jueves, 7 de octubre de 2010

Argentina: presionar, desinformar y otras armas del Poder

Eduardo Pérsico - http://www.telesurtv.net/noticias/opinion/2213/en-argentina-presionar-desinformar-y-otras-armas-del-poder/


La encumbrada Corte Suprema no asumió la objetividad, adecuación y oportunidad que demandan las resoluciones, según exige este caso agobiante y particular como la Ley de Servicios Audiovisuales. Una imprescindible legislación que fuera votada a favor de su aplicación por el Congreso Nacional en diciembre del 2009, ideal para proyectar un país más inclusivo y serio no sólo en lo cultural, y hace un año la posterga un aluvión de interpelaciones, amparos y "desinversiones".


Cada vez que al Poder lo contradice la realidad que puede imponer cualquier gobierno más o menos progresista en América Latina, se hace evidente el juego desestabilizador de los medios de comunicación regionales. Eso lo hicieron cruelmente al derrocar al presidente Zelaya en Honduras, el Golpe de Estado de la última semana contra el presidente Rafael Correa en Ecuador, y menos advertidos los manejos informativos del diario O'Globo en Brasil, durante las elecciones donde hasta última instancia ubicó al candidato Serra que perdiera por catorce puntos porcentuales en el recuento final y opositor al gobierno de Lula con su candidata Dilma, favorita en todas las encuestas menos en las de ese diario.


Semejante manipulación ya resulta institucional en los diarios y cadenas televisivas de las corporaciones informativas, donde pareciera que la convicción de los redactores de estar condicionando la realidad los libera de toda culpa. Algo más bien para psicoanalista sin entrar en ética ni moral -que entre ellos queda al margen-, acaso porque mientras el gentío común no descubra este juego sobre su propia realidad, ha de seguir la fiesta.

La atrocidad descargada por militares, religiosos y banqueros en la región, en muchísimos casos debería avergonzar a los escribas y noticieros de Clarín y La Nación en Argentina al menos, que mienten de frente como si la verdad histórica estuviera en sus editoriales llenas de aire irracional. El ataque al encuentro entre personas en una manifestación, por ejemplo, aterra a todos los comunicadores porque vislumbran en esa actitud la fuerza que suplantará a esta contradicción de un sistema decadente y exangüe.

No es para tanto, señores, pero cualquier pueblada en las informaciones son vistas como batalla sangrienta y decisiva, según vimos con la sanción de una ley de medios y el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo; dos guerras santas entre los argentinos. Y en ese tipo de acomodamientos y conflictos sociales, dijeron estos días Beinusz Schmuckler, tratadista en Derecho y ex integrante del Consejo de la Magistratura, y Mariano Ciafardini, actual Director Nacional de Política Criminal, ''el Poder Judicial desempeña el mismo papel de las Fuerzas Armadas en otra época: son el reaseguro del establishment''.

Y lo afirmaron en tanto el cargo de los jueces es permanente mientras no caigan en mal desempeño, agregando los dos por hondo conocimiento de la actividad que los jueces son funcionarios no elegidos en un Estado democrático; un dogma que en parte garantiza la imposibilidad de cambiar el sistema de una corporación donde la inmensa mayoría que la integran ya vienen de una familia judicial. Y que la 'homogeneidad entre los jueces es una cuestión ideológica y de clase, más allá de la cosa corporativa'; algo que en ciertas instancias preocupantes como la actual no es poco, decimos nosotros.

Y como la contienda entre las autoridades legalmente constituidas y los grupos de interés informativo ya inunda los juzgados: última ratio de los pícaros y privilegiados al ser contradecidos; también aquí la encumbrada Corte Suprema no asumió la objetividad, adecuación y oportunidad que demandan las resoluciones, según exige este caso agobiante y particular como la Ley de Servicios Audiovisuales. Una imprescindible legislación que fuera votada a favor de su aplicación por el Congreso Nacional en diciembre del 2009, ideal para proyectar un país más inclusivo y serio no sólo en lo cultural, y hace un año la posterga un aluvión de interpelaciones, amparos y ''desinversiones'' -vocablo quizá algo procaz- que despliegan en los tribunales de todo el país los notorios juristas del grupo Clarín, ese mismo monopolio mediático en diarios y televisión que por de 1976 en adelante se asumiera socio, encubridor y cómplice de la dictadura más siniestra de la historia argentina.

Y aunque por ahora se juzguen y encarcelen casi exclusivamente a los asesinos de uniforme, los procesos seguirán adelante y seamos optimistas...

Pero bien, al definirse sobre cómo y cuándo instrumentar de una vez por todas la ley de medios que nos ocupa y así neutralizar las infinitas conspiraciones tribunalicias y otra índole, los siete integrantes de la Corte Suprema de la más prestigiosa que tuviera Argentina durante décadas, bien digamos, en esta vez y rebuscando plañideros renglones, argucias sintácticas y galimatías verbales propias del gremio, 'su Señoría' volvió a indicarnos del modo más abstruso posible que ''el Poder tiene razón, señoras y señores''.

Por supuesto, esquivando por tanta elegancia natural agregar el tanguero versito ''siga el mundo como está, que está hecho a la medida'', y así el sistema judicial igual que el patriotismo seguirá funcionando como el último recurso de los pícaros.

Mientras. nosotros, cuarenta millones de argentinos, no sabemos de quién son hijos las dos personas hoy mayores de las que hace treinta años se apropiara la dueña del Grupo Clarín; apropiación de niños, gravísimo delito; con qué mecanismo jurídico pasó a ellos y al diario La Nación la propiedad de Papel Prensa, y por qué Clarín no cumple con la ley de contratos laborales al no autorizar y expulsar las comisiones internas de trabajadores en en el diario, algo más o menos medieval, y la impunidad desde el Poder al presionar mafiosamente 'con sus tapas' a quien sea.

Un Poder del que se jactan desde sus notables ejecutivos a los transitorios sonreidotes que frecuentan sus cámaras; y aunque por ahora por los imprescriptibles crímenes de lesa humanidad se juzgan y encarcelan casi exclusivamente a reos de uniforme, seamos optimistas porque los procesos siguen adelante.

* Escritor - www.eduardopersico.blogspot.com.



miércoles, 6 de octubre de 2010

"EL PLAN CÓNDOR SIGUE VIGENTE E IMPULSADO POR E.U. PARA MANTERNER EL PENSAMIENTO ÚNICO"

POR MARÍA ELENA VACA - http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/ediciones49/nota8.htm

El paraguayo Martín Almada, Premio Nobel Alternativo de la Paz, cuenta cómo se consolidó la represión y asegura que este plan criminal aún continúa, impulsado por Washington para controlar a los pueblos de América Latina.

En 1975, una ola de persecución política y militar a escritores, estudiantes y religiosos puso en zozobra a la población en Paraguay, en donde cerca de 100.000 personas fueron secuestradas y torturadas.

A este proyecto, años más tarde se lo conoció como el Plan Cóndor, principal instrumento de persecución y muerte que usaron los dictadores militares en el Cono Sur (Argentina, Chile y Paraguay) para amedrentar a los intelectuales de la época.

