(*) Delegada regional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
jueves, 28 de octubre de 2010
Bisagra en la política de DD.HH.
(*) Delegada regional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Del cuadro de Videla a los juicios
“Fue el primer presidente en escucharnos y en hacerse eco de nuestros reclamos de siempre”, dijo Verónica Castelli, de HIJOS. “Promovió reformas profundas”, señaló el CELS. Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora, aseguró que siente “un dolor muy grande”.
La profunda tristeza no cambió, pero después de los primeros momentos los organismos de derechos humanos pasaron del shock a moverse a la Plaza del Congreso o difundir precisos comunicados de apoyo a la presidenta Cristina Fernández. Néstor Kirchner aparece allí como el primer presidente que hizo de la política de derechos humanos una política de Estado. El hombre, como recordaron las Madres, que se asumió desde el primer día como hijo de las Madres de Plaza de Mayo. “¡Es espantoso, qué querés que te diga!”, dijo Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora. “Es de los cincuentones, que es la edad que tendrían nuestros hijos hoy en día, y es un dolor muy grande, y la pucha si sabremos las madres de qué se trata el dolor, pero sabemos reponernos para poder estar fuerte y acompañarla a Cristina, a nuestra querida Presidenta.”
miércoles, 27 de octubre de 2010
Néstor Kirchner puso de pie a la Argentina
Y esas mismas palabras pueden repetirse hoy ante la pérdida irreparable que significa la muerte de Néstor Kirchner. Expresan el dolor que sentimos todos aquellos que luchamos por el bienestar de nuestro Pueblo, por una Patria Justa, Libre y Soberana. Lucha que tendrá, a partir de ahora, nuestros esfuerzos redoblados en el acompañamiento al proyecto nacional y popular que encabeza nuestra presidenta Cristina Fernández. Kirchner fue la expresión de un Pueblo cansado de la injusticia, decepcionado por la falta de respuesta de una democracia por la que tanto bregó. Un emergente de la rebelión popular que los días 20 y 21 de diciembre de 2001 ganó las calles para profundizar la democracia y no para derribarla. A partir del 25 mayo de 2003, día en que Néstor Kirchner asumió la Presidencia de la República, la Argentina se puso de pie. La economía se recuperó. El trabajo fue el motor de la nueva etapa. Los trabajadores recuperaron paulatinamente sus ingresos y la democracia se fortaleció de la mano de las paritarias y los convenios colectivos de trabajo. Con ellos, comenzó a recuperarse el consumo, la producción y la perspectiva de una vida mejor. También se recuperó soberanía. El Fondo Monetario Internacional dejó de dictar la política económica. La deuda externa de ser la piedra en el cuello que nos impedía respirar. Argentina volvió a mirar a su Pueblo, a sus hermanos de América Latina, a dejar atrás las oprobiosas relaciones carnales. La Unasur, de la que fue Secretario General hasta su muerte, fue la mayor expresión de unidad y emancipación de los pueblos liberados por San Martín, Bolívar y los patriotas DE LA PATRIA GRANDE. La Justicia, con mayúsculas, también fue un pilar de la reconstrucción nacional. El juicio y castigo a los responsables del terrorismo de Estado dejó la retórica para hacerse realidad. No hubo impunidad, tampoco discrecionalidad. La RENOVACION O DEPURACION (democratización) de la Corte Suprema de Justicia fue mucho más que la demostración de la independencia de poderes. Significa una garantía para todos los argentinos, incluso para quienes nos negaron durante años las garantías más elementales. Néstor Kirchner puso a la Argentina de pie. Y eligió hacerlo CON (desde) el Pueblo, desde las necesidades y aspiraciones de los más humildes. Esto le costó mucho. El ataque DE (a) las corporaciones, a quienes enfrentó. La injuria DE LOS GRUPOS MEDIATICOS (del poder mediático), de los dueños de los agronegocios, con quienes SE PLANTÓ (habló) de igual a igual. Sabía que ponía en riesgo su salud, sin embargo eligió seguir la lucha porque por sobre todas las cosas era un enorme militante. Y quiso el destinto que su gélida y entrañable tierra santacruceña fuera el lugar de su último latido. Quedó claro que no dejó sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada cuando le tocó presidir los destinos de la Patria. Néstor Kirchner inició el camino que hoy sigue su compañera y Presidenta Cristina. El camino que todos aquellos que abrazamos la causa por la justicia social, la independencia económica y la soberanía política tenemos la obligación de continuar. *Sergio Fernández Novoa, vicepresidente de Télam y presidente del Consejo Mundial de Agencia de Noticias |
