sábado, 24 de septiembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
Las dos caras del imperio británico en Suramérica
ANDRÉS SOLIZ RADA - http://www.surysur.net/?q=node/17474
Capitales ingleses usaron a la oligarquía y al militarismo chilenos para apropiarse del guano y el salitre de Perú y Bolivia, en 1879. Para ello, después de cuidadosa preparación, desataron la Guerra del Pacífico, que convirtió a la “hija predilecta del Libertador” en país enclaustrado.
En 1833, el Reino Unido (RU) invadió las islas Malvinas, que eran parte de la República Argentina, desde su creación en 1816, y depusieron sin el menor atisbo de legalidad a las autoridades designadas por Buenos Aires. Las dos caras del imperio británico fueron puestas de relieve en el acto de presentación del documento: “Plataforma Boliviana de Solidaridad con la Causa de las Islas Malvinas”, presentado en acto público, el 15-09-11, cuyos firmantes son el presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce; el ex presidente de la República, Carlos Mesa; los ex cancilleres Armando Loayza y Gustavo Fernández; los ex ministros Mario Paz Zamora y Andrés Soliz Rada; la historiadora María Luisa Soux y el director de la carrera de Sociología de la Universidad Mayor de “San Andrés”, Eduardo Paz Rada. El acto, que contó con la presencia de los Embajadores de Argentina, Horacio Macedo, y Uruguay, Carlos Flanagán, sirvió para anunciar que “la Plataforma” rememorará, el 2 de abril del 2011, el 30 aniversario de la Guerra de las Malvinas, a fin de rendir homenaje a los casi 400 jóvenes argentinos inmolados en la contienda, muchos de los cuales tenían progenitores bolivianos y que perdieron la vida en el Océano sin que conocieran el mar. El documento destaca que en tanto el RU ha logrado que la Unión Europea (UE) respalde la ocupación colonial de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, Latinoamérica ha tomado conciencia de la necesidad de enfrentar el avasallamiento del viejo continente, aliado a Estados Unidos, que pretende mantener, en el Siglo XXI, su presencia en el territorio antártico. Los firmantes forman parte de prácticamente todo el espectro ideológico de la sociedad boliviana, que advierte que el asalto militar a la costa marítima boliviana y la ocupación británica a las islas argentinas han tenido en la geopolítica de Londres un padrinazgo común. Se destacó, además, que ambos hechos forman parte de la necesidad de avanzar en el fortalecimiento de la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y de la Comunidad Andina de Naciones, en momentos en que la declinación de la UE y del propio capital financiero norteamericano constituyen hechos inocultables. Los asistentes al evento recibieron copia de la carta que, el 14 de junio de 1833, envió el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia del Mariscal Andrés de Santa Cruz, Mariano Enrique Calvo, a su homólogo argentino, Manuel José García, en la que se atribuye la invasión al fracaso del Congreso Anfictiónico de Panamá, del 22 de junio de 1826, que fuera convocado por el Libertador Simón Bolívar. La nota sostiene que “la hermandad habría dado a las naciones de América toda la respetabilidad necesaria para que las naciones europeas se abstuvieran de emprender agresiones desconocidas por el derecho internacional, para repelerlas con vigor en el caso de que se avanzase con medidas violentas”. La sorprendente vigencia de la misiva del Ministro Calvo incluye también el siguiente párrafo: “En violación tan manifiesta del derecho de gentes hay que considerar el ultraje no sólo hecho a la República Argentina, sino también el desprecio que envuelve hacia las demás naciones americanas. En términos más claros, la conducta del Gabinete británico en las Malvinas, aunque sea perjudicial esencialmente al gobierno que se siente despojado de su posesión, es ofensivo y demasiado injurioso a todas las repúblicas americanas y, a juicio del gobierno de Bolivia, es un asunto altamente continental”. *Abogado, periodista y ex parlamentario. En los últimos 30 años fue uno de los más destacados defensores de los recursos naturales en Bolivia. Fue el primer ministro de Hidrocarburos de la gestión de Evo Morales.