Almada fue el descubridor de los archivos secretos del Plan Cóndor, razón por la cual se le otorgó el premio Nobel Alternativo de la Paz. En esta entrevista cuenta sus odiseas en las cárceles paraguayas, en donde fue torturado alrededor de tres años y medio. Nació el 30 de enero de 1937 en Puerto Sastre, en Paraguay. Estudió Pedagogía en la Universidad Nacional de Asunción y obtuvo su licenciatura en 1963. Fundó con su esposa, la profesora Celestina Pérez de Almada, el Instituto Juan Bautista Alberdi, en San Lorenzo. En 1972 obtuvo una beca en la Universidad de La Plata, para seguir un doctorado en educación, allí fue apresado.

Han pasado 35 años desde la consolidación del Plan Cóndor en los países del Cono 
Sur. ¿Qué le motiva seguir adelante con estas investigaciones?

Es la primera vez que me hacen la pregunta, sensata, pues, según la prensa es algo que ya pasó y ya. Pero yo puedo asegurar que el cóndor sigue volando en Latinoamérica; tiene otra estrategia, pero el objetivo es el mismo.

¿Cuál es la estrategia ahora?

El objetivo es el mismo, en el Cóndor 1 había varias cabezas visibles: Henry Kissinger, Secretario de Estado norteamericano, en Washington; Augusto Pinochet, en Chile; Videla, en Argentina; Banser, en Bolivia. El trabajo era limpiar el ejército, la sociedad civil comunista y eso dejó más de 100.000 víctimas. Esas víctimas del Cóndor 1 fueron dirigentes de la clase obrera, artistas, estudiantes, religiosos, dirigentes campesinos. La clase pensante se pintó de sangre, se tronchó un proceso en donde la clase intelectual fue eliminada. El Cóndor 2, en cambio, se dirige desde los EE.UU. a través de la Conferencia de Ejército Americano. El objetivo es el mismo, es decir, mantener el pensamiento único. El objetivo es de explotación, no quieren que sigamos creciendo.

¿Cómo ese plan puede convertirse en un ejemplo para evitar abusos sobre los derechos humanos en países de la región?

EE.UU. sigue creando terroristas. Obama duplicó el presupuesto militar para el control. Yo me enteré del Cóndor 2 porque encontré un documento secreto militar, en donde un coronel de Paraguay le escribió a un coronel ecuatoriano, en 1997, y le dijo: "aquí le mando la lista de los subversivos paraguayos para que usted haga la lista de los de América Latina". Es decir, que no es algo que ya pasó; el proceso continúa.

¿Cuál sería entonces la participación de Ecuador?

El documento secreto es la prueba que tenemos, estamos siguiendo la pista del proceso. A través de la justicia paraguaya se le pidió al coronel paraguayo que declare.

¿Lo hizo?

Sí, pero ese coronel se asustó bastante. Dijo que en 1995 en Bariloche se reunió Menem con Pinochet, y en 1997 lo hicieron en Quito. Se reunieron todos los coroneles, inclusive participó un general prestigioso de su país, que hoy incluso ejerce la política. Se reunieron en el cuartel Salinas, y el general ecuatoriano los recibió a todos ellos.

¿Qué tanto se avanzó en esa reunión?

Tuvo dos objetivos esa reunión, lo hicieron bajo la consigna de demostrar que el ejército americano lucha por la democracia; pero lo que se ocultó es que los EE.UU. montarían bases militares en Colombia y Panamá, que hoy ya están ahí.

Pero, ¿ahora con la creación de Unasur y el Alba no se ha parado estas vinculaciones?

No, todo lo contrario, con el Alba y Unasur, si bien los pueblos se revelan, gracias a Cuba, Bolivia, Venezuela y Ecuador, y ya no somos un patio trasero de EE.UU., el Cóndor 2 se fortalece. Se firman convenios con Rusia y con China, que antes era impensable para EE.UU. A ellos les preocupa el estado democrático de América Latina, la democracia no se pone por la fuerza.

¿La creación del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre) no es una herramienta que ayudará a frenar la incursión de EE.UU. en Latinoamerica?

No, los EE.UU. no van a frenar nunca. Tienen una base que se llama el Destino Manifiesto, en el cual creen que están electos por Dios para imponer su sistema único; están locos. El Sucre ayuda, integra fuerzas, pero el Cóndor 2 no se debilita.

Entonces, cómo se puede llegar a debilitarlo?

Movilizando a los dormidos, a través de la educación.

¿De qué manera, el hecho de encontrar los archivos del Plan Cóndor, en 1992, le ayudó a consolidar una verdad que por muchos años estuvo al descubierto pero que jamás nadie se atrevió a revelarla?

Me llevó 15 años de investigación. A mí me echaron de Paraguay; las investigaciones las consolidé en París. Luego de 15 años me presenté a la justicia paraguaya y logramos rescatar una tonelada de documentos acerca de la historia de represión de Paraguay, desde 1929 a 1989. Allí perseguían anarquistas, comunistas, socialistas. Es la historia de la represión en Paraguay. Por otro lado, el hallazgo reflejó a la guerra fría entre Este y Oeste, en el Plan Cóndor hubo antecedentes nazis, inclusive hallamos negociado en la venta de armas.

¿Qué significó Alfredo Stroessner -en esa época presidente de Paraguay- en un país que estaba construyendo su democracia? ¿Los rezagos no se ven actualmente?

Sí, Stroessner se fue, pero dejó el método infernal. La segunda piel de Paraguay es el miedo, eso se instaló. Él tuvo como aliado a los EE.UU., quienes lo usaron y luego lo echaron. Ahora tenemos un gobierno progresista de Lugo, pero aún los rezagos siguen.

¿Se puede hablar de democracia en Paraguay?

No, lo que tenemos son elecciones cada cinco años, pero la infraestructura que se marcó en esa época, siguió.

En 1981 Ecuador vivió una época de represión similar, en el gobierno de León Febres Cordero. ¿Se podría decir que hubo alguna vinculación de Ecuador con el Plan Cóndor, ya desde esa época?

Salvo el documento que se halló en 1997, a Ecuador jamás se le vinculó con el Plan Cóndor; pero la CIA, en Washington, sí. Cada tiempo, esta entidad libera piezas documentales. Allí me enteré que Ecuador fue el último país que integró el Plan Cóndor. Usted mismo indicó cómo se manifestó el proceso.

¿Cuál fue el papel de la Comisión de la Verdad frente a estos hechos para impedir que se cometan nuevos abusos?

La Comisión de la Verdad nació como voluntad de algunos países. Alfonsín, presidente de Argentina, luego de la dictadura, lo instaló. En Paraguay fue el resultado de la presión popular. Se aprobó la ley, el gobierno liberó fondos, pero gracias a los gobiernos de Francia y Suiza se investigó. En el 2008 se entregaron informes, pero siempre siguió truncado por intereses de fiscales y defensores del pueblo. No hubo voluntad política.

¿Cómo avanza el proceso?

El descubrimiento permitió que se indemnice a las víctimas, hacer acciones internacionales. Aportamos con la detención de Pinochet.

¿Usted demandó particularmente a Stroessner, y tras su muerte, a su familia?

