miércoles, 8 de febrero de 2012

La expansión del nuevo colonialismo

ALBERTO MALDONADO.* - http://www.surysur.net/2012/02/la-expasion-del-nuevo-colonialismo/

Siento mucho haber acertado cuando escribí que ha nacido al mundo el nuevo colonialismo. Y, de lo que se ve, se propone establecerse en cualquier país de esta Tierra. El mundo creía que nunca más ese monstruo podría establecerse, una vez que se constituyeron las Naciones Unidas. Ahora —a comienzo del siglo 21— podemos ver a ciencia cierta lo que significa la prepotencia del llamado unipolismo. (Que, en palabras más nuestras, quiere decir que hay un solo imperio que manda, con o sin el respaldo de los imperitos; los demás, obedecen. Y si no obedecen, pues ahí les va el “bombardeo humanitario” tipo Libia).

Y siento aún más que haya predicho que el próximo objetivo de tan “humanitarios y democráticos” imperios, son Siria, paso obligado a Irán, que es el verdadero propósito del gran imperio (EEUU) No porque no entienda que hay un plano de venganza (el secuestro del personal diplomático norteamericano que estaba en lo que fue su sede diplomática, cuando fue derrocado el Sha de Irán) sino porque tiene petróleo.

Ya lo dijo Eduardo Galeano: si esos países sembraran solo rabanitos, el imperio y los imperitos, ni caso que les harían. El problema es que tienen petróleo; y bastante. Pregunto: ¿será el mismo destino de Venezuela y la franja del Orinoco? No tanto porque es “díscolo” y quiere establecer el socialismo siglo 21; y eso, para el gran imperio es pasado de moda, cuanto porque tiene las reservas petroleras más grandes del mundo, a tres días de viaje de los petroleros.

Desde luego “mis visiones” nada tenían de adivino o de oráculo. Voces más autorizadas y más documentadas que la mía, han sido coincidentes en las dos proyecciones. Y la gran pregunta es: ¿y ahora quién podrá defendernos? Porque de lo que se ve, el gran imperio y los imperitos se reservan todos los derechos; ellos son los que dicen esto está bien y esto está mal. Por supuesto, en todos nuestros países existen los corifeos; es decir aquellos que, sin pensar dos veces, dicen esto está bien o está mal, según.

Excepto Irak, ya no es tiempo de invasiones, sin los respectivos permisos, que para eso están el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, o el Tribunal Penal Internacional de La Haya, o la Interpool, o la Comisión de Derechos Humanos, etc. El nuevo colonialismo –de lo que se ve y se lee- se caracteriza porque hay que prodigar en los países “díscolos” una especie de resistencia ciudadana, que para eso han quedado los llamados mercenarios (sicarios).

Con la ayuda de las grandes redes comunicacionales y los principales medios de comunicación del mundo, lo primero que hay que hacer es divulgar que en tal o cual país, la oposición “libre y democrática” está batallando y es objeto de asesinatos masivos. Entonces, hay que salvar a esa población, hay que armarla, hay que darles recursos (no importa si tienen que bloquear sus propios fondos) y hay que “restablecer” la democracia y la libertad, a sangre y fuego.

Mucho de eso se aplicó en Libia. El mundo entero recordará que, de pronto, los grandes medios y sus redes informáticas comenzaron a divulgar que, en una ciudad petrolera del norte de Libia, se había constituido un frente de resistencia y que se daban grandes manifestaciones contra el estrafalario coronel Kadaffi.,

Por supuesto, ya se habían producido miles de muertos de entre los “rebeldes”. Una cadena del tercer mundo (Telesur) llegó, sin problemas, a Trípoli (la capital de Libia) y no solo que no encontró un solo muerto (de los miles que hablaban) sino manifestaciones populares a favor de ese gobierno. Todo el mundo sabe que Kadaffi fue detenido en su tierra natal, arrastrado por los mercenarios y asesinado en plena calle.

Cesaron los bombardeos “humanitarios” de la OTAN y se impuso una verdadera dictadura, patrocinada, desde luego, por el gran imperio y los imperitos. Todavía no sabemos qué va a pasar en ese país y solo se ha filtrado que la verdadera oposición a la invasión ha comenzado; y que ya hay una ciudad que ha sido rescatada de los ”rebeldes” (mercenarios). De lo cual dicen nada o muy poco esos mismos medios, que para eso son muy “democráticos y libres”.

A lo que voy. El carácter “humanitario y civilista” del gran imperio y de los imperitos no podía quedarse ni callado ni quieto. De pronto, hallaron una manera “más civilizada” de colonialismo “más humanitario y moderno” Con mayor razón si el país “a salvarse” tiene petróleo; y del bueno. Y “más mejor todavía” (como diría nuestro pueblo) si el país ofrecía un mar de agua dulce, cristalina y pura, en tierras que pintaban desérticas. Lo cual “encontraron” (¡Oh casualidad!) en Libia

Y con Siria se está aplicando la misma receta. Como una especie de continuación de la llamada “primavera árabe”, de pronto, aparecieron unos rebeldes “sirianos” (¿así se les dice?) que comenzaron a matar civiles sirios; entre ellos, no pocos niños, mujeres, ancianos. !Qué cosa tan terrible! Y, por supuesto, los “humanitarios” cristianos de este lado (occidental y cristiano) ya quieren ir a salvar a esos pueblos que, según sus cuentas, ya pasan de 5.000. Eso sin contar los soldados y civiles del lado del señor Asaad, que también han muerto.

Sin pensarlo dos veces, los occidentales y cristianos “salvadores” presentaron una resolución, según la cual, el Consejo de Seguridad de las NN.UU. daba a la vieja y corrompida OTAN y, desde luego, al gran imperio, permiso para nuevas franjas aéreas y bombardeos humanitarios.
Solo que, esta vez, Rusia y China, que tienen derecho al veto, no quisieron correr los riesgos que asumieron en el caso Libia, y que dieron campo abierto para que la vieja y corrompida OTAN programara los “bombardeos humanitarios” y la invasión de ese país, sobre la base de “rebeldes” (mercenarios)

Siria, desde luego, por esta negativa, no está libre de una invasión “democrática y libre” Seguirá el desangre y los mercenarios continuarán su acción. El imperio y los imperitos se reservan el derecho a invadir cualquier país (Siria es uno) si aquello les sirve a sus propósitos. Y, en este caso, matarían dos pájaros de un solo tiro. Le sacarían un clavo al gran dog del Medio Oriente (Israel de Netanyahu y de los “lobbys” nortamericanos) y podrían estar más cerca de Irán, que es el objetivo final del gran imperio y de los imperitos. Ojalá no adivine otra vez.

En esta parte, una aclaración obligada. No hay datos (ni cercanos, peor lejanos) que estos países hayan tenido o ensayado alguna vez la democracia occidental y cristiana. Los mismos aliados del gran imperio y de los imperitos (Jordania. Arabia Saudi, Bairet, etc.) tienen monarquías (satrapías) o gobiernos dictatoriales, desde hace décadas.

¿Cuántos años gobernaba Egipto el señor Mubarak? ¿Cuántos el de Túnez? ¿Cuántos va el señor del Yemen que está atendiéndose en EEUU? Es decir, no es ni exclusivo ni nuevo que en Siria haya un gobierno hereditario, como el del señor Asaad. Tampoco estamos defendiendo ese estilo.

Y tampoco creemos en la democracia occidental y cristiana (de antaño) que solo garantizaba que la gran oligarquía y sus diversos sectores (importadores y exportadores, banqueros, principalmente) se turnen en el poder político (el económico ya lo tienen y lo disfrutan) a fin de que todo siga igual que siempre; que haya pocos millonarios y muchos pobres, que “Taita Dios” así lo ha querido (tesis de la nueva CONAIE y del MPD)

Lo que en verdad preocupa a muchos es que el gran imperio y los imperitos sigan aplicando en el mundo del siglo 21 la ley del embudo. Esta ley (según los viejos ecuatorianos) es para los de poncho; es decir para los más pobres. En este caso, para los países que pretendan ser soberanos y dignos. ¡Que eso dice la declaración de las Naciones Unidas! Cierto, muy cierto; pero, cuando los imperios y los imperitos les da la gana, pues invaden cualquier país, con armas de última tecnología (inteligentes, dicen) Por citar un caso: Irak. Por citar otro: Libia.

¿Quién será el próximo? Eperemos que no le toque a América Latina.

Puedo estar equivocado; pero ¿alguien me puede informar si la Corte Penal Internacional ha dictado ya una orden de captura contra el señor Bush, hijo, por haber invadido Irak con una mentira? ¿Alguien me puede informar si la Comisión de Derechos Humanos de la OEA ya ha pedido el
enjuiciamiento del Presidente yanqui y los militares que invadieron y mataron muchos civiles en Panamá, en Granada, en República Dominicana? ¿A quién le toca esta salvación “libre y democrática?

Razón tiene el presidente de Venezuela (Hugo Chávez) cuando denuncia que hace poco un acorazado de esos que tiene solo el imperio, espiaba en agua territoriales venezolanas y huyó, presuroso, a aguas internacionales, cuando fue detectado por la Marina venezolana. Y razón tiene el Presidente Chávez, de dudar de esos grupos de venezolanos que, en Miami arman jaleo cada vez y cuando. ¿No estarán preparando un nuevo capítulo de “rebeldes venezolanos” que demandan ayuda a los EE.UU. para nuevos “bombardeos humanitarios” pero sobre este país?

Me da hasta risa (sin quitarle nada del dramatismo que tiene) que le critiquen al juez español Garzón, que las oficia de gran veedor del nombramiento de la nueva Corte Nacional de Justicia en Ecuador, solo porque sus pares españoles le hayan enjuiciado por pretender juzgar a los asesinos y criminales, de la era del generalísimo Francisco Franco. Yo encuentro que es lógico que, en estos tiempos, se lleve a juicio al juez Garzón ya que ha pretendido revolver la historia reciente (Franco murió en 1975) con mayor razón si los auténticos herederos de Franco han vuelto al gobierno político de ese país “tan culto y tan cristiano”

Los latinoamericanos, en cambio, no podemos olvidar “las bondades” de cinco siglos de colonia española y que los españoles (inclusive los curas españoles) se pasaron décadas discutiendo si nuestros indios tenían o no alma, eran seres humanos o no. Y pensar que haya izquierdistas
ecuatorianos que estén junto a semejantes herederos.

