José Kuntur Bautista Flores - http://alainet.org/active/50115
Como sabemos de paporreta, el 12 de octubre de 1492, llegaron a nuestro continente, los invasores europeos, comandados por el genovés Cristóbal Colón. Para entonces, América, era un paraíso, verde esmeralda, con una enorme cadena de montañas coronadas de nieves perpetuas que destilaban agua pura para nuestros arroyos, que a la vez se convertían en gigantes ríos de rica biodiversidad. Este escenario, de la “tierra sin mal”, vivían hombres y mujeres felices, fraternos y comunitarios, como parte misma de la naturaleza, que construyeron las civilizaciones más desarrolladas del mundo, donde los pueblos podían realizarse como seres humanos; solidariamente: “más ricas que la egipcia, mas sabias que la mesopotámica, mas democráticas que la griega”.
Sería, precisamente, una de las bellas islas del Caribe, donde arribaron las carabelas con sus tripulantes agónicos, que fueron salvados de morir, por el pueblo Taino, que asombrados por signos paralelos cósmicos, primero se acercaron con sus canoas y luego les dieron de beber y comer hasta el hartazgo. Colón, aun en su delirio de agónico, creía “estar en el paraíso y que los ángeles eran cobrizos” y cuando fue recibido por el cacique Canoabo, con sus aderezos de esmeralda y oro, el veneno de la codicia inundó su cerebro e inmediatamente, pergeñó el genocidio para hacerse de todas las riquezas auríferas, ordenando a sus esbirros, la tortura y muerte de los jefes tainos para que indicaran de donde provenía tanta riqueza. Este fue el pago español a la solidaridad y así nos fue durante quinientos años y aun persiste.
Nuestro continente, se contaminó del mal oliente pus de la avaricia occidental que en sucesivas olas migratorias nos esclavizaron para alimentar su lógica codicia y egoísmo. Los pueblos convertidos en feudos, cuyos cimientos son el genocidio más grande que la humanidad conoce: 80 millones de masacrados cruelmente, bendecido por los representantes de una religión que alegremente, en nombre “dios” y la evangelización compartió y avivó con la inquisición este terror, que aún perdura, a través de las “pastorales aborígenes”, fanáticos del ”fin de las ideologías” y domesticadores de “indios sincretizados”, que dividen nuestros pueblos desde esa lógica occidental, repetidos en toda nuestra historia indo afro americana.
Hoy, 13 de octubre de 2011, de amanecida, después de un encuentro espiritual con mis ancestros, escribo esta pequeña reflexión histórica, aun cuando no estaba en mi ánimo, antes de ayer y ayer; porque me lastima la folklorización que hace la cultura global, con sus intelectuales y “redes sociales indias” y también, por el ocultamiento histórico de nuestras resistencias y luchas libertarias, iniciados por el Cacique Taino Canoabo, que fue quemado por la soldadesca asesina de Colón. A propósito, ¿porqué no se habrá quedado en su puerto de palos, rumiando su miseria por no conocer el amor?, ¿Qué designio misterioso, hizo que esta marea humana de sicóticos, asesinos y ególatras invadiera nuestra América? Preguntas no tan difíciles de responder, si observamos que aún el terror impunemente es ejercido por los imperios anglo sajonés con el liderazgo yanqui, que se apodera de los recursos vitales con el aval de los títeres de la ONU.
Volviendo al 12 de octubre, creo, que, tenemos que despojarnos de esta envestidura de folklorizar por un día, la invasión, conquista y genocidio indo afro americano, para debatir e insertar en la enseñanza pública, que nuestra historia, es una historia no acabada del silenciamiento, ocultamiento y frustración de la independencia. Hoy, con los mismos problemas nuestras generaciones, sienten esta situación de estados nación fallidos, sustentados por el genocidio. Frente a esta situación, tenemos que reivindicar los espacios simbólicos de la memoria y la reflexión por las injusticias cometidas. Tenemos que asumirlas con acciones concretas de prácticas políticas, articulando las distintas dimensiones, planteadas por nuestros más genuinos y honestos representantes y por los actores sociales no indígenas, que ideológicamente concuerdan con nuestros objetivos.
En la intersección de estos ejes espaciales y simbólicos de la memoria remota y reciente tenemos que reflexionar con el pensamiento crítico para ir a la praxis en la posibilidad de transformar con acciones directas y cotidianas las fallidas independencias en INDO LATINOAMERICA. Para el correcto análisis y alternativas libertarias, es sumamente importante tener en cuenta nuestras identidades territoriales tanto locales como regionales, provincias y Nación; para pensar y pensarnos en este tiempo y espacio de unidad: UNASUR.