Sí, yo realice denuncias por la muerte de mi esposa y mi propia tortura. Soy abogado litigante, integrante del Comité Interamericano de Justicia. Al parecer alguien influyente en la justicia, pero no avanzo nada. Comencé el juicio en 1986, pero no hay ni un solo detenido, hasta ahora.

¿De qué manera marcó su vida el hecho de estar recluido por tres años y medio en una cárcel?

Mi vida cambió, yo antes de caer preso era una persona miedosa, no me comprometía mucho; pero estando adentro me destruyeron físicamente, pero salí fuerte.

¿Cómo era la vida en una de esas cárceles?

La vida no transcurre, estaba en un espacio sin tiempo. Permanecí tres años y medio, no más, pero estuve en una celda con gente que estuvo 10 y 15 años. Yo no era comunista, sólo escribí un libro sobre reformas a la educación, sólo buscaba cambiarla, y por eso me encerraron.

¿Cómo salió?

Hice 30 días de huelga de hambre. Las organizaciones de derechos humanos me apoyaron; fui extraditado de mi país.

¿Cómo falleció su esposa?

Fui interrogado por militares de Uruguay, Paraguay, Argentina, Brasil y presentado como Osama Bin Laden, en un tribunal de la inquisición, de la edad media. Me torturaron, arrancaron las uñas, me ponían energía en mis genitales y a mi esposa le llamaban y hacían escuchar; le mandaban mi ropa con sangre. Le dijeron que estaba muerto y le dio un infarto cardíaco.

- El Telégrafo, Guayaquil, Ecuador, septiembre 28 de 2010.

martes, 5 de octubre de 2010

LOS MIEDOS DE COMUNICACIÓN

POR VÍCTOR J. SANZ - http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/ediciones49/nota6.htm


"Que época tan terrible esta en que unos idiotas
conducen a unos ciegos". William Shakespeare.

Seguramente más de uno tenga que leer el título de nuevo. Dice así "los miedos de comunicación" y no "los medios de comunicación". Quienes estén acostumbrados a leer entre líneas, indistintamente de cómo esté escrita la frase, leerán siempre "los miedos de comunicación".

Hoy en día, resulta poco menos que imposible alcanzar a conocer la verdad a través de los "miedos de comunicación", ya no una "verdad" entera y verdadera, eso sería impensable además de peligroso para la salud, sino ni tan siquiera podemos aspirar a conocer una pequeña parte de ella. La verdad permanece (y permanecerá) oculta por los siglos de los siglos. Los "miedos de comunicación" se ocuparán de ello. Ya lo están haciendo, ya lo vienen haciendo, siempre ha sido así. La misión única de los "miedos de comunicación" es ensuciar, esconder, enterrar, dispersar, difuminar, mancillar, atropellar, deshonrar, ocultar, profanar, violar, vilipendiar, atropellar, contaminar, desacreditar, ultrajar, distorsionar, tergiversar, hollar, degradar, corromper, quebrantar, envilecer, descomponer, pudrir, pervertir, degenerar, deteriorar, desbaratar, arruinar, desfigurar, mutilar (y otros cincuenta y tantos sinónimos más) la VERDAD. La verdad les asusta, la verdad les preocupa, la verdad les descubre. A través de los "miedos de comunicación", los que manejan los hilos de la marioneta nos colocan ante los ojos las "realidades" que "debemos" conocer, las "realidades" que beneficia a sus intereses que conozcamos.

Siempre hay un huequito en los "informativos" para "informarnos" de los gramos de peso que ha perdido la supermodelo de moda, y para presentarnos la última paranoia de un artista conceptual que nos vende una exposición cuyo tema principal es el "espacio"; naturalmente la exposición es una sucesión de espacios vacíos. Y, por supuesto, siempre hay un hueco para informarnos de la marcha de las bolsas de valores de las principales ciudades del mundo, tal y como ordena Al-Qaeda de Wall Street. Digo yo, ¿a qué porcentaje de la población le puede interesar directamente las noticias relacionadas con las bolsas de valores?, pues más o menos al mismo porcentaje que le interesa la noticia del peso de la supermodelo o el tic paranoide del artista conceptual. No será más bien que este espacio económico de los informativos es un canal, un vial, para introducirnos en vena el miedo con que necesitan que vivamos. Cada vez que oigo que tal empresa ha perdido no se cuántos enteros, me parece escuchar inmediatamente después: "y alguien tiene que pagarlo" y me miran a mí, a nosotros. Cada vez que oigo que en tal país la bolsa ha perdido no se cuántos puntos, me parece escuchar a continuación: "y después va tu país", y aún más "y alguien tendrá que pagarlo", y me miran a mí, a nosotros.

Los "miedos de comunicación" han querido equiparar a la mentira con la verdad. Cuando se dice "verdad", se dice que es única, y se dice que nadie la puede conocer en su totalidad ni a ella ni su origen. Hoy, los "miedos de comunicación" pretenden equiparar una cosa con la otra, buscando la unicidad de la mentira, cada "miedo de comunicación" (cada tv, cada radio, cada periódico), escupe invariablemente la misma mentira, pretendiendo hacerle ver al ciudadano que la ubicuidad de una mentira la convierte en realidad. Asimismo, los "miedos de comunicación" se ocupan, y mucho, de que no pueda conocerse toda la "mentira", y mucho menos su origen, esto es lo más importante, su origen, o lo que es lo mismo, el otro extremo del hilo de la marioneta "mass media". Si los "miedos de comunicación" ocultan pequeños detalles de cada mentira que disparan contra nosotros, el ciudadano se entretendrá en hacer gala de su sagacidad fijándose en ellos, o en su falta; pero será una investigación fútil, cuando no completamente inútil desde el punto de vista práctico, ya que esto le consumirá el poco tiempo que una noticia suele tener de protagonismo y no será capaz de darse cuenta, nunca, de si le están engañando o no.

Ellos, los "miedos de comunicación", están en posesión de la "mentira" y la disparan contra nosotros como si fueran misiles tierra-inteligencia. Que cada cuál despierte cuanto antes y avive su inteligencia, no nos dejemos engañar. Yo lo intento cada día y, por ejemplo, cada vez que la noticia dice "...el magnate del petróleo llegará a nuestro país..." entiendo "el mangante del petróleo llegará a nuestro país..." y, claro, me llevo la mano a la cartera inmediatamente. Quien esté acostumbrado a leer entrelíneas sabe a qué me refiero.

Puede que solo sea una impresión mía, pero creo que los "miedos de comunicación" deberían llevar un aviso del Ministerio de Sanidad que previniera acerca de lo perjudicial de su contenido. Como primera idea sugiero que los aparatos de televisión traigan de fábrica una pegatina llamativa de aviso: "No encienda la tele, tengo una mentira y no dudaré en usarla". O quizás: "Todo lo que vea y escuche a través de este aparato será utilizado en su contra".

domingo, 3 de octubre de 2010

Honduras retoma importancia después del intento de golpe de Estado en Ecuador

Mario Casasús.* - http://www.surysur.net/?q=node/14842


En Honduras están tratando llevar a la práctica una absolución y "democracia tutelada" igual que en Chile después del régimen de Pinochet; imponiendo una amnistía para los crímenes de lesa humanidad cometidos por los represores y para los imputados de sedición, cuando en realidad son las víctimas, por ejemplo, el caso de la profesora Agustina Flores —acusada de sedición y daños a la propiedad del Estado—; el Ministerio Público le pide a la profesora Agustina Flores que se declare culpable después de haber sido salvajemente golpeada, detenida sin razón alguna, frente a la Embajada de Brasil —el 22 de septiembre de 2009— y torturada en el Centro de Readaptación Femenina de Támara.