martes, 26 de octubre de 2010
La gran estafa de un todopoderoso
lunes, 25 de octubre de 2010
La Unidad 9 abrió una puerta
En ese sentido, la causa de la Unidad 9 y la condena a los médicos no sólo echa luz sobre la participación civil sino que muestra también cómo una institución legal –qué otra cosa es una unidad penitenciaria– fue parte del sistema represivo ilegal. “La Unidad 9 entra dentro del aparato represivo a fines de 1976, cuando llega el general Sasiaiñ. Hasta ese momento había un director, había habido episodios pero muy aislados –dice Pérez Aznar–. Sasiaiñ venía de estar en Córdoba como general, donde en la UP 1 ya se venían aplicando las leyes de fuga. También en ese año se habían cometido las masacres de Margarita Belén y de Palomitas. Asimismo, Dupuy llega como una especie de enviado del Servicio Penitenciario Bonaerense para suscribir y aplicar este régimen en la Unidad 9. Ahí es donde entra esto que nosotros dijimos en el alegato: todo el tiempo se entraba y se salía de la legalidad a la clandestinidad”.
También quedó en evidencia que en las cárceles “legales” de la dictadura existió una persecución tendiente a la destrucción psicofísica y, en muchos casos, la muerte, de los presos políticos, lo cual extiende el universo represivo a las doce mil personas que, según cálculos extraoficiales, estaban en ellas. Una represión ilegal que además se extendió a los familiares de no pocos detenidos. Hay alrededor de 15 familiares desaparecidos de detenidos en la Unidad 9.
Por último, pero no menos importante, sacó a la luz pública a una nueva generación de actores jurídicos, con abogados que no superan los 40 años, dispuesta a investigar hasta las últimas consecuencias –y sin dejar de lado a ningún tipo de actores– los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Pérez Aznar supera en poco la edad de 30 años, Barbuto ronda los 40. El fiscal Hernán Schapiro, autor del brillante alegato final en la causa, tiene 38 años. Ellos, y muchos otros, tienen la firme convicción de que sólo hay Justicia si se investiga hasta las últimas consecuencias. Como dice Barbuto, mientras termina el último mate: “Para dar vuelta la página de un proceso histórico, ésta tiene que estar escrita. Si la doy vuelta en blanco, no doy vuelta nada. Estos procesos están escribiendo la historia, porque es muy importante que la verdad, si se trata de delitos, tenga fundamento en una sentencia jurídica. Es la única manera”.
domingo, 24 de octubre de 2010
Argentina: La Presidenta de la Nación encabezó un multitudinario acto en Chivilcoy
Anuncios durante el acto de 156º aniversario de la fundación de la ciudad
La Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner encabezó el multitudinario acto realizado ayer al mediodía en el centro de la ciudad por el 156º aniversario de la ciudad de Chivilcoy, en el que se anunció la pavimentación por etapas de todas las calles ubicadas entre la Primera y Segunda Circunvalación, la extensión de cloacas, la finalización del Barrio Federación, y la remodelación de la plaza 25 de Mayo.
Cristina Fernández de Kirchner asistió por segunda vez a Chivilcoy en su carácter de Presidente de la Nación, y cerró el acto con un emocionado discurso donde resaltó las distintas decisiones políticas adoptadas a partir del año 2003.
El acto se inició formalmente a las 12.30, minutos después del arribo de Cristina Kirchner a Chivilcoy, y tuvo además la presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, el ministro del Interior Cdor. Florencio Randazzo, el ex presidente y secretario general de la Unasur, Néstor Kirchner, el ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Dr. Ariel Franetovich, el jefe de la SIDE, Héctor 'Chango' Icazuriaga, y un importante número de funcionarios nacionales, provinciales e intendente de la región.
Asistencia al acto Según las estimaciones realizadas por la Jefatura Departamental de Mercedes, de la Policía de la provincia de Buenos Aires, unas 22 mil personas habrían asistido al acto. Así lo dio a conocer a este medio el jefe de la Policía Comunal de Chivilcoy, comisario inspector Juan Carlos Agüero, aunque otras versiones hablan de un número cercano a las 15 mil.