¿Qué fue el Informe Rattenbach?

 

http://www.diarioregistrado.com/politica/57554-que-fue-el-informe-rattenbach.html - Informe Rattenbach es el documento resultante del trabajo de la comisión creada en el gobierno de Reynaldo Bignone, cuyo fin fue el de analizar a las fuerzas armadas durante la Guerra de las Malvinas.

 

Tras la derrota en la Guerra de las Malvinas, la Junta Militar de la última dictadura argentina, en un intento por tomar otra vez la iniciativa política perdida por el descontento popular y el descrédito de las Fuerzas Armadas, creó una comisión encargada de analizar y evaluar el desempeño de dichas fuerzas en el conflicto bélico del Atlántico sur. Este informe ha sido catalogado como "el documento más objetivo y fidedigno sobre la responsabilidad de los jefes militares y subalternos, que podría ser la base para un futuro juicio por la verdad sobre este conflicto bélico".

La comisión se creó por decreto secreto2 el 2 de diciembre de 1982 (resolución nro. 15/82) durante el gobierno de Reynaldo Bignone y llevó el nombre oficial de Comisión de análisis y evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur.

La comisión estuvo compuesta por: Teniente General (R) Benjamín Rattenbach (Ejército)General de División (R) Tomás Armando Sánchez de Bustamante (Ejército) Almirante (R) Alberto Pedro Vago (Armada) Vicealmirante (R) Jorge Alberto Bofi (Armada) Brigadier General (R) Carlos Alberto Rey (Fuerza Aérea) Brigadier Mayor (R) Francisco Cabrera (Fuerza Aérea)

La comisión recibió amplios derechos para solicitar "informes, documentos, antecedentes y todo otro elementos que se estime útil, a cualquier organismo público y a personas físicas o jurídicas públicas o privadas, todos los cuales estarán obligados a proporcionarlo dentro del término que se fije bajo apercibimiento de Ley. Al efecto, no se podrá oponer disposición alguna que establezca el secreto de lo requerido."

El fin de la investigación fue definido en el decreto como: El desempeño en el ejercicio de las funciones y las responsabilidades emergentes respecto de la conducción política y estratégico militar del conflicto. Las responsabilidades de cualquier persona, sean de carácter penal, disciplinario y/o del honor que surjan de lo actuado y que, a su juicio, deban ser investigadas y juzgadas por la jurisdicción común o militar respectiva, en la forma que legal y reglamentariamente corresponda.

La comisión entregó el resultado de su trabajo en un informe escrito de cinco partes: Introducción. En la introducción se describen los fundamentos legales y las razones de la investigación, sus fuentes, su nomenclatura y la estructura del informe.

Antecedentes del conflicto. Se analizan detalladamente los pasos realizados por el gobierno para solucionar el conflicto así como el contexto internacional y regional en que tuvo lugar el enfrentamiento.

Evaluación y análisis crítico. Se investiga el accionar de las fuerzas armadas argentinas durante la guerra en base a informes solicitados a los oficiales que cargaban responsabilidad en los hechos. Es un análisis crítico y hecho en un lenguaje objetivo que a veces puede parecer hiriente. Las fallas son nombradas y analizadas.

Determinación de las responsabilidades. Se listan las responsabilidades de los estamentos militares y civiles durante la guerra, entre otros de: la Junta Militar, Poder Ejecutivo y Gabinete, cada uno de los Comandantes de las Fuerzas Armadas, Estado Mayor Conjunto, etc. Asimismo encuadra las responsabilidades en el marco jurídico argentino.

Experiencias y enseñanzas

Nombra concretamente las recomendaciones en: -Organización de la Nación para la Guerra-Política Militar -Código de Justicia Militar -Servicio Exterior -Inteligencia Estratégica-Acción Psicológica -Doctrina Conjunta -Debilidades de las FF.AA. en el conflicto

Por último se redacta el acta de constancia de finalización de la comisión, donde se nombran los destinatarios de los diez ejemplares firmados del informe, estos son, la Junta Militar, los Comandantes en Jefe de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y un ejemplar para cada uno de los seis miembros de la comisión.

Consecuencias del informe

El informe recomendó penas graves para los responsables de lo que calificó como una "aventura militar" (que implicaban la pena máxima para algunos de ellos), pero su influencia sobre el juicio posterior fue prácticamente nula.

Sin embargo, desde el punto de vista político e histórico el informe sepultó definitivamente cualquier intento de los dirigentes militares y políticos de la época por encubrir o relativizar sus responsabilidades.

Según testimonio del hijo del Teniente General Rattenbach, el informe fue adulterado para proteger a los jefes militares, eliminándose referencias a los cargos "en lo penal militar" de los altos jefes y a la rendición sin combatir en Georgias.

Difusión posterior

El informe nunca ha sido publicado oficialmente, aunque recientemente se ha anunciado su desclasificación y posterior publicación.

La revista semanal Siete Días en sus ediciones nº 858 y 859 (23 y 30 de noviembre de 1983) le dedicó su tapa y gran parte del número a dicho documento; de esa forma éste salía a la luz pública de manera extraoficial. Luego se publicó en forma de libro al menos en dos ocasiones. Actualmente se puede acceder a la versión no oficial a través de diversas páginas web.

En abril de 2007, los diputados nacionales Federico Storani y Pedro Azcoiti presentaron un proyecto de ley (expediente 1350-D-2007) para proceder a la publicación del informe.

El 25 de enero de 2012, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner anunció la conformación de "una comisión para la reapertura y conocimiento público del informe Rattenbach". 

domingo, 5 de febrero de 2012

¿Dónde estaría Gramsci en la decadente Europa actual?

Jon Juanma* - http://jonjuanma.blogspot.com/

Antonio Gramsci fue un revolucionario, teórico marxista, periodista y filósofo que llegó a ser uno de los principales dirigentes del Partido Comunista Italiano en los años veinte del pasado siglo (alcanzando el cargo de Secretario General). Murió un 27 de abril, el de 1937. En ese momento, con 46 años de edad, sumamente enfermo, se encontraba a punto de salir de la cárcel. Lúgubre morada donde el régimen de Mussolini lo había confinado arrancándolo de los brazos de la humanidad por ser, precisamente, uno de sus grandes: sensible, comprometido con los de su especie y brillantemente inteligente. Todo ello lo colocó irremisiblemente como un destacado y honesto dirigente de los explotados: de la clase obrera italiana. Primero, como miembro del partido socialista, y después, liderando el partido comunista de su tiempo. Pero por la misma razón, también lo situó en el punto de mira de los explotadores.

Hoy día, cuando se cumple el 121 aniversario de su nacimiento1, ante los acontecimientos que se precipitan en cascada sobre el cuello de las clases populares europeas2, entre recortes sociales, mercados insaciables y agencias de rating, cabe preguntarse: ¿dónde estaría Gramsci en esta Europa en crisis de principios de 2012? ¿Dónde nos podríamos encontrar en la actualidad a un pequeño hombre como Antonio3 con su inmensa estatura moral? Y se me ocurren al menos tres respuestas. Depende de si contestamos atendiendo a su dimensión política, intelectual o humana.

En tanto político que fué, no sería difícil imaginárnoslo en alguno de los mayores partidos comunistas o de izquierdas de cualquiera de los países europeos actuales. El comunismo está casi tan mal visto hoy como ayer, y peor que estará, por tanto el símil se nos antoja verosímil. Lamentablemente por ahora, las ideas marxistas no gozan de la misma popularidad entre la clase trabajadora de nuestros días que en la italiana del pasado siglo, cuando una parte importante de ella todavía tenía como referente la recién nacida Unión Soviética y luchaban por un horizonte poscapitalista. Ésta es una asignatura pendiente para los marxistas de hoy: llegó (otra vez) la hora de la revolución y nos pilló con el pie cambiado y los deberes sin hacer... Desde luego lo que está claro es que Gramsci sería lo contrario a un apolítico. Él odiaba la indiferencia como fuerza que ahogaba cualquier progreso históricos. Sin duda, en estos momentos, Gramsci estaría jugándose el pellejo blandiendo razones y luchando por una humanidad que mereciese tal nombre.

En cambio, como intelectual (orgánico) que era, lo podríamos imaginar en los centros de trabajo, de estudio o en las calles agitando a los mejores hijos del pueblo. Y seguro también publicando y debatiendo en alguna medio de Internet que substituyera a su viejo periódico L' Ordine Nuovo. En estos días de enero lo veríamos luchando contrahegemónicamente contra los intentos del bloque dominante actual por suprimir espacios de libertad en la Red, batallando contra la SOPA, la Ley Sinde y todas sus semejantes. Además, siguiendo su propuesta de intelectual orgánico de la clase obrera, tenemos la certeza de que no estaría trabajando a sueldo de ningún periódico burgués por mucho que se autoproclamase “progresista” o “de izquierdas”, porque debido a su insoslayable compromiso obrero frente a los patronos y los politicastros de izquierda, hace tiempo le hubieran prohibido la escritura en cualquiera de sus páginas. Tampoco estaría en ningún partido miembro de la Internacional Socialista que dejó enterradas a lo largo del siglo XX las ideas de Karl Marx y los socialistas de La Comuna de París para acabar abrazando la imposible mano invisible de Adam Smith, aquella que sigue meciendo la cuna, quise decir: “los mercados”.

Pero para finalizar nuestra fantasía revolucionaria cabría preguntarnos, ¿dónde estaría Gramsci como ser humano? La respuesta es sencilla: en la cárcel . O en su defecto, a punto de entrar. Porque en Gramsci no podemos separar su compromiso político, intelectual y ético de su conjunto humano, porque en él todas esas dimensiones confluían hacia la liberación de sus semejantes, todas ellas esculpían armónicamente la esencia de su persona, muchas veces puesta en tensión por los sufrimientos de su presencia, su materia, que nunca fueron lo suficientemente dolorosos para extinguir sus ansías revolucionarias de amor infinito al género humano6.

Hoy al igual que ayer, sólo que mucho peor, el capital financiero junto a los gobiernos títeres y el gran capital industrial conforman la fuerza macabra y demoledora de un imperialismo (Lenin) de carácter pornográfico (Fontes) y protonecrófilo (Fromm) que intenta llevar a las mayorías directamente a la tumba. Y todo ello, con el único fin de poder garantizar nuevas expropiaciones que aseguren la reproducción y acumulación constante de plusvalía, cada vez más, concentrada en las manos de unos pocos sádicos magnates capitalistas7. Hoy, al igual que en los tiempos de Gramsci, los espacios de democracia (aunque sea burguesa) tienden a desaparecer y la dictadura del Capital avanza con paso firme; primero enseñando una pata, después sus afilados colmillos y cada vez más su demoniaco cuerpo de mil tentáculos sedientos de cuerpos que ofrecer descuartizados en la pira de los mercados internacionalizados, donde impunemente se trafica todos los días, con la vida y la muerte de millones de nuestros hermanos.