La amnistía es una imposición para las víctimas y un beneficio para los victimarios, así el régimen de Lobo dirá que aquí no pasó nada


La amnistía en Honduras para la cúpula militar, mandos medios y soldados rasos no tiene valor internacional, los represores hondureños copiaron el trabajo del dictador Pinochet en muchos sentidos, podemos recordar la creación de la figura del legislador vitalicio para Micheletti. El nombramiento de Micheletti es totalmente ilegal, como su presunta inmunidad diplomática.

En el "caso Pinochet", los abogados de Derechos Humanos lograron obtener la extradición, acusando al dictador de crímenes de lesa humanidad, a pesar de la Ley de Amnistía decretada por él mismo. Al tirano chileno no lo juzgó la Corte Interamericana de la OEA —que no tiene ninguna posibilidad de medidas coercitivas, mucho menos voluntad política—, tampoco fue  la Corte Internacional de La Haya, la querella se presentó ante la Audiencia Nacional de España, la parte acusadora fue la Fundación Presidente Salvador Allende (cofundada por el abogado español Juan Garcés).

Todos sabemos el resultado del "juicio del siglo", que bien pudo ser la condena perpetua para Pinochet, pero Londres no es Nüremberg y no sabíamos el papel que jugaría José Miguel Insulza.

El Juez Baltazar Garzón logró conseguir que la Cámara de los Lores en Inglaterra permitiera la extradición de Pinochet a Madrid –poco importaba que España era gobernada por el fascista de Aznar—. Aquí entra en escena José Miguel Insulza, entonces ministro de Relaciones Exteriores de Chile, durante el gobierno de Eduardo Frei; Insulza, otro político sin escrúpulos, interrumpió la petición de extradición apelando ‘razones humanitarias’, para un viejo asesino que nunca demostró un ápice de piedad. 

Insulza logró bloquear la extradición, con la promesa de que Pinochet sería juzgado en Chile, lo que nunca sucedió, y permitió que el dictador muriera tranquilamente en su cama, el 10 de diciembre de 2006, irónicamente el mismo día dedicado a los derechos humanos por las Naciones Unidas

Por eso Insulza fue elegido —otra vez— para rescatar a un dictador –ahora con el apellido Micheletti—, como Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) sólo sirvió para lavar la cara de los golpistas hondureños y blanquear la feroz represión y asesinatos selectivos. Después de la reciente misión de la OEA en Tegucigalpa, el mismísimo Insulza pidió una votación para admitir nuevamente al Estado de Honduras, sin dar tiempo de leer los resultados de la visita de los Embajadores in situ.

¿Cuándo vimos a los delegados de la OEA ir a verificar las denuncias de la militarización del Bajo Aguán o las violaciones de los derechos humanos cometidas por los asesinos a sueldo de Miguel Facussé en Zacate Grande?, ¿cuándo los funcionarios de la OEA verificaron las denuncias sobre la presencia de paramilitares colombianos y de los agentes del inteligencia yanquis e israelíes que están persiguiendo a los campesinos del Bajo Aguán?

Durante la famosa farsa del Diálogo de Guaymuras-San José, en presencia de la delegación de la OEA, los militares reprimieron brutalmente una manifestación pacífica del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), debajo de las ventanas del hotel donde tenía lugar la reunión y ¡ninguno de los delegados  de la OEA se molestó en mirar lo que estaba pasando afuera!

Al parecer Insulza tiene la misión de silenciar todo lo que ocurre en Honduras y dejar en la impunidad todos los crímenes de lesa humanidad cometidos por el duopolio Micheletti-Romeo Vázquez; igual que en el Caso Pinochet, Insulza siempre termina haciendo el trabajo sucio del imperialismo norteamericano

Precisamente por esta razón, ante la falta de observadores de la OEA, en el COFADEH invitamos a todos aquellos que tienen una conciencia honesta a conocer la situación real de Honduras, para seguir gritando la verdad, denunciando las violaciones de los derechos humanos y ayudar en la difusión del trabajo de la Comisión de Verdad —la constituida por la Plataforma de los Derechos Humanos—, para que se haga Justicia. Debemos crear redes de solidaridad para obtener el rechazo total al actual gobierno espurio del Lobo, que los diplomáticos de la dictadura hondureña no sean bienvenidos en UNASUR, ni en la OEA, mucho menos en la Cumbre Iberoamericana a realizarse en la Argentina, como ocurrió en la 65 Asamblea de la ONU.

No podemos permanecer en silencio frente a toda la violencia del terrorismo de Estado, el silencio nos haría cómplices del régimen de facto de Porfirio Lobo, el títere de la Base Palmerola de los Estados Unidos de Norteamérica en Honduras.

Todavía se puede revertir el golpe de Estado en Honduras mediante una Asamblea Nacional Constituyente, pero no con la propuesta de la dictadura de Lobo, sino con las ideas planteadas desde las organizaciones populares en Resistencia, la señora sociedad civil y el pueblo.

La noche del 30 de septiembre fuimos testigos del frustrado golpe de Estado en Ecuador, lo que vuelve a poner las cosas en su lugar: Honduras es el laboratorio de las nuevas modalidades de golpes de Estado, con elecciones, cerco mediático y aparato burocrático de ministerio de los derechos humanos, todo incluido; Honduras retoma importancia después del intento de golpe de Estado en Ecuador.

Con la asonada de la Policía Nacional de Ecuador y el secuestro que sufrió el Presidente Rafael Correa, recordamos las horas previas al 28 de junio de 2009 en Tegucigalpa y el secuestro-exilio del Presidente Zelaya con su respectiva escala en Palmerola.

Debemos estar atentos a los acontecimientos en Quito, fue un intento y nada (ni nadie) garantiza que no lo volverán a intentar –ni siquiera la OEA: Insulza al principio lo calificó de ‘indisciplina de algunos policías’, pero ahí se veía una orquestación perfecta y se percibía una atmósfera de ausencia de órdenes—. En Honduras lograron dar el golpe y sostenerlo gracias a la base militar de los Estados Unidos en Palmerola (Departamento de Comayagua); en Quito los norteamericanos no quitarán al Presidente Rafael Correa, no pasarán.

*Periodista.

Editorial leído el 2 de octubre, en el programa radiofónico: Voces contra el olvido, producido por el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH).
El autor es colaborador de la agencia de prensa especializada en Derechos Humanos 
Defensores en línea.

sábado, 2 de octubre de 2010

Nota sobre el frustrado golpe de estado en Ecuador

Atilio Boron - http://alainet.org/active/41300


1.       ¿Qué pasó ayer en Ecuador? 
 
