lunes, 25 de abril de 2016

El nuevo Plan Cóndor en América Latina

Los éxitos de la derecha en América Latina dan cuenta de un plan sistemático para reimpulsar el neoliberalismo en el continente. Nuevas herramientas y nuevos métodos son los que le permiten lograr triunfos sobre las fuerzas progresistas y de izquierda.
La derecha al poder
En América Latina durante los últimos años se conformó una nueva derecha. Henrique Capriles, Leopoldo López y María Corina Machado en Venezuela, Aecio Neves y Marina Silva en Brasil y Mauricio Macri en Argentina son algunas de sus figuras más relevantes. Desde la oposición han logrado marcar agenda y frenar iniciativas políticas populares.
Los resultados electorales que permitieron a Macri llegar a la presidencia de Argentina y que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) alcanzara la mayoría absoluta de diputados en la Asamblea Nacional de Venezuela marcaron un cierre de año exitoso para fuerzas políticas que pocos años atrás no lograban interpelar más que a una minoría intensa de la población de ambos países.
En los primeros meses de 2016 se fortaleció esta tendencia. Evo Morales fue derrotado en Bolivia cuando triunfo el “no” a una enmienda para presentarse a un nuevo mandato en 2019. La Cámara de Diputados en Brasil acaba de consumar el primer paso decisivo para un golpe de Estado y ahora los senadores decidirán sobre la destitución de Dilma Rousseff.
De Gene Sharp a Duran Barba
En las décadas de 1970 y 1980, Estados Unidos necesitó que las fuerzas militares coordinen la represión y logren instalar dictaduras dóciles a sus intereses geopolíticos. Así nació y se ejecutó el Plan Cóndor a partir del cual se implementó el secuestro, tortura, asesinato y desaparición de personas con el objetivo de aniquilar la movilización popular y aterrorizar a la población. La nueva derecha que busca reimpulsar el neoliberalismo ha desarrollado su capacidad de hacerse con el poder político con otros recursos y medios.
Los mecanismos de intervención militar norteamericanos no han desaparecido en América Latina. La reactivación de la IV Flota en 2008, la vigencia del Plan Colombia y las presencia de 74 bases militares extranjeras muestran que el intervencionismo militar no ha cesado. Pero el intervencionismo militar dista de ser la herramienta principal para modificar el mapa político regional.
En una reciente entrevista realizada por la Agencia Andes, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo: “Este es el nuevo Plan Cóndor. Ya no se necesitan dictaduras militares, se necesitan jueces sumisos y se necesita una prensa corrupta”.
Las fuerzas reaccionarias coordinan y tienen a su disposición más y mejores herramientas: medios de comunicación, grupos empresariales, fuerzas paramilitares, ONGs, gurúes del marketing político y funcionarios judiciales. Lejos de tratarse de un proceso de generación espontanea que se conjuga con una crisis económica, se trata de un proceso de desarrollo cualitativo de la derecha sumamente planificado.
En las últimas décadas del siglo XX Gene Sharp ya había teorizado y demostrado el éxito de sus “métodos no-violentos” para derrotar gobiernos que no comulgaran con su ideología anti-comunista. Su libro De la dictadura a la democracia, publicado hace 23 años, sigue siendo hoy un manual de acción de los terroristas venezolanos.
Otro aporte teórico sustancial lo hace Jaime Duran Barba, que luego de asesorar a políticos en todo el continente, ha colaborado en que la derecha llegue al gobierno por primera vez a través de las urnas en Argentina. Su libro El arte de ganar, así como los recientes estudios sobre el PRO demuestran cuán planificada fue la construcción de sus éxitos políticos.
Los métodos con los que buscan lograr sus objetivos son muy diversos y para nada lineales. El mejor ejemplo es la llamada “guerra híbrida” en Venezuela que incluye los ataques del paramilitarismo, una guerra económica y una campaña comunicacional internacional. En Bolivia, el triunfo del “no” en el referéndum demostró que con los montajes de causas judiciales y el servicio de medios de comunicación (que llegaron a inventarle un hijo a Evo Morales) pueden derrotar a un gobierno que logró las transformaciones progresivas más importantes de la historia de su país.
En 2014, 54.500.000 brasileños y brasileñas votaron para que Rousseff sea presidenta hasta 2018. Luego de la elección los partidos derrotados, la red O Globo, las centrales empresariales y ONGs promovieron la campaña “Fora Dilma”. Los diputados opositores que están involucrados en casos de corrupción hicieron el pedido de impeachment a la presidenta porque el Tribunal de Cuentas no aprobó el presupuesto de 2014 por “modificar el déficit” y retrasar el pago a los bancos prestamistas.
El impeachment es una herramienta legal que se utiliza para delitos de una gravedad mayor y la práctica por la que se acusa al gobierno existe hace 22 años en el país y fue utilizada por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Con la complicidad del poder judicial la derecha hizo del impeachment un instrumento para el golpe de Estado en curso.
El poder del pueblo
El avance de la derecha plantea nuevos desafíos para quienes se dispongan a enfrentar la ofensiva neoliberal. A diferencia de los escenarios políticos pos-dictatoriales en donde había pueblos debilitados en su capacidad de resistencia y con organizaciones devastadas por la represión, actualmente hay saldos organizativos y políticos elevados en el continente.
En Venezuela el movimiento popular ha respondido activamente ante las constantes amenazas de la oposición desde la Asamblea Nacional. En Brasil las enormes movilizaciones en contra del golpe y la conformación del Frente Brasil Popular que unifica a las experiencias mayoritarias del campo popular brasileño son otro saldo positivo. En Argentina, además de las innumerables respuestas a las políticas neoliberales del macrismo, el último 24 de marzo se logró una de las movilizaciones más masivas de la historia.
En los casos de Brasil y Argentina el poder mediático y el poder judicial demuestran que aquellos poderes que no se han transformado sustancialmente son los que terminan derrotando a los gobiernos anti-neoliberales. Una nueva etapa plantea revitalizar el debate sobre el poder del pueblo para alcanzarlo.