Si no hacemos algo grande en breve, pronto tendremos a varios intelectuales orgánicos en las cárceles europeas: a numerosos familiares que visitar tras las rejas, a varios Gramsci entre cuatro paredes encerrados como si fueran vulgares criminales de la peor calaña, esto es, como si fueran grandes banqueros o especuladores (disculpen la redundancia).Y no es para esto que Gramsci se pasó estoicamente veinte años en la plenitud de su vida atrapado entre cuatro paredes, mientras sus hijos crecían sin la mirada cómplice de su padre y su mujer marchitaba frente a la constante e insoportable ausencia de su amado. No es para esto que Gramsci estuvo escribiéndonos en pequeños cuadernos a escondidas para que después de todo no hayamos aprendido nada y por nuestra inactividad volvamos, sin máquina del tiempo de por medio, no a principios del siglo donde vivió el revolucionario italiano, sino todavía más atrás: quizás a los años de Marx y Engels, a la brutal explotación del XIX. Pero esta vez, como sabemos que la historia no se repite exactamente del mismo modo, rodeados por un paisaje repleto de nanotecnología, Internet móvil y cámaras de videovigilancia controladas desde un no tan lejano espacio “exterior”.

Así desde los barrotes de una prisión imposible, las palabras de Gramsci todavía resuenan y desbordan los cauces de la mediocridad, para desde la fe irremisible de su compromiso histórico recordarnos la necesidad de llevar a cabo la filosofía de la praxis8, en tanto somos a la vez homo faber y homo sapiens. Podemos ser forjadores y sabios, albañiles y filósofos, guerrilleros y artistas. Como una vez nos recordó:

“El hombre es un proceso, el proceso de sus actos”

Partiendo de ello, Antonio se merece que le brindemos un buen homenaje. Se merece, como mínimo, una revolución. Sabemos que tenemos motivos de sobra para rebelarnos, pero tendremos que estudiar, trabajar, luchar y organizarnos por construir una revolución que merezca tal nombre. Para ello tendremos que aprender de los errores de las pasadas mientras nos armarnos de solidaridad y fraternidad internacionalista, únicas armas que nos guiarán al principio de la victoria: al amanecer del mundo socialista, a los albores de una tierra donde la paz y la libertad puedan por fin comenzar a florecer. Será nada más y nada menos que el principio de la verdadera democracia, por la que Antonio Gramsci, entregó su vida. Definitivamente fue un revolucionario al que le faltó una revolución.

Nosotros la haremos en su nombre.

* Jon Juanma es el seudónimo artístico/revolucionario de Jon E. Illescas Martínez, investigador de la FCM en la Universidad de Alicante y la Universidad Complutense de Madrid.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Argentina: Con todo y por todo

Por Luis Tonelli  - http://www.revistadebate.com.ar/2012/01/27/4994.php
La reaparición pública de Cristina, las perspectivas monocromáticas y el catastrofismo mediático opositor.


Volvió. Espléndida. Deslumbrante. Dueña absoluta de la escena. Pudiendo repetir ese poema de Paco Urondo que comienza “Si ustedes lo permiten, prefiero seguir viviendo” y que finaliza “Sin jactancias, puedo decir que la vida es lo mejor que conozco”. 

La Presidenta, en lo que también podría ser el más acabado ejemplo de la videopolítica. Una verdadera show-woman. Salvo en un pequeño detalle: el contenido de sus palabras, lo aludido en sus gestos, la referencia de su simbología. La videopolítica se constituye de lo insustancial. De lo nimio. A lo superfluo. Se explaya profusamente en la nada. Interpela de modo light al votante medio, a ése que no toma posición alguna (de manera independiente). Y la vuelta de la Presidenta a su actividad pública -porque nadie puede pensar que no monitoreó personalmente cada acto importante de Gobierno- fue, por el contrario, plena de definiciones y mensajes -quizá, el principal, el que “vuelve con todo y por todo”. Recargada.

El acto tuvo un aire de reinauguración. De relanzamiento. De nueva etapa. Pese a lo reciente de su victoria con el 54 por ciento, que también tuvo algo de reinauguración. O será que el kirchnerismo, en su virtuosismo en la coyuntura, se 
reinaugura día a día. Florece con el carácter épico que le imprime a cada decisión de gobierno relevante. 

Y si hay una épica, ésta es la de la “causa Malvinas”, a la que la Presidenta se refirió  reconvirtiéndola en gesta diplomática -en la mejor tradición argentina, que tuvo como hito diplomático el conseguido por el gobierno de Arturo Illia, cuando logró en 1965 que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 2065, considerara a las Islas Malvinas como un caso de “colonialismo” británico- ¡sorry, pero difícilmente David Cameron pueda conseguir una resolución igual que acuse a la Argentina de colonialismo!

Camino diplomático del que se retrocedió enormemente con la aventura de la dictadura militar, y que en las antípodas de la inefectiva política de seducción menemista, tiene en el nerviosismo del gobierno conservador el mejor indicador de que se cabalga en la dirección correcta. En esa línea, es muy importante la publicidad del Informe Rattenbach (¡al que “el último de facto” el general Reynaldo Benito Bignone clasificó como un “secreto militar y político” que sólo podía ser desclasificado con la recuperación de las Malvinas!). No sólo para conocer en su integridad un informe del que se conoce sólo lo que se filtró, sino también porque, con él, vienen todos los aportes y pruebas documentales que las tres Fuerzas enviaron después de la Guerra para su elaboración.

A la épica malvinera, la Presidenta le agregó otro combate de carácter épico, colocando a las petroleras, en la mira de su ametralladora (por ahora, discursiva). Pero las empresas han puesto las barbas en remojo porque se temen lo peor. El mensaje para ellas, y para todos, también y, especialmente, para “los de adentro” no pudo haber sido más claro: “me gusta la estética. Pero más me gusta la política”. Con todo y por todo.

A tal punto, que la Presidenta salta hacia adelante y hace caso omiso de cualquier consideración hacia el pasado. El tiempo de la “sintonía fina” hace referencia a una “A”, pero no la de ajuste, sino la de las “avivadas”, que se terminan. No importa si esas avivadas fueron consentidas, alentadas o simplemente no percibidas en los dos períodos presidenciales anteriores. Esa interpretación y constatación será para otros, no para el Gobierno.

Y mientras la oposición política habita en un “no lugar” hasta nuevo aviso, las críticas sólo parecen provenir desde los medios opositores, cosa que, paradójicamente, refuerzan la lógica épica del Gobierno, al reproducir en espejo “su” propia épica: una épica de la resistencia. 

Revisemos someramente qué nos 
dicen hoy:
1) que se acabó el viento de cola (especie confirmada por el señor ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en su primera declaración pública); 
2) que el Gobierno no tendrá plata para cooptar adhesiones; 
3) que la coalición política K ha comenzado a desintegrarse, con la renuncia de Hugo Moyano a la conducción del PJ bonaerense -con un Daniel Scioli pidiéndole que la reconsidere, y un Florencio Randazzo diciéndole “pelito pa´la vieja, no quiero más quejas”-; 
4) que en el Gobierno mismo ha estallado una guerra interna: Guillermo Moreno pugna por convertirse en el nuevo hombre fuerte del kirchnerismo, La Cámpora avanza, y hay quienes están dispuestos a resistir; 
5) que las cosas no están mejor en términos de la sucesión presidencial: el único candidato importante que tendría el oficialismo, Daniel Scioli, está siendo asediado por su vicepresidente, Gabriel Mariotto, convertido en una suerte de Dante Panzeri que escrutiña críticamente toda acción y actitud del gobernador, y también ahí se avizoran “graves problemas”.

¿Qué panorama, no? ¿Cuánto habrá de verdad en todo esto? Y, seguramente, habrá info, habrá data. Pero, después de tanto tiempo, es evidente para todo el mundo, incluso el menos atento a la política, que en el tratamiento de la información estos medios opositores tienen unas ganas bárbaras de que se vaya todo al mismísimo diablo. 

Ante la debilidad opositora, los medios enfrentados al Gobierno han tomado esa posta, lo cual también le viene de maravillas al mismo kirchnerismo, que declara como su enemigo a quien no concurre a las urnas. Y esto ha terminado siendo un grave problema para los medios. Cuando las críticas las hace la oposición política, queda descontado que también quiere llegar al poder, ganando las próximas elecciones. En cambio, los medios opositores se presentan como un coro de arcángeles, que no sólo dicen “sólo la verdad y nada más que la verdad”, sino que, además, esa verdad se contrapone a la “mentira absoluta” contada por el Gobierno y, encima, le “hace mal a la gente”. 

Al demostrar su enfoque tendencioso, el Gobierno le pegó a los medios debajo de su línea de flotación, aniquilando su principal activo, que es la credibilidad, y volviéndosele en contra su posicionamiento discursivo: “si mienten, entonces, les interesa conseguir poder, y no a través del legitimo mecanismo electoral”. 

Y perdiendo credibilidad, los medios perdieron también potencia crítica en la polarización del blanco y negro. Cada uno escribe para el público que los lee: de este lado, todo negativo. Del otro, para corresponderlo, todo positivo. Y esto se contagia a cualquiera que quiera engancharse en el debate público: hasta los intelectuales profesan el maniqueísmo. Para un bando, el mejor gobierno de la historia. Para el otro, el peor. Pocos utilizan todos los colores que brinda la paleta de pensar y con cabeza abierta. 

Algo que también tiene que ver con la lógica mediática y la videopolítica: vende el escándalo, lo dramático, el anunciar la catástrofe inminente e inevitable. Esa crisis que ya ha comenzado, inexorablemente. Y que, después, es desmentida nada más y nada menos que por la realidad, y que termina reforzando tanto la imagen del Gobierno como también su metodología. Ahí está lo que le sucedió al ejemplo más acabado de esta forma de hacer política: Elisa Carrió, quien se enamoró de su perfil mesiánico y terminó rechazada hasta por sus apóstoles. 