Hubo una tentativa de golpe de estado. No fue, como dijeron varios medios en América Latina, una "crisis institucional", como si lo ocurrido hubiera sido un conflicto de jurisdicciones entre el Ejecutivo y el Legislativo sino una abierta insurrección de una rama del primero, la Policía Nacional, cuyos efectivos constituyen un pequeño ejército de 40.000 hombres, en contra del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Ecuador, que no es otro que su presidente legítimamente electo. Tampoco fue lo que dijo Arturo Valenzuela, Subsecretario de Estado de Asuntos Interamericanos, "un acto de indisciplina policial". ¿Caracterizaría de ese modo lo ocurrido si el equivalente de la Policía Nacional del Ecuador en EEUU hubiera vapuleado y agredido físicamente a Barack Obama, lesionándolo; lo hubiera secuestrado y mantenido en reclusión durante 12 horas en un hospital policial hasta que un comando especial del Ejército lo liberaba luego de un intenso tiroteo? Seguramente que no, pero como se trata de un mandatario latinoamericano lo que allá suena como intolerable aberración aquí aparece como una travesura de escolares.
 
En general todos los oligopolios mediáticos ofrecieron una versión distorsionada de lo ocurrido el día de ayer, evitando cuidadosamente hablar de tentativa de golpe de estado. En lugar de eso se referían a una "sublevación policial" lo cual, a todas luces, convierte los acontecimientos del Jueves en una anécdota relativamente insignificante. Es un viejo ardid de la derecha, siempre interesada en restar importancia a las tropelías que cometen sus partidarios y a magnificar los errores o problemas de sus adversarios. Por eso viene bien recordar las palabras pronunciadas este Viernes, en horas de la mañana, por el presidente Rafael Correa cuando caracterizó lo ocurrido como "conspiración" para perpetrar un "golpe de estado". Conspiración porque, como fue más que evidente en el día de ayer, hubo otros actores que manifestaron su apoyo al golpe en gestación : ¿no fueron acaso efectivos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana –y no de la Policía Nacional- los que se paralizaron al Aeropuerto Internacional de Quito y el pequeño aeródromo utilizado para vuelos provinciales? ¿Y no hubo grupos políticos que salieron a apoyar a los golpistas en calles y plazas? ¿No fue el propio abogado del ex presidente Lucio Gutiérrez uno de los energúmenos que trató de entrar por la fuerza a las instalaciones de la Televisión Nacional del Ecuador? ¿No dijo acaso el Alcalde de Guayaquil, y gran rival del presidente Correa, Jaime Nebot, que se trataba de un conflicto de poderes entre un personaje autoritario y despótico, Correa, y un sector de la policía, equivocado en su metodología pero a quien le asistía la razón en sus reclamos? Esta falsa equidistancia entre las partes en conflicto era una indirecta confesión de su complacencia ante los acontecimientos en curso y de su íntimo deseo de librarse de su -hasta ahora al menos- inexpugnable enemigo político. Para ni hablar de la lamentable involución del movimiento “indígena” Pachakutik, que en medio de la crisis hizo pública su convocatoria al “movimiento indígena, movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente Correa.” ¡Sorpresas te da la vida”, decía Pedro Navaja; pero no hay tal sorpresa cuando uno toma nota de los generosos aportes que la USAID y el National Endowment for Democracy han venido haciendo en los últimos años para “empoderar” a la ciudadanía ecuatoriana a través de sus partidos y movimientos sociales.
 
Conclusión: no fue un pequeño grupo aislado dentro de la policía quien intentó dar el golpe sino un conjunto de actores sociales y políticos al servicio de la oligarquía local y el imperialismo, que jamás le va a perdonar a Correa haber ordenado el desalojo de la base que Estados Unidos tenía en Manta, la auditoría de la deuda externa del Ecuador y su incorporación al ALBA, entre muchas otras causas. Incidentalmente, la policía ecuatoriana hace ya muchos años que, al igual que otras de la región, viene siendo instruida y adiestrada por su contraparte estadounidense. ¿Habrán incluido alguna clase de educación cívica, o sobre la necesaria subordinación de las fuerzas armadas y policiales al poder civil? No parece. Más bien, actualiza la necesidad de poner fin, sin más dilaciones, a la “cooperación” entre las fuerzas de seguridad de la mayoría de los países latinoamericanos y las de Estados Unidos. Ya se sabe que es lo que enseñan en esos cursos.
 
2.       ¿Por qué fracasó el golpe de estado? 
 
Básicamente por tres razones: en primer lugar, por la rápida y efectiva movilización de amplios sectores de la población ecuatoriana que, pese al peligro que existía, salió a ocupar calles y plazas para manifestar su apoyo al presidente Correa. Ocurrió lo que siempre debe ocurrir en casos como estos: la defensa del orden constitucional es efectiva en la medida en que es asumida directamente por el pueblo, actuando como protagonista y no como simple espectador de las luchas políticas de su tiempo. Sin esa presencia del pueblo en calles y plazas, cosa que había advertido Maquiavelo hace quinientos años, no hay república que resista los embates de los personeros del viejo orden. El entramado institucional por sí sólo es incapaz de garantizar la estabilidad del régimen democrático. Las fuerzas de la derecha son demasiado poderosas y dominan ese entramado desde hace siglos. Sólo la presencia activa, militante, del pueblo en las calles puede desbaratar los planes golpistas.
 
En segundo lugar, el golpe pudo ser detenido porque la movilización popular que se desarrolló con gran celeridad dentro del Ecuador fue acompañada por una rápida y contundente solidaridad internacional que se comenzó a efectivizar ni bien se tuvieron las primeras noticias del golpe y que, entre otras cosas, precipitó la muy oportuna convocatoria a una reunión urgente y extraordinaria de la UNASUR en Buenos Aires. El claro respaldo obtenido por Correa de los gobiernos sudamericanos y de varios europeos surtió efecto porque puso en evidencia que el futuro de los golpistas, en caso de que sus planes finalmente culminaran exitosamente, sería el ostracismo y el aislamiento político, económico e internacional. Se demostró, una vez más, que la UNASUR funciona y es eficaz, y la crisis pudo resolverse, como antes la de Bolivia, en 2008, sin la intervención de intereses ajenos a América del Sur.
 
Tercero, pero no último en importancia, por la valentía demostrada por el presidente Correa, que no dio brazo a torcer y que resistió a pie firme el acoso y la reclusión de que había sido objeto pese a que era más que evidente que su vida corría peligro y que, hasta último momento, cuando se retiraba del hospital, fue automóvil fue baleado con claras intenciones de poner fin a su vida. Correa demostró poseer el valor que se requiere para acometer con perspectivas de éxito las grandes empresas políticas. Si hubiese flaqueado, si se hubiera acobardado, o dejado entrever una voluntad de someterse al designio de sus captores otro habría sido el resultado. La combinación de estos tres factores: la movilización popular interna, la solidaridad internacional y la valentía del presidente terminó por producir el aislamiento de los sediciosos, debilitando su fuerza y facilitando la operación de rescate efectuada por el Ejército ecuatoriano.
  
3.       ¿Puede volver a ocurrir?
 