lunes, 19 de septiembre de 2011
domingo, 18 de septiembre de 2011
Argentina: Un comisario ligado a la CNU es “ejemplo” para la Bonaerense
Por Daniel Cecchini y Alberto Elizalde Leal - http://sur.elargentino.com/notas/un-comisario-ligado-la-cnu-es-ejemplo-para-la-bonaerense
El 26 de abril de este año, mediante la Resolución 1543, que lleva su firma, el ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, el ex penitenciario Ricardo Casal, dispuso que la vieja Escuela de Investigaciones de la Policía bonaerense –situada sobre el camino Centenario, en Berazategui– pasara a llamarse “Escuela de Policía Juan Vucetich, sede Comisario General Jorge Vicente Schoo”. Al elegir ese nombre para un instituto de formación policial, el jefe político de la fuerza de seguridad más grande del país tuvo un gesto de fuerte valor simbólico que reivindica la figura de uno de los promotores del funcionamiento de los grupos parapoliciales de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) de manera coordinada con la Bonaerense y bajo el paraguas protector de sus jefes. En otras palabras, se trata de una reivindicación del terrorismo de Estado.
A principios de 1974, luego de que Oscar Bidegain fuera desplazado y reemplazado en la gobernación de la provincia por el sindicalista de ultraderecha Victorio Calabró, el entonces inspector general Schoo fue nombrado director de Institutos de la fuerza. Una de las primeras medidas que tomó fue la de convocar a su amigo y mentor ideológico, el helenista y latinista Carlos Alberto Disandro, fundador de la CNU, para que diera clases magistrales en los cursos de Seguridad para oficiales organizados por la Escuela Superior de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Al mismo tiempo, la banda de la CNU capitaneada primero por Patricio Fernández Rivero y luego por Carlos Ernesto Castillo (a) El Indio dejó de funcionar como una organización armada de ultraderecha sin vínculos con el Estado para transformarse en un grupo de tareas parapolicial que realizaba sus acciones y asesinaba a sus víctimas en zonas liberadas por la Bonaerense.
El comienzo de una larga amistad. La relación entre Disandro y Schoo databa de fines de la década de los ’50. El latinista y el policía solían compartir veladas en una vieja casa de la calle 115 entre 60 y 61 de La Plata donde a principios de los ’60 funcionaba el Instituto Cardenal Cisneros, que buscaba convocar a estudiantes universitarios para darles formación filosófica y política. Se trataba en realidad de un centro de captación y adoctrinamiento de nuevos adherentes a las teorías de Disandro sobre una Argentina que sufría los ataques de la sinarquía internacional y una Iglesia católica que, luego de la Encíclica Populorum Progressio de Juan XXIII, había caído en manos del judeo-marxismo.
Para el fundador de la CNU, el representante en el país de esta peligrosa avanzada era el obispo de Avellaneda, monseñor Jerónimo Podestá. En una carta de puño y letra dirigida a Perón en 1965, denunciaba: “La nueva pieza de esta OPERACIÓN DERIVATIVA Y DESTRUCTIVA es monseñor J. Podestá (…) Pero yo ya lo denuncié en 1964, como aliado del judaísmo sionista, de la masonería y otras fuerzas sinárquicas, como Usted podrá ver en mi trabajo Helenismo, Cristianismo, Judaísmo (respuesta a Mons. Podestá) y que lo obligó a replegarse un tiempo”. De esa tendencia participaban, le contaba Disandro al general, “los obispos y clérigos que hacen un planteo marxistoide, bolche, como por ejemplo monseñor Quarracino, Viscovich, el padre Mayol (del grupo bolche Tierra Nueva, y que tiene entrada en la CGT), etc. Coaliga esta tendencia varios grupos izquierdistas. Aquí se pretende captar la voluntad de vastos sectores civiles, incluidos justicialistas, que se inclinan por transformaciones violentas (tipo Yugoslavia, como propugna Viscovich). Por otro lado, obispos y clérigos, que hacen el cuento de la justicia social, sin violencia, y pretenden aglutinar la masa peronista y la conducción local haciendo un remedo interno de Tercera Posición. No le quepa duda, mi general, que Podestá es un agente de la política vaticanista y judía, es decir, representa lo que yo llamo el judeo-cristianismo”. El arzobispo de La Plata, monseñor Antonio Plaza, alentaba al futuro fundador de la CNU a escribir estas cartas.
