viernes, 21 de mayo de 2010

Un mundo feliz

Por Wilson Tapia Villalobos.* - http://www.surysur.net/

La utopía la sembró Aldous Huxley, en 1932. Lo hizo con amarga ironía en su obra magistral, Un mundo feliz. En ella muestra una sociedad en continuo y universal disfrute. Las guerras y la pobreza han sido erradicadas. Y para que la felicidad resulte permanente, la sociedad tiene que ser manipulada, la libertad de elección y expresión restringidas. Se inhibe el ejercicio intelectual y la expresión emocional. Y todo el mundo toma soma, especie de elixir que lleva a un equilibrio que elimina tensiones, apetencias desmedidas, disconformidad.

En 1989, cuando aún no se asentaba el polvo levantado por la caída del muro de Berlín, Fancis Fukuyama escribió su ensayo El fin de la historia. Anunciaba el término de la lucha ideológica y la supremacía en el mundo, por los siglos de los siglos, de una democracia liberal. Ya había comenzado en Chile el experimento más marcado de neoliberalismo a nivel planetario. Y la globalización era inminente.

Hoy, esa postal puede verse en todo el planeta. Y los elementos que describía Aldous Huxley están en cada nación. Claro que en el caso de la realidad, los ciudadanos no han tenido necesidad de soma. Simplemente se los transformó en consumidores. Los medios de comunicación se encargan de la manipulación, la libertad de elección y expresión están restringidas. También se inhibe el ejercicio intelectual por medio de un pensamiento único y la expresión emocional es descartada como trasgresión valórica.

La diferencia con el mundo feliz de Huxley es que la pobreza no ha sido abolida, las guerras continúan y pese a la farandulización de la vida, la felicidad no abunda.

Además, en nuestro mundo feliz las notas discordantes las ponen las crisis. Hoy el drama se asentó en Grecia. Al comienzo Europa se inquietó. Luego, el pavor invadió las bolsas de todo el orbe. España, Portugal e Irlanda sufrieron escalofríos. Y la caballería vino al rescate. Los ministros de Hacienda de la Unión Europea, el Banco Central de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) finalmente lanzaron un salvavidas. Casi un billón de dólares (700.000 millones de euros) se destinaron a afirmar la economía griega.

Pero nada fue simple. Antes, el gobierno del socialista Giorgios Papandreou (hijo) se comprometió a rebajar el déficit fiscal, que en 2009 alcanzó a 13,6% del Producto Interno Bruto (PIB), a sólo el 3%. Y eso se hace sobre la base de retrasar la jubilación de la mujer, suprimir los retiros anticipados, rebajar en un 5% los sueldos de los empleados públicos, elevar el IVA a 21%, aumentar el impuesto a los combustibles, el alcohol y el tabaco. Todo en el marco de un reajuste severo y general del presupuesto fiscal, donde los más golpeados son los programas sociales.

Cuando el paquete de ayuda fue aprobado, en la primera semana de mayo, Europa respiró con alivio. Para Angela Merkel, la premier alemana, se trataba de una “prueba existencial”. Los mercados financieros habían comenzado a contagiar a otros integrantes de la eurozona con altas deudas. El Dow Jones, índice industrial de la Bolsa de Nueva York, llegó a caer mil puntos. Fue una consecuencia inesperada e incomprensible, hasta que el ministro de Finanzas de Suecia, Andreas Borg, puso las cosas en su lugar. Dijo que la conducta de los inversionistas especuladores asemejaba a la de “una manada de lobos”.

Hoy Borg y otros miembros de la UE abogan por tomar medidas que se enfoquen más sobre la economía que en el manejo de las finanzas fiscales. Y ello da una pista de lo que realmente está pasando.

Todas las medidas propuestas por el FMI, aceptadas por la UE y con agradecida obsecuencia por el gobierno socialista griego, no aportan ribetes novedosos. Éstos provienen de los sindicatos de la isla y de las organizaciones de trabajadores europeos. Los primeros se mantienen movilizados condenando las acciones gubernamentales. En definitiva, protestan por ser los que tendrán que pagar las consecuencias de maniobras para enriquecer a los de siempre.

La Confederación Europea de Sindicatos, por su parte, afirma que 19 millones de trabajadores viven bajo el umbral de la pobreza en los 27 países miembros de la UE y 80 millones se encuentran en riesgo de exclusión social. Abogan por la creación de puestos de trabajo no precario y por no recortar el gasto público.

Esta última exigencia recuerda que la gran lucha del FMI es terminar con el Estado de Bienestar. Esa entelequia que distinguía a algunas naciones europeas desarrolladas que daban al ser humano el trato de tal. Hoy, los parámetros son otros. Y es por eso que la pirámide de la riqueza se ha aguzado en la punta y ampliado en la base. Nunca el mundo ha sido más rico que hoy. Pero nunca la riqueza había estado más concentrada en pocas manos. Tal vez jamás un sistema había sido más inhumano a nivel global.

La novela de Huxley parece un sarcasmo frente a la realidad actual. Pero es posible que tal escenario permita que asomen soluciones nuevas. Soluciones que seguramente no estén hoy en la cabeza de Giorgios Papandreou, actual presidente de la Internacional Socialista. Pareciera que la socialdemocracia se encuentra más preocupada de encontrar una nueva imagen bajo la que cobijarse. Puede ser el progresismo. Combina mejor con la imagen de gerentes del neoliberalismo que la añeja izquierda. Pero, igual, no resuelve el problema. Los platos rotos siguen pagándolos los de siempre, trabajadores y pobres.

Mientras, entre ellos y los dueños de la riqueza el abismo se ensancha segundo a segundo.

* Periodista.

lunes, 17 de mayo de 2010

Sepa lo que es el capitalismo

Por Atilio A. Boron - http://www.surysur.net/?q=node/13640

El capitalismo tiene legiones de apologistas. Muchos lo hacen de buena fe, producto de su ignorancia y por el hecho de que, como decía Marx, el sistema es opaco y su naturaleza explotadora y predatoria no es evidente ante los ojos de mujeres y hombres. Otros lo defienden porque son sus grandes beneficiarios y amasan enormes fortunas gracias a sus injusticias e inequidades.

Hay además otros ("gurúes" financieros, "opinólogos", "periodistas especializados", académicos "bienpensantes" y los diversos exponentes del "pensamiento único") que conocen perfectamente bien los costos sociales que en términos de degradación humana y medioambiental impone el sistema. Pero están muy bien pagados para engañar a la gente y prosiguen incansablemente con su labor. Ellos saben muy bien, aprendieron muy bien, que la "batalla de ideas" a la cual nos ha convocado Fidel es absolutamente estratégica para la preservación del sistema, y no cejan en su empeño.

Para contrarrestar la proliferación de versiones idílicas acerca del capitalismo y de su capacidad para promover el bienestar general examinemos algunos datos obtenidos de documentos oficiales del sistema de Naciones Unidas. Esto es sumamente didáctico cuando se escucha, máxime en el contexto de la crisis actual, que la solución a los problemas del capitalismo se logra con más capitalismo; o que el G-20, el FMI, la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial, arrepentidos de sus errores pasados, van a poder resolver los problemas que agobian a la humanidad.

Todas estas instituciones son incorregibles e irreformables, y cualquier esperanza de cambio no es nada más que una ilusión. Siguen proponiendo lo mismo, sólo que con un discurso diferente y una estrategia de "relaciones públicas" diseñada para ocultar sus verdaderas intenciones. Quien tenga dudas mire lo que están proponiendo para "solucionar" la crisis en Grecia: ¡las mismas recetas que aplicaron y siguen aplicando en América Latina y África desde los años ochenta!

A continuación, algunos datos (con sus respectivas fuentes) recientemente sistematizados por CROP, el Programa Internacional de Estudios Comparativos sobre la Pobreza radicado en la Universidad de Bergen, Noruega. CROP está haciendo un gran esfuerzo para, desde una perspectiva crítica, combatir el discurso oficial sobre la pobreza elaborado desde hace más de treinta años por el Banco Mundial y reproducido incansablemente por los grandes medios de comunicación, autoridades gubernamentales, académicos y "expertos" varios.

Población mundial: 6.800 millones, de los cuales

1.020 millones son desnutridos crónicos (FAO, 2009)
2.000 millones no tienen acceso a medicamentos (www.fic.nih.gov)
884 millones no tienen acceso a agua potable (OMS/UNICEF 2008)
924 millones “sin techo” o en viviendas precarias (UN Habitat 2003)
1.600 millones no tienen electricidad (UN Habitat, “Urban Energy”)
2.500 millones sin sistemas de dreanajes o cloacas (OMS/UNICEF 2008)
774 millones de adultos son analfabetos (www.uis.unesco.org)
18 millones de muertes por año debido a la pobreza, la mayoría de niños menores de 5 años. (OMS)

218 millones de niños, entre 5 y 17 años, trabajan a menudo en condiciones de esclavitud y en tareas peligrosas o humillantes como soldados, prostitutas, sirvientes, en la agricultura, la construcción o en la industria textil (OIT: La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance, 2006)
Entre 1988 y 2002, el 25% más pobre de la población mundial redujo su participación en el ingreso mundial desde el 1,16% al 0,92%, mientras que el opulento 10% más rico acrecentó sus fortunas pasando de disponer del 64,7 al 71,1% de la riqueza mundial . El enriquecimiento de unos pocos tiene como su reverso el empobrecimiento de muchos.
 
Sólo ese 6,4 % de aumento de la riqueza de los más ricos sería suficiente para duplicar los ingresos del 70% de la población mundial, salvando innumerables vidas y reduciendo las penurias y sufrimientos de los más pobres. Entiéndase bien: tal cosa se lograría si tan sólo se pudiera redistribuir el enriquecimiento adicional producido entre 1988 y 2002 del 10% más rico de la población mundial, dejando intactas sus exorbitantes fortunas. Pero ni siquiera algo tan elemental como esto es aceptable para las clases dominantes del capitalismo mundial.

Conclusión: si no se combate la pobreza (¡ni se hable de erradicarla bajo el capitalismo!) es porque el sistema obedece a una lógica implacable centrada en la obtención del lucro, lo que concentra la riqueza y aumenta incesantemente la pobreza y la desigualdad económico-social.

Después de cinco siglos de existencia esto es lo que el capitalismo tiene para ofrecer. ¿Qué esperamos para cambiar al sistema? Si la humanidad tiene futuro, será claramente socialista. Con el capitalismo, en cambio, no habrá futuro para nadie. Ni para los ricos ni para los pobres. La sentencia de Friedrich Engels, y también de Rosa Luxemburgo: "socialismo o barbarie", es hoy más actual y vigente que nunca. Ninguna sociedad sobrevive cuando su impulso vital reside en la búsqueda incesante del lucro, y su motor es la ganancia. Más temprano que tarde provoca la desintegración de la vida social, la destrucción del medio ambiente, la decadencia política y una crisis moral. Todavía estamos a tiempo, pero ya no queda demasiado.

sábado, 15 de mayo de 2010

De perseguidos, de mitos y de taxistas, y la rebelión “matona” de los huevecillos.

Por Orlando Barone  - http://www.revistadebate.com.ar//2009/02/06/1576.php


De Rodolfo Walsh a Nelson Castro, la evolución heroica y ética del periodismo argentino.

Por eso nuestra libérrima corporación no duda: los periodistas desplazados de los medios públicos o presuntamente del Gobierno padecen persecución y censura; los innumerables periodistas sin cartel, cachet ni cómplices, desplazados de medios privados,  lo son por causas laborales o por ajustes en la programación y nadie los defiende con el escándalo del Yo acuso, de Émile Zola. A Nelson Castro no le faltarán tribunas y la prensa libre no será acallada por ningún totalitarismo. Prueba de ello es cómo, por más perseguido que fuese el involucrado, zafó del cautiverio y pudo hablar en cadena por varios medios con más éxito aun que cuando había sido libre.

Al periodismo argentino le hace falta otorgar un premio de jerarquía. Premiar al periodista más opositor al Gobierno. A este Gobierno. Al más rotundamente opositor. El premiado, aparte de sus dones opositores, debería estar refrendado por el nivel de su hinchada. Plateas colmadas que lo aclamen, sea con milongas sureñas, con tango de salón o con cantos gregorianos. Va a ser un premio difícil de otorgar por lo disputado; hay tanta competencia y de tanta envergadura que el jurado debería ser muy sagaz para darse cuenta cuál de ellos es el ganador. ¿Cómo medir una diferencia de oposición cuantificable entre periodistas colmados de oposición? ¿A quién consagrar? ¿Al que publica más páginas en contra, más noticias opositoras en los informativos, más columnas de opinión destituyentes, o al que hace más anuncios opositores con más énfasis, o al que cada vez que se refiere al Gobierno se limpia la boca ostensiblemente como si de solo nombrarlo se ensuciara? La persona encargada de entregar ese premio -una rama de soja sin glifosato- debería ser más bien una estrella del espectáculo. Popular pero fina. Nacha Guevara, no. Está demasiado asociada a Evita y sería contraproducente. Para mí el gran premio al periodista opositor debería entregarlo Mirha Legrand, vestida con look gaucho.

Y prosigo. Está también nuestra evolución histórica: del 17 de Octubre del 45 al “caceroleo” de teflón de 2008. Una metáfora de cómo la tendencia de muchedumbres desarrapadas culmina en una actualidad casi musical y exclusiva. O como creo que dijo el diputado Héctor Recalde: “Los de la Mesa de Enlace no son el grito de Alcorta sino el del Paseo Alcorta”.  Pero la evolución social es aún más sorprendente, y lamento usar como ejemplo, otra vez, a un taxista. Sin que yo lo alentara, el tipo empieza la cantinela de que los políticos son todos una porquería. Y que al lado de su casa, en Ramos Mejía, vive un “puntero” que se compró ya tres colectivos. “Y no sabe ni leer ni escribir -dice-. Y el voto de él vale igual que el mío”. Me la daba servida y le dije: “No se preocupe: también el voto de Einstein  valdría igual que el suyo”. A partir de ahí, se dedicó a manejar exclusivamente. Y yo a escribir.

Hoy no parece ser mi mejor día. Porque lo mejor que me pasó no debería decirlo, fue lo que me dijo un amigo, admirado de la destreza con que se cometen tantos robos. Me dijo, como si fuera un aforista griego como Séneca: “La naturaleza reparte los dones: a unos les da el talento de ganar plata y a otros, de robársela”. Le faltó decir que hay casos como el del superestafador global Bernard Madoff, en quien los dos talentos van unidos. Decía que hoy no es mi día provechoso. Me asaltan ideas incorrectas, imperdonables, como desear que desaparezca el campo y, en su lugar, solamente se edifiquen ciudades. Y que todos los lácteos, cárnicos e hidratos que ingiero se produzcan en un laboratorio y sean totalmente antinaturales. Y que, finalmente, el gaucho recupere su verdadera identidad de estereotipo ficcional creado por la literatura y vuelva a ser quien zapatea el malambo y el del “che amigazo” desinteresado, seguramente también una leyenda.

Se me pasa por la cabeza, además, la idea de institucionalizar el premio al periodista más opositor de todos. Cuántos aspirantes en condiciones de obtenerlo que habría. Se consagraría al periodista más opositor entre todos los periodistas opositores juntos. Son cada día más y, a medida que se acerca la elección, se reproducen como una plantación de soja inyectada a full con transgénicos. Aunque, para aspirar a ese premio, habría un requisito insoslayable: debería tratarse de un periodista opositor al Gobierno pero que, a la vez, no fuese oficialista del campo ni de la Mesa Rural. Y que en sus diferentes soportes de trabajo no tuviera auspicios relacionados con los negocios agrícola-industriales. Requisito incumplible si los hay.

Es que es lindo oponerse. Fijate que hasta Julio Cobos oponiéndose, da atrevido e inteligente. Nunca lo hubiera soñado. Cuando era oficialista, para darnos cuenta de que había un vicepresidente, tenían que ponerlo en primera fila en el palco y señalarlo cada tanto para que el público lo reconociera. Me queda la duda de, si al ponerlo en la lista, la Presidenta sabía quién era o lo que importaba era que a Cobos nadie lo amaba ni lo odiaba y era como un candidato neutro. Como uno de esos pollos de criadero que no son machos ni hembras porque llegan hermafroditas y sin definirse al matadero. Ya no. Ahora en la contra, Cobos sugiere un misterioso poder indescifrable, como aquel del jardinero de Jerzy Kosinski. Los periodistas opositores al Gobierno, pero oficialistas de Cobos, lo entrevistan con la melosidad de quienes se sienten creadores y propietarios de un súbito challenger. El candidato feliz del partido mediático opositor. Una coalición de envergadura sustentada por la elite más “renombrada de la población”. Como temen que el challenger en la balanza no dé el peso de la categoría máxima, lo nutren y sobrealimentan con alabanzas a ver si logra pasar el pesaje. Pero les cuesta. Como le costaría a un carnicero conseguir que un trozo de carnaza pase por lomo. La oposición, en política, confiere el beneficio de que no tiene caja, no tiene tesorero; no tiene distribuidor financiero. No hace el mal ni el bien. Baila mientras el oficialismo lidia con la partitura, la orquesta, los instrumentos y con el público de la platea y del gallinero. Bizarramente, no fue del gallinero ni del corral, como parecía haber sido, desde donde le arrojaron huevos y bosta al diputado Agustín Rossi. Fue desde el pozo ciego. Por el contrario, adherir o consentir a un Gobierno no tiene gracia. Es como en el amor: ser oficialista es menos atractivo que ser adúltero.

Lo que no es nada atractivo es meter baza en la discusión nacional sobre lo proisraelí y contra israelí y lo contra Hamas y propalestino, etcétera. La Argentina en estos días ha sido propensa a tensiones sobreactuadas en uno y otro sentido. Hasta pensadores argentinos judíos se han visto objetados por otros pensadores igualmente argentinos judíos. Y otros no judíos argentinos menos pensadores han apelado a consignas impensables en ciudadanos cuerdos. Hay quienes dicen que hay casos donde, sin saberlo, se es portador sano de antisemitismo o antijudaísmo. Por eso solo en Debate uno puede permitirse lo que yo voy a permitirme ahora: incluir un sorprendente, provocador y temerario (y acaso agresivo) fragmento escrito por Javier Marías. Notable escritor, periodista y académico español, quien el domingo 1ª de febrero publica esto: “Israel una vez más ha hecho pagar, desoyendo el viejo mandato, a justos y pecadores, y además con plena conciencia, crueldad, exhaustividad y encarnizamiento. Ha sacado la pistola ante una bofetada y ha hecho uso de ella. Hoy por hoy es un Estado incivilizado, un venado, una mala bestia, un matón, un chulo...”. 

No me lavo las manos como Pilatos. Lo de Javier Marías me plantea el interrogante de por qué allá alguien muy considerado se atreve a decir públicamente algo tan brutal y políticamente incorrecto siendo que un tema, tan trágico desde cualquier posición, insta a emplear una hipérbole reduccionista. O a aplicar con cuidado dosis de hipocresía o anestesia. Pero la tarea de un intelectual como en el caso de este español famoso, no es la de un pastor de almas ni la de un aspirante al Premio Nobel de la Paz. Es la de lanzarse de corazón y cabeza a las entrañas del litigio. Sin ignorar que no será juzgado exclusivamente por la razón sino que aún más por el fanatismo.

La Unión Europea rescata el proyecto neoliberal

Por: Alejandro Nadal - http://www.jornada.unam.mx/2010/05/12/index.php?section=opinion&article=028a1eco

Hace tres semanas, la Unión Europea decidió «rescatar» a Grecia, que estaba ahogándose en el mar de la deuda. Se autorizó un paquete por 110 mil millones de euros (80 de la UE y el resto del Fondo Monetario Internacional) para enfrentar los vencimientos más urgentes de su deuda soberana. El precio para el pueblo griego será una recesión profunda y larga por haber caído en la trampa de una prosperidad que nunca existió.

Con tanto jaleo, el barco de la Unión Europea se ladeó y comenzó a hacer agua. Los tripulantes vieron el peligro del efecto cascada que podría arrastrar a Portugal y España. Los arrecifes no estaban lejos: el desplome del euro se había convertido en una posibilidad real. Había que tomar medidas para evitar el hundimiento.

El 9 de mayo los dieciséis países de la eurozona se comprometieron a proteger al euro con un paquete de más de 500 mil millones de euros (mmde). Junto con otros 220 mmde provenientes del FMI, el blindaje alcanza la portentosa suma de 720 mmde. Por supuesto, esto significa que la condicionalidad de los paquetes del Fondo será el precio a pagar para los países «rescatados».

Los medios bautizaron a la medida como un ejemplo del «shock y espanto» de la doctrina Powell al arrancar la triste guerra de Irak. La idea de esa doctrina era, recordarán los lectores, abrumar con un despliegue militar al enemigo para aniquilar rápidamente sus defensas y desmantelar sus centros de poder.

La metáfora es más que desafortunada. La guerra en Irak es un desastre, así que hay que preguntarse a quién está rescatando esta iniciativa. Para responder, hay que hacer un poco de historia.

El proyecto original de una Europa unida fue concebido como heredero del pacto social de la posguerra. Era el momento de la reconstrucción y la reconciliación, pero también el de la distribución mediante una política de ingresos que permitió una demanda agregada robusta. Ese era, a grandes trazos, el proyecto original de Jean Monnet para el Tratado de Roma de 1957.

Quince años más tarde, el derrumbe del sistema de Bretton Woods cambió las reglas de juego y al final, la Unión Europea alcanzó su plenitud en medio del frenesí neoliberal de los años noventa. Su creación más espectacular, la unión monetaria, nació al abrigo de la teología macroeconómica neoliberal cristalizada en el Tratado de Maastricht (1992): política monetaria obsesionada por la lucha contra la inflación, política fiscal comprometida con el dogma del presupuesto equilibrado y una política de contención salarial que llevaría a serios desequilibrios estructurales en toda Europa.

Aunque el esquema de Maastricht y del Pacto de estabilidad y crecimiento se descompuso antes de que estallara la crisis, los políticos y financieros jugaron a no darse cuenta. Y hoy que la crisis financiera y económica ha roto el paradigma de la economía neoliberal, los centros de poder político y financiero se resisten a abandonarlo.

Según Christine Lagarde, ministra de economía francesa, es sumamente útil tener al FMI participando en esta iniciativa de la UE debido a su «experiencia en aplicar programas de estabilización y ajuste». Para Lagarde, el análisis del Fondo en los casos de Lituania, Hungría y Grecia fueron «muy preciosos». Caray, qué bueno que a Sarkozy le da por reflexionar sobre las alternativas al capitalismo.

Al igual que la Reserva Federal, la Unión Europea sacó su maquinita de imprimir billetes. Ahora podrá comprar deuda soberana, pero la hipocresía del poder es ilimitada: esas operaciones sólo se llevarán a cabo en los mercados secundarios. Pero los países rescatados recibirán el trato que acostumbra otorgar el FMI. Ahora queda claro no sólo a quién van a «rescatar», sino también a quién van a destruir: esta maquinaria quiere desmantelar los últimos vestigios del proyecto original de la Europa solidaria y próspera en el espíritu del Tratado de Roma.

A dos años de haber explotado la crisis neoliberal no se ha prohibido ni una de las transacciones financieras que sirven para especular, incrementar riesgos e intensificar la volatilidad. En cambio, se inicia la última ofensiva en la guerra para desmantelar lo que queda de una etapa en la vida del capitalismo en la que la solidaridad social y una norma salarial que permitía hacer frente a la deficiencia de demanda agregada importaban un poco. ¡Arriba la flexibilidad laboral!

Hoy el pueblo griego se retuerce en un asador en el que los sueños de una generación morirán. Es la misma suerte de la generación que fue sacrificada en México desde 1982 para poder pagar una deuda interminable. Veinticinco años de no invertir en salud, educación, vivienda o medio ambiente. Tiene razón el pueblo griego en rebelarse.

No hay que ser ingenuos. La crisis no es una patología que esporádicamente afecta al capitalismo. En el capital, la crisis no es un episodio del que uno se recupera para regresar a la norma. La crisis es el estado normal del capitalismo. El capital disfruta, vive y se nutre en la crisis.

viernes, 14 de mayo de 2010

¿Quién quiere destruir Grecia?

Por Míkis Theodorákis.* - http://www.surysur.net/?q=node/13630

Como en otros tiempos —remotos— Grecia es motivo de preocupación y de ella se ocupa medio mundo: como a una empresa inviable y en la ruina es tratada. Lo curioso es que en términos objetivos su disolución será apenas un disparador de melancolías. Su crisis es tragedia —en el sentido clásico— ajena. Vale la pena interrogarse sobre el interrogante de Theodorákis.

El sentido común del que dispongo no me permite explicar ni mucho menos justificar la rapidez de la caída de nuestro país desde el año 2009, caída que lo lleva ahora a recurrir al FMI, privándolo así de parte de su soberanía nacional y poniéndolo bajo un régimen de tutela.

Es curioso que nadie se haya ocupado hasta ahora de lo más simple, o sea de explicar nuestra trayectoria económica con cifras y documentos, para que nosotros, los ignorantes, fuésemos capaces de entender las verdaderas causas de esta evolución vertiginosa y sin precedentes cuyo resultado es la pérdida de nuestra identidad nacional y la humillación internacional.

Oigo hablar de una deuda de 360.000 millones de dólares, pero veo al mismo tiempo que muchos países presentan esas mismas deudas, e incluso mayores.

Por lo tanto, no puede ser esa la causa esencial de la desgracia. Lo que también me intriga es la desmesurada importancia de los ataques internacionales de los que nuestro país está siendo objeto, y cuya coordinación es casi perfecta, a pesar de tratarse de un país cuya economía es insignificante, lo cual acaba por parecer sospechoso.

Todo eso me lleva a pensar que alguien nos está culpabilizando y que nos están metiendo miedo para que nos pongamos en manos del FMI, lo cual tiene una importancia esencial en la política expansionista de Estados Unidos, y que todo el asunto de la solidaridad europea nos es más que una cortina de humo, para que no se vea que se trata de una iniciativa puramente estadounidense, para llevarnos a una crisis económica artificial, para que nuestro pueblo tenga miedo, para que se someta, para que pierda importantísimas conquistas y, finalmente, para que se ponga de rodillas y acepte la dominación extranjera.

¿Pero por qué?
¿En aras de qué planes y de qué objetivos?

Aunque he sido y sigo siendo partidario de la amistad greco-turca, tengo que decir que el repentino fortalecimiento de las relaciones gubernamentales y los precipitados contactos entre ministros y otros actores, me inspiran temor, al igual que los recientes viajes a Chipre y la próxima visita de Erdogan.

Sospecho que detrás de todo eso se esconde la política estadounidense con sus sospechosos proyectos, que tienen que ver con nuestro espacio geográfico, con la existencia de yacimientos petrolíferos, con el régimen de Chipre, con el mar Egeo, con nuestros vecinos del norte y con la actitud arrogante de Turquía, y que el único obstáculo para esos planes es la desconfianza y la oposición del pueblo griego.

En mayor o menor medida, todos los que nos rodean están atados al carro de Estados Unidos. La única diferencia es que nosotros, desde la dictadura de la junta y la pérdida del 40% de Chipre y hasta las incómodas polémicas con Skopje (la antigua república yugoslava de Macedonia) y con los ultranacionalistas albaneses, hemos venido recibiendo golpes sin tomar conciencia de ello.

Por eso tienen que eliminarnos como pueblo. Y eso es precisamente lo que está pasando en este momento. Yo invito a los economistas, los políticos y los analistas a que me desmientan.

Creo que no existe otra explicación lógica, a pesar del complot internacional, en el que han participado los europeos proestadounidenses como Merkel, el Banco Europeo, la prensa reaccionaria internacional, todos juntos han participado en el «gran golpe», que consiste en degradar a todo un pueblo de la categoría de pueblo libre a la de pueblo sometido.

Al menos yo no puedo encontrar otra explicación. Reconozco que no dispongo de conocimientos específicos. Pero lo que digo, lo digo utilizando mi sentido común. Puede que muchos estén pensando lo mismo que yo y quizás podamos comprobarlo en los próximos días.

En todo caso, yo quisiera alertar a la opinión pública y subrayar que si mi análisis resulta correcto, la crisis económica ­que, como ya dije anteriormente, nos ha sido impuesta­ no será entonces otra cosa que el primer trago amargo de una cena de Lúculo y que saldrán entonces a flote cuestiones cruciales de carácter nacional de las que no quiero ni pensar hacia dónde pueden llevarnos.

¡Ojalá me equivoque!

* Compositor y político griego.

jueves, 13 de mayo de 2010

Movimientos indígenas y sociales en el vértice político latinoamericano

Por Isabel Rauber. - http://redaccionrosario.com/noticias/?q=node/8327

Los movimientos sociales con los movimientos indígenas, desde Chiapas hasta Bolivia, articulados con los campesinos, los piqueteros y las piqueteras, los trabajadores y trabajadoras, los movimientos barriales, de niñez, juventud y tercera edad se han erigido en protagonistas medulares de las resistencias y las luchas sociales, políticas, ideológicas y culturales radicalmente cuestionadoras de la irracionalidad destructiva del capitalismo. Son las claves de una nueva civilización.

Lejos de viejas prácticas y creencias de las izquierdas partidarias que veían en lo social-reivindicativo un freno o impedimento para la acción política, identificando las raíces sociales de las problemáticas sectoriales, ellos las han rearticulado –conteniéndolas–, en una dimensión de cuestionamiento integral del sistema social, esto es, adentrándose en la dimensión política de la acción socio-reivindicativa, provocando con ello, un crecimiento de la conciencia colectiva.

Consiguientemente, con sus luchas han replanteado la acción política y sus actores, recolocando a la política en el eje articulador-vertebrador del quehacer socio-transformador de los actores sociopolíticos estructurados en movimientos. Esto evidencia, una vez más, sus condiciones, capacidades y potencialidades políticas revolucionarias, particularmente patentizadas en la “Cumbre” por la Tierra, recientemente celebrada en Cochabamba.

Sobresale la trascendencia estratégica revolucionaria de su accionar, de sus propuestas y sus miradas. De allí emergen rasgos que avanzan lo nuevo y –sobre esa base– van configurando nuevos paradigmas para la construcción de la nueva civilización, superadora de la actual marcada por el capitalismo y las exigencias decadentes de su mercado. La madurez alcanzada por los movimientos en años de resistencias, y luchas sociales, incrementada por aquellos que ahora están encabezando gobiernos, profundizando procesos populares colectivos de disputa con el poder del capital y de construcción de poder propio desde abajo. Todo ello ha ido configurando claves políticas indispensables de tener en cuanta a la hora de pensar-construir los proyectos alternativos en la actualidad.

Entre ellas:

- La claridad de colocar como eje articulador de las luchas y pensamientos, la lucha por la vida. Tienen en claro que, en su estado actual, la continuidad de la lógica de producción y acumulación del capital amenaza a toda la humanidad. Y esta amenaza se resume y expresa en la contradicción antagónica vida–muerte. Esta caracteriza el problema fundamental del tiempo actual, y resume y articula, además, nuevas contradicciones sociales.

- El llamado a adoptar-construir colectivamente una nueva cosmovisión, basada en la interrelación –armónica y equilibrada– entre humanidad y naturaleza, situación que supone, a la vez, una nueva comprensión de los modos de ser humanos.

La sobrevivencia humana es inseparable de la de la naturaleza. Es ella –y no la economía–, la que ocupa en esta concepción la órbita central articuladora de un nuevo modo de construcción y organización del metabolismo social, económico, político, cultural, conjugadamente con la práctica universal de una nueva ética de convivencia humana en su reencuentro con la naturaleza.

Esto remueve desde abajo, desde la raíz, la concepción del mundo predominante hasta la actualidad y, consiguientemente, el sentido, las características, las tareas y los caminos del cambio social, sus perspectivas y objetivos a alcanzar. No por casualidad los movimientos indígenas y sociales han organizado la Cumbre por la defensa de la madre tierra, buscando concertar voluntades para construir mundialmente soluciones inmediatas y alternativas sostenibles a los dramas de la devastación de la naturaleza y el consiguiente desequilibrio ecológico y la aceleración de los cambios climáticos.

- La convocatoria a avanzar hacia la construcción de una nueva civilización re-humanizada.

Las experiencias de resistencia y lucha de los movimientos sociales, de los movimientos indígenas originarios resultan cuestionadores-superadores de los paradigmas hasta hace poco vigentes en lo inherente a la transformación del mundo. Hoy está claro que los paradigmas predominantes de la cultura y los modos de vida nacidos y desarrollados bajo la hegemonía de la civilización capitalista (occidental) están en crisis de inviabilidad, y esto comprende también a los paradigmas emancipatorios socialistas del siglo XX, [en]marcados de un modo u otro por la lógica de ese capitalismo, compitiendo con él en aras –supuestamente– de superarlo, demostrando su superioridad.

Reflexionar crítica y autocríticamente sobre aquellas experiencias emancipatorias resulta parte del quehacer actual del pensamiento y la práctica de los movimientos.

En la búsqueda de alternativas, se va esclareciendo que no basta con criticar al capitalismo, que no basta con reconocer los errores del socialismo, ni con ser crítico y autocrítico. Es indispensable, además de ello, superar las lógicas de funcionamiento del metabolismo social en uno y otro caso, construyendo lógicas superadoras, removedoras del caduco metabolismo social.

- En este sentido, un gran aporte de los movimientos –evidenciado en la reciente Cumbre de Cochabamba–, es identificar como parte de las nuevas lógicas estructuradoras de un nuevo metabolismo social, en primer lugar, la necesaria unidad y armonía del modo de producción y reproducción sociales con la supervivencia de la naturaleza.

Es vital construir un modo de producción y reproducción de la vida social que -a la vez- lo sea también para la vida de la naturaleza. Humanidad y planeta corremos la misma suerte, somos uno.

El modo de producción-reproducción-acumulación capitalista debe ser superado integral y radicalmente (desde la raíz, desde abajo). En el mismo sentido y con la misma lógica, simultáneamente, hay que ir construyendo una nueva racionalidad que se exprese en otro/s modo/s de producción, reproducción (sociedad-naturaleza), distribución, apropiación, acumulación e interrelaciones humanas colectivas e individuales fundamentado/s en la solidaridad, la justicia, equidad, articulación, cooperación y perdurable paz mundial

Comprender esto y buscar nuevos caminos para hacerlo realidad es parte de los fundamentos de la nueva civilización, capaz de ir más allá del capitalismo y construirse en código vida, es decir, respetando, promoviendo y cuidando la armonía sociedad-naturaleza. Y ello late en las propuestas y prácticas revolucionarias actuales embanderadas por los pueblos indígenas originarios, particularmente en Bolivia, con el liderazgo de Evo Morales Ayma.

Este planteamiento estratégico, articula los actuales procesos de luchas sociales con las propuestas de cambios radicales en las sociedades y –de conjunto– en el sistema–mundo, abriendo caminos para avanzar “más allá del capital” [Mészáros]. Esto implica asumir el desafío histórico de construir una nueva civilización, basada en una nueva cosmovisión que busque la armonía, intercambio y complementación entre los seres humanos, consigo mismos y con la naturaleza, como pilar de tránsito y búsqueda de un nuevo modo de producción, reproducción y acumulación sociales, en equilibro con la naturaleza.

Construir una nueva civilización, significa, por tanto, fundar y construir un nuevo modo de vida. Esta es la base para hacer realidad el anhelado (y posible) “otro mundo mejor”.

- Superar el insaciable afán consumista de bienestar y progreso del capitalismo por la concepción del Vivir Bien o Bien Vivir, síntesis del modo de vida al que se aspira.

Vivir bien significa “vivir bien entre nosotros”, en una convivencia comunitaria con interculturalidad y sin asimetrías de poder. “No se puede Vivir Bien si los demás viven mal”, sostiene Evo Morales en sus conversaciones con la población. Se trata de vivir como parte de la comunidad, con protección de ella, en armonía con la naturaleza, es decir, de “vivir en equilibrio con lo que nos rodea”. También entre los seres humanos.

- Articular, poner en sintonía, desarrollo y democracia: El Vivir Bien se corresponde con una concepción integral que articula desarrollo y democratización, donde el desarrollo y la democracia tienen la misma importancia. En esto se fundamentan las sabias propuestas civilizatorias contenidas en la revolución democrático-cultural que se lleva adelante en Bolivia hoy.

Sus logros constituyen un caudal cultural que alimenta la utopía y constituye, a la vez, un soporte ético e ideológico para los procesos de búsqueda y construcción de una civilización re-humanizada, basada en un sistema social raizalmente democrático, equitativo, humanista, liberador y superador de la destructiva hegemonía económica, social, cultural e ideológica del capital.

- Asumir la centralidad de la lucha cultural, como camino y medio para la construcción de ese otro mundo anhelado y posible, que supone la construcción del poder popular desde abajo.

Esto es así, en primer lugar, porque construir poder popular, superador del capitalismo y sus lógicas de funcionamiento, es, en primer lugar, construir conciencia y organización, para –sobre esa base–, los sujetos conscientes, puedan desplegar su creatividad socio-transformadora y fortalecer su voluntad para llevarla adelante.

- Abrir cauces a la interculturalidad. Pensar colectivamente las alternativas requiere nutrirse de diferentes saberes y cosmovisiones. Y esto hace imprescindible que todos y todas dejemos de lado viejos prejuicios discriminatorios y jerárquicos, también en lo cultural, para reconocer(nos) y aceptar(nos) en la diversidad, entendiéndola como fuente enriquecedora de capacidades colectivas para conocer, saber y poder actuar. Esto supone también, desterrar el pensamiento único de cualquier signo ideológico.

Se trata de buscar caminos y modalidades de reconocimiento y convivencias interculturales, nutriéndonos de todas las subjetividades y construyendo el pensamiento revolucionario indolatinoamericano actual, propio de cada pueblo, intercultural, descolonizado y abierto a la creación colectiva permanente de los pueblos.

- La interculturalidad liberadora supone la descolonización del modo de vida y de pensamiento, es decir, de la interrelación entre Estado, sociedad y ciudadanía, fundando (construyendo) un nuevo tipo de interrelación, es decir, un nuevo tipo de Estado, de sociedad, de ciudadanía. Y ello solo es posible construyendo relaciones horizontales (de equidad) entre todos los habitantes de un país, independientemente de la comunidad a la que pertenezcan.

Por ello, en nuestras tierras, la constitución de la Nación es parte inseparable del proceso de liberación/reparación de los daños de la conquista y colonización y su legado de exclusión social, política, jurídica, económica y cultural, junto a la lucha por la igualdad y la justicia.

Los actuales procesos de liberación que se desarrollan en el continente, con protagonismo marcado y creciente de los movimientos indígenas y sociales demuestran que no solo es posible sino vital la construcción/constitución en cada país, de un Estado descolonizado, intercultural y plurinacional. Este resulta, en principio, un ideal/objetivo que, cual brújula sociopolítica, orienta y abona el camino hacia un socialismo renovado desde abajo, sin colonialismo interno ni externo. El proceso boliviano actual, heroicamente creado y construido por sus pueblos desde abajo, constituye la primer y más grande muestra de esto.

- Replantearse la unidad sobre nuevas bases: no como unicidad ni homogenización de todo pensamiento y opción, ni basada en la lógica del “ordeno y mando”. Se trata de una unidad formada en base a la complementariedad y la articulación de los y las diferentes para enriquecer lo colectivo, erigido en verdad histórica. Esto supone reconocer la incompletitud de cada uno, en lo individual y en lo sectorial, y consiguientemente, ver en las diferencias, en el otro y en la otra, la posibilidad de completitud, desarrollando variados procesos de articulación de diferencias basadas en el reconocimiento de las virtudes de lo diferente.

Esto es a la vez que parte de las nuevas prácticas, un llamado de alerta. Porque fortalecidos, o situados en posiciones de poder, como lo es por ejemplo, ser parte de los gobiernos o sus entornos, los movimientos mayoritarios pueden descuidar la importancia y trascendencia político-ideológica pedagógica que tiene la construcción (sostenida) de lo nuevo en sus prácticas internas cotidianas, y caer –por razones diversas, entre ellas la urgencia de resolver problemas–, en la reproducción de las viejas prácticas elitistas, sectarias, prepotentes y excluyentes, propias de la cultura vanguardista de la izquierda en el pasado cercano.

- Articulado a lo anterior, de los movimientos emerge la necesidad de abrir las puertas a los múltiples caminos de desarrollo de procesos de empoderamiento colectivo, promoviendo la apropiación protagónica creciente de todas y todos los actores sociales y políticos que dan vida a los procesos socio-transformadores que se desarrollan en cada realidad, fortaleciendo a la vez, en cada caso, sus procesos de (auto)constitución -desde abajo- de los actores aislados en actor colectivo, (sujeto plural) protagonista de su historia.

En tal sentido, los procesos revolucionarios actuales que tienen lugar en el continente, reclaman fortalecer los procesos colectivos de conciencia, organización y participación de los sectores populares (construcción de poder desde abajo). En virtud de ello, los movimientos sociales y políticos tal vez tengan que hacer mayores esfuerzos para evitar encerrarse en sus “círculos de confianza” a la hora de pensar y decidir las propuestas y orientar las tareas. Ello sería un serio retroceso en la impronta revolucionaria actual, caracterizada por su eje democrático-cultural y la conformación de una fuerza social de liberación (sujeto revolucionario) capaz de traccionar e impulsar los procesos hacia radicalizaciones crecientes.

Los nuevos paradigmas civilizatorios en construcción, escapan a las binarizaciones reduccionistas, antitéticas y excluyentes de los siglos XIX y XX. Se fundamentan y enriquecen en la pluralidad, diversidad e interculturalidad y –a través de ella–, se anclan en principios tales como: solidaridad, ética, diferencias, equilibrio, paridad, horizontalidad, espiritualidad, democracia intercultural, vivir bien, buen vivir, autogestión, vida comunitaria, redes sociales (reales y virtuales).

Construir una civilización superadora de lo construido hasta ahora no es tarea de pocos ni de elegidos, requiere de la participación de la humanidad toda, al menos de la mayoría absoluta, y esto reclama de la sucesión concatenada de procesos histórico-concretos que vayan abriendo canales para la participación en dimensiones diversas, creando y acuñando, a la vez, nuevas prácticas de inter-relacionamiento humano en lo social, político, económico y cultural.

En tal sentido, los actuales procesos de luchas sociales, y las experiencias de los gobiernos raizalmente transformadores, constituyen laboratorios del nuevo mundo que pueden ayudarnos a crecer colectivamente en saberes, si somos capaces de dar seguimiento y apropiarnos críticamente de las experiencias. Ellas constituyen, a la vez, por ello, fuentes de inspiración para la vida. Y la brújula está en el accionar-pensar constante de los movimientos.

Isabel Rauber es Doctora en Filosofía, investigadora social y pedagoga política.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Ahora los pulpos mediáticos y sus periodistas estrellas se ponen en víctimas

Por Emilio Marín - http://www.laarena.com.ar/opinion-ahora_pulpos_mediaticos_y_periodistas_estrellas_se_ponen_en_victimas-47276-111.html

Clarín se victimizó por la ley de medios. Sus periodistas se victimizan por un afiche anónimo y comisiones del Congreso deploran los "escraches" y  juicios éticos. No les cabe el papel de víctimas.

Los intereses monopólicos se habían puesto en víctimas mientras duró el debate parlamentario del proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisuales. Convertida en ley Nº 26.522, acudieron a la justicia para suspenderla, auspiciando presentaciones directas o por medio de ONG y legisladores que se habían ausentado al momento de la votación. El diputado mendocino Enrique Thomas, que bascula entre el peronismo duhaldista y el cobismo, logró el fallo favorable de la jueza Olga Pura de Arrabal y la Cámara Federal.

La ley de medios está suspendida. Y esta circunstancia es central para tomar posición sobre el debate que vino a continuación y la masiva marcha del 15 de abril a favor de aquella norma. Se podría formular del siguiente modo: "Si no hay ley democrática de medios, hay escrache".
Así se parafrasea lo sucedido en derechos humanos, donde años atrás se bregaba por justicia ante tribunales paralizados por la impunidad. "Si no hay justicia, hay escrache", dijeron entonces desde HIJOS y otros organismos. Y ese movimiento desde la calle, más las luchas de siempre y la renovación legislativa y ejecutiva de 2003, hizo que recomenzaran los juicios. Ya hay 60 represores condenados. Los escraches cumplieron una buena función y en la actualidad son sólo excepcionales, porque los responsables del terrorismo de Estado están siendo enjuiciados.

Entonces, para analizar la situación política, el rol de los medios monopólicos y sus operadores de prensa, etc, hay que partir de qué pasa con la ley 26.522.

La postura de buena parte de la población, no de toda porque la derecha también existe, se pudo mensurar el 15 de abril con la marcha desde Congreso a Tribunales, exigiendo que aquella se ponga en práctica. Esa noche la muchedumbre votó con la cabeza y los pies, y escuchó a Hebe de Bonafini, Estela de Carlotto, Hugo Yasky y Julio Piumato.

Si se tiene en cuenta que el primer fallo contra la norma fue dictado por el juez Eduardo Carbone, el 16 de diciembre de 2009, a instancias de Clarín, quiere decir que los sectores democráticos recién se movilizaron cuatro meses después. Ese lapso no había sido suficiente para que la justicia desandara tan injusta resolución. Peor aún, luego hubo otros tres fallos en primera instancia en la misma dirección que el de Carbone y uno de la cámara cuyana.

¿Era o no tiempo de respuesta en las calles, del grueso de la sociedad que había puesto tantas esperanzas en la democratización de los medios?

Clarinete, Grupo Uno (Vila-Manzano-De Narváez), Telefé, La Nación, Cadena 3 y otros pulpos, habían demonizado a la "ley K" y "ley mordaza". Ocultaban el amplio abanico social y político que apoyaba la anulación de la vieja ley de la dictadura, así como los amplios márgenes a favor con que eso se votó en el Parlamento.



Ayudita de la SIP.
Los dueños de los principales medios y la oposición conservadora no sólo acudieron a los estrados judiciales para defender lo indefendible. También pidieron ayuda a la Sociedad Interamericana de Prensa, un lobby patronal dependiente del Departamento de Estado norteamericano que en su directorio ha contado con muchos defensores de dictaduras (caso en 2000 del uruguayo Danilo Arbilla).

Así fue que en noviembre del año pasado sesionó en Buenos Aires la 65º Asamblea Anual, que pasó a estar presidida por Alejandro Aguirre, del Diario de las Américas, de Miami, uno de los que mejor interpreta la política de la cartera de Hillary Clinton.

Esa Asamblea incluyó charlas de periodistas de Clarín, La Nación, La Voz del Interior, Radio Continental, etc, cuestionándose la ley de la democracia. Con ese asesoramiento tan sesgado, la entidad informó: "fue el semestre más complejo en años para la situación de la libertad de prensa en el continente americano". En el caso de Argentina, la SIP solicitó al Parlamento la revisión del texto de la ley de Medios Audiovisuales "porque impone límites a la propiedad de los medios y tendrá consecuencias negativas para la libertad, la diversidad y la sustentabilidad de los medios".

Esa central empresaria está desacreditándose por lo que dicen y hacen los periódicos asociados, caso del Diario de las Américas de Miami, el Mercurio de Chile, El Nacional de Caracas, El Comercio de Perú, El Tiempo de Bogotá y Clarinete de Buenos Aires, entre varios otros.

La SIP falsifica la realidad y ataca a los gobiernos progresistas de la región. En marzo de este año se volvió a reunir en Aruba y opinó sobre la situación de Honduras: "en este período se ha desatado una campaña de desprestigio y persecución contra medios independientes, editores y periodistas, desplegada particularmente por los simpatizantes del ex presidente Manuel Zelaya".

La verdad es exactamente la opuesta. El golpista Roberto Micheletti persiguió a la prensa democrática desde el golpe de Estado de junio de 2009. Los perseguidos eran defensores del orden constitucional que expresaba Zelaya. Desde que asumió el continuista Porfirio Lobo en enero de 2010, han sido asesinados 6 periodistas en Honduras. ¡Y la SIP miente con que la persecución a la prensa sería obra de los seguidores del derrocado Zelaya!

Malas y buenas noticias.
Volviendo a Argentina, la mala noticia es que el Senado votó una resolución en solidaridad con los periodistas del grupo Clarín. Estos dijeron sentirse amenazados porque en un afiche anónimo se publicaban sus fotos y se preguntaba cómo podían desempeñarse en un medio cuya presidenta está sospechada de apropiación de menores.

Esa resolución senatorial fue impulsada por la derecha afín a los medios (Gerardo Morales, Adolfo Rodríguez Saá y María E. Estenssoro) y también votada por el bloque kirchnerista, destacándose José Pampero y Miguel Pichetto.

Por eso Rosendo Fraga, ex asesor de la dictadura, celebró en "La Nación" ese acople oficialista. El 29 de abril en "La demonización de los periodistas", comentó: "esta ofensiva del oficialismo, incluso lo está dividiendo políticamente. Figuras relevantes, como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, el Presidente Provisional del Senado y el titular del bloque oficialista en dicha cámara se han pronunciado públicamente contra los ataques y escraches contra medios y periodistas".

Por su parte la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, controlada por la oposición y presidida por la radical Silvana Gíudici, repudió el "juicio político y ético" realizado el jueves de esta semana por la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. Gíudici fue una de las más acérrimas enemigas de la ley democrática y ahora se imposta como vestal de la libertad de prensa.

La asociación de Bonafini hizo un acto político en la Plaza, con unas 500 personas, para cuestionar a los diarios y editoriales que más colaboraron con el Proceso. La lupa se posó también sobre Morales Solá, Mariano Grondona, Chiche Gelblung, Vicente Massot, Magdalena Ruiz Guiñazú, Claudio Escribano y Máximo Gainza Paz.

Ninguno de los nombrados tuvo el coraje cívico de ir a ese acto y pedir la palabra para refutar los cargos. Prefirieron concurrir a la Comisión de Libertad de Expresión del Senado y ponerse otra vez el traje de víctimas para ganar el aplauso de los legisladores amigos del monopolio. Ruiz Guiñazú exageró, al decir que juicios como el patrocinado por Madres, "son actitudes que pueden generar hechos dramáticos". Morales Solá aseguró: "con este clima de persecución lo que se busca es eliminar la función del periodista". En realidad quien buscó eliminar esa función fue su amigo de 1976 en Tucumán, el genocida Antonio D. Bussi, hoy condenado a cadena perpetua.

La buena noticia es que la Cámara Federal de Mendoza tuvo que conceder el recurso extraordinario presentado por el Estado nacional contra el fallo de marzo pasado de esos mismos camaristas contra la ley de servicios audiovisuales.

Quiere decir que con mucha lentitud, podría empezar a remontarse en Tribunales la escalada de fallos adversos. Pero mal que les pese al grupo Clarín, la derecha declarada y también a los kirchneristas Pampuro, Pichetto, Daniel Scioli y Aníbal Fernández, muchos argentinos que aprendieron de HIJOS y la lucha de derechos humanos, mantienen su idea. "Si no hay ley democrática de medios, hay escrache".


martes, 11 de mayo de 2010

La crisis europea en el espejo de la experiencia latinoamericana

Raúl Zibechi - http://alainet.org/active/38011

Sigo de cerca la crisis europea y muy en particular lo que viene sucediendo en el Estado español, quizá porque no puedo ni quiero renunciar a esas casi dos décadas en las que viví en la península, cuando en estas tierras campeaba el autoritarismo militar. Porque me interesa y me duele, quisiera reflexionar brevemente sobre el último ciclo de luchas sociales en América Latina y lo que creo puede aportar a las reflexiones de quienes hoy luchan en Europa contra la brutal ofensiva del capital financiero contra los trabajadores.

Leo declaraciones del secretario general de Izquierda Unida, Cayo Lara, en el periódico Diagonal (30 de abril, No. 125), donde se lamenta del miedo que está paralizando a los trabajadores. “Soy de los que piensa que hay una parte muy importante de miedo en la propia clase trabajadora a salir a hacer protestas incluso en la calle, porque la situación en estos momentos es de un cierto deterioro social”, dice Lara. Creo que refleja lo que está sucediendo en toda Europa incluyendo, parcialmente por ahora, a Grecia.

Lo primero que quisiera decir, y que a menudo se olvida en los momentos de éxito, es que en América Latina las reacciones fuertes llegaron cuando la crisis era ya muy evidente, o sea cuando la mierda nos llegaba a la nariz, o más arriba. Antes de eso, las multinacionales con el respaldo de los gobiernos elegidos por el pueblo, habían robado todo lo que se podía robar. En los países donde no lo hicieron completamente, no fue por levantamientos populares sino porque una parte de las elites sintió que también ellas serían desestabilizadas si se aplicaban a fondo las recetas del Consenso de Washington. El ataque a las economías populares fue atroz. Implacable. Un par de datos del Latinobarómetro para ilustrar la catástrofe. En 1995 el 76% de las familias tenían vivienda con alcantarillado; en 2006 sólo el 62%. En 1995 el 57% tenían agua caliente por cañería; en 2006 sólo el 32%. En 1995 el 33% tenía coche; en 2006 el 22%. Lo mismo sucedió con al posesión de lavarropas, refrigeradores y demás electrodomésticos. En suma, entre el 20 y el 45% de los bienes que tenían los latinoamericanos, incluyendo servicios esenciales, les fueron arrebatados por la especulación financiera, ¡¡sin que reaccionáramos!!

Lo segundo, es que quienes se echaron a la calle no fueron los trabajadores con empleo fijo y derechos sociales sino los desocupados, los que habían perdido todo, los llamados marginados. No me estoy refiriendo a los pobres de siempre sino a los nuevos pobres, aquellos para los cuales la crisis fue un verdadero terremoto social y cultural en sus vidas. Familias que de un día para otro se quedaron sin nada, sobre todo sin sueños, sin esperanzas. Familias obreras y de clases medias acostumbradas a enviar a sus hijos a la universidad y a que cada generación llegara algún peldaño más arriba que la anterior, fueron las que comenzaron las rebeliones. No lo hicieron por ideología, sino por necesidad, porque la sobrevivencia estaba amenazada.

En tercer lugar, la protesta no la canalizaron ni la dirigieron los sindicatos. La protesta surgió por fuera de las estructuras sindicales y las grandes centrales se plegaron tarde y en muy pocas ocasiones. Diría más, y a explicar esto he dedicado varios libros y decenas de artículos: la protesta y la rebelión se abrió paso contra lo instituido o, por lo menos, pasándole por un costado o directamente por arriba. No creo en términos como “traidores” o “vendidos” para explicar esta situación. Cada ciclo de protesta nace en los márgenes y a contrapelo de lo existente. Y las organizaciones creadas al calor de cada ciclo suelen convertirse en peso muerto para el siguiente. Por más radicales que sean los dirigentes de los grandes sindicatos, sus bases no tienen ni la necesidad ni el hábito del tipo de protesta que es necesaria para revertir las cosas en una situación como la que se vive actualmente.

En cuarto lugar, el papel de las mujeres fue y es decisivo. No es cuestión de feminismo, aunque apoyo el feminismo. Es algo diferente. Cuando la crisis es tan profunda que desestructura el mundo popular, las mujeres son -digamos- algo así como un principio de orden, ya sea por su papel de madres y las obligaciones que conlleva para con sus hijos; o porque son las que muestran capacidad para sobreponerse a la debacle del mundo formal del trabajo asalariado, quizá por su fuerte imbricación en la economía de lo doméstico, lo informal, lo local y lo afectivo. Por lo menos en América Latina sucede algo de esto.

En quinto término, no alcanza con manifestaciones y huelgas. El Caracazo de 1989 fue una insurrección que sólo pudo aplastar el ejército con un saldo de no menos de 500 muertos. Las guerras bolivianas (dos del gas y una del agua) derrotaron a los aparatos represivos, aún al costo de más de cien muertos. La media docena de levantamientos ecuatorianos o los argentinazos, fueron procesos lo suficientemente intensos como para destruir, completa o parcialmente, el sistema de partidos existente. Pero también a los movimientos sociales que habían nacido décadas atrás. Todos estos hechos, y otros que omito para no alargarme, tuvieron tal magnitud, que los de arriba no podían mantenerse ya más tiempo allí. Más de una decena de presidentes debieron renunciar ante multitudes en las calles.

Creo que en Europa las cosas no tienen porqué transcurrir por los mismos carriles. Sólo pretendo recordar hechos, no se me pasa por la cabeza decir qué deberían hacer otros. Un solo punto más. En Europa tienen la experiencia, más o menos reciente, de haber transitado por grandes rebeliones o importantes movilizaciones sin que las elites hayan recurrido a la masacre. Me refiero a mayo del 68 en Francia y al más reciente 13 de marzo de 2004 en el Estado español. No es mérito de esas elites. Aunque en Europa hay más institucionalización que en América latina, lo que complica por cierto la acción directa, también es verdad que hay mucho más espacios para la disidencia de todo tipo.

- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales

domingo, 9 de mayo de 2010

Página/12 :: Sociedad :: El derecho humano de la decisión

Página/12 :: Sociedad :: El derecho humano de la decisión

- Conseguir que la maternidad sea libremente elegida y que la vida de las mujeres no corra riesgo como consecuencia de un embarazo fueron dos de las banderas levantadas durante el encuentro.

sábado, 8 de mayo de 2010

Línea de partida para combatir la pobreza

Por David Cufré - http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-145350-2010-05-08.html

El Conicet y otros institutos presentaron los resultados de la primera investigación exhaustiva sobre el impacto de la AUH entre los sectores vulnerables. La indigencia bajó hasta 70 por ciento, la pobreza hasta 30 y mejoraron los índices de equidad. Los desafíos. 

Ayer se presentó la primera investigación a fondo sobre los efectos de la Asignación Universal por Hijo entre los sectores más vulnerables. Es un estudio encarado por especialistas del Conicet y otros institutos para verificar el impacto de esa iniciativa. Allí se llega a conclusiones contundentes, que de algún modo confirman las hipótesis que distintos analistas habían adelantado cuando el Gobierno anunció la ampliación de este derecho a desocupados, trabajadores informales y empleadas domésticas: la indigencia bajó de manera rotunda, entre 68 y 54 por ciento –según se utilicen el IPC del Indec o el de siete provincias, respectivamente– desde la creación del programa, y la pobreza disminuyó entre 32 y 13 por ciento. Pero lo más llamativo es otro dato inesperado: los niveles de desigualdad entre quienes más ganan y los de menores ingresos cayeron a su nivel más bajo desde 1986 y la Argentina vuelve a aparecer como “el país más igualitario de América latina”, lugar que había cedido en los ’90 como consecuencia de la aplicación de políticas de exclusión. “La Asignación Universal por Hijo se encamina a ser la medida de política social más exitosa de los últimos 50 años, especialmente por su impacto sobre la indigencia y la desigualdad extrema entre ricos y pobres”, destaca el documento.

“El mate cocido ahora se los corto con leche.” “Este año le compré zapatillas para empezar las clases”. “Los fines de semana toman leche con galletitas dulces.” “Ahora tienen una cena más, así son cuatro en la semana.” “Les compré por primera vez botas de goma para que no se mojen tanto los pies.” “Ya no hago más la calle.” Estas frases, extraídas de testimonios de beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), aparecen en el estudio para ilustrar algunas de las modificaciones profundas en la vida cotidiana de esas personas.

El titular de la Anses, Diego Bossio, reveló ayer las últimas cifras sobre el alcance del programa: en mayo cobrarán la AUH 3.677.409 chicos, que forman parte de 1.920.072 familias. La cobertura viene creciendo de manera sostenida desde la implementación del plan, en noviembre pasado. En aquel momento fueron 3.303.914 menores de 18 años de 1.732.530 familias. El funcionario explicó que el aumento obedece a la acción de la Anses para incorporar beneficiarios, ya que el organismo capacitó a un equipo de cien pasantes que recorren barrios del conurbano bonaerense para resolver situaciones puntuales (ver aparte), y el Ministerio del Interior puso en marcha un plan para acelerar la entrega de DNI en todo el país. “Son medidas inclusivas, que demuestran la capacidad del Estado para intervenir de manera eficiente”, valoró Bossio.

El estudio presentado ayer, en un seminario del nuevo Observatorio de la Seguridad Social, fue elaborado por tres investigadores: Emmanuel Agis, del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), Carlos Cañete, del Programa de Formación Popular en Economía (Profope), y Demián Panigo, del Conicet (Ceil Piette). Su investigación se propuso evaluar el impacto de la AUH sobre cuatro indicadores centrales del bienestar social: pobreza, indigencia, desigualdad y vulnerabilidad relativa. Se basó en la Encuesta Permanente de Hogares del Indec del primer semestre de 2009 –para evaluar los ingresos de la población– y en dos índices de precios: el del Indec para el GBA y el de un conjunto de siete provincias, la mayoría opositoras al gobierno nacional. Esto último fue para despejar la polémica sobre la credibilidad del Indec en la medición de la inflación. Con esos insumos, los investigadores llegaron a las siguientes conclusiones:

- La asignación por hijo sacó de la pobreza a entre 1,4 y 1,8 millón de personas. De ellas, entre 700 mil y 1,1 millón tienen 18 años o menos.
- La pobreza bajó entre 32,6 y 13,1 por ciento, según se tomen el IPC del Indec o el IPC de las siete provincias. En números absolutos, la tasa de pobreza cayó de 14,1 por ciento en el segundo semestre de 2009 a 9,5 por ciento tras la implementación de la AUH en el primer caso. Si la pobreza se calcula con una canasta básica total que surge del IPC de siete provincias, el descenso en números absolutos es de 26,0 a 22,6 por ciento.
- Entre 1 millón y 1,5 millón de personas abandonaron la condición de indigentes. De ellos, entre 680 mil y 1,03 millón tienen 18 años o menos. La indigencia retrocedió entre 68,4 y 54,7 por ciento, con los dos IPC. El nivel de indigencia bajó de 3,2 a 1,2 por ciento de las personas con el IPC Indec, y de 7,5 a 3,4 por ciento con el IPC siete provincias.
- En la región Noreste, sobre cada diez indigentes, ocho dejaron de serlo a partir de la asignación por hijo.

Los datos son contundentes en cuanto a la incidencia de la AUH en la reducción de la pobreza y –sobre todo– de la indigencia. Ese impacto se puede ver reducido por el aumento de precios de los primeros cuatro meses de este año. La canasta básica total y la canasta alimentaria, que se utilizan para definir las líneas de pobreza e indigencia, subieron entre 15 y 17 por ciento para el Indec desde el segundo semestre de 2009 a la fecha. Sin embargo, todavía no se conoce qué pasó con los ingresos de la población en ese período –lo mide la Encuesta Permanente de Hogares, cuyos resultados aún se están procesando– y eso impide llegar a un resultado exacto.

De todos modos, en la Anses aportaron un dato que matiza aquel deterioro por la inflación: los beneficiarios de la AUH están cobrando entre fines de abril y lo harán hasta junio la diferencia del 20 por ciento de la AUH que el Estado les retiene hasta comprobar que cumplieron con el requisito de escolaridad y vacunación. Son 36 pesos por mes por hijo, lo que en la práctica implica un refuerzo monetario que ayuda a compensar el alza de precios (180 pesos por hijo para quienes están anotados en la AUH desde noviembre). Además, Bossio reveló que la asignación por hijo aumentará el mismo porcentaje que las asignaciones familiares (ver aparte).

La otra faceta de la investigación sobre la AUH tiene que ver con la desigualdad. Aquí aparecen los datos más novedosos, ya que este programa logró reposicionar a la Argentina como el país más igualitario de América latina, tal como lo era hasta 1994. A partir del efecto Tequila, el país retrocedió tres escalones en uno de los indicadores clave en ese sentido: la brecha de ingresos entre el primer decil –los más ricos– y el último –los más pobres–, siendo superado por Uruguay, Venezuela y República Dominicana. En 2002, cuando se vieron las consecuencias más dramáticas de la implosión de la convertibilidad, la brecha creció a 39,4 veces. De 2003 hasta el primer semestre de 2009, esa diferencia se achicó a 24,8 veces. A partir de la creación de la AUH, la brecha cayó a 14 veces, el nivel más bajo de la región, equivalente al nivel que existía en la Argentina en 1986. La misma tendencia se evidencia al analizar otros indicadores de desigualdad social, como el coeficiente de Gini o el índice Theil. Por esta cuestión, los investigadores afirman que la AUH es una de las medidas de redistribución del ingreso más potentes en décadas. Pero hacen una advertencia a las autoridades: la AUH debe ser entendida como el inicio de una estrategia para combatir la pobreza, la indigencia y la desigualdad y no como la línea de llegada.

viernes, 7 de mayo de 2010

La doble vara de medir

Xavier Caño Tamayo -http://alainet.org/active/37971


Una ilustración en prensa. Un hombre bien trajeado proclama frente a un globo terráqueo: “Hay que ser realistas, el mundo es como es. Ya nos ocuparemos nosotros de que no cambie”. Es el humor de El Roto, quien calca así qué pasa en este mundo en crisis con víctimas y victimarios.



La crisis griega la van a pagar los griegos. La van a pagar los funcionarios públicos, los pensionistas y los asalariados en general. Para poder limpiar las cuentas públicas griegas, la implacable Unión Europea no suelta un euro si el gobierno griego no reduce como sea el gasto público. La obsesión del maldito déficit. Y el gobierno griego congela salarios de funcionarios y pensiones, no ofrece empleos públicos, rebaja la indemnización por despido, reduce el gasto social... Y aumenta la presión fiscal. Nueva subida del IVA (del 19% al 23%) y un 10% más de impuestos sobre tabaco, alcohol y combustibles. Impuestos que pagan igual ricos y pobres, sin distinción de renta.
Da igual que los recortes e impuestos injustos empeoren la vida de millones de griegos. A la Unión Europea, sólo le interesa reducir el déficit.
¿Dónde está el mismo grado de exigencia de la Unión Europea con los bancos, las grandes empresas, los fondos de inversión especulativos, los hedge funds y otras entidades perversas y peligrosas? No existe. De momento, para el sector financiero griego no habrá sacrificios. El Estado inyectará 17.000 millones de euros a la banca y creará un fondo de prevención en el mercado de acciones. Ningún sacrificio.
Los socialdemócratas (ahora griegos) vuelven a hacer el trabajo sucio en beneficio de la minoría privilegiada. Y los medios de persuasión (perdón, informativos) contribuyen a que este mundo continúe siendo como es. Que nada cambie. Por ejemplo, haciendo comulgar con la rueda de molino de que el déficit es lo peor que le puede pasar a un país. Y creando el clima de histeria de que si no se frena la crisis griega, se contagiaran Portugal y España y toda la zona euro... Bla, bla, bla, bla. Así se justifica llevar impunemente a los ciudadanos griegos contra las cuerdas y empeorarles la vida.
En lugar de perjudicar a la inmensa mayoría de un país, ¿por qué no ir contra los responsables de la crisis? ¿Por que no poner en el punto de mira a los especuladores que no cesan de especular? ¿Por qué no regular de una vez y controlar el sector financiero? ¿Dónde están las cacareadas reformas de tal sector?
Aquí sólo cuenta el maldito déficit. Y los intereses de la minoría privilegiada, de la banca y del sector financiero, por supuesto.
Paul Krugman publicó recientemente un artículo en The New York Times donde criticaba con dureza propuestas del Partido Republicano de bajar impuestos a rentas superiores y reducir el gasto y empleo públicos. Republicanos estadounidenses y Unión Europea parecen estar de acuerdo. Ambos insisten en hacer más vulnerables a los asalariados, que no haya regulación del sector financiero así como reducir drásticamente el gasto público. Son los mismos perros de siempre con los mismos collares de toda la vida, causas estructurales de la crisis que sufrimos. El dogma neoliberal se empecina en que deben reducirse sector y empleo públicos. Pero hay que hacer justo lo contrario según Krugman, Stiglitz y otros economistas de prestigio internacional.
Y una nota final de humor. Nicolas Sarkozy, ha dicho en una entrevista que "no vamos a permitir a los especuladores actuar a su antojo para desestabilizar cualquier país". ¡Qué buen chiste!
De momento, y para hacer boca, las investigaciones del analista financiero Dhaval Joshi muestran que las entidades financieras que provocaron la crisis se han beneficiado más que nadie cuando ha empezado a haber alguna recuperación. En Estados Unidos, en los últimos nueve meses, las ganancias empresariales han aumentado 280.000 millones de dólares, pero los salarios han descendido en 90.000 millones. En Gran Bretaña, las ganancias fueron 24.000 millones de libras más, pero los salarios sólo 2.000 millones. Es algo insólito que las ganancias empresariales crezcan más velozmente en términos absolutos que los salarios, dice Joshi.
Pero el mundo es como es. Y ya hay quien se ocupa de que no cambie.
Si les dejamos, claro.
- Xavier Caño Tamayo es Periodista y escritor

Juicio Gregorio Rafael Molina

Juicio Gregorio Rafael Molina
Homicidio Agravado por ensañamiento, alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas (2 hechos)
-Privación ilegitima de la libertad agravada por ser perseguidos políticos (38 hechos)

-Imposición de tormentos a los presos agravado por ser estos perseguidos políticos (38 hechos), todos los cuales concurren materialmente entre sí (arts. 45, 55, 80 incs. 2 y 6, 141 y 144 ter del C.P. texto según ley 14.616).

Autor penalmente responsable del delito de violación, en forma reiterada - tres hechos que concurren materialmente entre sí- ello así por cuanto se ha acreditado que accedió carnalmente a caso 1 mediante violencia y valiéndose de su funcíón de guarda (arts. 55 y 122 del C.P). Causa N° 2277: Autor penalmente responsable del delito de violación, en forma reiterada - dos hechos- y violación en grado de tentativa, los tres hechos agravados por la calidad del autor - encargado de la guarda de la víctima - y que concurren materialmente entre sí (arts. 122 - redacción previa a la modificación introducida por Ley 25.087-, 42, 45 y 55 del CPPN) en perjuicio de caso 2

jueves, 6 de mayo de 2010

Disculpen la molestia

Escrito por Eduardo Galeano - http://elmercuriodigital.es/content/view/19074/151/

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza.

¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés?

El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración?

¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?

¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?

¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?

¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?

¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?

¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.

Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo?

¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?

Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?

¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?

¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?

Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?

¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?

Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?

Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:

–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.

En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.

El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?

A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.