Hubo también numerosas delegaciones escolares, representantes de los establecimientos educativos del distrito en todos sus niveles, que se ubicaron casi en su totalidad en el sector del atrio de la Iglesia Mayor. Más allá de las cifras, miles de chivilcoyanos se volcaron a las calles durante todo el día de ayer, desde muy temprano, para participar no solo del acto oficial sino también para ver pasar a la Presidenta de la Nación en su recorrido desde el Polideportivo, su paso por la firma Martelletti Hnos. hasta el centro de la ciudad, y disfrutar de las innumerables propuestas protocolares, deportivas y artísticas que se desarrollaron en la plaza 25 de Mayo.
El arribo de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó a Chivilcoy en el helicóptero presidencial, junto al ministro del Interior Florencio Randazzo, a las 12.20 aproximadamente.
Aterrizó en el Polideportivo Municipal donde ya la estaba aguardando el gobernador Daniel Scioli, y los funcionarios provinciales y municipales, encabezados por Aníbal Pittelli, Ariel Franetovich y la diputada provincial Graciela Rolandi. En el Polideportivo se habían dado cita cientos de vecinos que fueron a saludar a la Presidenta, que salió rumbo a la fábrica de Martelletti Hnos.
En el trayecto, que realizó en una combi casi a paso de hombre, asomada a la ventanilla, fue saludando a cada uno de las personas, de todas las edades, que hicieron una especie de cordón humano en todo su recorrido. Luego ingresó a la planta molinera, donde procedió a la inauguración de una fábrica de fideos finos, cuya producción estará destinada, en gran parte, a la exportación, y luego se encaminó hacia el centro de la ciudad donde la aguardaban miles de personas frente al palco oficial armado sobre la primera cuadra de la calle 9 de Julio.
Acompañada por Néstor Kirchner, Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Aníbal Pittelli, Ariel Franetovich y Héctor Icazuriaga, la Presidenta saludó a los asistentes al acto desde el palco y luego se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, que además, fue interpretada en el lenguaje de señas para sordos por dos alumnos de la Escuela Normal.
Posteriormente, se procedió a la entrega de regalos a la Presidenta y al gobernador Daniel Scioli, y luego se proyectó un video institucional en el que se pudieron observar a varios vecinos de Chivilcoy agradeciendo por las distintas políticas adoptadas por el gobierno nacional, en materia de jubilaciones, Asignación Universal por Hijo, planes de viviendas, cooperativas de trabajo, matrimonio igualitario, Derechos Humanos, entre otras.
sábado, 23 de octubre de 2010
miércoles, 20 de octubre de 2010
Argentina - Petróleo y misiles en el Atlántico Sur: Una provocación a la inglesa
martes, 19 de octubre de 2010
Lesa Humanidad - Unidad 9: Una condena al pasado y al presente
Por Oscar Rodríguez (*) - http://www.revista2010.com.ar/noticia.php?id=110
domingo, 17 de octubre de 2010
Francia, ¿de vuelta a Mayo del 68?
sábado, 16 de octubre de 2010
Una historia del miedo
Juan Manuel de Rosas utilizó el miedo como instrumento de disciplinamiento social, y no incluyó ninguna forma de disidencia legítima en el sistema político. La construcción de la clase dominante (estancieros capitalistas) y de la clase dominada (proletarios rurales) se materializó mediante una estancia militarizada que transformaba gauchos en peones.
En El matadero, relato fundante de Esteban Echeverría, se da cuenta de la naturalización de ese miedo, vinculando oposición política con el trato que se dispensa a una vaca, lo que impide distinguir opositor de vaca, y estancia de Estado. Rehaciendo la clásica fórmula de Sarmiento, diremos: civilización y barbarie. La civilización capitalista en esta construcción nacional admitía, admite ¿nuevas? formas de barbarie
La derrota de Rosas produjo, en Buenos Aires, otra clase de miedo colectivo: miedo al saqueo por parte de las montoneras. El odio de Buenos Aires a Rosas está vinculado a esta doble impronta: odio por el desvalimiento frente a la amenaza federal, y odio por los instrumentos con que confiscó políticamente a las clases ilustradas. Y ese último miedo, tolerarlo, no fue suficiente para evitar el primero, y por tanto potenció el odio.
Recordemos. La nación se funda mediante una triple masacre: de las montoneras federales, del pueblo paraguayo –Guerra de la Triple Alianza–, de los pueblos originarios –Campaña del Desierto–. Ese título anticipa el exterminio, la Patagonia se vuelve “desierto” tras la desaparición de los pueblos originarios. Entonces la consigna de Juan Bautista Alberdi (“gobernar es poblar”, con blancos europeos) modifica el paisaje humano del rosismo. Y bastó que los inmigrantes, mayoría de la fuerza de trabajo en la ciudad y en el campo, iniciaran luchas por mejorar las condiciones de existencia, para que la valoración del inmigrante mudara.
En 1902 el general Roca, vinculado a la triple masacre, envió al Senado un proyecto de ley: la 4.144; los extranjeros indeseables podían ser expulsados sin intervención judicial. Era una política terrorista de estancieros ante la “cuestión social”: política rosista parlante, la de Rosas era muda, en las condiciones formales de la Constitución del 53.
La lucha por democratizar la sociedad provenía de la vieja tradición criolla, federal, que por cierto no incluyó ninguna clase de debate. Los levantamientos armados radicales tampoco; amenazaban, eso si, con arrastrar a los trabajadores extranjeros junto al criollaje, como sucedió en México. En ese espejo se miró la oligarquía pampeana. Por eso, Roque Sáenz Peña promueve en 1912 el voto secreto según padrón militar. Ese giro descomprime, introduciendo un pliegue parlamentario que fractura el campo popular: peones criollos, de trabajadores extranjeros. La confluencia rechazada por el socialismo, y defendida por Federico Engels y Germán Ave Lallemant, había sido bloqueada.
Leopoldo Lugones, profeta del miedo programático, pronuncia en el Odeón sus conferencias sobre el Martín Fierro. Corría el año 13. Lugones propone otra lectura de un poema popular sin prestigio académico; la experiencia de un gaucho fortinero pasa a esencia ontológica del ser nacional. Y en lugar de facilitar una transmisión compartida, debatida, establece un acto de guerra semiótica que violenta la tradición oral, y desvaloriza la experiencia de los lectores. Es la 4.144 de la literatura.
La “Semana trágica” de enero del 19, con centenares de muertos obreros y un pogrom en Capital Federal, fue el primer capítulo de la nueva pedagogía. El segundo se desarrolló en el “desierto” repoblado con peones chilenos, entre 1921 y 1923. Y cuando estalla la crisis del 30, el comisario Lugones, hijo del poeta y padre de Pirí, inventa la picana eléctrica. La hora de la espada brilla en las mazmorras de la Sección Especial de la calle General Urquiza.
Entre 1930 y 1946 todos los obreros, con prescindencia de su nacionalidad, son extranjeros. La jornada histórica del 17 de octubre modifica el temario legítimo de la política nacional. La clase obrera luchó y obtuvo su derecho a ingresar a los entreveros de la república parlamentaria; con un añadido, logró que ese fuera el corazón del debate político nacional. Era la primera vez.
El discurso opositor subrayó que el gobierno no respetaba las libertades públicas. No se trata de negar lo obvio. La novedad pasaba por el nombre y apellido de las víctimas. Victoria Ocampo y la madre de Jorge Luis Borges fueron a parar a la cárcel del Buen Pastor, en lugar de los consabidos dirigentes obreros. Para restablecer el “orden natural” se levanta la Marina, en junio del 55. Querían asesinar al presidente, para eso bombardearon la Casa Rosada. El magnicidio reemplazaría el golpe de Estado, la intentona fracasó. Aun así, cuando la dirección ya estaba presa, un último bombardeo masacró a cientos de civiles sin ningún objetivo militar. Una matanza sustitutiva, pedagógica. La voluntad de aterrar infiriendo daños irreparables tenía por objeto frenar a todos los vacilantes. El golpe de septiembre transformó a la mayoría militar del gobierno en minoría política intelectualmente desarmada, con el auxilio dinámico de la Iglesia Católica. El terror como política sistémica había regresado.
En 1956, un general se levanta en armas en defensa de los derechos conculcados. Fracasa y el general Valle es fusilado pese a la promesa empeñada por sus camaradas. Un general puede pensar lo que le plazca, pero si actúa como piensa no puede ser peronista, integrar ese ejército, y seguir vivo.
