antonio Macrì, alias don ‘Ntoni Macrì, quien fuera considerado el jefe indiscutible de todo la ‘Ndrangheta calabresa, asesinado en Siderno en 1975.
Todo comenzó con una palabra. En calabrés, andragathos da origen a la palabra 'ndranghita, que italianizada se convierte en ‘Ndrangheta. Significa poder, pero también espeso, antiguo, confiable. Es un vocablo que concentra prestigio, control del territorio y dinero.
Esta organización mafiosa calabresa descansa sobre una estructura familiar, que controla territorios muy definidos sobre los que actúa como contrapoder de las instituciones democráticas. 
Desprendida de sus orígenes rurales en el siglo XIX, la ‘Ndrangheta se especializó en la obra pública, edilicia y de infraestructura y articuló un nudo de intereses, lícitos e ilícitos alrededor de arquitectos, ingenieros y políticos. 
Ahora la integran modernos empresarios con doctorados de universidades muchas veces privadas, capaces de expresarse y hacer negocios en varias lenguas. Con sus ritos centenarios y lo ultramoderno. Armas y drogas, como otras mafias italianas, pero también licitaciones y financiamientos públicos, inversiones inmobiliarias, operaciones financieras. 
Nació en Calabria y desde ahí se proyecta hacia el resto del mundo. Sus miembros ocupan cargos políticos en aquellos países en los que la ‘Ndrangheta opera. Debido a la estructura familiar, los apellidos permanecen: Piromalli de Gioia Tauro, Tripodo de Sambatello, De Stefano de Reggio Calabria, Nitra de San Luca y ’Ntoni Macrì de Siderno. Así, Macrì. Con “acento grave” en la ì. Es la historia familiar del actual presidente argentino.
Antonio Macrì, “Tonino” para los amigos, fue hermano de Franco, padre del ex presidente Mauricio Macri. 
Siderno queda a 30 kilómetros de Polistena, en los llanos de Gioia Tauro, donde hizo su fortuna con una empresa constructora Giorgio Macrì, el padre de Franco, Pía y Tonino, abuelo de Mauricio y Jorge y también de Ángelo Calcaterra, quien es parte de lo que se conoce como ‘ndrina y está asociado a los negocios familiares. 
Giorgio Macrì era hijo de una familia de terratenientes que recibió del estado la concesión del Correo en la región de Roma. En las postrimerías de la segunda guerra mundial fue uno de los fundadores del partido del Hombre Común, que expresaba los temores y la insatisfacción de las clases medias con la democracia que sucedería al fascismo. 
Giorgio se dirigió a la Argentina en 1946 y tres años después lo siguieron sus hijos. Franco se casó con la rica heredera Alicia Blanco Villegas, que apenas era una adolescente, y en 1959 dieron a luz al primogénito, que hasta hace poco presidía la República Argentina. Tonino tuvo a Jorge, y Pia a Ángelo Calcaterra, el propietario nominal de las empresas familiares.

lunes, 9 de diciembre de 2019

Guerra judicial: un claro y brutal caso de lawfare




La persecución judicial contra la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner es un claro y brutal caso de “lawfare”. La configuración del tratamiento que ha recibido la vicepresidenta electa así lo confirma. 

Esto es la continuidad de la doctrina de la Seguridad Nacional -con la que Estados Unidos tiene injerencia en los países latinoamericanos- por otras vías. Es la destrucción del enemigo mediante el uso que aúna la desinformación, la influencia de los servicios de inteligencia y su uso en sede judicial. Este caso y el de Lula Da Silva, en Brasil, apuntan a lograr la destrucción del dirigente opositor.

Los que crearon el lawfare en Estados Unidos han dicho que la guerra convencional, los atentados, el secuestro y la desaparición de personas tienen muy mala prensa. Entonces se usa el aparato judicial bajo la doctrina del common law, es decir, el derecho creado por decisiones de los tribunales.