El problema y las consecuencias del catastrofismo mediático opositor son peores que el “suficientismo oficialista” del que hace gala el kirchnerismo y, especialmente, el cristinismo 2.0. Porque para tener razón necesita de una Tormenta Perfecta que arrase con todo. En su ausencia, toda ineficiencia gubernativa potencial queda disimulada en ese “haberse evitado lo peor”, máxime cuando, en cambio, se disfrutó de un largo período de bonanza económica y de iniciativas progresistas esperadas por años y materializadas durante el kirchnerismo.

Y también hay que agradecer que el catastrofismo mediático se haya equivocado por lo obvio: porque lo peor que le puede pasar a la Argentina es caer de nuevo en una crisis sistémica, en una nueva frustración que nos vuelva a postrar colectivamente. Aunque la mejor manera para aventarla sería salir de las perspectivas monocromáticas, dejar atrás y bien atrás, el mundo del blanco o negro.   

domingo, 29 de enero de 2012

La complicidad de EE.UU. con la dictadura

Por Raúl Arcomano - http://sur.infonews.com/notas/la-complicidad-de-eeuu-con-la-dictadura 

La mejor música para sus oídos: eso escuchó el funcionario argentino, de boca del por entonces superinfluyente secretario de Estado norteamericano. “Si tienen que hacer ciertas cosas, háganlas rápido y vuelvan lo antes posible a la normalidad”, le espetó Henry Kissinger al interventor militar en la Cancillería argentina, el vicealmirante César Guzzetti. Era junio del ’76 y Estados Unidos daba vía libre para la represión que había empezado el 24 de marzo. Guzzetti volvió al país y dio la buena nueva a Jorge Rafael Videla. Cuatro meses después, el 7 de octubre, Kissinger y Guzzetti volvieron a encontrarse en el Hotel Waldor Astoria, en Nueva York.

–Nuestra lucha dio muy buenos resultados en los últimos cuatro meses. Las organizaciones terroristas han sido desmanteladas. Si continuamos en esa dirección, a fin de año, el peligro habrá sido puesto a un lado. Siempre habrá incidentes aislados –dijo Guzzetti.

–Nuestra actitud básica es que queremos que ustedes tengan éxito. Yo tengo un punto de vista, pasado de moda, que es apoyar a los amigos. Lo que no se entiende en los EE.UU. es que ustedes estén en una guerra civil. Leemos sobre los problemas con los derechos humanos, pero no vemos el contexto.

Cuando más rápido ustedes tengan éxito, mejor. El problema de los derechos humanos está creciendo. Su embajador puede informarlo. Queremos una situación estable. No queremos causarles dificultades innecesarias. Si ustedes pueden terminar antes de que el Congreso reanude sus sesiones, mejor. Todas las libertades que restituyan ayudaría –contestó Kissinger. El funcionario no estaba preocupado por las violaciones a los derechos humanos, sino que quería que los militares “apuraran” el aniquilamiento.

Temía que lo complicara el Congreso de su país, que empezaría a sesionar en enero de 1977.

Este dialogo, desclasificado en 2002, es un ejemplo de la actitud que tuvieron los Estados Unidos con las dictaduras latinoamericanas de los ’60 y ’70. Podría decirse que, al menos en la Argentina, el gran país del norte no participó activamente en el armado del golpe. Sí estaba al tanto de que ocurriría. Y apoyó y complotó en silencio. Es decir: no fue un actor principal como sí lo fue, por ejemplo, en el derrocamiento de Salvador Allende en Chile. Es que no querían repetir la experiencia chilena. “Los norteamericanos se mantendrían en una tensión entre la colaboración y la prudencia; los argentinos en un cínico desdoblamiento de su estrategia pública y clandestina”, analiza un texto del Proyecto de Documentación del Cono Sur del National Security Archive (NSA), realizado a 30 años del golpe de 1976.

Los cables secretos. El NSA analizó unos 4.500 documentos secretos desclasificados por el Departamento de Estado. Algunos de esos memos ya habían sido publicados antes en Argentina. En 1998, por ejemplo, el suplemento Zona del diario Clarín reveló que los funcionarios de Estados Unidos tenían conocimiento de que se llevaría a cabo un golpe de Estado. Unos diez días antes del 24 de marzo de 1976, el embajador estadounidense Robert Hill le envió a William Rogers, encargado de América latina, un cable secreto. Le contaba que el almirante Emilio Massera le había pedido a la sede diplomática los nombres de “dos reconocidas empresas de relaciones públicas para manejar el problema de la imagen del futuro gobierno militar”. Massera, según el cable, prometía que los militares argentinos “no seguirán el ejemplo de Pinochet” y que “tratarán de proceder dentro de la ley y con pleno respeto de los derechos humanos”. Los colaboradores de Kissinger le informaron que los militares realizarían una dura represión una vez en el poder. El funcionario de Richard Nixon contestó: “Quiero apoyarlos. No quiero dar la impresión de que están siendo hostigados por los Estados Unidos.”

Con este contexto, se entienden los dichos que hizo esta semana el ex subsecretario de Estado norteamericano, Elliot Abrams. Por videoconferencia, declaró en el juicio que el TOF 6 porteño sigue por la causa sobre el plan sistemático de apropiación de bebés. Funcionario de Ronald Reagan entre el ’82 y el ’85, Abrams dijo que el robo de chicos de desaparecidos respondía a un plan orquestado por los militares argentinos. Y que tenía conocimiento de que existía la decisión de entregar los bebés nacidos en cautiverio a “familias leales” al régimen. Afirmó: “No se trataba de uno o dos casos, ni de uno o dos oficiales involucrados, sino de muchos, por lo que había un patrón, un plan para separar a esos bebés de sus familias biológicas.” Abrams también confirmó una reunión que tuvo en 1982 en Washington con el embajador argentino en EE.UU., Lucio García del Solar. Esa charla fue documentada en otro cable secreto, dado a conocer en 2002 por Página/12. El memo que Abrams escribió para sus superiores dice: “Toqué con el embajador el tema de los niños, como los chicos nacidos en prisión o los chicos sacados a sus familias durante la guerra sucia. Mientras los desaparecidos estaban muertos, estos niños estaban vivos y esto era, en un sentido, el más grave problema humanitario”.
“La fórmula de la colaboración entre los militares argentinos que protagonizaron el golpe de 1976 y la diplomacia conducida por Kissinger parece haber sido la siguiente: ‘Nosotros (la Junta militar) simulamos moderación mientras secretamente aplicamos el terrorismo de Estado. Ustedes (el gobierno norteamericano) otorgan un genérico apoyo sin verse obligados a emitir opinión respecto de lo que pueden decir no tener conocimiento”, razona el informe del NSA. Un analista de ese organismo, Carlos Osorio, dice que algo queda claro: “Para Kissinger, la Argentina tenía que pagar con sangre para lograr la estabilidad en la región”.

miércoles, 25 de enero de 2012

La sociedad civil intenta salvar la cumbre de Río+20

Mario Osava (Río de Janeiro) - http://periodismohumano.com/sociedad/la-sociedad-civil-intenta-salvar-la-cumbre-de-rio20.html 

Una amplia movilización social, con expresiones callejeras y actividades paralelas, es el único factor que puede evitar una nueva frustración en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), advierten activistas y analistas.

 

Parece inevitable la repetición del fracaso que pautó las últimas citas anuales en las que se negoció un acuerdo mundial para mitigar el cambio climático, dijo a Tierramérica el director general del Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos (Ibase), Cândido Grzybowski, uno de los fundadores del Foro Social Mundial, el mayor encuentro mundial de la sociedad civil.

Grzybowski fundamentó su postura negativa en la crisis económico-financiera del mundo rico, en que este es un año de muchas elecciones, incluso en Francia y Estados Unidos, lo cual aleja a los gobernantes influyentes de los compromisos internacionales, y al débil poder de convocatoria de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en especial en cuestiones ambientales.

Solo una fuerte presión de la sociedad civil, como “una expresión unitaria” en los eventos paralelos de Río+20, podrá “arrancar compromisos más claros” de los gobiernos contra los desequilibrios globales, que empiezan por la “hegemonía financiera”, acotó. El Foro Social Temático, que reunirá del 24 al 29 de este mes a representantes de movimientos y organizaciones sociales en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre, preparará la participación de sus activistas en la conferencia mundial climática que tendrá lugar del 20 al 22 de junio en Río de Janeiro.

La cita de Porto Alegre es uno de los muchos encuentros locales o sobre temas específicos que tienen lugar en los años pares, vinculados al Foro Social Mundial (FSM), que ahora tiene su edición global cada dos años.

Pero los referentes del FSM “perdieron fuerza” y no lograrían convocar una marcha tan masiva como la que se necesita para hacer que Río+20 no sea solo “un megaencuentro declarativo” y tenga “un impacto importante en Brasil” en términos de conciencia ambiental, opinó Eduardo Viola, profesor de la Universidad de Brasilia que analiza las consecuencias del cambio climático en las relaciones internacionales.

Juntar “un millón de manifestantes en las calles”, una hazaña “poco probable pero no imposible”, renovaría los efectos de la Cumbre de la Tierra de 1992 (Río 92), la primera reunión que hizo que la sociedad brasileña tuviera un alto nivel de adhesión a los asuntos ambientales, dijo Viola a Tierramérica.

Este catedrático descartó que la cumbre de Río vaya a tener un impacto mundial relevante. Será una conferencia “reiterativa”, de objetivos “difusos”, en un momento de “gigantescos impases internacionales”, apuntó.

Pero los actos populares no deben limitarse a Río de Janeiro. El Foro Brasileño de ONG (organizaciones no gubernamentales) y Movimientos Sociales para el Medio Ambiente y el Desarrollo (FBOMS) piensa impulsar manifestaciones en muchas otras ciudades del mundo, utilizando para ello Internet y las redes sociales.

“Río tiene un significado global” y ya se acumuló experiencia exitosa en movilizaciones vía redes sociales, sostuvo Rubens Born, del FBOMS.

El Foro Social Temático de Porto Alegre ayudará a articular esas iniciativas, con la presencia de representantes de movimientos civiles como los indignados de España y los Ocupa estadounidenses, acotó a Tierramérica.

La presencia de la sociedad civil en Río+20 debe beneficiarse de las facilidades que el gobierno brasileño pretende ofrecer, interesado en contar por lo menos con una fuerte participación popular ante la probable ausencia de jefes de gobierno y de Estado en las actividades oficiales de la conferencia.