Disandro y su amigo Jorge Schoo publicitaban estas ideas en la revista La Hostería Volante, pero el policía no se conformaba con mantener sus convicciones en el plano de los planteos teóricos, que también incluían la xenofobia y el racismo. Un hecho ocurrido en 1966, cuando era jefe de la Regional La Plata de la Bonaerense, lo pinta de cuerpo entero. El día del santo nacional de Perú, San Martín de Porras, un grupo de estudiantes peruanos había convocado a un acto religioso seguido de una protesta política en la Iglesia San Ponciano. A la salida de la misa, un operativo policial dirigido en persona por Schoo terminó con la detención de algunos de los asistentes. Mientras los uniformados metían a los estudiantes en los celulares, un cronista del diario El Día le preguntó al jefe de la Regional cómo había reconocido a los revoltosos entre tanta gente que salía de la Iglesia. La respuesta de Schoo fue contundente: “Por sus características antropológicas”. Los detenidos fueron deportados a su país de origen por la dictadura de Onganía.
Clases magistrales. La investigación de Miradas al Sur pudo recuperar los textos de dos clases dictadas por Disandro, el 18 y el 27 de junio de 1974, en los Cursos de Sucomisarios y Subinspectores de Seguridad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, cuyos programas fueron redactados por Schoo. En ellas, con el título “Las causas generadoras de la violencia”, el ideólogo de la CNU explicó a los encargados de dirigir las acciones represivas contra el movimiento estudiantil lo que, a su juicio, era el origen de la violencia juvenil, manipulada por las ideologías disolventes de la sinarquía internacional: la ausencia de autoridad, debida al derrumbe de la cultura occidental. “Sin autoridad familiar que cubra el rumbo juvenil –pontificaba Disandro–, sin autoridad pedagógica que subraye el contenido conceptual que se transmite y, finalmente, sin autoridad religiosa que selle el contenido del destino personal, las generaciones jóvenes se sienten absolutamente desligadas, se sienten en un estado de falsa liberación. “¿Dónde presiona la ideología?”, se preguntaba trascartón y respondía: “Justamente en este terreno es donde aparece la presión ideológica, favorecida porque no hay marco de contención, no hay autoridad que indique el rumbo y selle el concepto vital”.
En este terrible contexto –seguía Disandro– operan las ideologías “más profundas, lesivas y graves. Estas ideologías se inician con Marx en el siglo XIX, partiendo de una noción revolucionaria, hasta el presente que culminan con una ideología de destrucción y el caos en forma meditada y fría, con un objetivo a cumplir a través de las organizaciones juveniles, y que se resume en la tesis marcussiana: ‘estudiantes del mundo uníos para la destrucción y el caos total’”. Ese era el terrible enemigo infiltrado en la juventud argentina que sus uniformados alumnos debían enfrentar, con todas las armas que tuvieran a su alcance.
Entre ellas, claro, las bandas parapoliciales de la Concentración Nacional Universitaria que ya operaban con protección estatal en La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca.
Manual para represores. Las ideas de Disandro y Schoo dejaron una fuerte impronta de formación autoritaria en la Bonaerense y siguieron presentes en la formación de los cadetes mucho tiempo después de terminada la dictadura. En 1997, la fuerza editó para uso de los alumnos de sus institutos un Manual de Conducción Policial, que siguió utilizándose por lo menos hasta 2001. La redacción fue encargada a dos policías retirados, el comisario general Jorge Vicente Schoo y el inspector Hugo Ignacio Silva. El prólogo quedó en manos de un activo participante del terrorismo de Estado: el comisario general Rodolfo Alejandro González Conti, titular de la Dirección General de Seguridad de la Bonaerense hasta 1979, donde fue colaborador directo de Ramón Camps.