Esa doctrina dice que no hay derechos hasta que los jueces dictan sentencias. La constitución, las leyes y las sentencias judiciales tienen una jerarquía plana. Por ello, todas las garantías constitucionales quedan relegadas a la voluntad de los jueces que son adiestrados por la misma academia de los Estados Unidos.


Estos casos serán tratados para su condena internacional por el Tribunal Ético para el que fui electo presidente el 24 de noviembre. Se van a analizar los casos de lawfare en América Latina, principalmente en Argentina, Brasil y Ecuador.

Ese tribunal ético lo integran además el jurista español Baltazar Garzón; Renata Ávila, abogada de Julian Assange; y Agnes Callamard, Relatora Especial de las Naciones Unidas para Ejecuciones Sumarias, entre otros.

La iniciativa es fruto del Common Action Forum (CAF), un vivero de proyectos progresistas radicado en Madrid, que cumple cinco años con el objetivo de vivificar la democracia y combatir los desafíos totalitaristas.

Espero que este tribunal ético emita su sentencia con la clarificación de lo que significa el lawfare y una enfática descalificación, para que se nulifique esta práctica brutal y deje de destruir la institucionalidad de los países.

+ Eduardo Barcesat - Abogado constitucionalista. UBA

lunes, 11 de noviembre de 2019

Golpe de Estado en Bolivia: la OEA, Washingon y el fascismo

 Stella Calloni - https://www.diariocontexto.com.ar/2019/11/11/golpe-de-estado-en-bolivia-la-oea-washingon-y-el-fascismo/
El golpe de Estado preparado desde hace tiempo contra el gobierno de Evo Morales se concretó en el mismo momento en que las Fuerzas Armadas bolivianas, que se habían mantenido en la pasividad a pesar de que debían defender la democracia y la Constitución del país, le «sugirieron» al presidente y su vicepresidente renunciar para la pacificación del país, lo que dejaba a la población atacada por los paramilitares del Comité Cívico y la Juventud Cruceñista, en completa orfandad.
Al plegarse al golpe, evidentemente de acuerdo con los mandatos de Washington, ni siquiera se comprometieron a proteger a la población de los criminales ataques de quienes toda la vida apoyaron las dictaduras y consideran a los pueblos originarios seres inferiores, con lo cual van a proseguir con los crímenes de lesa humanidad que ya han cometido en los últimos días.
En las últimas horas de ayer los jefes de las Fuerzas Armadas aparecieron por primera vez después de tantos días tumultuosos y con las rebeliones policiales diciendo «las Fuerzas Armadas, enmarcadas en la democracia y las leyes, garantizaremos la unión entre compatriotas, por lo que ratificamos que nunca nos enfrentaremos con el pueblo, a quien nos debemos y siempre velaremos por la paz, convivencia entre hermanos y el desarrollo de nuestra patria», como anunció el comandante de esa institución, Willams Kaliman.
A su lado estaba todo el alto mando. «Los actuales problemas generados en el ámbito político deben ser solucionados en el marco de los más altos intereses de la patria, antes de llegar a momentos irreversibles», dijeron poco después de una conferencia de prensa que ofreció el presidente Evo Morales para llamar al diálogo a los cuatro partidos que lograron representación legislativa en los comicios nacionales.
Pocos días antes, Estados Unidos urgió a Bolivia a respetar el voto de la ciudadanía so pena de «serias consecuencias». Lo dijo el miércoles el subsecretario interino de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, en una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. «Ellos deberían hacer eso y si no lo hacen nosotros les hemos dejado claro que van a haber serias consecuencias en sus relaciones con la región». Desde hace más de un mes ya habían amenazado con lo mismo.
Adelantando algo de su discurso de renuncia, Evo dijo en esos momentos: «Ya hemos soportado con mucha paciencia hasta ahora, ni la Policía ni las Fuerzas Armadas pueden mancharse con la sangre del pueblo boliviano. Para preservar la nueva Bolivia, la vida misma, la democracia, convoco al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales. Convoco con agenda abierta a debatir para pacificar Bolivia. Convoco a una reunión de manera urgente e inmediata».