lunes, 11 de abril de 2016

La historia de Mossack Fonseca, la firma de abogados que originó los ‘Panamá Papers’



Los dos hombres se aliaron en una era de incertidumbre política y económica en Panamá: uno era un reservado inmigrante alemán cuyo padre sirvió en el ala armada del Partido Nazi; el otro, un amable escritor en ciernes cuya familia se había opuesto a la dictadura militar de Panamá.
En 1986, mientras el país aún estaba bajo el yugo del general Manuel Noriega, estos hombres fusionaron sus pequeños despachos de abogados y así crearon lo que se convertiría en el centro de las operaciones bancarias sigilosas para la élite, un paraíso fiscal. A lo largo de las siguientes tres décadas, Jürgen Mossack y Ramón Fonsecaexpandieron su despacho hasta tener 500 empleados, compañías filiales en todo el mundo y una cartera de clientes poderosos, famosos y, a veces, infames.
En enero, un fiscal que investigaba la corrupción generalizada en Brasil dijo que la firma de abogados era “un enorme lavadero de dinero”.
Los socios se habían vuelto muy adinerados, y Fonseca utilizó el éxito de la firma para lograr un papel influyente en los altos rangos de la política. Le dijo a sus asociados que quería limpiar el gobierno y se convirtió en consejero especial del presidente Juan Carlos Varela, hasta que el escándalo de Brasil lo obligó a renunciar este año.
En una entrevista, dijo que entrar a la política fue, en parte, una forma de dar algo a cambio: “Creo en compartir la pizza”, escribió. “Por lo menos darle a los demás un pedazo”.
La firma Mossack Fonseca fue construida sobre las garantías de privacidad a prueba de todo que ofrecía a sus clientes. Pero esta semana, una filtración de millones de documentos de la firma dejó al descubierto sus operaciones y expuso la proliferación de empresas fantasmas y paraísos fiscales para las personas más ricas del mundo. Las revelaciones ya provocaron que el primer ministro de Islandia se apartara de su cargo, y también han desencadenado investigaciones criminales por lo menos en dos continentes.
En febrero, Panamá fue eliminado de una lista de países bajo vigilancia por parte de una agencia internacional que establece estándares para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, pero a nivel internacional aún es considerado por muchos como un paraíso para los evasores de impuestos.
El presidente de Panamá ha prometido cooperar con cualquier investigación judicial que se abra a partir de la información filtrada, lo cual podría incluir una indagación a su exconsejero, sin duda una situación incómoda.
Mossack Fonseca ha negado haber cometido cualquier delito, y Fonseca ha defendido la inocencia de su firma.
“Al final de esta tormenta el cielo será azul y la gente sabrá que el único crimen es hackear”, dijo Fonseca sobre los documentos de la firma en una entrevista de una hora que ofreció mediante WhatsApp.
Pero algunas personas en Panamá que conocen a Fonseca dicen que los documentos filtrados no concuerdan con la manera en la que él ha tratado de presentarse a sí mismo y su papel en el país.
Entre los documentos filtrados que obtuvo el Consorcio Internacional de Periodistas, aparece una cadena de correos entre los socios principales de la firma en la que se dan cuenta de que habían trabajado durante años con clientes iraníes que estaban incluidos en una lista de sanciones que publicó el gobierno de Estados Unidos y Naciones Unidas.
“¡Esto es peligroso!”, escribió Mossack en un correo de septiembre de 2010 que le envió a Fonseca y a otros miembros de la firma. “Una alerta debió haberse activado de inmediato”.
Mossack culpó a los empleados de la oficina en Londres y escribió, “no están haciendo la auditoría de manera minuciosa, (o quizá no la hacen en lo absoluto)”.
Los documentos filtrados han agitado los sectores bancarios y legales de Panamá, los cimientos de la economía del país, y dejaron fríos a los miembros de la clase empresarial. El colegio de abogados del país ha salido en defensa de la firma, pues dice que la información filtrada es parte de un ataque contra la reputación del país.
El crecimiento de Mossack Fonseca coincidió con el surgimiento de Panamá como un paraíso fiscal. El flujo creciente del capital a través de fronteras durante los setenta y ochenta creó un mercado para abogados y contadores capaces de proteger el dinero, y Panamá se preparó para tomar ventaja.
Desde principios del siglo XX, su papel como centro de intercambio y embarque –el puente que une al continente y donde convergen el Océano Pacífico y el Mar Caribe– lo convirtió en un candidato claro para la contabilidad offshore. Los barcos internacionales ondeaban la bandera panameña para aprovechar su favorable estructura fiscal, que, según algunos expertos, fue copiada casi directamente del estado de Delaware.
“Como siempre ha sido el centro del comercio internacional, encajó perfectamente con la financiación exterior y la planificación fiscal en el extranjero”, dijo Victor Fleischer, un profesor de San Diego State University. “No sé si se justifica o no, pero la gente siempre ha considerado que Panamá es un lugar un poco turbio”.
La última resistencia
Panamá ha sido reacio a seguir una iniciativa de transparencia mundial que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos lanzó en 2009. Mientras que la mayoría de los otros centros financieros internacionales, como las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Caimán y Singapur aceptaron la iniciativa rápidamente, Panamá se contuvo.
“Panamá es la instancia más importante que no colabora y sigue permitiendo que los fondos estén ocultos y las autoridades judiciales o fiscales no puedan rastrearlos”, dijo José Ángel Gurría, el secretario general del grupo en una declaración el lunes.
Pero varios expertos fiscales señalaron que Panamá, con su negativa a cumplir con los estándares internacionales de transparencia, está en buena compañía: Estados Unidos.