Como nunca en territorio indo americano, las condiciones objetivas y subjetivas están dadas. Tenemos panoramas propicios para la verdadera emancipación y soberanía de nuestros pueblos, desde los originarios que somos rechazados por la cultura única, hasta los empobrecidos de las urbes y zonas rurales, donde también los trabajadores y clases medias intelectuales pagamos de una u otra forma el obsceno enriquecimiento y corrupción de los “elegidos”. Así como contaminación de la palabra en boca de politiqueros obsoletos, serviles del poder oligárquico.
Frente a esta situación social, política, cultural y económica de vasallaje a nuestros verdugos representado por el imperio global, que retroalimenta sus crisis con nuestros patrimonios, es importante la unidad continental como plantearon los verdaderos próceres de la independencia desde Tupac Amaru, seguidos por San Martín, Bolívar, Artigas, Andresito, a excepción del gran Tupac, que fuera vilmente asesinado en el Cuzco, todos ellos fueron desarraigados de la Patria Grandepor los colonialistas republicanos para despedazar nuestro continente al servicio de los imperios anglosajones.
La autodeterminación y soberanía de nuestros pueblos, como ejes fundamentales de construcción de naciones pluriculturales y plurinacionales, nos posibilita pensar y accionar en políticas de Estado inclusivas y equitativas no solamente para los pueblos originarios, con educación, vivienda, salud, trabajo y sobre todo preservación y mejoramiento de nuestros eco sistemas erradicando toda actividad contaminante y depredadora.
También en estos debates generados debemos considerar como temas importantes los derechos humanos integrales en todas sus categorías, la libertad, la autodeterminación, la militancia política, social y ecológica, la defensa de los pueblos oprimidos, la descolonización, la desmilitarización y eliminación de bases del imperio en nuestra región. Acciones contra las cuatro crisis del sistema capitalista: agua, energía, alimentos y cambio climático. Implica, pensar en una gran nación para todos.
Con Cuba, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Brasil, y especialmente nuestra Argentina se produce un paso adelante en la reflexión acerca de la Segunda Emancipación y los sujetos del cambio social y político, donde los valores fuerza, no están en el exterior, en los modelos europeos o norteamericanos en crisis total. Estos valores están en nosotros, los oprimidos, que tenemos derecho a irrumpir históricamente con el pensamiento y acción libertaria. Sobre este tema, es bueno citar a Carlos Pérez Zavala, porque actualiza la cuestión: “...Detrás del fenómeno de concentración de la riqueza y la mayor pobreza de la historia, que registra nuestra época, se oculta otro fenómeno: el debilitamiento de la conciencia que esta situación, debe cambiar. Ese fenómeno ha sido caracterizado como “desarme categorial”, frente al cual surge la convicción de que es urgente un “rearme categorial para una segunda independencia, que incluya la emancipación mental, que reaccione ante la contaminación ideológica generada por la práctica de una cultura de mercado en la cual se subordinan las necesidades a las satisfacciones”.
Como vemos, el desarme “categorial”, influyó en el fracaso de la independencia indo latinoamericana, porque nunca abandonó el coloniaje a los imperios de turno, por falta de una identidad propia. La cosmovisión eurocentrista, es decir Europa como centro del la cultura, el poder y la religión, así como la identidad homocentrista, antropocentrista (el hombre europeo en el centro de la naturaleza), dueño del mundo, considero a las etnias diversas como inferiores para la esclavitud y servidumbre. Los filósofos europeos, desde Platón, Rousseau, Kant, etc, expandieron el pensamiento de que el hombre debe actuar sujeto a una norma abstracta que no es de nadie, pero obliga a todos y que ésta es su condición “natural”. Para la Europa colonialista, el sistema de gobierno se basa en el “derecho divino” del monarca que gobierna en nombre del supremo (dios), conjuntamente con su monarquía, súbditos y plebeyos. Es en nombre de este “derecho” que la invasión a América y genocidio es “natural”, como “natural”, sigue siendo el sistema republicano donde el supremo sigue siendo dios.
En este punto, es bueno detenernos para expresar la cosmovisión indígena, porque hace a la confrontación histórica ideológica: Los Pueblos Originarios, no valoramos lo “sobre natural”, porque no conocemos la división entre los sobre natural y natural. Todo es una sola unidad, lo físico y espiritual. Nuestro mundo es simplemente milenario, es tangible y no necesita explicaciones complejas, nuestra cultura y libertad, es una ceremonia de vida ininterrumpida. Lo intangible, está en nuestra relación sagrada con la madre tierra y todos los seres vivientes.
Un poco de historia europea
La revolución francesa (1789 – 1793), se debe al auge de la burguesía, con gran poder económico, desempeñando un papel importante en el desarrollo de la época en contraposición al absolutismo monárquico representado por los feudales, odiado por las clases bajas, serviles. La libertad, igualdad, fraternidad fue siempre retórica, porque no se contrapone a la cosmovisión homo centrista e individualista. Si bien se estatuyó la separación de poderes del Estado, el clero dominante, constituye uno de los estados: Clero, nobleza y estado llano, simbolizado en la bandera francesa, donde el “estado llano sigue luchando por sus reivindicaciones dentro del sistema: el color azul, representa al Estado Noble; el color blanco, representa al Clero y el color rojo al Estado llano, que condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los “ciudadanos” de “derecho democrático y nacional”.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano francés, servirá de base e inspiración a todas las declaraciones de los siglos XIX y XX, en la cual la descolonización está ausente, por lo que continua en forma directa o indirecta hasta nuestros días En el caso latinoamericano se da de las dos formas (“para comerte mejor” diría el lobo feroz yanqui), que tiene gran influencia para el cambio de verdugos colonialistas, en complicidad con las clases dominantes burguesas criollas que se apoderaron del poder.
La experiencia marxista comunista europea, con la Unión Soviética a la cabeza, no pudo resolver los problemas estructurales de sus pueblos, debido fundamentalmente a que responde a la misma cosmovisión homo centrista. El método filosófico: materialismo dialéctico, iniciado por el filósofo Hegel, efectuó un cambio revolucionario, creando la filosofía proletaria, donde toda la sociedad está estructurada por relaciones económicas de producción entre los hombres, relaciones que a la vez son dependientes del estado y de las fuerzas productivas materiales.
El viraje revolucionario a la teoría económica desde la política proletaria, creo las bases para la formación de los estados comunistas. Lenin, que elevó el marxismo a un nuevo estadio, creó las condiciones para la lucha por la independencia de los pueblos dependientes del colonialismo. Los movimientos obreros a nivel mundial, vieron una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida esclavas, avizorando un socialismo humano. Estos movimientos de liberación dieron origen a los Derechos Sociales en los Estados modernos, que incluyeron a los pueblos originarios.
Aun cuando el comunismo totalitario ruso se derrumbó con la caída del “muro de Berlín”, arrastrando a los países dependientes, no podemos de reconocer cambios importantes en el devenir histórico social y económico; pero considerado en el marco del mismo pensamiento filosófico o cosmovisión homocentrista.
El pensamiento o cosmovisión homo centrista, euro centrista e individualista, cuya principal usina ha sido, es y seguirá siendo el cristianismo, que utiliza como su principal arma de alineamiento la Santa Inquisición en Latinoamérica y el puritanismo en Norteamérica se traslada de Europa a nuestro continente, vía los procesos de invasión: española, portuguesa, inglesa, francesa, holandesa. La conquista de nuestros pueblos y el arrasamiento territorial en nombre de los reyes y dios, estructuran el sometimiento a los imperios, especialmente, español, portugués y sobre todo anglo sajón. Este último, con mayor capacidad tecnológica y bélica, desde una independencia política de su matriz (Inglaterra), se convertiría en el heredero de todas formas de imperialismo y en connivencia con sus pares europeos se distribuirían el dominio del planeta. De tal manera, que la dominación continúa bajo otras formas, pero bajo la misma lógica: Siempre en “América latina”, patio trasero yanqui, Afganistán, Irak y últimamente Libia.
SISTEMAS POLTICOS IDEOLOGICOS OCCIDENTALES:
Filosofía idealista: “la razón pura” (Kant – Hegel)
- Dios, Rey (legado de Dios), Monarquía, Pueblo.
Filosofía materialista: (Marx – Lenin)
- Dogma, Partido, Masas,
Filosofía Etnocentrista: Capitalista – Republicano
- Dios, Presidente, Partidos. Pueblo.
En Indo Latinoamérica, el sometimiento y adoctrinamiento sigue igual. El clero y los colonialistas siguen ostentando el poder real. Estructurados en Fuerzas Armadas o corporaciones como: pastorales aborígenes, partidos políticos, uniones empresarias, sociedades rurales, oligopolios industriales, comerciales y mediáticos, condenando al 70 % de los pueblos y especialmente originarios a la pobreza.