La Cumbre de los Pueblos, como se denomina el encuentro paralelo que se realizará del 15 al 23 de junio, convocará al triple de participantes de la conferencia intergubernamental, estiman observadores. La consigna es “Justicia social y ambiental”, la misma del Foro Social Temático de este mes.

“Proponer una nueva forma de vivir, en solidaridad, contra la mercantilización de la naturaleza y en defensa de los bienes comunes” es el objetivo, según el Comité Facilitador de la Sociedad Civil Brasileña para Río+20, que organiza ese gran encuentro.

El encuentro, que tendrá como foro central una Asamblea Permanente de los Pueblos, busca “reinventar el mundo” como convergencia de diversificadas luchas contra el capitalismo, la división de clases, el racismo, el ‘patriarcalismo’ y la homofobia. Por ello, considera “insatisfactoria” la agenda de la conferencia oficial, concentrada en la economía verde y en la institucionalidad global.

Pero ese discurso no es consensual. Born, fundador de Vitae Civilis, una organización no gubernamental activa en el tema climático, se queja de divisiones ideológicas con los que consideran “soluciones falsas” a las acciones ambientales que no contemplen primero el derrocamiento del capitalismo.

Grzybowski identifica enfoques divergentes entre los que priorizan la justicia ambiental o la social, ubicando a su organización Ibase entre los segundos.

Chico Whitaker, otro fundador del Foro Social Mundial y un radical defensor de sus principios igualitarios y participativos, se molesta con el nombre. “Cumbre de los Pueblos” mantiene la visión jerarquizada tradicional, negando la horizontalidad defendida desde sus inicios por el FSM, criticó.

Pero todos coinciden en rechazar el orden mundial actual, que es el “modelo industrial de gran producción” para Whitaker, que es el capitalismo para los miembros del Comité Facilitador, y que es la hegemonía financiera para Grzybowski, quien le suma “desórdenes” acumulados como transportar millones de toneladas de mineral de hierro brasileño a Asia y traerlos de vuelta en forma de acero.

Todos están de acuerdo también en criticar a la conferencia Río+20 oficial y a su “borrador cero”, divulgado recientemente como punto de partida para el documento final, porque entienden que elude los verdaderos desafíos.

El formato de las grandes cumbres de la Organización de las Naciones Unidas “está agotado”, sentenció Viola. Es imposible que más de 190 países que tienen “distintas percepciones de la vulnerabilidad” e intereses diversos lleguen a un consenso en relación al tema climático, explicó.

En otra vertiente, los indígenas se proponen expresar su identidad cultural y ética en Río+20 con la convocatoria de representantes de todo el mundo, en lo que llaman una Aldea Carioca a instalarse en Río de Janeiro.

En la Aldea Carioca se concentrarán unos 350 aborígenes procedentes de distintas zonas de Brasil y 700 del exterior en cuatro “ocas” (casas típicas), una de las cuales servirá para reuniones plenarias y otra con equipos electrónicos que permitirán videoconferencias con indígenas ubicados en otros países o continentes, adelantó a Tierramérica Marcos Terena, uno de los organizadores de la participación indígena de Río+20, repitiendo el papel de 20 años atrás en Río 92.

lunes, 23 de enero de 2012

La izquierda posmoderna (ninista) y su "primavera árabe"

x Fernando Casares - http://www.lahaine.org/index.php?p=58560 

Llegaron a decir que la OTAN había bombardeado poco, que era necesario que Occidente armara a los “rebeldes”, que aquello era una Revolución democrática.

Es la nueva izquierda del siglo XXI. En realidad nacida tras la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética. Hija del Fin de la Historia, bebe de intelectuales posmodernos como Derrida, Deluxe, Lipovestsky, Lyotard, Baudrillard, Vattimo… con el fin de superar los anteriores esquemas de interpretación y análisis. Encuentran a la vaca sagrada de los huevos de oro en las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s), alterglobales, y los discursos sobre Derechos Humanos, su nuevo Dios, un absoluto y un fin en sí mismo.

Para esta izquierda que posee medios alternativos, escribe en medios progresistas, tiene referentes intelectuales en todo el mundo y no pocos recursos, parece que los DD.HH. son solo de carácter político y deben imponerse en todos los pueblos del mundo a cómo de lugar, así amplios sectores del mismo estén famélicos o neocolonizados, o por el contrario gocen de un índice de desarrollo humano envidiable. Para esta izquierda que mayoritariamente habita en el llamado “primer mundo” y está profundamente atravesada por un profundo pensamiento neocolonial y eurocéntrico, los gobiernos del llamado “tercer mundo” son en muchos casos “regímenes”, sus gobernantes son “dictadores” y en ciertos casos crueles y sanguinarios. No importa tanto si esos dictadores nunca agredieron a ningún otro pueblo, como los gobernantes de sus países de origen, que curiosamente en este caso les llaman “mandatarios, presidentes o primeros ministros” sin los adjetivos que suelen utilizar para los otros. Nunca verán a esta izquierda primer mundista criticar con tanto ahínco y repletos de adjetivos a sus propios mandatarios. ¿Llamar a Sarkozy dictador y genocida? ¿Llamar a Obama sanguinario y criminal? Nunca. Eso está reservado a los “excéntricos” dictadores del Tercer Mundo, siempre bárbaros y que apenas saben lo que son los DD.HH. o la violencia de género.

Esta nueva izquierda ya no habla de proletariado, trabajadores, clases sociales o justicia social, para ellos eso está desfasado, fuera de lugar, no está de moda y es poco electoralista… ahora hablan de “99%”, “sectores sociales”, “lucha social” y la niña bonita: sociedad civil (hábilmente instalada por el discurso neoliberal de los célebres miembros de la Sociedad Mont Pellerin). En España y Europa es el movimiento de Izquierda Anticapitalista el mejor exponente de esta nueva izquierda, entre muchísimos otros.

Son la nueva vanguardia imperial de la progresía. Apoyaron a los rebeldes pro occidentales en Libia nivelando a la OTAN con los gobernantes incómodos de forma insólita, aún después de ver todo lo que se ha visto en todo este año sobre el genocidio de la OTAN en contubernio con sus admirados “rebeldes”.

Llegaron a decir que la OTAN había bombardeado poco, que era necesario que Occidente armara a los “rebeldes”, que aquello era una Revolución democrática y popular y que Gadafi era un tirano sanguinario que tenía a su pueblo en la peor de las Dictaduras (sin importar realidades sociales y económicas de las que gozaban los libios). Sus energías dialécticas puestas en Libia (antes en Costa de Marfil) generaron una división sin precedente en la izquierda mundial, de tal forma que provocaron una desmovilización contra la OTAN que resultaba sumamente vital, llegando a ser así, con sus discursos, ética e intelectualmente cómplices de la organización criminal atlantista por inacción y pasividad, por nivelación y equidistancia… o simplemente por no denunciar con el mismo ahínco y fuerza a la OTAN que a Gadafi.

Ven en cada esquina una Revolución si alguien se queja en la Plaza… pero sobre todo si es fuera de Europa, porque como suele pensar el eurocentrismo en general… fuera de Europa es difícil encontrar Democracias.

Ahora repiten el mismo patrón en Siria y admiran el neo otamanismo pendular de Erdogan (así sea un fiel aliado de la OTAN, niegue que haya existido un genocidio armenio, masacre al pueblo kurdo y tenga estrechos vínculos con Israel) y el islamismo llamado “moderado” de la Hermandad Musulmana (que llegó a ser moderado porque ayer era violento pero sigue hablando de la sharia y reconoce a Israel hasta el 67 como los HH.MM. de Siria).

Algunos, como Santiago Alba Rico (referente patológico de esta nueva izquierda) han llegado a decir que el neocalifato e islamismo que se impone desde Marruecos hasta Turquía (y ahora se pretende por las armas y el terrorismo en Siria) es la mejor solución para los pueblos árabes y un camino soberano hacia el Socialismo. Pero mejor leerlo en sus propias palabras:

“… no cabe descartar la configuración en los próximos años de una especie de nuevo califato, guiado por una Turquía semi-independiente (y no por Arabia Saudí), de corte democrático, moderno y contrahegemónico. La situación es demasiado incierta para hacer predicciones, pero nada tiene de provocativa la afirmación de que en esta zona del mundo es el neocalifato el camino más probable -si lo hay- hacia el soberanismo y el socialismo”.

Desde la Turquía contra hegemónica hasta el neo califato como camino hacia el soberanismo y socialismo… ambas no solo falsas sino absolutamente erradas, sobre todo si tenemos en cuenta la realidad de la Turquía actual y la historia del Norte de África en sus guerras de liberación colonial en los años de posguerra. El islamismo, no puede sino verse como una manifestación política actual de los pueblos árabes, una más y probablemente dominante hoy día, pero de ninguna manera soberanista o cercana siquiera al socialismo. Sus claros vínculos con Occidente y el liberalismo económico la alejan definitivamente, desde Marruecos hasta Turquía.

Y esta izquierda de apariencia tolerante, a todos los que no comulgamos con sus ruedas de molino nos cataloga con una ligereza escalofriante de estalinistas o sectarios, defensores de Dictaduras o tiranos sanguinarios y autócratas. Nos relega al vetusto y viejo debate previo a la caída del Muro de Berlín, como si el Imperio a partir de ese acontecimiento histórico se haya humanizado.

No importa si probamos cómo el Partido de la Justicia y el Desarrollo en Marruecos apoya al Rey de Marruecos y su política de alianza con EEUU. No importa si probamos cómo el Partido Nahda en Túnez se reúne en el Washington Institute (creación del poderoso lobby judío sionista AIPAC) y su presidente tiene claros vínculos con la NED y el FIDH. No importa que el CNT en Libia tenga relaciones estrechas con Sarkozy y su Ministro de Relaciones Exteriores “real” Bernard Henri-Levy. No importa si los HH.MM. en Egipto tienen claros vínculos con la Turquía otanista de Erdogan, están dispuestos a reconocer a Israel y hablar de la solución de los 2 Estados hasta el 67, al igual que sus socios en el futuro gobierno, el Partido Al Nour. No importa si probamos cómo actúan la Turquía de Erdogan en contubernio con EEUU, la OTAN y discretamente con Israel. No importa si probamos que el CNS está vinculado con todos los anteriores y los HH.MM. sirios aparecen en los canales israelíes diciendo que si ellos llegan al poder en Siria habrá paz con el Estado Hebreo, reconociendo al Estado de Israel, defendiendo la solución de los 2 Estados separados a partir del 67 y se olvidan de hablar del derecho inalienable al retorno de los refugiados palestinos.