domingo, 3 de abril de 2016

Evita

 Franco Sampietro -http://www.la-epoca.com.bo/2016/03/30/evita/
Eva Duarte

La imagen más conocida de Eva Duarte deriva, absurdamente, de una película foránea: Evita. Esta famosa película de 1996, rodada en parte en Argentina, protagonizada nada menos que por Madona (que saltó al éxito como la “chica material”) y dirigida por el mítico Alan Parker (Expreso de medianoche, The Wall, Mississipi en llamas), está basada en un libro de una tal Mary Main: La mujer del látigo (The lady with the whip), publicado en Estados Unidos en 1952 y después en el Cono Sur en diciembre de 1955, es decir, al poco tiempo del triunfo del golpe de Estado que derrocó a Perón, denominado “Revolución Libertadora”. A las tres semanas de aparecido por estos lares ya había vendido 26.000 ejemplares. El libro es un intento de biografía nada apócrifa de Eva Perón, desde el viaje inicial de Junín a Buenos Aires hasta su muerte. Su tesis sostiene que Evita fue una mujer de “vida azarosa”. Y en verdad no dice mucho más.

Pero mucho más perversos, malignos e insultantes que Mary Main fueron los argentinos. Así por ejemplo, Ezequiel Martínez Estrada (uno de los máximos intelectuales de su generación) en ¿Qué es esto?, afirma que Eva era como Sempronia en la vida de Cicerón, según La conspiración de Catilina de Cayo Salustio. Sempronia, dice Martínez Estrada, no era buscada por los hombres, sino que ella los buscaba: es decir, era la quintaesencia de la prostituta. El dirigente socialista Américo Ghioldi la trata de “ofídica” y “hetaira” en El mito de Eva Duarte. Es el mismo leitmotiv de la película con Madona: afirmar que era prostituta. Esos libros (y muchos otros), así como el film de Parker, ¿por qué insisten en sostener que Evita era una puta?