De las páginas del manual se desprende la misma ideología que marcó el camino de las bandas de la Concentración Nacional Universitaria. Para los autores, la conducción –objeto central del texto– consta de tres elementos: “El conductor, el conducido y la relación que los vincula (…) La relación puede compararse en la que se da entre jinete y caballo: el jinete conduce a su caballo pero, al mismo tiempo, es ‘llevado’ por su cabalgadura”. Los autores dedican también un capítulo a la mujer, donde destacan: “La mujer conoce predominantemente por vía de la intuición (en tanto que) el hombre también intuye, pero más frecuentemente razona”.
Quizás uno de los pasajes más potentes del manual sea el que aborda el tema de la democracia: “Toda autoridad proviene de Dios –escribe Schoo–. Si no proviene de Dios, ¿de dónde podría provenir? (…) El orden sólo puede subsistir en orden. Y el orden roza lo sagrado (…) Después de la Revolución Francesa surgen los regímenes democráticos con una gran carga de resentimiento. La forma monárquica de gobierno es la que ha perdurado más tiempo, históricamente hablando. La autoridad era ejercida por la nobleza, apoyada en la religión (…) Su autoridad era respetada”. En cambio, la democracia rompía con todos estos valores sagrados de orden y autoridad: “La democracia –concluye el comisario de la CNU– podía funcionar bien en Atenas (o) en una tribu de cazadores, donde todos los miembros se conocen entre sí y conocen el arte de la caza”.
Al rebautizar a una de las sedes de la Escuela Juan Vucetich con el nombre de Jorge Vicente Schoo, el ministro Ricardo Casal rinde homenaje a estas ideas y también a las acciones promovidas por un ideólogo del terrorismo de Estado. Sólo le falta volver a incluir el manual en el plan de estudios de los cadetes.
Crisis de la deuda griega: entre el rescate a la banca y el impago popular
Pablo Elorduy – Diagonal - http://www.rebelion.org/noticia.php?id=135858
La ortodoxia liberal ha vuelto a mover sus principios para calmar a los mercados ante la crisis de la deuda griega. Todo parece indicar que otra vez no será suficiente.
Si Grecia está al borde del abismo, quizá merece la pena preguntarse cómo es el abismo. Para empezar, la posibilidad de que Grecia abandone el euro quita el sueño a un grupo importante de políticos de la Unión Europea encabezado por Herbert Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, o Nicolás Sarkozy y Angela Merkel, mandatarios de Francia y Alemania, respectivamente. Pero sus esfuerzos, aunque son amplificados por los titulares de prensa sobre un apocalipsis financiero, chocan con otras opiniones que piensan que Grecia puede caer, esto es, abandonar el euro. Como destaca el diario Der Spiegel, Merkel tiene la oposición en casa: miembros destacados de su partido –la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU por sus siglas en alemán)– y de su socio de Gobierno, el liberal FDP, optan por precipitar la salida de Grecia del euro, para "corregir ciertos desarreglos" del sistema germano.
Argumentan que el país no ha sido serio en sus reformas. Por eso el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha amenazado con no entregar el siguiente tramo del rescate financiero a Grecia, 8.000 millones de euros, a pesar de que, siempre según Spiegel, el Fondo que dirige la francesa Christine Lagarde se muestra más tolerante con Grecia que el Banco Central Europeo y la Comisión Europea. Éstos piden a Grecia más reformas: la venta de Hellenic Petroleum, de los derechos de uso del Aeropuerto de Atenas y de las Loterías y apuestas del Estado son algunos de los pasos que aparentemente calmarían los nervios de la ‘troika’ encargada de la gestión liberal de la crisis de la deuda. La amenaza de estos organismos internacionales ha llevado al Gobierno de George Papandreou a implementar nuevas medidas de ajuste que se suman a los sucesivos planes de austeridad, que, se calcula, han rebajado los salarios un 20%. Estas medidas afectan a impuestos indirectos –suben alcohol y tabaco–, establecen algunas medidas para luchar contra la evasión de impuestos, crean un nuevo gravamen similar al Impuesto sobre Bienes Inmuebles español y recortarán salarios, en esta ocasión a los funcionarios elegidos. En total se pretenden recaudar 2.000 millones de euros adicionales para mantener la previsión de terminar 2011 con un déficit del 7,5%.