Hoy, la colonización mental, acepta como fenómeno “natural” la lógica norteamericana como el hecho cultural del mundo, basado en el consumismo, la banalidad y la frivolización social, que exacerba el individualismo, donde las fuentes de ganancias y apropiación de los patrimonios y recursos naturales y económicos no tiene límites: invasión de países con potencialidades económicas, especialmente en recursos no renovables (minería, forestal, agua, biodiversidad), dominio o desintegración de bloques regionales independientes que sirvan a sus propósitos, bajo la excusa de combatir al “narcoterrorismo” como es en el caso de UNASUR, utilizando gobiernos vasallos y entreguistas como: en Colombia, Perú, Panamá, Chile, y muchos etc.
Indo Latinoamérica, Patria Grande, forjada por los libertarios indígenas y sus pueblos: Tupac Amaru, Bartolina Sisa, Juana Azurduy, Jose De San Martín, Mariano Moreno, Simón Bolívar, Benito Juárez, José Artigas y el gran comandante Andrés Guacurari, entre otros, que la historia oficial de los traidores ha ocultado, confronta ideológicamente, políticamente y culturalmente el modelo colonialista vigente, para sostener la necesidad de seguir trabajando como sujetos personales y colectivos por la soberanía de los pueblos libres, sin colonialismos ni dependencia del imperialismo norteamericano, como nos están señalando los pueblos de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Brasil y Honduras, Argentina y hoy Uruguay.
En este proceso, la Argentina, desde las contradicciones independentistas de mayo de 1810, donde se impusieron los criollos vasallos al imperio español y después a los nuevos centros de poder imperial y capitalista, encabezados por Mitre, Rivadavia, Puerreydon y continuada por los Rocas. La vieja antinomia entre la oligarquía, sus testaferros y el pueblo trabajador y sobre todo los Pueblos Originarios, está vigente. Los sufrimos en los conflictos de los patrones del campo contra el gobierno que representa al pueblo.
Que la práctica de la memoria y la verdad histórica, sirvan para fortalecer y dinamizar la militancia libertaria ancestral, de cara al futuro, aunando todas las voces como los hijos de Tupac, Simón, José y Andresito, para repetir el himno de la Libertad Indolatinoamericano.
Con la cosmovisión viva, las naciones originarias, plantean la confrontación entre las filosofías euro centrista y naturalista. Naturalista, donde toda la epopeya genética, escénica y espiritual indígena, es vivida en nuestro único hogar: La Madre Tierra. Después de observar el inmenso universo lleno de estrellas, que se replica en nuestras células, ¿podemos decir que somos el centro del universo? Para los originarios, todo el orden que hay arriba esta abajo. Desde esta visión filosófica natural, estructuramos nuestras organizaciones, con códigos éticos morales: no robar, no mentir, no ser ocioso, no ser traidor. Códigos de calidad de vida: querer bien, vivir bien, saber bien, trabajar bien.
La razón naturalista, se basa en que el hombre es un sujeto social comunitario, cultural, económico y espiritual, que se ordena a partir de la observación de las leyes naturales del cosmos que luego se aplican a la vida como principios sociales. A partir de esta conciencia personal y colectiva y la necesidad de liberación indoamericana, nuestros precursores libertarios indígenas, plantearon la lucha por un nuevo orden socio económico, soberano, antiimperialista de justicia y equidad, de culto a la vida y la naturaleza, totalmente opuestas a los intereses colonizadores que aún persisten.
Para mejorar el presente, es necesario mirar el pasado. Estar dispuesto a corregir los errores pasados y garantizar acciones y políticas para que no se repitan. Y aquí vienen las interrogantes: ¿de qué y de quienes nos liberamos? ¿Para que y para quienes queremos la liberación? ¿Cómo nos liberamos? ¿Quiénes participan en este proceso de liberación? ¿Cuándo empezamos a organizarnos? ¿Con que herramientas nos liberamos?
Las preguntas son incomodas, porque los LATINOAMERICANOS, especialmente los contaminados por el individualismo, codicia y consumismo tienen una ideología, cuyos cimientos están sólidamente estructurados en su cosmovisión homocentrista, con algunas variantes; pero que a la vez, sufren igual que todos los empobrecidos la crisis del capitalismo imperialista, que trata de reinventarse haciendo pagar esta crisis a los países emergentes del sur del hemisferio.
Tiempos difíciles aquellos…. tiempos difíciles estos. No hemos aprendido a convivir interculturalmente. Nos plantea un debate comprometido, ideológico y permanente para fijar parámetros y acciones que nos permitan liberarnos del yugo imperialista.
Posadas, Misiones, octubre 2011.
José Kuntur Bautista Flores.
Anciano comunicador originario.