Cuando en la Argentina se violaban los derechos humanos, se violaban los derechos de todos, incluidos los deportistas. Eran atletas que no daban con el perfil que se tiene hoy del competidor de elite: inaccesible, mediático, farandulero. Aquellos se entrenaban al mismo tiempo que cursaban estudios, participaban en asamblea estudiantiles o hacían trabajo social en una villa miseria. Extendían el día más de 24 horas porque no les alcanzaba el tiempo para todo. No vivían para el deporte y por el deporte, que apenas era un apéndice de sus vidas. En los ’70, resultaba común practicar una disciplina y comprometerse en la militancia política. Tan común que la dictadura cívico-militar hizo desaparecer a decenas de deportistas. No por deportistas, y sí por enfrentarla.
sábado, 11 de diciembre de 2010
La huella no se borra
Cuando en la Argentina se violaban los derechos humanos, se violaban los derechos de todos, incluidos los deportistas. Eran atletas que no daban con el perfil que se tiene hoy del competidor de elite: inaccesible, mediático, farandulero. Aquellos se entrenaban al mismo tiempo que cursaban estudios, participaban en asamblea estudiantiles o hacían trabajo social en una villa miseria. Extendían el día más de 24 horas porque no les alcanzaba el tiempo para todo. No vivían para el deporte y por el deporte, que apenas era un apéndice de sus vidas. En los ’70, resultaba común practicar una disciplina y comprometerse en la militancia política. Tan común que la dictadura cívico-militar hizo desaparecer a decenas de deportistas. No por deportistas, y sí por enfrentarla.
viernes, 10 de diciembre de 2010
Deber de escuchar a las víctimas
Por Griselda Tessio* - http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/22-26546-2010-12-10.html
Ante los Genocidios del siglo XX que sacudieron la racionalidad humana, ya no puede seguir hablándose en los términos del optimismo iluminista, y nace la exigencia de identificar pensamiento y crítica. Aquel optimismo prometía la emancipación de la Razón de toda tutela y toda censura, para lograr la felicidad de los hombres. Pero esa idea se hace añicos en el siglo XX porque sabemos que a veces, la "razón engendra monstruos". Desde 1983 hasta la fecha, los juristas, historiadores y cientistas sociales, han comenzado a analizar el tristísimo proceso de la dictadura y represión vivido en la Argentina, "y también en otros países de la región, en mérito al modelo de disciplinamiento de la llamada "Doctrina de la Seguridad Nacional". Se ha dicho que el Derecho era poder legitimado por los poderosos que creaba su razón en la fuerza y el sometimiento de los otros. Puede argumentarse, sin embargo y luego de lo que Ihering llamara "la larga lucha por el Derecho" que a partir de la Modernidad -en su proyecto aún no cumplido las naciones y sociedades han legitimado sus Corpus Jurídicos por la vía de la racionalidad legal y de la ética social, y no sólo la fuerza. Sabemos que a partir del 24 de marzo de 1976 -y antes de manera solapada y no confesa se quebraron los valores sustentables que cohesionaban mínimamente una sociedad moderna y un Estado racional, sufriendo nuestro país una instancia de terror y arbitrariedad propia de sistemas dictatoriales de los conocidos en el siglo XX. En este asalto de la Razón fueron conculcados los derechos públicos y privados de los ciudadanos, desapareció la persona como sujeto de derechos, se arrasó el orden jurídico y vivimos todos bajo sospecha. La violación de los Derechos Humanos por las Fuerzas Armadas con omisión, aquiescencia o complicidad de vastos sectores de la Sociedad, fue práctica cotidiana. Durante la dictadura se estableció una perversa metodología de desaparición forzada de personas, caracterizada por el secuestro, internación en centros clandestinos, torturas, condiciones de vida infrahumanas y eliminación física de ellas en la mayoría de los casos. Sus familiares clamaron por sus vidas, clamaron por sus restos y hoy reclaman por el conocimiento de la verdad y el resguardo de la memoria. Por tales motivos se hace necesaria "una reconstrucción independiente del hecho histórico que permita obtener información sobre el destino de las víctimas de hechos tan atroces". A más de 30 años de aquellos días que devastaron el entramado social, que destruyeron vidas y esperanzas, podemos decir que hemos recuperado la Democracia y la Memoria, ya que no hay construcción de vida digna sin ambas. En 1983 muchos dijeron que no era posible, pero muchos más dijeron sí a la idea del Juicio al Mal Absoluto, a las Juntas de Comandantes. Por eso estamos convencidos que la causa 13 fue un parteaguas en la historia contemporánea argentina y en la historia del Derecho Penal Nacional. Hay una secuencia encadenada de hitos y procesos. Hoy es posible la agenda de los derechos humanos instalada en la sociedad, porque antes hubo Conadep, Causa 13 y Nunca más. Hoy sabemos que tenemos la obligación de hablar por los que ya no están y tenemos la obligación de escuchar a víctimas y testigos que volvieron del infierno. Como dice Saramago: "Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin la memoria no existiríamos, sin la responsabilidad, no mereceríamos existir". *Vicegobernadora de la provincia. de Santa Fe
jueves, 9 de diciembre de 2010
Palestina: Pueblo sin nación
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Perú: Vargas Llosa y la perfección del "paraíso" neoliberal
lunes, 6 de diciembre de 2010
El rol de los civiles en la dictadura
http://www.elargentino.com/nota-116869-medios-120-Negocios-de-lesa-humanidad.html
Una nueva etapa comienza en el proceso de memoria, verdad y justicia en la Argentina. Mientras cientos de militares están siendo juzgados a lo largo del país por su participación en el sistema criminal que desplegó la última dictadura cívico-militar, avanzan en Tribunales las denuncias contra los socios civiles del genocidio, aquellas personas de traje, corbata y zapatos brillosos que impulsaron o facilitaron las desapariciones para engrosar sus bolsillos. O el de sus empresas.