Sí, porque los fundamentos del golpismo tienen profundas raíces en las sociedades latinoamericanas y en la política exterior de Estados Unidos hacia esta parte del mundo. Si se repasa la historia reciente de nuestros países se comprueba que las tentativas golpistas tuvieron lugar en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Honduras (2009) y Ecuador (2010), es decir, en cuatro países caracterizados por ser el hogar de significativos procesos de transformación económica y social y, además, por estar integrados a la ALBA. Ningún gobierno de derecha fue perturbado por el golpismo, cuyo signo político oligárquico e imperialista es inocultable. Por eso el campeón mundial de la violación a los derechos humanos -Álvaro Uribe, con sus miles de desaparecidos, sus fosas comunes, sus “falsos positivos”- jamás tuvo que preocuparse por insurrecciones militares en su contra durante los ocho años de su mandato. Y es poco probable que los otros gobiernos de derecha que hay en la región vayan a ser víctimas de una tentativa golpista en los próximos años. De las cuatro que hubo desde el 2002 tres fracasaron y sólo una, la perpetrada en Honduras en contra de Mel Zelaya, fue coronada exitosamente. El dato significativo es que su ejecución fue sorpresiva, en el medio de la noche, lo cual impidió que la noticia fuese conocida hasta la mañana siguiente y el pueblo tuviera tiempo de salir a ganar calles y plazas. Cuando lo hizo ya era tarde porque Zelaya había sido desterrado. Además, en este caso la respuesta internacional fue lenta y tibia, careciendo de la necesaria rapidez y contundencia que se puso de manifiesto en el caso ecuatoriano. Lección a extraer: la rapidez de la reacción democrática y popular es esencial para desactivar la secuencia de acciones y procesos del golpismo, que rara vez es otra cosa que un entrelazamiento de iniciativas que, a falta de obstáculos que se interpongan en su camino, se refuerzan recíprocamente. Si la respuesta popular no surge de inmediato el proceso se retroalimenta, y cuando se lo quiere parar ya es demasiado tarde. Y lo mismo cabe decir de la solidaridad internacional, que para ser efectiva tiene que ser inmediata e intransigente en su defensa del orden político imperante. Afortunadamente estas condiciones se dieron en el caso ecuatoriano, y por eso la tentativa golpista fracasó. Pero no hay que hacerse ilusiones: la oligarquía y el imperialismo volverán a intentar, tal vez por otras vías, derribar a los gobiernos que no se doblegan ante sus intereses.
 
 
- Dr. Atilio A. Boron, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires, Argentina  www.centrocultural.coop/pled -  http://www.atilioboron.com

viernes, 1 de octubre de 2010

España va mal


Se acabó la paz social. La huelga general del pasado 29 de septiembre contra la reforma laboral decidida por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero constituye la apertura de una temporada social probablemente agitada. 

El Gobierno ha prometido presentar al Congreso, antes de final de año, un nuevo proyecto de ley que pretende elevar de 65 a 67 años la edad legal de jubilación y ampliar el periodo de cómputo, para fijar la cuantía de la pensión, de los últimos 15 años de vida activa a los últimos 20... Sumado a la reforma laboral y al decretazo de mayo pasado que rebajó el salario de los funcionarios, congeló las pensiones y recortó los gastos en obras públicas, este proyecto acrecienta la ira de las organizaciones sindicales y de buena parte de los asalariados. 

De antemano, el Presidente del gobierno ha presentado sus decisiones como irrevocables: "Al día siguiente de la huelga general -alardeó en Tokio el 1 de septiembre- seguiremos con la misma actitud". Lo cual incita a los sindicatos a prever ya nuevas jornadas de protesta.

En su intransigencia, el Ejecutivo español sigue el modelo de otros gobiernos europeos. En Francia, a pesar de tres recientes movilizaciones masivas contra la reforma de las pensiones, el presidente Nicolas Sarkozy ha reiterado que no modificará la ley. En Grecia, seis huelgas generales en seis meses han sido desoídas por el Primer Ministro Yorgos Papandreu.

Amparándose en el principio de que, en democracia, la política se decide en el Parlamento y no en la calle, estos dirigentes ignoran el desconsuelo de amplias categorías sociales obligadas a recurrir a la huelga o a la manifestación callejera, expresiones de la democracia social, para reflejar su malestar específico (1). Actuando de ese modo, tales gobiernos yerran. Se comportan como si la legitimidad electoral se impusiese sobre las demás formas de legitimidad y de representación, y en particular sobre la legitimidad de la democracia social (2). En cualquier caso, esa inflexible actitud puede alentar a las masas descontentas, en una segunda etapa, a rechazar el diálogo social y a buscar un enfrentamiento frontal.

Sobre todo que, desde mayo pasado con el anuncio del brutal plan de ajuste, el disgusto de una parte importante de la sociedad española no ha parado de exacerbarse (3). Entre los casi cinco millones de desempleados, los trabajadores precarios, los jóvenes sin empleo, las mujeres asalariadas, los pequeños funcionarios y las familias de todos ellos se extiende la convicción de que el Ejecutivo los ha sacrificado. 

Al mismo tiempo, a través del fondo de rescate bancario, el gobierno transfería a las instituciones bancarias y de ahorros (responsables de la burbuja inmobiliaria) hasta 90.000 millones de euros... No contemplaba aumentar significativamente la fiscalidad de las rentas más altas, ni crear un impuesto sobre las grandes fortunas, ni reducir los presupuestos de defensa (unos 8.000 millones de euros anuales), ni la financiación de la Iglesia católica (unos 6.000 millones de euros), ni tan siquiera la partida presupuestaria de la Casa Real (casi 9 millones de euros)... 
 
Lo que desazona a muchos ciudadanos es la certeza de que el Ejecutivo ha adoptado esas medidas regresivas contra los asalariados, más que por convicción, por dictado de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. Y por presión de los mercados financieros que, bajo amenaza de no invertir, exigen una caída de los salarios y una reducción del nivel de vida. De hecho, así lo reconoció ante un grupo de inversores japoneses el propio Presidente Zapatero: "Estamos abordando -confesó- las reformas que más preocupan a los inversores internacionales" (4). Y ante los máximos directivos de los principales bancos de negocios y fondos de inversión de Estados Unidos repitió que esas medidas  las adoptaba "para que los inversores y los mercados valoren la firme determinación que tengo de hacer que la economía española sea competitiva" (5). 

La reforma laboral no tiene ninguna relación con el recorte del déficit público ni con la reducción de los presupuestos del Estado, principales exigencias de los mercados financieros. Pero como el gobierno no puede devaluar la moneda para estimular las exportaciones, decidió favorecer el desplome de los salarios para ganar en competitividad.

Lo peor es que tan desacertadas medidas tienen pocas garantías de éxito. Los datos del paro registrados en agosto pasado, con la reforma ya en vigor, demuestran que el 93,4% de los contratos realizados fueron temporales... O sea, la precariedad continúa dominando el mercado laboral. La única diferencia es que ahora, a los empresarios, el despido les resulta más barato. 