Todo esto no existe para ellos. La cacareada complejidad de la que tanto se vanaglorian conocer… es un discurso desprovisto de datos, información, imágenes y solo provisto de retórica posmoderna sin asidero en la realidad. Quien no lo entienda, simplemente es porque no comprende la complejidad del mundo árabe.

Así comenzamos el año 2012, mientras en Siria repiten el mismo guión.

Coordinadora Antifascista Extremadura

viernes, 20 de enero de 2012

¿CÓMO CAMBIAR EL MUNDO?


¿Cómo cambiar el mundo? Ésta es la pregunta que se formulan miles de personas empeñadas en cambiar las cosas, la pregunta que se repite a menudo en encuentros sociales alternativos... una pregunta que como bien decía el filósofo francés Daniel Bensaïd no tiene respuesta porqué "No nos engañemos, nadie sabe cómo cambiar el mundo". No tenemos un manual de instrucciones pero sí que tenemos algunas pistas de cómo hacerlo y algunas hipótesis de trabajo.


La lucha en la calle y en los movimientos sociales es la primera premisa, ya que no habrá cambios espontáneos desde arriba. Aquellos que hoy ostentan el poder no renunciarán sin más a sus privilegios. Cualquier proceso de cambio será fruto de la toma de conciencia de los de abajo y del combate por recuperar nuestros derechos desafiando desde la calle a los que mandan. Así lo demuestra la historia.
Pero también es necesario construir alternativas políticas que vayan más allá de la movilización social, ya que no podemos limitarnos a ser un lobby de aquellos que mandan. Es necesario ser capaces de plantear opciones políticas alternativas antagónicas a las hoy dominantes y que tengan su centro de gravedad en las luchas sociales. Siendo muy conscientes de que el sistema no se cambia desde dentro de las instituciones sino desde la calle, pero que no podemos renunciar a unos espacios que también nos pertenecen.
Hoy las instituciones están secuestradas por los intereses privados y del capital. Una minoría social, que es la que tiene el poder económico, está totalmente sobre representada en las mismas y cuenta con el apoyo incondicional de la mayor parte de quienes ostentan cargos electos. La dinámica de 'puertas giratorias': aquellos que en la actualidad están en las instituciones y mañana en los consejos asesores de las principales empresas del país es una constante y una realidad. Nos presentan la ideología neoliberal como socialmente dominante... y esto es falso. Y por eso pensamos que voces anticapitalistas y antisistema serían útiles en las instituciones rompiendo con el discurso político hegemónico. Demostrando que "otros mundos" son viables y que "otra práctica política" es tan posible como necesaria.
Hay que avanzar en ambas direcciones y supeditar esta última a la primera, creando mecanismos de control de abajo a arriba y aprendiendo de los errores del pasado tanto de la izquierda política como social. Partiendo de que nadie tiene verdades absolutas, de que el proceso de cambio será colectivo o no será, de que hay que aprender los unos de los otros, de que es necesario trabajar sin sectarismos ni seguidismos y que a menudo las etiquetas separan más que unen. Sin por ello caer en relativismos ni en renuncias ideológicas. Seguramente éstas sean las lecciones más difíciles: romper con el dominio moral e ideológico del sistema capitalista y patriarcal.
Y como cambiar el mundo no es cosa de dos días... sino que es una tarea de largo recorrido, que requiere de constancia, perseverancia y de una "lenta impaciencia", como señalaba de nuevo Daniel Bensaïd, es necesario ir avanzando en nuestras utopías desde lo cotidiano en paralelo a la movilización social contra las políticas actuales y en defensa de otras medidas. Modificando el mundo en nuestro día a día. Demostrando con nuestra práctica que "otra manera de vivir" es tan posible como deseable. Alternativas desde la economía cooperativa y autogestionaria, el consumo crítico y agroecológico, las finanzas éticas, los medios de comunicación alternativos... son iniciativas imprescindibles para caminar hacia otro modelo de sociedad.
Siendo conscientes de que éstas no son un fin en sí mismo sino un medio para avanzar sin perder de vista un horizonte de sociedad más justa y equitativa para todas y todos. Apostar por una economía solidaria en el día a día y reivindicar a la vez una economía fiscal progresiva, que los que más tienen más paguen, que se eliminen las SICAV, se persiga el fraude fiscal; construir proyectos agroecológicos y trabajar también para que se prohíban los transgénicos, a favor de un banco público de tierras; tener nuestros ahorros en una cooperativa de crédito pero reivindicar una banca pública al servicio de los de abajo. El camino se demuestra andando y no podemos esperar a mañana.
Aunque no hay que olvidar que un cambio de modelo social requiere de la movilización consciente de la mayoría de la población y una proceso de ruptura con el actual marco institucional y económico. La irrupción de la "revolución" en el panorama político, a raíz de las revoluciones de Túnez y Egipto, a pesar de sus debilidades y límites, es por ello una magnífica e inesperada noticia que nos ha deparado este 2011.
Asimismo tenemos que situar nuestro papel en el mundo y el impacto de nuestras prácticas en el ecosistema. Vivimos en un planeta finito, aunque el sistema capitalista se encargue de que nos olvidemos a menudo de ello. Nuestro consumo tiene un impacto directo allí donde vivimos y si todo el mundo consumiera como aquí lo hacemos un solo planeta no bastaría. Pero igualmente nos instan a un consumismo desenfrenado y compulsivo, prometiéndonos que a más consumo más felicidad, aunque la promesa después nunca se cumple. Hay que empezar a plantearnos que tal vez podamos "vivir mejor con menos".
De todos modos, nos quieren hacer culpables de unas prácticas que nos imponen. Nos dicen que vivimos en una sociedad consumista porqué a la gente le gusta comprar, que hay agricultura industrial y transgénica porqué así lo queremos... mentira. Nuestro modelo de consumo se basa en la lógica de un sistema capitalista que produce mercancías a gran escala y que necesita que alguien las compre para que el modelo siga funcionando. Nos quieren hacer cómplices de unas políticas que sólo a ellos benefician. Afortunadamente el mito del más mejor ha empezado a resquebrajarse. La crisis ecológica que vivimos ha encendido las luces de alarma. Y sabemos que esta crisis climática tiene sus raíces en un sistema productivista y cortoplacista.
Hoy una ola de indignación recorre Europa y el mundo... rompiendo el escepticismo y la resignación, que durante años ha prevalecido en nuestra sociedad, y recuperando la confianza en que la acción colectiva sirve y es útil para cambiar el actual orden de cosas. Aprendemos de la Primavera árabe, del "no pagaremos su deuda" del pueblo islandés, del levantamiento popular, huelga general tras huelga general, en Grecia y ahora del latido de Occupy Wall Street en el "corazón de la bestia" que señala que frente al 1% que manda somos el 99%. Los tiempos se comprimen y se aceleran. Sabemos que podemos.

jueves, 12 de enero de 2012

"EN AMÉRICA LATINA SE ESTÁ DANDO UNA REACCIÓN DE LOS PUEBLOS CONTRA LA CONCENTRACIÓN Y MANIPULACIÓN MEDIÁTICAS"

ENTREVISTA CON EL COMUNICÓLOGO BRASILEÑO DÊNIS DE MORAES - POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ - http://www.cronicon.net/paginas/edicanter/Ediciones67/nota4.htm 

Los desafíos de la democratización de la comunicación pública en América Latina pasan porque en los países de la región se viabilice una legislación que garantice en forma efectiva una distribución equitativa en tres instancias: "El Estado (para asegurar un servicio público de calidad y diversificado); el sector privado (con fines de lucro y responsabilidades sociales bastante definidas); y la sociedad civil (movimientos sociales, comunitarios y étnicos, universidades, asociaciones profesionales, productores independientes, etc.)". Esa es una de las conclusiones del libro La cruzada de los medios en América Latina. Gobiernos progresistas y políticas de comunicación (Paidós 2011), del investigador brasileño, Dênis de Moraes.

En esta investigación bibliográfica De Moraes analiza los puntos comunes de los procesos políticos en la lucha por democratizar el acceso a la comunicación que han impulsado varios gobiernos en la región.

Examina los contenidos y alcances de las leyes antimonopolio aprobadas en los últimos años que restringen la concentración especialmente de emisoras de radio y canales de televisión y abren la puerta a la participación de medios alternativos y comunitarios.

Al mismo tiempo, el libro del investigador brasileño muestra cómo han sido las innumerables presiones de los conglomerados mediáticos en defensa de sus privilegiados intereses para evitar la aprobación de estas leyes antimonopolio, aludiendo en forma descarada a que las mismas coartan la libertad de prensa.

La lectura de este libro permite conocer cómo han sido los procesos en varios países latinoamericanos cuyos gobiernos de izquierda le han puesto freno al abuso de las empresas de la denominada "gran prensa" que pretende seguir embaucando a las sociedades con su discurso ultraconservador mediante la perpetuación de sus lucrativos "latifundios mediáticos".

Aprovechando la presentación que recientemente se hizo en Buenos Aires de este interesante trabajo investigativo en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano, entrevistó a su autor, Dênis de Moraes, quien destacó el avance que han logrado países como Argentina, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Uruguay en sus respectivas legislaciones para obtener mayor ecuanimidad en el acceso y manejo comunicacional.

Mientras "La comunicación en la ley argentina es considerada derecho humano", en otros países como Brasil y Colombia el sistema de acceso a medios de comunicación es de lo más anacrónico de la región porque estos países están sometidos a un esquema monopólico, señala De Moraes.

Respecto del uso de las denominadas nuevas tecnologías como Internet, este científico social opina que si bien existe la posibilidad de que los sectores populares accedan a ellas, lo cierto es que "son las clases privilegiadas y el capital dominante quienes absorben las mayores ventajas de la cultura digital". En ese sentido aboga por la implantación de otras lógicas de comunicación no comerciales e insiste en el papel predominante que debe jugar el Estado en la información pública.

MONOPOLIOS MEDIÁTICOS CONFUNDEN LIBERTAD DE PRENSA CON LIBERTAD DE EMPRESA

- Usted ha señalado que los grandes monopolios mediáticos en América Latina no tienen autoridad moral para hablar de libertad de prensa. ¿Por qué?