La mujer y su época

La explicación a la interrogante está en que Eva era una mujer pública, en una época en que a las mujeres les estaba vedado por completo ese espacio. El hombre público es el hombre de prestigio: es el político, el diplomático, el científico, el escritor. “Hombre público”, en suma, tiene una connotación honorable. La “mujer pública”, en cambio, se refiere todavía hoy en el lenguaje cotidiano a lo que denominamos despectivamente una mujer de la calle. La “mujer de bien”, en nuestro imaginario, es la mujer burguesa: la que está casada, la que cría a los hijos, la que va a las reuniones del colegio; es una mujer del hogar (aunque trabaje afuera: con lo cual tiene dos trabajos) y no una mujer pública. Es increíble cómo la hipocresía de la sociedad con respecto a la prostitución se mantiene inalterable con el paso del tiempo. Así, mientras la mujer espera el regreso del marido a la noche, él tiene el permiso social para ir de putas, ya que la sociedad estableció que el varón –pero no la hembra– es un animal cebado que cada tanto necesita desahogarse de la rutina familiar. La mujer, por el contrario, se supone que no padece de ese sobresalto.

Felizmente, el “sexo débil” (otro eufemismo chauvinista) ya entendió que también tiene el derecho de ponerle cuernos al macho (los que no lo entendieron, obviamente, son los machos).

Pero aún en el siglo XXI podríamos establecer una regla matemática para verificar ese prejuicio: mientras más pacata y conservadora una sociedad, más índice de prostitución en la misma. Es la eterna comprobación de que la iglesia y el puti-club van de la mano, como un rostro de Jano. El siguiente fragmento del poeta Oliverio Girondo ilustra la imagen que se llevó de España en la época del general Franco: “Cada doscientos cuarenta y siete hombres, trescientos doce curas/y doscientos noventa y tres soldados/para una mujer” (Membretes).

Origen social

La segunda explicación –que refuerza la anterior– es que se trata de una mujer que accede al poder desde un lugar humilde, y por lo tanto es cuestionada por todo. Por ejemplo, le reprochaban como un defecto serio que usara trajes Dior. ¿Y por qué?, porque a una mujer de clase baja le está prohibido llegar a una posición de poder y vestirse como esa posición le permite. Si una miembro de la alta burguesía usa lujos, está bien porque los heredó: no tuvo que ganárselos. Una ex “muerta de hambre”, en cambio, realiza un acto de usurpación con ello. Así, nadie se fija si Juliana Awada, la mujer de Macri, lleva una cartera de marca: se da por supuesto que debe tenerla; en cambio, cada vez que Cristina Fernández aparecía con algo caro llovían las sospechas de robo, corrupción, despilfarro. En tal postura se entremezclan, claramente, el cholulismo, el resentimiento, la frustración y la fascinación por los ricos.

Y es que en el imaginario colectivo a los ricos nada les queda mal, todo les está permitido. A las trepadoras, por el contrario, les desentona el lujo como un aura de ambición insultante. Infinitamente más, si encima, esa mujer pública que vino desde abajo se parapeta en una postura que se considera un desafío: “yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle”, afirma la misma Eva en su librito Mi mensaje. Un odio –como se ve– que explica bastantes cosas, que conviene comprender y tener en cuenta.

martes, 29 de marzo de 2016

Hugo Chávez, su Filosofía de la Comunicación y TeleSur

Fernando Buen Abad Domínguez (*) - http://www.nos-comunicamos.com.ar/node/5822

“Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”. Simón Bolívar.
En la Filosofía comunicacional de Hugo Chávez la verdad y la libertad juegan un papel central y más lo juega el trabajo minucioso de producir información inteligente e inteligible. Es un desafío enorme, aunque a algunos no lo vean a simple vista. TeleSur, por eso, ha sabido ganar posiciones incuestionables en la experiencia comunicacional emancipadora de América Latina. Nadie ha dicho que sea “perfecto”. Esa Filosofía nos compete continentalmente porque no se trata de una idea sólo venezolana, sino de un proyecto de integración Socialista en el que es premisa de su ser el ser internacionalista. He ahí uno de los mayores y mejores esplendores en la praxis de TeleSur que Chávez anheló siempre y por eso fue, ni dudarlo, su mayor promotor, seguidor y crítico constante.