Después de la crisis de los años 1990, el paro tardó trece años en reducirse al nivel medio europeo; en una época en que la tasa de crecimiento era muy fuerte y España recibía masivamente fondos estructurales europeos. Hoy, con esta reforma laboral y  con una previsión de raquítico crecimiento de larga duración, "el empleo en España -según la economista estadounidense Carmen Reinhart- no recuperará los niveles de 2007 hasta... 2017" (6). 

Entretanto, rechazado por sus propios electores, este gobierno habrá perdido probablemente el poder y cedido la dirección del país a la oposición conservadora y populista. Generalmente es lo que ocurre -lo vimos en Alemania, Reino Unido y más recientemente en Suecia- cuando los partidos de izquierda reniegan de sí mismos y optan por políticas desvergonzadamente derechistas. 

Notas: 
(1) El voto democrático, precisamente por ser general y universal, no siempre permite la expresión de sensibilidades particulares. 

(2) Léase Pierre Rosenvallon, "Le pouvoir contre l'intérêt général", Le Monde , París, 21 de septiembre de 2010. 

(3) Según una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el PSOE pierde 3,1 puntos. Sólo el 2,5% de los encuestados dice que la situación económica es buena o muy buena, frente al 22,6% que la considera regular y el 74,4% que la define como mala o muy mala. 

(4) El País, Madrid, 1 de septiembre de 2010. 

(5) Ibid , 21 de septiembre de 2010. 

(6) Ibid , 12 de septiembre de 2010.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ecuador: ¿dónde están los monos?

Rivera Westerberg - http://www.surysur.net/?q=node/14815


Los hechos conocidos —la cáscara de la podrida fruta que cayó en Ecuador hoy del árbol golpista esmeradamente sembrado en el continente— son pocos, los policías sublevados proceden con un plan perfectamente trazado.
Que consiste en:
– Tomar el Regimiento Quito 1 (en rigor un destacamento policial)
– Agredir, golpear y posteriormente secuestrar al Presidente de la República
– Tomar y controlar el aeropuerto internacional de Quito y de otras ciudades
– Ejercer el control total de las vías urbanas (no se informa de las carreteras)
– Agredir a periodistas extraneros e impedir el libre tránsito de diplomáticos.

Con cautela moros y cristianos afirman que son pocos los alzados y que el asunto tiene solo la dimensiòn de una protesta por estimar que se les quitan determinados beneficios extra salariales. Son un puñado de chicos nerviosos, de diría.

Distintas secuencias grabadas por los corresponsales de la televisión local y foránea, en lasa que se advierte la violencia desmedida de los amotinados se ven en todas las pantallas del mundo; no obstante pasado el mediodía en Suramérica, la Secretaría de Estado estadounidense señala que sigue con interés los acontecimientos en Quito porque carece de información sobre lo que allí sucede.

Para entonces Rafael Correa —que se había tragado el humo de una lacrimógena que le arrojaron en pleno rostro y se encontraba apresado o secuestrado, en todo caso impedido de salir, de un hospital curiosa y coincidentemente policial en el norte de la capital— había dicho que se estaba en presencia de un conato de golpe de Estado y que era posible que intentaran asesinarlo.

El gobierno de Ecuador había pedido sendas reuniones_ del Consejo Permanmente de la OEA de los presidentes de los países integrantes de la UNASUR —se reúnen esta noche en Buenos Aires; Chávez, por su parte, citaba a los representantes del ALBA. El Secretario General de la OERA expresaba que lo de Quito no era golpe de Estado.
Todavía al comenzar a caer la tarde suramericana no se conocñ´ìa el pensamiento de las cúpulas militares ecuatorianas, que al parecer apoyan desde sus casas o cuarteles al gobierno legítimo; los policías presuntamente leales callan.

El fantasma de Honduras respiró sobre el hombro de los embajadores en la OEA. E$l recuerdo de Allende se asomó a la ventana desde la que Correa ofrecía su vida a los sublevados, pero advirtiéndoles que no daría un paso atrás.
El pueblo quiteño se abría paso entre los amotinados para llenbar, primero, la plaza frente al palacio de Gobiertno y luego las calles en dirección al hospital para rescatar a su presidente.

Unos cuantos policías amotinados lograron paralizar un país con veliocidad y organizadamente. Caperucita Roja existe y es ella la que toma el te con el sombrerero loco. Los Buendía ya no creen en la colita de chancho.
Posiblemente al cerrar la noche la grotesca payasada —o ensayo de algo, ¿de qué?— haya terminado. Lo que suceda después será el prólogo de otro final —no necesariamente en Ecuador. ¿Quién o quiénes están verdaderamente en la mira y con el dedo en el gatillo?

Chile: Por qué hay presos políticos mapuche en huelga de hambre?

Enrique Orellana - http://alainet.org/active/41222


"Hay un conflicto entre el Estado, el pueblo mapuche y la sociedad chilena. Básicamente, es un problema social, histórico y político. El problema profundo es que el Estado chileno redujo y aplastó al mundo mapuche, le quitó su territorio y lo convirtió en campesino pobre y discriminado. Eso ocurrió a partir de 1881, desde la fundación de Temuco. Hoy existen nuevas generaciones de mapuches que han empezado a despertar y han desarrollado planteamientos más estratégicos para su relación con el Estado". (Francisco Huenchumilla)
 
El origen histórico del conflicto
  
Desde que los españoles invadieron la nación Mapuche, éstos se vieron obligados a defenderse del exterminio y la dominación colonial en sangrientas batallas, en las que los mapuche han luchado por preservar su patrimonio, sus tierras, su cultura. También se han firmado tratados de paz, los que han sido sistemáticamente rotos, se ha adherido a acuerdos internacionales de respeto a los pueblos originarios, los que también son continuamente violados.... La consecuencia final del intento de anexionarse el territorio ancestral Mapuche, y la puesta en marcha de una política de asimilación y genocidio étnico, tuvo como consecuencia la muerte de miles de mapuche y el desplazamiento de otros muchos a las ciudades y a las tierras áridas y empobrecidas. El Estado de Chile despojó a los mapuche del 95% de su territorio.
 
 El interés radica en que estos son territorios boscosos que se explotan para el negocio millonario de las forestales, y el Estado busca la buena relación con los grandes empresarios por sobre el legítimo derecho que tienen a ser una cultura indígena diferenciada; unos derechos consagrados en las leyes internacionales; para vivir libremente y en paz sobre la base de su tradicional y ancestral tierra, y para perpetuar su cultura, su identidad, su tradición y vivir en armonía con sus valores culturales y espirituales. La visión cósmica (espiritual) de los mapuches está indisolublemente ligada a la relación con la tierra en la que viven. Sus derechos han sido cercenados al ser privados de la libertad de estar en comunión con sus tierras ancestrales, como sustento físico, mental y espiritual de la identidad y cultura Mapuche.
 
No obstante, como los valores espirituales de los mapuches se caracterizan por una correcta utilización de los medios tradicionales de desarrollo sostenible, naturalmente, entran en conflicto con los valores dominantes en la sociedad chilena. Además, ambos sistemas de valores están en total oposición, debido a los planes a largo plazo de expansión capitalista del Estado chileno, al ir de la mano junto con los proyectos de las compañías multinacionales energéticas, forestales y de extracción minera, y con los terratenientes locales descendientes de europeos.
 