- Porque la mayoría de los grandes grupos mediáticos actúan de una manera tal que está dirigida a controlar tanto los contenidos como la opinión con criterios de políticas editoriales que excluyen al contradictor, invisibilizan las posturas críticas y las visiones alternativas, entonces con qué autoridad se presentan en la escena pública para defender la libertad de expresión que no practican en sus propios medios. Lo que ocurre es que las grandes corporaciones confunden libertad de prensa con libertad de empresa. Además, hay un exceso de crítica de los gobiernos progresistas porque están dando una batalla contra esos grupos y sus intereses corporativos, en defensa de la diversidad informativa y cultural con diferentes grados en cada país latinoamericano.

- Sin embargo en varios países de América Latina las grandes audiencias populares ya no les creen a esos monopolios de la desinformación y por eso en buena medida se han consolidado gobiernos progresistas en la región. ¿Cómo analiza ese fenómeno?

- Creo que esto es una cuestión crucial y se trata de entender de una vez por todas que los medios no tienen el poder de definir las opciones y preferencias todo el tiempo y en toda parte. Esta es una mistificación, es una especie de pretensión neurótica de que un sector que expresa los intereses particulares y privados tiene poder para determinar las aspiraciones de toda la sociedad. Creo que hay efectivamente una reacción de los pueblos latinoamericanos no solamente contra los grandes medios y su manipulación sino también contra el modelo neoliberal y sus nefastas consecuencias sociales. Me parece que este momento es muy importante para la democratización de la comunicación que es la libre manifestación del pensamiento. En varios países latinoamericanos pudimos comprobar que el control de la opinión pública que los medios intentan mantener y profundizar no se sostiene de la misma forma como en décadas pasadas. Hay un cuestionamiento más claro, más acentuado de sectores de la sociedad civil con respecto a las "verdades" entre comillas que son transmitidas por los medios. Si bien hay un monopolio cerrado de medios, una concentración dramática de tecnologías, de plataformas y de soportes comunicacionales, también hay una desconcentración de opinión, hay más conflictos que se expresan en la sociedad fuera de los controles y las tentativas de control de los grupos mediáticos.

- ¿Se les cayo el discurso a los oligopolios mediáticos de la falsa independencia y neutralidad que nunca han tenido?

- Sí, porque los medios siempre intentaron convencer a la sociedad de que eran productores de la voluntad general; que eran neutrales y que tienen como misión reflexionar sobre los intereses colectivos. Todo ello contradice la verdad porque los medios son de origen empresarial, privados y, casi todos, pertenecientes a grupos económicos muy poderosos. La construcción del consenso en torno a valores, mentalidades y visiones de mundo, siempre se asoció a todo lo que aparecía en los diarios, en las pantallas de televisión y demás. Y para la opinión pública esto no merecía la más mínima discusión.

- En su último libro "La Cruzada de los medios en América Latina", usted hace un análisis sobre la lucha de los gobiernos progresistas para democratizar la comunicación pública. ¿Qué destacaría como elementos en común de esta lucha en la región?

- La disputa por el tema de la comunicación en América Latina no surgió de manera espontánea. En las dos últimas décadas en varios países de la región hubo reacciones, protestas y marchas contra la herencia nefasta del neoliberalismo por su impacto negativo para la sociedad. En Argentina, Venezuela, México, Ecuador, Bolivia, los movimientos sociales y comunitarios se organizaron para enfrentar este modelo económico. En este contexto, los movimientos del área de la comunicación se agregaron a ese clamor colectivo e incluyeron en las agendas de las luchas sociales el derecho a la comunicación y la necesidad crucial de la democratización de la información y de la difusión cultural. En consecuencia, la inclusión de la democratización de la comunicación en los planes políticos de los gobiernos progresistas ha sido una consecuencia de las movilizaciones, de las reivindicaciones y de las presiones. Actualmente, la mayor novedad es la adhesión de los gobiernos a la causa de la democratización de los medios, que pasa en primer lugar por cambios en las leyes del marco regulatorio que disciplinan los campos de la comunicación ya que tradicionalmente las leyes de las dictaduras militares latinoamericanas favorecían a los grupos empresariales de medios, los cuales constituyen avances relevantes en las perspectivas de los Estados.

- ¿Qué avances se ha logrado, por ejemplo, con la nueva legislación que han optado varios países latinoamericanos?

- Ante todo hay que señalar que gracias a la nueva legislación impulsada por los gobiernos progresistas de Latinoamérica la comunicación ingresó en las agendas públicas de una manera mucho más protagónica. Por ejemplo, la Ley de Medios en Argentina y la Ley de Radiodifusión Comunitaria en Uruguay son consideradas por el Comité Mundial para la Libertad de Expresión de la Unesco, como las dos legislaciones más importantes del mundo. Uruguay en el plano de la radiodifusión comunitaria y la ley de Medios de Argentina como un marco regulatorio avanzado, democrático, rompe con la cadena de sumisión del campo de la comunicación a los intereses privados, que son por definición intereses particulares y, por lo tanto, excluyentes.

- ¿Cuál es su opinión de Internet? ¿Es una herramienta de democratización comunicacional o no?

- Es una herramienta fundamental para descentralizar y exteriorizar la expresión, la creación y la difusión. Pero creo que no puede ser entendida como la única herramienta para democratizar los medios. Internet es un ecosistema descentralizado interactivo en virtud del cual las tecnologías de comunicación permiten que las personas se transformen en emisores y receptores al mismo tiempo, sin intermediaciones y controles de los medios. En ese sentido los movimientos sociales y comunitarios encuentran en Internet un vehículo muy propicio para transmitir sus reivindicaciones y aspiraciones.

Enero de 2012.

+ Dênis de Moraes es doctor en Comunicación y Cultura de la Universidad Federal de Río de Janeiro y cuenta con un posdoctorado obtenido en CLACSO Argentina, se desempeña como profesor de la Universidad Federal Fluminense e investigador del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico del Estado de Río de Janeiro. Autor de varios libros y ensayos, en 2009 obtuvo el Premio Científico otorgado por el Estado de Rio de Janeiro y en 2010 recibió el Premio Internacional de Ensayo "Pensar a contracorriente", concedido por el Ministerio de Cultura de Cuba.

domingo, 8 de enero de 2012

Escuadrones de la muerte, la escuela francesa

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Antes que se estableciera la tristemente famosa Escuela de las Américas estadounidense en Panamá, la torura llegó a Nuestramérica de la mano de los conquistadores. Ya en el siglo 20, fue la Escuela francesa de guerra la que impuso sus métodos (los que practicara en Argelia), y los paramiliatres llegaron de esa misma mano.| SURySUR.

Pruebas, diálogos insólitos con los genocidas latinoamericanos y "asesores" del resto del mundo que, creyendo ingenuamente hablar con una historiadora de derecha, se descargan y exponen en toda su magnitud, van diseñando un mapa del horror y la hipocresía, dejando también en claro que en lo que se refiere a los años de plomo todavía queda mucha tela por cortar.

Escuadrones de la muerte: la escuela francesa se titula la espectacular película de la realizadora Marie-Monique Robin acerca de las formas de tortura implementadas en Francia. Robin  presenta su documental en el que militares argentinos reconocen haber aplicado durante la Operación Cóndor, técnicas de tortura y desaparición importadas de Francia.

La Operación Cóndor fue creado por la CIA estadounidense en la era Nixon-Kissinger, con la colaboración de las dictaduras militares latinoamericanas para la eliminación física de toda la izquierda política.

El filme de Marie-Monique Robin tiene como antecedente el excelente fresco la batalla de Argel, de Gillo Pontecorvo en el que se mostró por primera vez en la historia que la civilizada Francia no respetaba los derechos humanos y torturó y martirizó a los patriotas argelinos que luchaban por su independencia.

Escuadrones de la muerte: la escuela francesa que ya fue presentado en septiembre de 2003 por la cadena de televisión francesa Canal Plus, sostiene mediante entrevistas, imágenes de archivo y documentos, que los franceses formaron a militares de América Latina y Estados Unidos en métodos utilizados Argelia e Indochina.

'Los militares franceses descubrieron que había que sacar información de la población. Esto demandaba la tortura. Luego, a los torturados los hacían desaparecer', dijo Robin. Según la cineasta estos métodos a los cuales se les bautizó como 'doctrina francesa', fueron exportados después y en Argentina hubo una misión permanente de militares franceses entre 1957 y 1981.

Un dato desconocido y que revela el consenso y la cooperación de las más grandes potencias del mundo entre si, es el que asegura que expertos franceses enseñaron también las técnicas de la guerra contrarrevolucionaria a una generación de militares latinoamericanos en la Escuela de las Américas, en Panamá.

Esta inefable institución conocida como la escuela de los dictadores, le sirvió de 'universidad' a los aspirantes a torturadores estadounidenses que luego la aplicaron en Vietnam, Bolivia, Guatemala, Perú, Chile, Venezuela, Salvador, Nicaragua y Uruguay entre otros países. Resalta particularmente la Operación Phoenix, en la que murieron 20.000 civiles survietnamitas.

La periodista francesa entrevistó a los generales retirados argentinos Ramón Díaz Bessone —con cámara oculta—, Reynaldo Bignone y Albano Harguindeguy. Estos verdugos justificaron en el documental los crímenes cometidos durante el régimen militar, en el que, según organismos de derechos humanos, desaparecieron unas 30.000 personas.

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"La entrevista que más me impactó fue la de Díaz Bessone porque me habló fríamente de las desapariciones como los daños colaterales de la guerra antisubversiva. Cuando le agradecí la nota y el camarógrafo prendió la cámara oculta el tipo se transformó y me dio miedo", contó Robin.

Según la realizadora Díaz Bessone le dijo "que no se podía sacar información sin torturar y justificó la desaparición como arma de la guerra antisubversiva".

El documental demandó dos años de trabajo y 300.000 dólares de presupuesto. "Haciendo esta investigación entendí el peso de la ideología. Lo que tenían en común los militares argentinos, franceses, chilenos y estadounidenses era un anticomunismo feroz", señaló la cineasta.

Robin afirmó que en Francia dos partidos, los verdes y los socialistas, pidieron la creación de una comisión de investigación parlamentaria, pero fue rechazada. Algunos especialistas recomendaron exhibir el documental en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra.

En Argentina

Robin expuso ante el Tribunal Oral Federal Nº 1, donde se juzgaron en Mendoza a una decena de imputados en 18 causas por delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar, como antes ya lo había hecho ante tribunales de las provincias de Chaco y Corrientes, entre otras.