La Filosofía de Hugo Chávez respecto a TeleSur se inspira en contribuir al pensamiento y a la acción crítica, capaz de ampliar las interpretaciones de los hechos, de las temáticas, de las causas y de los movimientos sociales. Aproximadamente, el 80% de la programación de TeleSur se basa en contenidos “informativos” y se completa con cine documental o programas especiales que, generalmente, es imposible ver en otros canales de televisión. “Nuestro Norte es el Sur”, es mucho más que un lema o una bandera que ondea desde 2005, es una Revolución de la “mirada”, del informarse y del intervenir críticamente gracias la integración expresada, desde Caracas, por los gobiernos de Venezuela (el 51% de las participaciones), Cuba, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Y, especialmente, por la voluntad y claridad política de Hugo Chávez que, desde el primer momento, soñó con una televisora que permitiera a nuestros pueblos del Sur difundir sus realidades y valores, produciendo su propia imagen, con sus ideas y problemáticas propias. Comunicación audiovisual y libre y equitativa.

Hoy por hoy, TeleSur es una de las mejores fuentes de información en todo el planeta. TeleSur supera crecientemente, según algunas fuentes, una cobertura promedio de entre cinco y seis millones de personas. TeleSur no es sólo una “buena idea” democrática de la televisión, es una decisión política estratégica de envergadura trascendental en la ruta de cambiar los paradigmas informativos que nuestros pueblos necesitan en la construcción de su independencia y soberanía semántica y revolucionaria.

Tal como lo quería Hugo Chávez, TeleSur debe avanzar en la transformación de la televisión que informa no sólo en términos de estética, narrativa, ritmo y estilo… sino en la elección misma del contenido y el enfoque de la información. No es una aventura ingenua, es un proyecto dinámico que entiende los rasgos y los ritmos de una televisora cuya complejidad de objetivos debe avanzar en terrenos muy ásperos y no pocas veces inéditos. Hay que informar sobre las luchas de los pueblos sus avances y sus desafíos.

En un continente secuestrado por las cadenas mediáticas de la oligarquía, país por país, nada fácil es ser herramienta al servicio del ideal de integración latinoamericana y caribeña, es decir, una televisión para la integración y como usina informativa que no requiere competir con los monopolios privados, y su lastre ideológico burgués, sino hacer visibles todas las tesis revolucionarias en el ámbito social, científico, académico, artístico y de la comunicación. Hugo Chávez, exigente como debía serlo siempre, quería una TeleSur libre que, en sus palabras, “mantendrá su independencia. No depende TeleSur de ningún gobierno, de ninguna línea prefijada, sino que Telesur es libre para navegar en las aguas de la verdad”.

El propio líder de la Revolución venezolana quería a TeleSur en vigilia permanente para, facilitar nuestra visibilidad sobre la lucha de los pueblos. Quería que se convirtiera en bandera comunicacional de la rebeldía informativa y también en gran escuela hacia la formación de nuevos profesionales de la comunicación emancipadora. Hugo Chávez insistía en llamarnos a ver TeleSur y a impulsarlo para enriquecer la producción y recepción de los relatos informativos nuestros como una vanguardia responsable de hacer visibles a los protagonistas revolucionarios de nuestro tiempo.

En su lógica, y sus estética de la información, Chávez reflexionó mil veces sobre cómo mejorar siempre a TeleSur, cómo convertirla en palanca clave para la construcción de nuestras nuevas identidades revolucionarias en sincronía con los desafíos informativos mundiales más complejos, rompiendo los cercos mediáticos más tozudos y penetrado los territorios informativos más inhóspitos y riesgosos. En suma, desde su Filosofía de la Comunicación, el comandante Chávez quería que TeleSur fuese un espejo continental invaluable para mirar nuestros logros y nuestras debilidades más significativos. Sin pasar por el discurso del imperio. Y, además de espejo, quería de TeleSur una herramienta de intervención política, sobre la realidad, por la vía de la información liberada de la dictadura de la mercancía.

Contra toda maquinaria de mentiras burguesas, contra la deformación “noticiosa” de las conciencias, contra la vorágine de los aparatos para la desestabilización, los magnicidios y los golpes de estado... TeleSur tiene la responsabilidad de ser una televisión inteligente, enemiga del tedio, poderosa y revolucionaria del dicho al hecho, desde los conceptos y hasta las formas. Campeona de una lucha semiótica contra los conceptos o significados hegemónicos, y contra a la “Guerra de IV Generación”.

TeleSURtv es una “espada de Bolívar, que camina y que camina por América Latina.” Una lucha semiótica, estética y dialéctica que mira futuro y siembra libertad expresiva socialista con los vientos de la revolución que vibran desde las fábricas hasta las conciencias. Hugo Chávez, como pocos líderes, mantuvo viva su pertinaz preocupación por las tareas comunicacionales y depositó en TeleSur algunas de sus mejores ideas, estrategias y esperanzas animadas por todas las tradiciones de lucha emancipadora al servicio de la revolución, junto a la disciplina de la organización y la unidad de los pueblos. No es poca cosa.