VAIVENES RENTABLES
¿Satisfacen estas medidas las pretensiones de la troika? De momento, la caída de Grecia se ha frenado, y aunque las bolsas siguen acumulando pérdidas [nota del viernes 16: la inyección del liquidez del BCE ha hecho que las bolsas europeas se recuperen], la amenaza de un default de Grecia sobre el sector financiero alemán y francés, principales acreedores de Grecia, hace que la UE mantenga, por ahora, la voluntad política de sostener al “alumno que no ha hecho los deberes”, por usar la terminología convencional. No obstante, en los últimos días cada vez más voces de la ortodoxia liberal han expuesto que ese mismo sector financiero podría arrostrar una caída de Grecia.
¿Son capaces estas medidas de calmar a los mercados? La respuesta sólo puede ser no, ya que los vaivenes de los mercados son, en esta fase de la crisis, la principal vía para la obtención de beneficios escandalosos, ha explicado a DIAGONAL Isidro López, miembro del Observatorio Metropolitano. Así, cuando aparece el fantasma de la suspensión de pagos, comprar deuda griega se convierte en una maniobra de cierto riesgo pero que puede ofrecer una rentabilidad de hasta el 40% [Nota del 16/09/11: el lunes 12 la rentabilidad de la deuda griega llegó hasta el 115% con respecto a la referencia, la deuda alemana.
Así se mantiene la tensión entre quienes compran seguridad (bonos alemanes) y quienes buscan rentabilidad (bonos griegos).
La urgencia de la situación puede imponer salidas que se salen de la ortodoxia liberal. Esta heterodoxia fue la causante de la dimisión de Jürgen Stark, el economista jefe del BCE el viernes 9 de septiembre. Entre las medidas al alcance del Banco que dirige Jean Claude Trichet está poner en marcha los eurobonos, por los que los socios más fuertes de la UE avalarían con parte de su deuda la de los socios más débiles. Otra vía pasa por aumentar la cantidad de inyecciones al sector financiero que se está llevando a cabo a través del crédito. En cualquier caso, la salida ortodoxa a la crisis probablemente también incluya una reestructuración de la deuda griega, expone Alberto Garzón Espinosa, economista y miembro del Consejo Científico de ATTAC-España.
La diferencia está en como se lleva a cabo esta negociación. Por parte de los mercados si el objetivo es que Grecia no se declare en suspensión de pagos, el "reescalamiento" de la deuda se promoverá desde lo privado y el mecanismo para hacerlo será la convocatoria del club de París o el club de Londres. Esto es, los acreedores, convocados por el principal acreedor (la banca francesa), negocian plazos más largos y mayores intereses para el pago de lo debido. Una reestructuración encabezada por el deudor, en este caso Grecia, serviría para neutralizar el chantaje de los mercados, ésta debería incluir una auditoría sobre la deuda para establecer su legitimidad. “Lo ideal”, cree Garzón Espinosa, “es que se produzca un rescate a Grecia, no a los bancos”.
Para Isidro López, queda la duda de saber si lo que se está produciendo en estos momentos es una batalla retórica a cuenta del significado de la suspensión de pagos, y todo dependerá de saber, si se produce, quién anuncia el default. Si es la Unión Europea la encargada de gestionar el default es de prever que se produzca la refinanciación de la deuda y se siga la senda del ajuste permanente. Pero cabe la posibilidad, que ya se vislumbró a principios de verano tras las presiones de la ciudadanía en la plaza Syntagma de Atenas, de que se produzca una ruptura desde la base que imponga a los gestores de la crisis una quiebra como reivindicación. En esta línea se expresa el profesor de Economía Política de la Universidad de Pavía, Andrea Fumagalli: “Los inversores institucionales especulan sobre la posibilidad del default, pero son los primeros que no lo desean”, para Fumagalli ahí se encuentra la oportunidad de romper el circuito de la especulación financiera: “El derecho al default ya se está ejecutando. Es ésta la única respuesta política posible y adecuada”.