Las alquimias electorales, por la proscripción del peronismo, desgastaron el orden político de los partidos de la Libertadora. En el ínterin hubo que repensar todo. Y en medio de ese debate el liberalismo pierde, por primera y única vez, la hegemonía cultural. Era una novedad de bulto. Las FF.AA. tuvieron que hacerse cargo de la suma del poder en 1966. Un autócrata católico las condujo al desastre. El general Onganía no sólo remedó el sainete de liberales y nacionalistas, sino que sufrió las puebladas que lo derrocaron; y quedó claro, ese gobierno soportaba un creciente aislamiento social, político y cultural.
Proscribir al peronismo facilitó el corrimiento de un segmento de los trabajadores hacia la izquierda radicalizada, y Cordobazo mediante surgió otra mayoría, la nueva alianza plebeya. Por primera vez en décadas las capas medias y una fracción de los trabajadores confluían. La vieja tradición federal del entrevero, tras el triunfo de la Revolución Cubana, produjo dos cosas: otro horizonte político, el socialismo, y las organizaciones armadas.
Ni el general Perón pudo imponer sus términos (fracaso en impulsar la desobediencia civil, en 1972, para derrocar al general Lanusse), ni la Libertadora pudo evitar el ingreso del peronismo a la nueva legalidad democrática. Era un empate terrible, es decir, un conflicto sin solución parlamentaria.
Tras la victoria electoral del doctor Cámpora, el general herbívoro regresó. Dos millones de ciudadanos se movilizaron, el 20 de junio, para recibirlo. Era el debate nacional mas importante de toda la historia argentina. Perón no se postuló para jefe de una revolución democrática a la cubana, ese y no otro fue el contenido del castrismo en enero del 59, sino como resultante de un amplio consenso que incluía la vieja clase dominante. Sus términos modificaban la estructura de poder, deshacían el viejo orden, que impulsado por la dinámica de Ezeiza, se volvía inaceptable para el establishment. Era el pórtico de una guerra civil. En ese choque descarrila el tercer peronismo, y la muerte del jefe cambia la naturaleza del diferendo. María Estela Martínez de Perón, la viuda, estructura el nuevo orden: la represión a la guerrilla (Operativo Independencia) y el Plan Rodrigo. Es decir, el programa de Martínez de Hoz en grageas homeopáticas.
El 24 de marzo de 1976 no se produjo tan sólo un golpe de Estado. Una dictadura burguesa unificada queda conformada, todos los segmentos del arco parlamentario se referencian en el gobierno militar. Y el que pusiera en entredicho esa política no podía ser otra cosa que un opositor imposible de distinguir, en la teología del Proceso, de un delincuente subversivo. El matadero de Echeverria volvía a dar cuenta de la política nacional. Otra vez estancia y Estado se volvían una sola cosa.
De la lectura de la proclama del 24 de marzo surge que no se tolerara ninguna forma de oposición. En el anteúltimo párrafo del texto se lee: “La conducción del proceso se ejercitará con absoluta firmeza y vocación de servicio. A partir de este momento, la responsabilidad asumida impone el ejercicio severo de la autoridad para erradicar definitivamente los vicios que afectan al país. Por ello, al par que continuará combatiendo sin tregua a la delincuencia subversiva abierta o encubierta y se desterrará toda demagogia, no se tolerará la corrupción o la venalidad bajo ninguna forma o circunstancia, ni tampoco cualquier transgresión a la ley u oposición al proceso de reparación que se inicia”.
Retomemos el hilo. El debate es una necesidad de la derrota, no de los derrotados, para construir un orden democrático. En 1983 no se descongela el 76, sólo se eliden los problemas. Los juicios a las Juntas Militares se pasaron por TV sin audio. Un juicio mudo. La democracia se redujo a evitar el golpe de Estado. Y la impunidad legalmente garantizada funcionó hasta el estallido del 2001. Dicho sin cortapisas: debate democrático e impunidad se excluyen. Sólo al restablecerse la relación entre los delitos y las penas el debate deja de ser una parodia. Con la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, la sociedad argentina recupera la posibilidad de prácticas democráticas. La debilidad de esa tradición es tan grande, que cuando el movimiento popular impulsa la acción crítica, con las limitaciones conocidas, la sociedad reduce el ruido de las diferencias a violencia discursiva. Por eso, responsabilizar al actual gobierno de una tradición tan extendida como nefasta, violenta todo análisis, e impide entender el impiadoso ciclo de la historia nacional.