Para todo un continente es importante saber qué representa TeleSur en el proceso de transformación de la comunicación misma, pero eso no es todo, también es imperativo darnos cuenta de que con TeleSur se cuenta con una defensa magnífica capaz de evitar la derrota de la fortaleza emocional, de la cultura, de la tradición y de la voluntad democrática de los pueblos. Eso debe estudiarse como un fenómeno social de comunicación nueva resuelta a transformar la conciencia de los pueblos y a derrotar a la ideología de la clase dominante.

Hugo Chávez apostó, con TeleSur, a romper con toda actitud permisiva frente a los poderes mediáticos acostumbrados a mentir. Eso desagradaba enormemente a un Presidente que, además de su liderazgo político, latinoamericano y mundial, también se convirtió en líder comunicacional de la “Patria Grande” capaz de hacer funcionar un sueño añejo, y de muchos, al servicio de todos. Tenía en claro que una de las maneras de transformar el discurso “informativo” consistía en cambiar a los actores del discurso y hacer visibles y audibles a quienes protagonizan la lucha contra las tiranías, contra la explotación, contra la depredación del planeta… Chávez habló, e insistió siempre, sobre la renovación del relato informativo, sobre el problema estético, el tipo de “tomas”, el tipo de música, la modulación, las inflexiones de voz, los acentos, las modalidades… sin esos intermediarios que nos expliquen cómo es la realidad y, a cambio, dejar que sea la realidad misma la que nos hable. TeleSur es una herramienta de integración cuyo “norte es el sur” y cuyo norte también es el socialismo, línea estratégica fundamental que ha generado solidaridad con la revolución y, además, va generando un modelo de televisión para cambiar las formas de hacer comunicación y de hacer conciencia con los medios. Su “norte” es, también, la verdad.
 
(Texto editado en la Libreta Homenaje de PDVSA Ecuador. 2014)
 
Universidad de la Filosofía
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@FBuenAbad

domingo, 20 de marzo de 2016

¿Quién es la Carrió?