¿QUIÉN TEME AL EFECTO DOMINÓ?
Histeria en las bolsas. El último episodio de la crisis de la deuda griega ha provocado que el Ibex 35 español haya perdido la mitad del valor que tenía en 2007, tras el desplome inmobiliario y merced a las dudas sobre su sector financiero. La prima de riesgo española (la diferencia entre el valor de la deuda del país y la referencia, la deuda alemana) superó los 360 puntos, la cifra más alta desde que en agosto el Banco Central Europeo (BCE) accediese a comprar bonos españoles e italianos.
DESDE ENTONCES, EL BCE HA COMPRADO 70.200 MILLONES DE EUROS EN DEUDA
No le va mucho mejor a Italia, que desde julio está entre los países cuya deuda es objeto de más ataques por parte de los mercados financieros. La compra de deuda italiana y española por parte del Banco Central Europeo y el apoyo explícito de China al sistema italiano no es suficiente para enfriar las dudas sobre su solvencia, alentadas por el presidente de EE UU, Barack Obama, quien el lunes 12 de septiembre detectó la enfermedad: “el gran problema” son las deudas de estos países, dijo Obama y prescribió el remedio, que a su juicio es “un juego común de políticas económicas”. En Cinco Días se estima que la bancarrota de Grecia dejaría a los bancos europeos 83.000 millones de euros “en papel heleno sin valor real”. Según este medio conservador, los bancos franceses y alemanes serán, por este orden, los más afectados por el default y el impacto inmediato sobre los bancos españoles será menor, si bien el contagio de las dudas será nuevo combustible para la hoguera de la economía financiarizada.
Según como se produzca, la posible suspensión de pagos de Grecia no sólo arrastraría a los Estados de la UE, sino que haría tambalearse a aseguradoras y fondos de inversión que han invertido en el mercado de Credit Default Swap (CDS o Permuta de incumplimiento crediticio), en el que juegan hedge funds, bancos, aseguradoras y otras empresas. Con la contratación de CDS se adquieren seguros contra posibles impagos, sin embargo, como explica Alberto Garzón Espinosa, de ATTAC, gran parte del dinero que se mueve en ese mercado no se corresponde con dinero “real”, es decir, no hay provisiones suficientes para cubrir una bancarrota “desordenada” de Grecia, con lo cual la misma podría generar un caso similar al de la quiebra de Lehman Brothers, que acabó con la aseguradora AIG. Según Garzón, los mercados de Francia, España e Italia están muy expuestos al mercado de CDS. Otro factor que debe tenerse en cuenta es el mensaje que una suspensión de pagos impuesto como demanda democrática desde la base de la soberanía griega lanzaría al resto de Estados de la Unión Europea. Un default impulsado por los llamados “indignados griegos” puede servir de faro para las demandas democráticas en los Estados europeos más afectados por la crisis como Italia, Portugal o España.
REFORMAS EN EL REINO UNIDO
A partir de 2019, los bancos ingleses deberán adaptarse a las nuevas reglas del juego creadas por la llamada Comisión Vickers. Las entidades financieras parcelarán su actividad entre las operaciones de la economía no especulativa y el sector inversor. Cada banco deberá tener dos consejos directivos dedicados a cada una de las patas y se limitará la cantidad de dinero que pueden prestarse entre sí esas divisiones. Esta es una medida similar a la que se estableció en el sector financiero estadounidense después de la gran depresión. Para Alberto Garzón, economista y miembro de ATTAC, la medida es insuficiente, porque la banca de inversión seguirá poniendo en riesgo al sistema y porque sigue habiendo problemas endémicos, como la falta de regulación de los hedge funds o los Credit Default Swap (CDS).
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Crisis-de-la-deuda-griega-entre-el.html