Por entonces ya tenía conocimiento de que las criminales fuerzas de choque con que siempre han contado los golpistas en Bolivia estaban secuestrando a familiares de funcionarios, alcaldes, gobernadores, exigiéndoles las renuncias y quemando casas después de saquearlas.
También atacaron sedes de radios y televisión, sin que en ningún momento ni policías ni militares aparecieran en ayuda de las víctimas.
El presidente Evo Morales denunció también la utilización de la figura de Jesucristo y la Biblia por los que usaban la religión para maldecir, para discriminar y para «hacer odiar». «Oran para después gritar ‘Evo cabrón’», dijo en entrevista con Radio Panamericana.
«Quiero pedir a las Iglesias: usen la Biblia y a Jesucristo para pacificar, no recen para hacer odiar, no oren para discriminar. La Biblia, la religión, es reconciliación y bendición, no es maldición. ¿Qué clase de grupos tenemos?», dijo el mandatario.
«Yo soy admirador de Jesucristo. Jesucristo ha dado su vida por los pobres. Ahora [usan] la Biblia para someternos», sostuvo Morales.
Se refería sin duda a los evangélicos de las grandes Iglesias como la Universal o el Reino de Dios, que han actuado en Brasil, donde el presidente Jair Bolsonaro se fue a bautizar como evangélico a Israel, en el Río Jordán. Parece una historia bíblica al revés.
Estas Iglesias, que nada tienen que ver con los antiguos templos evangélicos, están entrando como caballos de Troya a nuestros países, y son las que han mantenido a la derecha más brutal contra Lula desde 1994 y apoyado el golpe contra la expresidenta Dilma Rousseff en 2016, y ahora a Bolsonaro, siendo los mayores propagandistas contra el recién liberado expresidente de Brasil.
En Argentina, cuando fue derrotado en las primarias de agosto pasado, Mauricio Macri, quien deja un país arrasado con territorios entregados, recurrió a reunirse con los pastores evangélicos de estas Iglesias que lo ayudaron a repartir miles de dólares y a comprometerse en llevar a sus seguidores a su campaña política y a votar masivamente por él.
Hay que tener en claro que el respeto a los cultos religiosos es constitucional, pero en este caso los poderosos grupos que se llaman asimismo evangélicos están trabajando para los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel, como ya se ha denunciado en países europeos.
Evo también señaló a ex miembros de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y a exdefensores que participan en las movilizaciones de estar «junto a racistas y fascistas. No entiendo. Soy muy sincero. Están con la gente que ostenta poder económico y no con la gente humilde».
Morales habló junto a Álvaro García Linera para explicarle al pueblo las razones de su renuncia, evidentemente asombrado por el comportamiento de algunos sectores. Podrá o no comprenderse desde fuera esta decisión, pero si hay alguien que conoce la capacidad de violencia y crueldad contra su pueblo, de los que con una Biblia en la mano están a la cabezas de los criminales ataques, es Evo Morales, tantas veces víctima.
Incluso esta tarde de domingo contra la Embajada de Venezuela, donde actuaron con extrema violencia, o de la complicidad de los medios de comunicación en los crímenes de lesa humanidad cometidos tanto en Bolivia como en América Latina, ya sea mintiendo, desinformando o haciendo silencio ante el horror.
Los logros del gobierno de Evo quedarán para siempre en la memoria de su pueblo y de América Latina. Fue el mejor tiempo vivido en la historia de ese país, sin duda alguna, haciendo exactamente lo contrario de los planes del terrorismo genocida que impone el neoliberalismo en nuestros pueblos. Ahora la OEA deberá responder por qué estando presente en Bolivia viendo la violencia de los opositores y del golpismo no hizo absolutamente nada para proteger a la población indefensa, después de haber abierto la puerta a los golpistas.