DNI 13.592.032, fundadora del ARI, nació en Resistencia el 26/1/57; casada y divorciada (dos veces), abogada (UNNE). Menciona a Raúl Alfonsín y a Alfredo Bravo como sus "maestros y ejemplos a seguir". FUNCIONARIA DEL GOBIERNO MILITAR: el 7/2/78 el interventor del Chaco, General de Brigada Antonio Serrano, por decreto provincial 72, la nombró asesora de la Fiscalía de Estado a los 21 años.
Por más que Lilita se esfuerce en demostrar linaje y blasones de pago chico, lo cierto es que su familia se enriqueció notoriamente tras el golpe de 1976. El padre de esta “niña bien” hereda junto a su hermano (tío de la entonces bella Lilita), una estación de servicio del montón, ubicada en un pueblito llamado Quitilipi. Concretamente, la plata de esa época viene porque la sociedad de los hermanos Carrió era la principal proveedora de combustibles del distrito que comandaba Ormaechea.
Esto NO aparece en su currículum. Sí menciona que fue Secretaria de la Procuración del Superior Tribunal de Justicia de esa provincia, con nivel y jerarquía de Juez de Cámara. Pero no dice que ese cargo lo obtuvo el 21/8/80, por resolución 522 del Superior Tribunal de Justicia, ni que fue premiada el 25/10/82 con un rápido ascenso, pese a la objeción de varios jueces por no haber respetado la carrera judicial en dicha promoción.
El mentor para que fuera silenciosa Fiscal de la Justicia Militar, fue el Teniente Coronel Ormaechea, entonces Jefe del Regimiento Chaco, y tío de la “Jefa espiritual de la República“.
Su madre, María Elisa Rodríguez de Carrió, fue subsecretaria de Educación del Chaco desde el 7/12/78; ya en democracia ocupó otros cargos provinciales y fue, hasta hace poco Secretaria de Desarrollo Social nombrada por Ángel Rozas.
Los hechos de Margarita Belén se produjeron en diciembre de 1978, año del nombramiento de las Carrió. Desde la Fiscalía, “Lilita” podría haber investigado lo sucedido. Pero sólo recordó el evento mucho después.
Puso de ejemplo de modelo a seguir por los capitalistas argentinos a Gregorio Pérez Companc. Pero el “informe Carrió” dice: “El grupo oligárquico Pérez Companc fue uno de los principales beneficiarios de la actividad especulativa que endeudó al país en varios millones de dólares…” (¿En qué quedamos? ¿”Goyo” es un mafioso o no?).
El mismo informe acusa a las compañías telefónicas, cuando en 1990, la abogada Carrió fue apoderada de Telecom en Corrientes y Chaco, con un poder amplio para negociar operaciones hasta por diez millones de dólares!  ¿Más “errores”, esta vez “de adulta”?..
En Agosto 2001 se negó a bajar los sueldos de los diputados, alegando que “la iniciativa se enmarca en la hipocresía de quienes se enriquecen infinitamente. y quieren bajar los sueldos de los diputados honestos”.
Ella gana $6.686.27, más $2.800 que cobra EN EFECTIVO por los pasajes que le corresponden para viajar al Chaco y NO USA, ya que vive en Buenos Aires, en un piso en Santa Fe y Paraná. Rechazó la reforma al Código Procesal Penal, para que la Policía pueda actuar mejor contra la delincuencia. Declaró no perseguir objetivos personales, pero fue la primera en anotarse como candidata para las próximas elecciones presidenciales.
Anexo “Lilita” Carrió y su complicidad con los militares: Masacre de Margarita Belén: http://www.contrainfo.com/19398/quien-es-la-carrio/
Los hechos de Margarita Belén se produjeron en diciembre de 1978, año del nombramiento de las Carrió. Desde la Fiscalía, “Lilita” podría haber investigado lo sucedido. Pero sólo recordó el evento mucho después. Se conoce como Masacre de Margarita Belén a la tortura y ejecución de 22 militantes, ultimados en un operativo conjunto del Ejército Argentino y la Policía del Chaco durante la noche del 12 al 13 de diciembre de 1976, en un lugar cercano a la localidad de Margarita Belén, provincia del Chaco. El ametrallamiento se disfrazó, como era común en la práctica de la época, de un tiroteo fortuito acaecido durante un intento de huida de los prisioneros. El caso fue uno de los más de setecientos tomados en cuenta en el Juicio a las Juntas, en 1985, y por eso se condenó a los miembros de la Junta Militar que encabezaba el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti. Más tarde, en 1990, serían indultados por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, aunque los indultos eventualmente fueron revocados por una corte federal el 24 de agosto de 2007. No obstante, el teniente general Ricardo Brinzoni, en declaraciones que hizo en 2001, admitió que el episodio de Margarita Belén “fue una operación militar para eliminar delincuentes terroristas” y que se trató de “un fusilamiento encubierto de detenidos”. Una de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén, Néstor Carlos Salas, es indicado como uno de los comandantes de los Montoneros que participó en los operativos guerrilleros. Algunos habían participado del asalto al cuartel de Formosa; otros estaban imputados por el asesinato del general Cáceres Monié y salvo una de las victimas de 41 años, todos tenían menos de treinta años. Se ha supuesto que las medidas, ordenadas por el coronel Cristino Nicolaides, a la sazón jefe de la Séptima Brigada de Infantería, se tomaron como represalia del ataque efectuado el 5 de octubre de 1975 por la organización político-militar Montoneros contra la sede del Regimiento 29 de Formosa. Un monumento sobre la Ruta Nacional 11, en el sitio donde se produjeron los hechos, recuerda a los caídos en este trágico suceso.
En otras palabras: Ella y su madre fueron funcionarias del estado provincial chaqueño durante la última dictadura militar. Lilita Carrió se mostraría arrepentida años después y diría que su trabajo era lo único que le garantizaba la vida aparte de "proveerle una obra social". En su defensa, más de veinte años después ella -junto a otros- sería redactora de la Ley 24.820 que da jerarquía constitucional al Tratado de Desaparición de las Personas. Tres años antes de ese suceso y por orden de Raúl Alfonsín, mentor y amigo de su padre, ella estaría al frente de la Convencional Constituyente que reforma la constitución nacional y facilita la posibilidad de reelección de Carlos Menen.
Elisa Carrió presidió la comisión que investigó el lavado de dinero, usó ese cargo para conseguir prensa, pero no logró ningún resultado. Presentó a la justicia documentos que involucraban a políticos y funcionarios, que luego se demostraron falsos.
"Lilita" vive inventando denuncias efectivas en lo mediático. "Me van a tratar de aniquilar, hasta los informes de inteligencia dicen que voy a ser boleta", señaló a CVN, pero nunca le pasó nada. Denunció que le "pinchaban" los teléfonos (por lo que su protegida Servini de Cubría allanó la SIDE), y resultó ser otra fantasía.