La huelga de hambre
 
Desde el 12 de julio de 2010 hay 32 presos políticos mapuche en huelga de hambre, en protesta por:
 
    1. La militarización del territorio Mapuche: Ésta se arrastra desde hace años, cuando en el contexto de la persecución a los Lonko Pascual Pichun y Aniceto Norín, Carabineros se instalaban como guardia privada de las empresas forestales y colonos latifundistas. Hoy, el ataque y odiosidad permanente que sufren niños, mujeres, ancianos y autoridades mapuche, el racismo institucional, y el uso de escuadrones "anti-guerrilla" revela la participación de los poderes del Estado en la mantención de esta situación, y la existencia y operatividad del Grupo Territorista Hernán Trizano, quienes reaparecieron en la opinión pública hace unos meses con amenazas de muerte a personas mapuche. Las regiones VII, IX y X están invadidas por militares que impiden el ejercicio del Estado de Derecho, aplastando derechos como el de libre circulación, reunión y asociación. El presidente Piñera tiene nueva táctica, que intenta poner en marcha la segunda Pacificación de Araucanía (refiriéndose al primer asalto a la nación Mapuche entre 1865-1883, cuando la recientemente formada República llevó a cabo una brutal política de genocidio y asimilación contra la nación mapuche. Durante este histórico e infame ataque, miles de mapuches murieron de hambre o directamente asesinados por el ejército chileno).
 
    2. Aplicación de la Ley Antiterrorista (18.314): Los prisioneros condenados bajo la Ley Antiterrorista tienen que hacer frente a un juicio militar por el cual puede utilizarse como prueba la identificación del acusado por testigos anónimos. Si son sentenciados bajo esta ley, sus sentencias pueden ser dobladas respecto a la ley ordinaria. Según la Organización de Naciones y Pueblos No-representados, los juicios previos hacen más difícil la puesta en libertad de los detenidos, además de facilitar el enjuiciamiento y el ocultamiento de pruebas a la defensa por más de 6 meses. Innumerables presos políticos han denunciado haber sido objeto de torturas durante los interrogatorios y a lo largo de la detención. Esta Ley coarta las garantías constitucionales referidas al debido proceso y a la presunción de inocencia. Dentro de las nuevas modificaciones a la Ley Antiterrorista, el Ministro del Interior anunció que las nuevas medidas endurecerán las penas por crímenes graves, ofreciendo garantías a aquellos que ayuden a detener la violencia, afirmando que el proyecto ofrecerá nuevas herramientas para acabar con grupos “terroristas”. Asimismo, señaló que si un activista arrepentido desea dar información no tendrá que hacer frente a cargos criminales. En resumen, si alguno es acusado de los llamados “crímenes terroristas”, se le ofrecerá la oportunidad de denunciar las actividades de otros, para ser amnistiados de sus delitos. Así, el actual gobierno busca, a través de la táctica de “divide y vencerás”, incrementar el miedo, con la esperanza de que los mapuche se vuelvan unos contra otros.
 
    3. Doble juzgamiento: A causa del atentado que sufrió el fiscal Mario Elgueta en octubre del año 2008, hay 5 presos políticos mapuche (PPM) que están siendo procesados por la Justicia Civil y además por la Justicia Militar en dicha causa, dejando de manifiesto el doble juzgamiento al que se somete a los imputados por los mismos hechos constitutivos de presuntos delitos.
 
    4. Inhabilitación de los testigos sin rostro: La práctica de los “testigos sin rostro” debilita gravemente el derecho a la defensa y la capacidad de ésta para refutar tales pruebas, ya que la identidad y la conducta de los testigos (exigidos a los testigos de la defensa), tienen una relación directa con la credibilidad de estos. Es posible que los propios testigos tengan antecedentes penales o rencillas personales o políticas en contra de los acusados.
 
Al mismo tiempo, los testigos pudieran ser inducidos por policías y fiscales a mentir impunemente, bajo la protección de éstos, bajo soborno o extorsión. Todo esto se agrava cuando los “testigos sin rostro” son, realmente, imputados confesos, que pese a ello han sido liberados por sus propios persecutores bajo la figura de “no perseverar en la acusación”, sin embargo, ni siquiera la Ley Antiterrorista, a través de la delación compensada, permite salir sin polvo y paja a quienes se declararon culpables y fueron formalizados por tales delitos. Existen a disposición los antecedentes de que estos testigos son pagados, o mantienen diferencias personales con la comunidad, por su propio comportamiento (robos, etc.).
 
 5. Garantías de justo proceso: Término de las abusivas prácticas de “detenciones preventivas” que permiten a los fiscales mantener discrecionalmente encarcelados durante años a un acusado aunque no haya sido pronunciada una condena en su contra, entre otras, y conciernen a todos los habitantes de la República de Chile.
 
 En la actualidad, en Chile 34 líderes presos políticos mapuche se encuentran en diferentes prisiones del Sur. 28 de ellos están acusados o cumpliendo condena bajo la Ley Antiterrorista. En total, 60 miembros de la comunidad están en prisión, en libertad condicional o bajo medidas cautelares. Tres mapuche han tenido que pedir refugio político, uno en Argentina y dos en Suiza, y además, cinco mapuche han muerto debido a los disparos y torturas de la policía chilena. Durante más de una década, sucesivos gobiernos chilenos han aplicado la ley antiterrorista de la anterior dictadura de Pinochet, promulgada como medida de represión de los derechos democráticos de los ciudadanos. Actualmente esta ley se aplica sobre los defensores de los derechos que el pueblo mapuche tiene sobre sus tierras ancestrales, así como sobre las comunidades mapuche y sobre sus dirigentes y partidarios, en un claro intento de sabotear los movimientos que reivindican los ancestrales derechos que los mapuche tienen sobre sus tierras, y silenciar sus justas y democráticas demandas para que se les devuelvan sus antiguos territorios.
 
 Tras las recientes elecciones de 2010 y la llegada de un nuevo gobierno de derecha bajo el liderazgo del presidente Piñera, los mapuche se han preparado ante la intensificación de la represión y la violencia, que como era previsible este gobierno ha adoptado contra ellos. Durante el pasado año el número de detenidos bajo la Ley Antiterrorista se ha doblado respecto a la anterior administración.
 
 Otra seña de identidad de la gestión del gobierno con respecto a la resistencia política de los mapuche, en particular durante los períodos de huelga de hambre, ha sido la implantación de un apagón informativo en los medios de comunicación; de esta manera, la clase dirigente chilena espera impedir la observación, tanto interna como externa, de la violación de los derechos humanos inherentes en la actual política del Estado. Por si esto fuera poco, durante los actuales períodos de huelga de hambre de los PPM, el gobierno lamentablemente ha ido más lejos al colocar comida en las celdas de los huelguistas de hambre, lo cual ha sido fotografiado y distribuido a los medios de comunicación locales e internacionales, en un claro intento de desacreditar y debilitar la protesta.
 
Nuestro gran agradecimiento a Consuelo Silva por la redacción de este resumen.
 
    Fuentes: