miércoles, 17 de marzo de 2010

No olvides que una vez tu fuiste sol (A.B) - Santiago Feliú - Ginebra

No olvides que una vez tu fuiste sol, Canción del trovador cubano Augusto Blanca cantada por Santiago Feliú en Ginebra, Suiza, el año 2003 en su concierto homenaje en la sala Mahatma Gandhi

lunes, 15 de marzo de 2010

Santos y pederastas

Javier Diez Canseco - http://www.larepublica.pe/contracorriente/15/03/2010/santos-y-pederastas
Un escándalo de proporciones involucra, desde algunos meses, a sacerdotes y primados de la Iglesia Católica de EEUU, Irlanda, Austria, Alemania, Holanda, entre otros países: abuso sexual a niños que debían educar o cuidar. No son denuncias recientes, pero ahora cuentan con evidencias contundentes, remecen Roma y comienzan a ventilarse en el fuero judicial que siempre evadieron. Y dejan clara la doble moral de sectores conservadores de la Iglesia involucrados.

Curiosamente, poco se informa al respecto en América Latina y el Perú. ¿Acaso no hay casos similares? Sí. Y han involucrado a personajes conservadores muy cercanos al Vaticano. Uno de los casos más graves es el del sacerdote Marcial Maciel, muerto el 2008. Muy influyente en Roma, fundó la Orden “Los legionarios de Cristo” y el apostolado “Regnum Cristi”, reconocido por el papa Paulo VI como parte de la Iglesia en 1965. Los “Legionarios” son conservadores y anti-izquierdistas como el Opus Dei, de Escrivá de Balaguer en España (reciente y aceleradamente santificado), y el Sodalicio, fundado en el Perú, que lleva una larga lista de denuncias siempre diluidas. Todos ellos cercanos al poder económico y político. Los Legionarios contaban con Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, y del multimillonario Dionisio Garza, en México. Los del Opus cuentan con el Dionisio peruano, su ministro Rey y el consejero espiritual de Palacio.

Maciel, religioso conservador mexicano y promotor de las cinco visitas que hizo Juan Pablo II a ese país (1979-2002), encaró las primeras denuncias en 1990, pero nada pasó. Como lo recuerda Oscar Ugarteche en ALAI, en 1991 el Papa presentó “la experiencia de Maciel como formador de candidatos al sacerdocio y lo hizo miembro de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la formación de los candidatos al sacerdocio. En 1992 lo incorporó a la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”. El 93 lo “nombró miembro del Sínodo de los Obispos sobre la vida consagrada” y el 94, “consultor permanente de la Congregación para el clero”. Ya entonces muchos sabían del abuso sexual de Maciel a niños y menores. Hoy se conoce, además, que Maciel tenía dos mujeres en México, una en España y 6 hijos. Varios de ellos han denunciado que los sometió a sus inmundas prácticas. En síntesis, un pedófilo, con más de 30 casos denunciados, un depravado que sodomizó a sus propios hijos, fue una alta autoridad eclesiástica, se le cubrió las espaldas por parte de autoridades religiosas y construyó un imperio de instituciones educativas en México, Argentina, Austria, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, España, Estados Unidos, Italia, Irlanda, México, Suiza y Venezuela, que continúan funcionando. ¿No debiera el Vaticano hacer algo respecto a la Orden y a esta red educativa?

Muchas de las denuncias llegaron a manos del Monseñor en Roma a cargo de manejar estos temas. ¿Quién era? Monseñor Ratzinger, encargado de velar por la moral y por que los textos religiosos se ajusten a la doctrina. El mismo que persiguió a teólogos de la Iglesia de los pobres como Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez o Frei Betto como “filocomunistas”: el Papa actual.

Hizo de la vista gorda al tema hasta que, recién el 2005, quince años después de las primeras denuncias, invitó a Maciel a retirarse a “una vida reservada de oración y penitencia y a no cumplir con su ministerio público”, sin excomulgarlo ni intervenir la Orden.

Estos hechos deberían hacerse públicos, cesando la política de echar tierra a las denuncias hechas en el Perú que involucran a órdenes conservadoras de falsos cristianos que predican castidad pero practican la perversión.

¡Basta de doble moral! Ni un Alan García jugando a ingenuo “sorprendido” que indulta al delincuente José Enrique Crousillat, sin sustento médico alguno y sin que pague la reparación civil y las deudas pendientes con el Estado por S/. 80 millones, ni predicadores de falsas castidades que encubren pederastia.

Amaral - Marta, sebas, guille y los demas- Solidarios (2005)

domingo, 14 de marzo de 2010

Aceituna sin hueso - Para Besar artistas.mpg

Milton Friedman no salvó a Chile

Naomi Klein - http://www.g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=7591

Desde que la desregulación causó un desastre económico mundial en septiembre de 2008 y todo el mundo se ha vuelto otra vez keynesiano, no ha sido fácil oficiar de seguidor fanático del difunto economista Milton Friedman. Tan generalmente desacreditada está su variedad de fundamentalismo de libre mercado que sus admiradores están cada vez más desesperados por reivindicar victorias ideológicas, por exageradas que sean.
Viene al caso un ejemplo especialmente desagradable. Justo dos días después de que un demoledor terremoto golpeara Chile, Bret Stephens, columnista del Wall Street Journal informaba a sus lectores [1] de que "el espíritu de Milton Friedman aleteaba protector sobre Chile", puesto que "gracias en buena medida a él, el país ha resistido una tragedia que, si no, habría resultado un apocalipsis (...) No por azar vivían los chilenos en casas de ladrillo – y los haitianos en casas de paja – cuando llegó el lobo intentando derribarlas de un soplido".
De acuerdo con Stephens, las medidas radicales de libre mercado prescritas al dictador chileno Augusto Pinochet por Milton Friedman y sus infames "Chicago Boys" constituyen la razón por la que Chile es una nación próspera que dispone "de códigos de edificación que se encuentran entre los más estrictos del mundo".
Hay un problema realmente de bulto con esta teoría: el código moderno de edificación sísmica en Chile, redactado para resistir terremotos, se adoptó en 1972. La fecha es enormemente significativa, dado que se trata de un año antes de que Pinochet tomara al poder mediante un sangriento golpe de Estado respaldado por los Estados Unidos. Eso quiere decir que si hay alguien a quien atribuir el mérito de esa ley no es a Friedman, ni a Pinochet, sino a Salvador Allende, el presidente socialista chileno democráticamente elegido (lo cierto es que hay que agradecérselo a muchos chilenos, puesto que las leyes respondían a una historia llena de terremotos, y las primeras disposiciones se adoptaron en la década de 1930).

Parece significativo, empero, que la ley se promulgara aun en medio de un agobiante embargo económico ("que rechine la economía", gruñó, según es fama, Richard Nixon cuando ganó Allende las elecciones de 1970). El código se actualizó en los años 90, bastante después de que Pinochet y los Chicago Boys abandonasen finalmente el poder y retornase la democracia.

Poco sorprenderá que, como apunta Paul Krugman, [2] que Friedman fuera ambivalente respecto a los códigos de edificación, pues los considera otra violación más de la libertad capitalista.

Por lo que se refiere al argumento de que las medidas friedmanianas son la razón por las que los chilenos viven en "casas de ladrillo" en vez de "paja", queda claro que Stephens no sabe nada del Chile anterior al golpe. El Chile de los años 60 gozaba del mejor sistema sanitario y educativo del continente, además de disponer de un efervescente sector industrial y una clase media en rápido crecimiento. Los chilenos creían en su Estado, razón por la cual eligieron a Allende para ampliar aún más ese proyecto.

Tras el golpe y la muerte de Allende, Pinochet y sus Chicago Boys hicieron todo lo que pudieron para desmantelar la esfera pública chilena, subastando las empresas del Estado y reduciendo las regulaciones financieras y comerciales. Se creó una enorme riqueza en este periodo, pero a un precio terrible: para principios de los 80, las medidas de Pinochet recomendadas por Friedman habían provocado una rápida desindustrialización, multiplicando el desempleo por diez y creando una explosión de barrios de chabolas claramente inestables. Llevaron también a una crisis de corrupción y deuda tan grave que en 1982 Pinochet se vió forzado a despedir a los asesores de los Chicago Boys y nacionalizar varias de las instituciones financieras desreguladas (¿les suena familiar?).

Afortunadamente, los Chicago Boys no lograron destruir todo lo logrado por Allende. La empresa nacional del cobre, Codelco, continuó en manos del Estado, insuflando riqueza a las arcas públicas e impidiendo que los Chicago Boys hicieran entrar la economía de Chile en un rápido y completo declive. Tampoco lograron deshacerse del riguroso código de edificación de Chile, un descuido ideológico por el que debemos dar todos las gracias.

Con mi agradecimiento al CEPR [3] por investigar los orígenes del código de edificación chileno.

NOTAS T:
[1] "How Milton Friedman Saved Chile", Wall Street Journal, 1 de marzo de 2010. El artículo comienza así: "Milton Friedman murió hace más de tres años. Pero seguramente su espíritu aleteaba protector sobre Chile en las primeras horas del sábado. Gracias en buena medida a él, el país ha resistido una tragedia que, si no, habría resultado un apocalipsis". El artículo de Klein, aparte de glosar literalmente las afirmaciones de Stephens, tiene aun más de respuesta que de ataque, pues contiene menciones de Klein como: "En la mitología de la izquierda, — sobre todo en "The Shock Doctrine", tedioso tocho de 2007 de Naomi Klein —, los Chicago Boys no sólo eran extrajeros compañeros de cama de la dictadura de Pinochet. Eran cómplices de sus crímenes".

[2] Paul Krugman, "Fantasies of the Chicago Boys", The New York Times, 3 de marzo de 2010: "Friedman no era exactamente amigo de esos códigos (...) los consideraba una forma de gasto público, puesto que ‘imponen costes en los que uno no querría incurrir privadamente’ ".

[3] El Center for Economic and Policy Research, fundado por Mark Weisbrot y Dean Baker, presencia habitual en SinPermiso.


Naomi Klein es la autora de No Logo: Taking Aim at the Brand Bullies (Picador) y, más recientemente, Fences and Windows: Dispatches From the Front Lines of the Globalization Debate (Picador). Su ultimo libro es La doctrina del shock.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Pilin Massei - "Argentina Secreta"

Fotos del pasado conspiran contra el futuro

Por Carta Abierta Santa Fe - http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/22-22663-2010-03-10.html

Nuevamente nuestro país vive una situación, de las tantas que jalonan nuestra historia, en que una conjunción provisional de sectores, que se consideran a sí mismos "democráticos" y "republicanos", interfiere para impedir que cumpla acabadamente su mandato el gobierno elegido por las mayorías populares, en sufragios libres. Es decir, en democracia. Que esa maquinaria destituyente se despliegue en las cámaras legislativas, tomando la forma de un "conflicto de poderes", lejos de disimular sus gestos los amplifica. Lo vimos en estos días. Las desprolijidades, el escaso recato con que estos heterogéneos aliados procedieron a la rapiña de lugares en las comisiones parlamentarias, sin el menor respeto por la proporcionalidad que emerge del voto ciudadano, con la intención confesa de trabar cualquier iniciativa del gobierno, llegando al extremo de rechazar en comisión el pliego de Mercedes Marcó del Pont, sin habilitar en tiempo y forma su legítima defensa y por razones otras que las que el Senado está llamado a considerar: su calidad intelectual y su idoneidad para ocupar el cargo. Desnudando así el desprecio de los procederes institucionales indispensables para resguardar la gobernabilidad.

Desde Carlos Saúl Menem y Rodríguez Saá hasta Pino Solanas, todos son responsables de imponer en el ámbito parlamentario unas reglas de juego tales que ningún proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo pueda prosperar. Trabando el acceso a las reservas para el pago de la deuda e intentando una grosera manipulación de la conducción del Banco Central en detrimento de su necesaria articulación con el conjunto de las políticas públicas que se vienen desarrollando, se quiere forzar al gobierno a implementar políticas de ajuste, en un contexto de crisis financiera internacional cuyos efectos locales vienen siendo morigerados con inocultable eficacia. Menores salarios, baja en las jubilaciones, despidos, freno a las obras públicas, recorte de los subsidios: ese es el escenario que se está empujando desde la oposición. Lamentamos que quienes reivindican para sí un lugar de luchadores sociales, y forman parte de la izquierda, estén siendo funcionales a este retorno de lo peor de nuestro pasado. Las fotografías de la semana que culmina y un elemental ejercicio de memoria deberían llamar a una reflexión política madura capaz de habilitar alianzas más fecundas, basadas en los proyectos de país que están en disputa más que en la conquista de una ilusoria y mezquina porción de poder.

Al igual que en el lock out patronal agrario iniciado en marzo del 2008, cuando estaba en juego la posibilidad de afectar rentas extraordinarias en pro de tenues políticas distributivas, allí están, unidos otra vez en el abrazo, Reuteman, Latorre, Giustiniani. Los tres senadores por la Provincia de Santa Fe que, como decíamos entonces en el documento final del Primer Encuentro Nacional de los Espacios Carta Abierta en la ciudad de Rosario: "desde distintos folklores partidarios, pero defendiendo idénticos intereses conservadores, votaron contra las retenciones móviles, haciendo bloque con quienes se oponen a cualquier intervención del estado en el proceso económico y a toda iniciativa tendiente a recuperar el sentido de lo público".

En sintonía con estas posiciones a nivel nacional, nuestra provincia, gobernada por el socialista Hermes Binner, es una de las pocas que no pudo dar normal inicio al ciclo lectivo y vive hoy un escenario de conflicto porque no se ha dado una respuesta mínima a las justas reivindicaciones salariales que demandan los maestros y los trabajadores del estado, en tanto soportamos aumentos desmesurados en impuestos, cargando la responsabilidad sobre la Nación.

Los artistas, intelectuales y trabajadores de la cultura reunidos en Carta Abierta Provincia de Santa Fe expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores en conflicto y ratificamos nuestro apoyo crítico al proceso político iniciado en nuestro país en 2003 y a todas las medidas tendientes a su profundización, por una Argentina con mayor justicia distributiva y respetuosa de los mecanismos que sostienen la democracia.

martes, 9 de marzo de 2010

Opus Dei en el Congreso de Argentina

José Stornelli - http://www.argenpress.info/2010/03/opus-dei-en-el-congreso-de-argentina.html

Liliana Teresita Negre de Alonso, senadora por la provincia de San Luis, miembro del Opus Dei, fue nombrada Presidenta de la Comisión de Legislación General del Senado de Argentina.

En una meritoria nota de la periodista Soledad Vallejos, publicada en Página 12 del lunes 8 de marzo del corriente año, se detalla a la mencionada senadora como “una de las más conservadoras de la Cámara” que, alineada en la fuerza política de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, “ha votado contra los pliegos de los actuales jueces de la Corte Eugenio Zaffaroni, Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay con argumentos antigarantistas y antiabortistas” y que “Es probable que el primer proyecto que deba tratar esta comisión será el que procura abrir la posibilidad del matrimonio civil a las parejas gay”.

Soledad Vallejos recuerda que, además de apoyar al “ex obispo castrense Antonio Baseotto”, Liliana Teresita Negre de Alonso “Fue la única también en defender a Cecilia Pando, representante de torturadores y represores de la dictadura” y que amenazó “con recurrir a una legislación (el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer-Cedaw) sobre el que ella también había votado en contra” y “que fue la única que se opuso a la educación sexual en las escuelas”.

La periodista Soledad Vallejos apunta que la senadora “ha sido consecuente al llevar su agenda confesional al recinto como miembro del Opus Dei. También suele repartir cuadernillos que divulgan las enseñanzas del fundador de la orden, José Escrivá Balaguer”

Liliana Teresita Negre de Alonso llega a la presidencia de la Comisión de Legislación General como consecuencia de los acuerdos de los autodenominados partidos opositores – en realidad “partidos del rejunte”- que se propusieron desalojar al oficialismo de todas las comisiones dejándolo en minoría total. El resultado de la votación fue de 37 de ellos contra 35 del partido que representa al gobierno nacional lo que no impidió el diario Clarín opinase que se ganó por goleada.

Sería mas que interesante conocer los otros acuerdos que debieron hacer entre ellos, incluso con el senador Carlos Saúl Menem quien no bajó al recinto en la primera oportunidad que se discutió el tema de las comisiones, no pudiendo obtener la mayoría de los 37 votos, y que luego apareció en la segunda oportunidad.

Los integrantes del “partido del rejunte” se sinceraron que no tienen proyectos comunes para el país. Solo se pusieron de acuerdo en esta votación del Senado para obstaculizar la gestión gubernamental. Nada se sabe que estén trabajando proyectos sobre los tópicos que proclamaron durante la campaña electoral de 2009.

Sobre ese particular alerta la Declaración de Tesis 11, emitida el 4 de marzo reciente, al decir que “La oposición de derecha no explicita abiertamente lo que propone. Los Cobo, Carrio, Gerardo Morales, Duhalde, Macri y los que los secundan aprendieron de Menem cuando reconoció que si exponía claramente su programa de gobierno, nadie lo iría a votar. Pero surge clarito de los argumentos críticos que utilizan”.

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer - América Latina en Movimiento

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer - América Latina en Movimiento

BRUNO ARIAS-ZAMBA DE LOS MINEROS-ATENEO 24/04/09

domingo, 7 de marzo de 2010

America Latina,Caribe - Unidad que se demoró 30 años

Autor: Frida Modak
En la Cumbre de la Unidad realizada la semana pasada en Cancún, convocada por el Grupo de Río que hasta entonces presidió México, se le dio el vamos a la creación formal de una instancia unitaria entre América Latina y los países del Caribe, la que se venía planteando desde fines de los años setenta del siglo pasado. La falta de una instancia específica no impidió que en ese período los países de la región se acercaran, se conocieran más y actuaran de consuno.

Los objetivos de la cumbre de Cancún fueron distorsionados desde antes que se iniciara la reunión, a través de la prensa latinoamericana representativa de intereses empresariales nacionales y extranjeros, que no podía concebir la existencia de una organización en la que no participara Estados Unidos, la ausencia de Canadá no les preocupaba. De ahí que la información que han proporcionado faltara a la verdad en la mayoría de los casos y se centrara en hechos de dudoso origen.

La idea de crear una organización que reuniera a América Latina y el Caribe surgió cuando se buscaba evitar la generalización de la guerra en América Central, donde la administración Reagan intervenía a través de los mercenarios de la “contra”,grupo creado, adiestrado y apertrechado por el país del norte y al que se le había asignado la tarea de terminar con el gobierno sandinista de Nicaragua, instalado al triunfo de la revolución de 1979 que puso fin a la dinastía dictatorial de los Somoza, apoyada por Washington.

En la búsqueda de la paz se creó en 1983 el Grupo de Contadora, integrado por México, Colombia, Panamá y Venezuela, al que en 1985 se sumó el llamado Grupo de Apoyo a Contadora, formado por Argentina, Brasil, Perú y Uruguay. Estos países formaron luego el Grupo de los Ocho, que posteriormente dio origen, en una reunión efectuada en Acapulco, al Mecanismo Permanente de Concertación Política, del cual surgiría más tarde el Grupo de Río.

Desde entonces se viene hablando de la necesidad de crear un organismo que reúna y coordine las acciones de América Latina y el Caribe. Se crearon muchas expectativas en torno a que ello se produjera como evolución natural de los Grupos de Contadora y de Apoyo a Contadora, en la perspectiva de que la entidad que surgiera fuera un punto de reunión en el que latinoamericanos y caribeños analizaran sus problemas, buscaran soluciones comunes y llegaran en acuerdo a plantear su posiciones frente a Estados Unidos.

No se trataba de desconocer a Estados Unidos, sino de establecer un diálogo equilibrado, de ahí que la eliminación de la Organización de Estados Americanos, OEA, no se planteara, ésta podía convertirse en el lugar donde se discutiera en términos igualitarios, lo que ya implicaba un cambio. De eso se trataba y se trata, de la búsqueda de la unidad que se planteó y acordó en esta cumbre y de lo cual se ha hablado tan poco.

Resulta curioso observar que la mayoría de los diarios latinoamericanos de gran circulación dejaron de informar sobre el tema de fondo desde el día martes, día de la clausura, cuando aún no se había entregado el texto de la declaración final. Les interesaba más la confrontación entre los presidentes de Colombia y Venezuela, misma que según todas las versiones fue originada por el colombiano Álvaro Uribe y filtrada a la prensa por un miembro de la comitiva colombiana. Se intenta hacer de la frase de Uribe algo similar a la del rey español en Chile y disminuir así la importancia de la cumbre.

Reacción en Washington

Mientras la prensa latinoamericana más rentable buscaba reducir el significado de la creación de la por ahora denominada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, uno de los voceros del departamento de Estado de Estados Unidos dijo que su país no tiene problema con la creación de un ”foro regional” porque “prácticamente todos los países que participan en la Cumbre de la Unidad son fuertes socios de Estados Unidos” y consideró que la reunión era “consistente” con los “objetivos para el hemisferio” del gobierno estadounidense.

Las afirmaciones del funcionario revelan el propósito de sembrar dudas respecto a la iniciativa del presidente mexicano, lo que no debe pasarse por alto después de que se ha alcanzado un acuerdo de tanta importancia. Sin embargo, a pesar de que se intenta restarle trascendencia a lo ocurrido en Cancún, el mismo Crowley anunciaba que la secretaria de Estado estaba preparando una gira por América Latina que la llevaría a Brasil, Uruguay, Chile, Costa Rica y Guatemala.

Crowley quiso rebajar a “acuerdo regional” la instancia unitaria aprobada en Cancún, con lo que indicó que sí les preocupa su creación y que tampoco les hubiera gustado que ésta se convirtiera en un reemplazo de la OEA, porque lo que aspiran a lograr dentro de ésta es el cambio que pidió en su momento Condoleeza Rice y que les habría dejado las manos libres para impulsar muchos otros golpes de Estado como el de Honduras.

La secretaria de Estado de Bush pretendía que se dotara a la OEA de mecanismos que le permitieran intervenir en relación a “amenazas a la democracia originadas en los propios gobiernos”.La Carta Democrática de la OEA sanciona los ataques a la institucionalidad de un país que provengan desde fuera de los gobiernos, lo que se pretende es reformar esa Carta para que la OEA se inmiscuya en la acción de los gobiernos. Esa reforma no prosperó, lo que tampoco impidió el golpe hondureño y ahora que debe elegirse nuevamente un Secretario General de la OEA se vuelve a plantear que hay que modificar la Carta Democrática.

¿Participación política?

En esta búsqueda de la unidad de América Latina y el Caribe sólo han participado hasta ahora los gobiernos de la región, sin embargo, en este que ha sido un largo proceso, los partidos políticos han jugado un rol de importancia

Cuando en 1979 la situación creada en Centroamérica amenazaba con dar origen a un conflicto mayor, a iniciativa de México se constituyó la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, COPPPAL, que reunió a los partidos políticos que se definían como nacionalistas y revolucionarios. A ella pertenecen partidos socialistas, socialdemócratas, liberales, laboristas e independentistas latinoamericanos y caribeños, tanto de gobierno como de oposición.

Durante muchos años COPPPAL tuvo su sede en México y ahora la tiene en Argentina. La preside el ex senador justicialista Antonio Cafiero y el presidente adjunto es el mexicano Gustavo Carvajal, que la encabezara durante varios períodos. Muchos de los partidos que la integran pertenecen también a la Internacional Socialista, la que a su vez creó en los años setenta una comisión para América Latina y el Caribe. Existen también otras agrupaciones de partidos de distinto signo, la más importante de ellas la demócrata cristiana.

Ante el renovado empuje del proceso integracionista hay quienes se preguntan si los partidos políticos van a estar ausentes de este proceso y en qué medida su participación o abstención contribuiría o no a un mejor resultado

La relación interregional

En los años setenta América del Sur se pobló de dictaduras militares, las que se sumaron a las ya existentes en América Central.Mientras, en el Caribe, las islas y territorios que habían sido colonizados por países europeos experimentaban un proceso similar al de las ex-colonias africanas y procuraban asumir su propia identidad, su independencia y rescatar su historia. Fue así como a fines de los setenta adquirió fuerza la lucha por la democracia y la independencia en la región latinoamericana y caribeña.

Para quienes con un dejo racista se pregunten qué tienen en común los latinoamericanos y caribeños, habría que recordar que prácticamente todos los países de América Latina tienen una raíz negra derivada de la traída de esclavos desde Africa, la que se produjo en mayor cantidad hacia el Caribe. Las islas y territorios colonizados por ingleses, franceses u holandeses, fueron estructuradas a imagen y semejanza de las metrópolis, incluso en su arquitectura, y se les impuso hasta la historia ajena.

Pero su ubicación geográfica estaba en los mares adyacentes a América Latina y no fueron inmunes a su acontecer, es más, la vecindad se hizo sentir hasta en el idioma. La revolución cubana y sus avances en el plano social se convirtieron en un punto de referencia y los acontecimientos centro y sudamericanos se siguieron con especial interés.

Por primera vez en el Caribe se produjo un golpe de Estado, pero no militar sino de la población civil, que depuso al dictador Eric Gairy de Granada, quien mantenía a la isla en la pobreza mientras él se beneficiaba del turismo en sus enormes hoteles y se entendía con el dictador chileno Augusto Pinochet, a quien se acusa de haber enviado cadáveres de detenidos desaparecidos para la Escuela de Medicina que allí funcionaba y a la que acudían numerosos alumnos estadounidenses, cuyo “rescate” fue una de las justificaciones de la invasión de Estados Unidos a ese país.

Y también por primera vez maestros granadienses fueron a Nicaragua a alfabetizar a los habitantes de las abandonadas regiones en que vivía la población de habla inglesa, a la vez que los médicos cubanos atendían en Granada. La invasión a esa pequeña isla contribuyó a poner al Caribe en el centro de la atención internacional, pero a los latinoamericanos nos falta saber mucho más de nuestros cercanos vecinos y su importante grado de desarrollo.

- Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador

viernes, 5 de marzo de 2010

La “amenaza” del Estado

Por Mario Rapoport * - http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-141164-2010-02-28.html

La cuestión del Fondo del Bicentenario oculta otra sin duda más importante: la del rol del Estado en la vida económica y social del país. En los “dorados” años ’90 la revista liberal The Economist (20-9-1997) dedicaba uno de sus números al futuro del Estado. Para dar el tono, en la tapa se dibujaba una implacable mano mecánica que amenazaba con un dedo a una pobre mujer solitaria huyendo despavorida. Y en el interior de la revista se destacaba, entre otras cosas, que “el crecimiento de los gobiernos en las economías avanzadas [...] ha sido persistente, universal y contraproductivo”, llegándose a afirmar que la “democracia es verdaderamente incompatible con la libertad”. El extremo era una foto de estudiantes festejando su graduación subtitulada: “Hagamos que ellos paguen” (su propia educación). Esas ideas, tan primitivas (y peligrosas) empujaron la crisis mundial que padecemos.

En verdad, durante décadas, los magos del neoliberalismo han demonizado al Estado. Con un pase de magia nos han dicho que “achicar el Estado es agrandar la nación”. Pero esta frase tenía significados ocultos; no se lo estaba haciendo desaparecer, se hacía creer que desaparecía mientras seguía muy activo tratando de mantener el orden establecido o de alterarlo de acuerdo con los intereses de los que detentaban el poder en ese mismo Estado. Por supuesto, el endeudamiento público servía para agrandar fortunas personales. Todo esto con la complicidad de entidades internacionales, que ayudaron a “desfondar” las riquezas que quedaban.

Bajo el predominio neoliberal, el Estado se desentendía de cualquier acción destinada a paliar las desigualdades sociales generadas por el mercado, e incluso las acentuaba a través de la legislación laboral y de políticas que fomentaban el desempleo. Tenía, sin embargo, una activa participación en la desregulación de las actividades financieras, la apertura externa, la venta de activos públicos y el sostenimiento de un “cepo” cambiario. En este último caso se trataba, paradójicamente, de un tipo de cambio fijo, para el que la libertad de mercado no funcionaba, aunque ayudaba a garantizar la entrada de capitales externos y su tasa de rentabilidad posibilitando, luego, su posterior fuga. Más aún, si nos remontamos hacia atrás, la prédica de un Estado presuntamente imparcial, con escasa o nula intervención en la actividad económica, queda desenmascarada cuando se observa que la implantación de los modelos neoliberales es precedida y acompañada en América latina por el terrorismo de Estado, como en Chile, en 1973, y en Argentina, en 1976.

El discurso que promovía la retirada del Estado de la esfera económico-social no impedía, en nuestro país, llevar adelante la contención del salario nominal, la disolución de la CGT, la supresión de actividades gremiales y la reforma a la Ley de Contratos de Trabajo. Tampoco significaba un impedimento para implementar la Cuenta de Regulación Monetaria, una especie de subsidio indirecto y garantía del sector financiero; así como la nacionalización por conveniencia personal de la Compañía Italo-Argentina de Electricidad, de la que Martínez de Hoz había sido director. Y todo ello completado con la socialización/estatización de la deuda externa privada, en la que tuvo responsabilidad el entonces presidente del Banco Central, Domingo Cavallo. Es decir, como afirmaba Karl Polanyi, “el laissez faire no era un método para lograr una cosa, sino la cosa que quería lograrse”, sólo alcanzable por medio de la acción estatal.

En el orden mundial ha ocurrido lo mismo. Tanto en el caso de Thatcher como en el de Reagan fueron poderosas intervenciones públicas las que impusieron nuevas reglas del juego a los actores económicos en beneficio de los más ricos; las que redujeron la protección social y abrieron la vía de la globalización y la desregulación de la actividad económica con su secuela de burbujas especulativas y crisis periódicas. Pero, al mismo tiempo, tanto en el campo de la seguridad interna como en el terreno internacional –cuya muestra más clara fue la invasión a Irak– los gastos del Estado se multiplicaron hasta llegar a ser calificada esa política como una especie de keynesianismo militar. Cierto es que el Estado norteamericano actuó en momentos críticos a fin de tratar de ayudar a las grandes empresas o bancos en quiebra de su país. Como en el caso de las Cajas de Ahorro y Préstamo en los años ’90, o en la actual acción masiva para salvar a instituciones financieras. Siempre, claro está, con el dinero de los contribuyentes (ergo, la recaudación fiscal del Estado). Según Philippe Frémeaux, un respetado economista francés, “las teorías de Friedrich Hayek y Milton Friedman fueron útiles para reducir la redistribución de los ingresos de los más pobres, pero se regresa bien rápidamente a John Maynard Keynes cuando se trata de salvar al capitalismo de su derrumbe”. Parafraseando al recordado Atahualpa Yupanqui: “Las pérdidas son de todos, las ganancias son ajenas”.

Para eliminar confusiones: el Estado nunca se fue. Frente a visiones que lo reducen a un aparato burocrático, a un conjunto de instituciones relacionadas con la conservación del orden sobre un determinado territorio (detentando el monopolio de la violencia legítima según Max Weber), el tipo de Estado resultante en una sociedad es la consecuencia del orden socioeconómico que logran imponer los sectores cuyos intereses son hegemónicos. Por eso se produjo el salvataje bancario. Pero no se avanzó mucho más, no hubo una reorientación de recursos hacia las principales víctimas: ahorristas, propietarios de inmuebles, pequeñas y medianas empresas, desocupados, etc.

Curiosamente, si el sistema bancario y financiero, responsable de la crisis, no fue castigado, ahora se pretende punir a algunos estados nacionales. Por ejemplo, se quiere obligar a Grecia y a España a realizar políticas de ajuste (achicar el gasto público, reducir empleos y salarios, etc.) como las que fracasaron en la Argentina, haciéndolos responsables de sus propias crisis. Claro que esos países tienen un serio problema: no pueden devaluar su moneda porque están en la zona del euro, esa especie de “dolarización” a la europea.

Aquí se trata de frenar la utilización de las reservas para evitar que el Estado las “malgaste” cuando EE.UU. sobrevive a su endeudamiento gracias a la emisión de dólares o bonos. Pocos critican la fuga de capitales por cifras mayores al propio Fondo (eso no es “malgastar” las reservas, hay que conservarlas para cuando sea necesario volver a llevárselas), pero se quiere impedir que se utilicen (aunque pueda discutirse la forma más conveniente) para gastos sociales y de infraestructura y para aliviar la deuda pública externa. El Estado es un mal administrador salvo cuando tiene que socorrer al capital privado estatizando su propia deuda, como en la última etapa de la dictadura militar.

Como decía Keynes frente a la crisis del ’30, “lo que nos hace falta ahora no es apretarnos la cintura, sino animar la expansión y la actividad, comprar cosas, crear cosas”. Y los medios para ello no deben venir de un ilusorio y condicionante financiamiento externo, sino de la propia lógica del crecimiento interno que permitió generar recursos financieros genuinos. La experiencia de la crisis de 2001 es una ventaja que no podemos desaprovechar porque conocemos el final de la película. Cuidémonos de no repetirlo.

* Economista e historiador.

jueves, 4 de marzo de 2010

Frantz Fanon: Cómo salir de la noche oscura de la globalización*

Jutta Schmitt - http://www.aporrea.org/actualidad/a47513.html

“Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo.” Frantz Fanon (1925-1961)

No se le debe colocar etiqueta al psiquiatra, político, pensador, autor y revolucionario afro-caribeño Frantz Fanon, cuyas obras son el resultado de sus experiencias como médico psiquiatra y luchador por la liberación del pueblo argelino y de los pueblos del África; y quien ha efectuado en sus escritos un diagnóstico socio-histórico del perfil psicológico y del patrón de comportamiento de los pueblos del Tercer Mundo, en su condición de víctimas del proceso de expansión europeo, conocido como colonialismo. Inequívocamente, para Fanon, ‘Europa’ es sinónimo para capitalismo, colonialismo, explotación, dominación, discriminación y deshumanización, características de un sistema perverso que después de la muerte de Fanon ha encontrado su continuidad en el neocolonialismo de la segunda mitad del siglo XX y en la globalización del siglo XXI. Las obras de Fanon, su trabajo, su lucha, su vida, las recorre una pregunta que constituye el hilo conductor de su pensamiento y acción: ¿Cuáles son las condiciones que posibilitan el florecimiento de lo humano? Más preciso, ¿bajo qué condición es posible llegar a la realización de un ser humano auténtico, libre y emancipado si tomamos en consideración que hasta ahora la historia ha sido el equivalente de la deshumanización progresiva no sólo (y como lo analiza Fanon en sus escritos) de los pueblos del Tercer Mundo, sino también de los habitantes de los países metropolitanos, convertidos en autómatas, en seres humanos alienados, en hombres unidimensionales? O para formularlo en palabras de Herbert Marcuse en su libro del mismo nombre: “¿Cómo puede la gente que ha sido objeto de una dominación efectiva y productiva crear ella misma las condiciones de la libertad?” (Marcuse, 1969: 28).

El método sugerido por Fanon para la emancipación de los pueblos del Tercer Mundo es la ruptura total con el opresor y el rechazo contundente a orientarse en cualquiera de los ‘valores’ diseminados por este, los que no llevaron sino a la identificación del agredido con su agresor. En este sentido, Fanon hace un llamado a los Condenados de la Tierra de expresar su ¡no! rotundo a Europa, su ¡no! a la competencia deshumanizadora, su ¡no! a la tentación de querer importar o imitar ‘modelos’ foráneos, pensamiento que por cierto está reapareciendo entre los grandes temas del debate nacional en Venezuela en forma del lema de Simón Rodríguez, o inventamos o erramos. No se puede y no se debe tratar de querer alcanzar el ‘modelo de desarrollo’ europeo (o norteamericano) en vista de que la misma historia nos ha enseñado de la manera más brutal que el tan anhelado ‘desarrollo’ de corte capitalista que han logrado algunos países es una de las causas de nuestro propio ‘subdesarrollo’. Por ende, no puede ser deseable el que el ‘desarrollo’ de unos pocos se logre y sustente en el subdesarrollo de los demás o el que la explotación, dominación, deshumanización y marginación de la vasta mayoría de seres humanos en el planeta sea la condición sine qua non para el bienestar de una elite minoritaria.

Y es por eso que según Fanon el ¡no! a Europa y a todo lo que representa no sólo debe expresar y contener una diferencia decidida, sino la más fría de las indiferencias en el sentido de que el ‘modelo europeo’ burgués-capitalista ya no nos debe importar ni quitar el sueño: “Para muchos de nosotros, el modelo europeo es el más exaltante. Pero […] hemos visto los chascos a que nos conducía esta imitación. Las realizaciones europeas, la técnica europea, el estilo europeo, deben dejar de tentarnos y de desequilibrarnos” (Fanon, 1963: 288). Esto es sin duda el pensamiento clave que debería guiar nuestros esfuerzos por la emancipación humana en el siglo XXI y ayudarnos a evitar que reproduzcamos los mecanismos de explotación, dominación y deshumanización hoy universalizados por la globalización.

La globalización, lejos de representar el ‘fin de la historia’ y la universalización de los ‘valores democrático-occidentales’ (como hoy se le suele llamar al capitalismo salvaje), es, en esencia, la realización plena del capitalismo a escala mundial, en otras palabras, la imposición brutal, generalizada e ilimitada de las fuerzas del mercado en todos los rincones del globo terráqueo y con ello de una nueva etapa del imperialismo, militarismo y neocolonialismo. El mito propagado por la ideología neoliberal que anunciaba una nueva era de paz y prosperidad para todos después de la caída de la Unión Soviética no ha durado mucho y ha sido sustituido velozmente por la ‘teoría de las nuevas guerras’ (1). Esta última cimenta con su postulado del ‘humanismo militar’ un cínico, total y absoluto desprecio del ser humano del Tercer Mundo y confiere, sin saberlo, una actualidad sin precedentes al pensamiento de Frantz Fanon en la era de la globalización. Traigamos a la memoria la advertencia hecha por Fanon en su constante insistencia en la ruptura con Europa: “Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo” (Fanon, 1963: 287).

La imposición violenta de los intereses económicos y geoestratégicos de Occidente en todo el mundo en medio de la más feroz competencia por mercados y recursos energéticos, requiere, hoy como en el pasado, una ‘legitimación moral’ suministrada oportunamente por la teoría de las nuevas guerras. Según esta, los conflictos internos dentro de los estados han venido sustituyendo las guerras clásicas entre los estados nacionales. Los conflictos internos surgen sobre todo en aquellas regiones que conforman el llamado Tercer Mundo y donde el orden público estadal ha vivido un proceso de erosión, y se deben en primer lugar a razones de índole ‘endémico’, quiere decir, a rivalidades étnicas, religiosas o tribales, a lo cual se callan las maniobras geopolíticas de Occidente las que suelen promover o provocar este tipo de conflictos e instrumentarlos para servir a su propio interés, según el viejo lema divide y reinarás. Se parte de una división arrogante de la geografía internacional en zonas pre- y postmodernas, figurando Occidente como garante y guardián de la libertad y democracia, mientras que el resto del mundo es presentado como exportador de la barbarie, del caos y de guerras que amenazan con extenderse a Europa. Esta amenaza potencial confiere a Europa el derecho de intervenir en estas regiones en nombre de la supuesta defensa de los derechos humanos, y es así como posibles intervenciones de carácter preventivo por motivos estratégicos tal y como ya se están llevando a cabo por parte de los EE.UU., siempre se podrán vestir en traje de ángel guardián de los ‘valores de Occidente’. En nombre de la paz y seguridad europea (y norteamericana) se reclama un deber moral a intervenir militarmente en las ‘zonas del caos’ y liberarlas de su espiral de violencia supuestamente auto-generada, por lo que se acuñó el término humanismo militar. Esta re-edición cínica del viejo postulado ‘moral’ de la carga del hombre blanco de la era colonial desemboca finalmente en la demanda por un nuevo imperialismo bajo cuyo control los estados insubordinados, llamados ‘forajidos’ o ‘fracasados’, deben ser ‘reeducados’ hasta haber interiorizado los valores de Occidente, esto es, el modelo económico neoliberal.

Estos nuevos postulados de la globalización desmientan al viejo argumento de que Fanon, específicamente en su escrito Los Condenados de la Tierra, fuera un ‘apologista de la violencia’. Apologistas de la violencia son las eternas clases dominantes, los colonizadores, los imperialistas, los inventores de las guerras preventivas, los diseñadores de las doctrinas de seguridad de Occidente, quienes arrojan más bien una nueva luz sobre Fanon como faro que nos ayuda a salir de la noche oscura de la globalización mediante la contraviolencia emancipatoria. La Guerra Fría y la lucha de liberación anticolonial – el trasfondo histórico de Los Condenados de la Tierra – no son fenómenos obsoletos que pertenecen al pasado, sino han sido transformados por la realidad actual y han sido regenerados a escala superior en forma de la ‘Guerra contra el Terrorismo’ y su fuerza antagónica, el movimiento antiglobalización, que en última instancia tiene que enrumbarse hacia la construcción del socialismo del siglo XXI si quiere ser victorioso. Que esto no será un juego o un proceso completamente pacífico nos lo recuerda en cada instante Frantz Fanon, quien advierte que cualquier proceso de descolonización, liberación, des-alienación y re-humanización es necesariamente un fenómeno violento, y no precisamente porque los condenados de la Tierra sean unos violentos por nacimiento, sino porque el sistema capitalista desde sus inicios no ha sido otra cosa que violencia institucionalizada en sus dimensiones económica, política y social. El proceso de la emancipación humana es un proceso histórico en el que el objeto de la dominación y explotación se convierte en sujeto de su propio destino en y mediante el proceso de liberación que aún espera su conclusión.

Si en Venezuela, América Latina y en otras partes del mundo donde hoy se están levantando las fuerzas emancipatorias en contra del orden mundial establecido no logramos romper con los esquemas del pasado y seguiremos orientándonos en el ‘modelo’ de sociedad capitalista existente, correremos el peligro de reproducir el monstruo en una escala más alta. Al respecto, Fanon advierte con el ejemplo de Norteamérica: “Hace dos siglos, una antigua colonia europea decidió imitar a Europa. Lo logró hasta tal punto que los Estados Unidos de América se han convertido en un monstruo donde las taras, las enfermedades y la inhumanidad de Europa han alcanzado terribles dimensiones” (Fanon, 1963: 289).

La secuencia: colonialismo, imperialismo, neocolonialismo y globalización, todos ellos apariencias de la agresiva tendencia expansiva del capitalismo desde el momento de su nacimiento, puede y debe ser rota con el método Fanoniano: El ¡no! como diferencia decidida frente al orden social existente por un lado, y por otro lado como indiferencia ante lo establecido, en el sentido de que ya no nos debe interesar imitarlo:
No rindamos […] un tributo a Europa creando estados, instituciones y sociedades inspirados en ella. La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación caricaturesca y en general obscena. […] Si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que le ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir. (Fanon, 1963: 291)
La gran noche en la que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla y salir de ella. El nuevo día que ya se apunta debe encontrarnos firmes, alertas y resueltos. (1963: 287)

Notas de pie
[1] Uno de los representantes principales de esta teoría es Mary Kaldor, profesora y directora del Centro para estudios de gobernabilidad global (Centre for the Study of Global Governance) de la London School of Economics and Political Science. Entre sus publicaciones figuran The Imaginary War (1990), New and Old Wars: Organised Violence in a Global Era (1999) y Global Civil Society: An Answer to War (2003). Mary Kaldor también participó en el grupo de estudios sobre las ‘capacidades de seguridad europeas’ convocado a solicitud del ex secretario general de la OTAN y Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, cuyas conclusiones fueron publicadas en el documento Una Doctrina de Seguridad Humana para Europa. Otro de los representantes es el politólogo alemán Herfried Münkler, profesor de la Universidad Humboldt en Berlin, gran parte de cuyas publicaciones se centran en el tema de la guerra, entre muchos otros destaca su libro, Die neuen Kriege (Las nuevas guerras, 2002).
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Bibliografía
Frantz Fanon, Los Condenados de la Tierra, Fondo de Cultura Económica, México
1963.
Herbert Marcuse, El Hombre Unidimensional. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada, Editorial Joaquín Mortiz, México 1969