En el caso de Mendoza proporcionó material fílmico y de su libro titulado "Escuadrones de la Muerte", y resaltó la enseñanza y preparación brindada por militares de Francia a sus pares de Argentina en la aplicación de métodos de torturas, la utilización de secuestros y desapariciones aplicada durante la dictadura militar.

En la extensa exposición reseñó fundamentalmente aspectos de las diversas metodologías y tácticas que utilizó el Ejército francés en Argelia, luego suministradas a militares de Argentina para aplicarlas durante la dictadura militar.

En la oportunidad, Robin presentó los reportajes realizados en la Argentina a los ex generales Albano Harguindeguy, Martín Balza, Reynaldo Bignogne y Ramón Díaz Bessone, reconociendo detalles acerca de la enseñanza francesa para aplicar durante la última dictadura militar.

La especialista prestó declaración no sólo ante los magistrados a cargo, sino además frente a alguno de los imputados,  entre ellos el ex jefe de Inteligencia de Ejército, Paulino Furió, y los ex policías Celustiano Lucero, Alberto Rodríguez y Eduardo Smaha, todos detenidos en el penal mendocino, mientras que los restantes cumplen prisión domiciliaria.

jueves, 5 de enero de 2012

El Euro, fortaleza asediada

GENNARO CAROTENUTO - http://www.surysur.net/?q=node/18729 

Hace diez años Europa celebraba el nacimiento del euro. Ahora está al borde del abismo y ya no se descarta de plano la hipótesis de que la moneda única podría terminar su existencia en 2012. Lo que hasta hace poco resultaba impensado, ahora puede convertirse en la crónica de un desastre que muy pocos anunciaron.

 

El 1 de enero de 1999, hace 13 años, las históricas monedas europeas, algunas con siglos de vida, como el dracma griego, la lira italiana, la peseta española, el marco alemán y el franco francés, terminaron de fluctuar entre ellas, bloqueadas a cambios estables.

Era el real nacimiento del euro, que tres años más tarde dejó de ser una moneda virtual para entrar en el bolsillos de cientos de millones de personas. Esa "materialización" ocurrió hace diez años exactos, el 1 de enero de 2002. El italiano Romano Prodi, entonces presidente de la Comisión Europea, compró un ramo de rosas para su esposa pagando con la nueva moneda. Parecía el inicio del fin de la división de gran parte de Europa. Decenas de guerras, incluyendo las dos conflagraciones mundiales, se combatieron en pos de unificar el llamado viejo continente bajo un mismo mando, desde Julio César hasta Carlomagno, desde Napoleón hasta Adolph Hitler.

Al final del siglo xx, la que pareció lograr esa unidad fue la economía, la unión de los mercados, la moneda que se adelantaba –pero sólo un poco, se pensaba– a la unión política de un continente unido por más cosas de las que lo habían dividido hasta entonces.

Promesas del desastre

Diez años después, y casi veinte desde que se estrenó el mercado único continental, no sólo la unión política de Europa está más lejos, sino que la misma Europa del mercado común vive sus momentos más difíciles. Tanto que el mismo euro –según algunas Casandras, especialmente de habla inglesa– podría no sobrevivir a 2012. Para entender por qué pasó esto hay que citar algunos eventos lejanos. En 1963 y en 1967 por dos veces Charles de Gaulle, el mítico dirigente de la Francia libre en la Segunda Guerra Mundial, vetó la entrada de Gran Bretaña en las organizaciones comunitarias: sólo sin británicos –pensaba– Europa hubiese podido ser amiga y no subordinada a Estados Unidos. Finalmente Gran Bretaña logró ser aceptada en el club que entonces estaba limitado a los seis fundadores (Alemania, Francia, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo) en 1973.

En los 40 años siguientes la presencia de Londres siempre fue un obstáculo al proceso de unificación política europea. En la última década la entrada de antiguos países comunistas –hoy firmes aliados de Estados Unidos–, como Polonia y República Checa, fortaleció la posición británica. En 2003 la aventura bélica iraquí a la cual se opusieron Francia, Alemania y la mayoría de los más antiguos miembros de la Unión representó un quiebre importante: en los siguientes tratados el tinte neoliberal que domina la construcción comunitaria dejó en un segundo plano la postergada construcción política.

Antes de eso, mientras los flamantes euros salían de las bóvedas para empezar a ser distribuidos entre los ciudadanos, el 11 de diciembre de 2001 China entraba en la Organización Mundial del Comercio (omc). La retórica de entonces era que la globalización traía beneficios inmensos a los países ricos que dominaban el escenario.

Quizás las empresas lograron beneficios, aunque mínimos, al mudarse a China y otros países con condiciones laborales y sindicales no comparables con las existentes en Europa occidental, pero la gente común, los europeos de a pie, desde ese entonces empezaron a pagar el precio mientras las finanzas cobraban las rentas de la globalización. Europa, de hecho, agrandándose hacia su oriente tenía la oportunidad de utilizar las asimetrías (incluyendo las peores condiciones sindicales y los sueldos bajos de países como Rumania) para crear un área cohesionada y el mercado interno más grande y más rico del mundo, incluyendo Estados Unidos.

Sin embargo, tanto la enemistad hacia una Europa política de los aliados angloestadouniden­ses, como la adhesión ideológica al modelo neoliberal que imponía la total apertura de los mercados a China, vaciaron de contenido la ampliación al este. Sumando euro y política, la Unión Europea hubiese podido ser un centro propulsivo de un mundo multipolar. Aunque descartando por completo las críticas demagógicas contra el euro de los ambientes populistas de derechas, hasta ahora –simplemente– la incapacidad de Europa de progresar está dando la razón a quienes temían –con críticas prudentes y oportunas– que la Unión Europea terminara siendo una herramienta más para la economía especulativa y para el dominio de la especulación financiera sobre el mundo del trabajo.

El shok de 2008

En rubros distintos, tanto la moneda única como la ampliación hacia el este hacían percibir este proceso como un reto histórico. Sin embargo se dejaban en la sombra las dificultades, tanto las distancias sociales y económicas entre países tan distintos como Luxemburgo y Bulgaria, como los continuos golpes neoliberales que liberalización tras liberalización derretían la única fuerza cohesiva de las sociedades europeas: el costoso Estado de bienestar.

Las consecuencias de la globalización durante largos años quedaron bajo la alfombra, como un virus inoculado pero que aún no manifiesta la enfermedad. Durante por lo menos seis de sus diez años de vida el euro fue la moneda más estable del mundo, predestinada a sustituir al dólar estadou­nidense como referencia mundial. Hasta 2008, el área de la moneda común, la llamada "eurolandia" o "eurozona", mantuvo un crecimiento medio del 4 por ciento nominal (2 por ciento real con 2 por ciento de inflación), algo positivo para economías hiperdesarrolladas.

La crisis explotó para Estados Unidos en el verano boreal de 2008 con el petróleo que subió a 150 dólares por barril y la quiebra de Lehman Brothers.

Sin embargo fue la superestructura neoliberal que Europa construyó encima de su edificio la que se cayó a pedazos. Modelos económicos considerados de éxito, como los de España e Irlanda, se revelaron gigantes con pies de barro: bajar los impuestos para atraer inversiones y expandir el crédito con escasas o ninguna garantía no soluciona todo, o por lo menos no ofrece soluciones a largo plazo. El Estado, que debía desaparecer bajo el nuevo orden dictado por el mercado, volvía a ser indispensable como prestamista de última instancia para bancos que no habían controlado a quién y cómo prestaban dinero. Los sufrimientos bancarios eran tan grandes que los estados nacionales ya no alcanzaban para salvar a nadie.

En el momento de intervenir masivamente en defensa de la eurozona, el país más fuerte, la Alemania gobernada por la demócrata cristiana Angela Merkel, se espantó: la falta de una Europa política la obligaba a razonar todavía como gobernante alemana, y sin embargo las circunstancias históricas le pedían accionar como presidente de un continente.

Países menores como Grecia admiten hoy haber manipulado las cuentas para ser admitidos en la moneda única. ¿Por qué, se preguntaban los electores alemanes, deben salvarlos del default los impuestos pagados por gente de Hamburgo o Berlín?

Otros países del área euro, Portugal, Bélgica, Italia, y más allá Francia, no pueden con todo: respetar los parámetros que permitieron armonizar las economías para ser admitidos en la euro zona, seguir liberalizando y abriendo sus mercados, defender puestos de trabajo y Estado de bienestar y no caer por los golpes de la especulación bursátil. De los 17 países que adoptaron el euro, siete vieron caer sus gobiernos –tanto de centroderecha como de centroizquierda– por causa de la crisis: en Irlanda Brian Cowen, en Portugal José Socrates, en Eslovaquia Iveta Radicova, en Grecia Georgios Papandreou, en Italia Silvio Berlusconi, en Eslovenia Borut Pahor y en España José Luis Rodríguez Zapatero.

En varios de estos países, entre ellos Italia y Grecia, en lugar de gobiernos electos hay gobiernos técnicos, dirigidos por economistas, de impostación rigurosamente neoclásica. Así una crisis causada por las consecuencias del shock neoliberal en economías ricas, se cura con más neoliberalismo. Es una suspensión de la democracia, sostienen los críticos; no hay otra, les contestan en un debate francamente deprimente. La misma fortaleza del euro, especialmente en relación con el dólar, dificultó las exportaciones del continente agrandando las dificultades y el desempleo.

Afuera, especialmente en Londres y en Wall Street, el euro sigue teniendo enemigos listos a destapar las mejores botellas para celebrar su muerte. Sin embargo en las últimas semanas, con extremas dificultades debidas a la falta de instituciones políticas, se va acordando un fondo multimillonario que debería proteger la moneda única europea. No sabemos si sobrevivirá al difícil 2012 que la espera, sin embargo sabemos que sin política no hay democracia y que los mercados no pueden con todo.

Quién es quién

El euro fue adoptado inicialmente por 11 países: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal. Antes de que empezara a circular materialmente se sumó Grecia. Sucesivamente se unieron Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia y Malta. También es la moneda oficial de Andorra, Ciudad del Vaticano, Kosovo, Montenegro, Mónaco y San Marino. Entre los países más importantes miembros de la Unión Europea que no adhirieron al euro están Reino Unido, Polonia y Suecia.

*Periodista y docente italiano