 

domingo, 6 de marzo de 2016

Las vías abiertas de América Latina




Nunca como ahora el futuro de América Latina está abierto. Hemos pasado por un momento, especialmente en los años 90, en que la historia del continente parecía congelada. Se imponía un modelo de forma avasalladora, que pretendía invertir y cerrar ciclos históricos que apuntaban en otra dirección. Ya no más desarrollo económico, sino equilibrio fiscal. Ya no más distribución de renta, sino concentración en manos de los más competentes. Ya no más derecho, sino concurrencia en el mercado. Nunca más Estado, sino empresas. Se arriesgaron, en medio de consensos que creían fatales, a anunciar el fin de la Historia, que reposaría eternamente en los brazos de la democracia liberal y de la economía capitalista de mercado. Enterradas las alternativas, el capitalismo y el imperialismo podrían rediseñar el poder en el mundo. América Latina era dirigida por personajes como Carlos Menem, Alberto Fujimori, Fernando Henrique Cardoso, Carlos Andrés Pérez, Sánchez de Lozada, Salinas de Gortari, Lucio Gutiérrez, entre otros, consagrados entonces por los medios internacionales como los “modernizadores”, los “liberalizadores”, los “globalizadores” de nuestras sociedades, en fin, salvadores del “populismo”, del “estatismo”, del “nacionalismo”. Víctima privilegiada de las grandes transformaciones regresivas ocurridas en el mundo y, en particular, del neoliberalismo, donde ocurrieron más gobiernos y los más radicales, América Latina reaccionó como ya pocos creían posible. Y se ha vuelto la única región del mundo con gobiernos antineoliberales, con procesos de integración regional, con capacidad para revertir las fuertes tendencias a la desigualdad social y al aumento de la pobreza y la miseria en el mundo. América Latina ganó el derecho de definir su historia a partir de su capacidad para reaccionar frente al modelo neoliberal y a la globalización, gracias al liderazgo de dirigentes como Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, entre otros. Ahora América Latina se enfrenta a los efectos duraderos de la recesión internacional y a articulaciones derechistas internas, generando crisis en varios de nuestros países. En este momento, en medio de la segunda década del siglo XXI, se puede decir que el futuro del continente está abierto. Nadie puede garantizar que los gobiernos antineoliberales se van a consolidar definitivamente, menos tampoco que los intentos de restauración conservadora se van a imponer. Las dos vías están abiertas. Lo que se puede decir es que el escenario político latino-americano será nuevo a partir de ahora. Ya no se contará con precios altos de los productos de exportación; al contrario, la recesión internacional tiende a extenderse. Tampoco será posible que cada país reaccione aisladamente frente a la recesión internacional. La vía de la restauración está siendo puesta en práctica en Argentina y rápidamente demuestra cómo sus planteamientos profundizan la recesión, el desempleo, el endeudamiento y hasta la misma inflación. Es una vía que recorta los derechos sociales, concentra renta, subordina los intereses del país a los grandes capitales internacionales y derechamente a Estados Unidos. Conocemos hacia dónde ella podría conducir a nuestros países, hemos vivido el auge del neoliberalismo en los años 90, sabemos que es una vía trágica para nuestros países y para nuestros pueblos. La otra es la vía para consolidar los extraordinarios avances logrados y avanzar hacia una América Latina todavía más integrada, por el Mercosur, por Unasur, por Celac, más vinculada al destino del Sur del mundo, de los Brics, de su Banco de Desarrollo. Con gobiernos antineoliberales articulando y poniendo en práctica un modelo integrado de desarrollo con distribución de renta, profundizando incesantemente sus mercados internos de consumo de masas, fortaleciendo y democratizando más a sus Estados, con procesos de formación democrática de sus opiniones públicas, construyendo modelos de superación del neoliberalismo y de construcción de sociedades basadas en el derecho de todos. Cuál de las dos vías va a triunfar es lo que se está decidiendo en este momento en el continente. Las fuerzas democráticas y populares ya no tienen derecho de volver o seguir cometiendo los errores que han cometido y que se siguen cometiendo. Es el destino de nuestros países en toda la primera mitad del siglo XXI lo que se está decidiendo. Conciencia real de los problemas que estamos enfrentando, de las fuerzas con que contamos y con las que podemos contar, de los errores cometidos, capacidad de renovación hacia las nuevas generaciones, hacia las mujeres, hacia las capas populares todavía postergadas, espíritu democrático y capacidad teórica creativa, nos pueden llevar por la vía democrática y popular de superación de la crisis actual. Las dos vías están abiertas. Las duras peleas actuales son para decidir cuál de las dos se va a imponer.