Para acelerar esa demorada investigación, el Gobierno creó la Unidad Especial de Investigación de los crímenes de lesa humanidad con motivación económica cometidos entre 1976 y 1983, que dependerá de la Secretaría de Derechos Humanos. Entre otras funciones este organismo deberá coordinar las acciones legales y organizar una base de datos con todo el material que recopile. “Nosotros veníamos trabajando en estos casos. Dada la extensión y especificidad del tema, el ministro (de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos) Julio Alak decidió crear esta unidad”, explicó a Veintitrés Luis Alén, subsecretario de Protección de Derechos Humanos, el área de la que dependerá el organismo.
De acuerdo con un relevamiento de la Secretaría de Derechos Humanos, después del golpe, 604 empresas fueron liquidadas, intervenidas o apropiadas por los militares.
“La dictadura tuvo un claro objetivo –aseguró Alén–: establecer un determinado modelo económico para el cual era necesario disciplinar a la población mediante el terror. Si bien esa represión se centró en la militancia progresista, también afectó a muchos empresarios.”
La apropiación de empresas por parte de los militares solía realizarse a través del desapoderamiento del capital accionario de sus titulares o mediante las quiebras de las entidades a fin de favorecer a sus socios civiles.
El caso paradigmático de la primera metodología es la investigación por la apropiación de Papel Prensa que benefició a los diarios Clarín, La Nación y La Razón. Para lograr el desapoderamiento de la familia Graiver, que poseía la mayoría accionaria, la dictadura secuestró y torturó a todos sus miembros.
Pero este no fue el único caso en que se liquidó una empresa para que la actividad quedara en manos de los socios de la dictadura.
Otro caso paradigmático es el de la siderúrgica Acindar que emergió de la dictadura como la única empresa poderosa del sector. No es casualidad: esta firma tuvo como gerente hasta los primeros meses de 1976 a quien luego fuera ministro de Economía de la dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz.
Entre los más de 600 casos que relevó la Secretaría comandada por Eduardo Luis Duhalde, sobresalen diferentes tipos de apropiaciones, despojos y desapariciones de bienes. Un caso que fue elevado a juicio para ser integrado en la causa ESMA es el de Chacras de Coria, unos valiosos terrenos ubicados en esa localidad que el almirante Emilio Massera les arrebató a empresarios mendocinos aplicando su característica metodología de secuestro, tormentos, desapoderamiento y muerte. Esos terrenos fueron loteados y vendidos para su beneficio personal. Por este caso está imputado el hijo del Almirante Cero, Enrique Massera.
Otro despojo recordado fue el de los hermanos Alejandro, Carlos y Rodolfo Iaccarino, empresarios ganaderos y lácteos, secuestrados y despojados de sus bienes –por caso, 25 mil hectáreas ubicadas en Santiago del Estero, valuadas en millones de dólares que, junto a un avión, fueron vendidas a un socio de la dictadura, por 300 mil dólares y un campito de golf–. Esta causa esta siendo investigada en el Juzgado Federal 3 de La Plata.
Otro caso es el despojo del Banco de Hurlingham, también sustraído a los Graiver, que sigue el Juzgado Federal 3 de la Capital Federal. O el de los empresarios Gutheim (Miguel y Federico), por el que hoy tienen prisión preventiva Martínez de Hoz, el ministro del Interior de la dictadura Albano Harguindeguy y Videla. Esta causa tramita en el Juzgado Federal 5 de la Capital.
Si bien muchas de las víctimas ya habían hecho su reclamo ante el ex presidente Raúl Alfonsín y fueron indemnizados, Alén hace una diferencia: “Una cosa es la cuestión patrimonial y otra la faz criminal. Nosotros investigamos esta última: la responsabilidad criminal de la dictadura con una finalidad económica”.
Desde la secretaría esperan que la creación de la unidad genere nuevas denuncias de despojos similares a la que realizó Lidia Papaleo. “En la dictadura los civiles tuvieron tanta responsabilidad como los que secuestraron y torturaron”, concluyó Alén. Ya se está juzgando a las Fuerzas Armadas. Ahora llegó el turno de los civiles.
domingo, 5 de diciembre de 2010
sábado, 4 de diciembre de 2010
Democracias encapuchadas
miércoles, 1 de diciembre de 2010
JAQUE AL IMPERIO GRINGO
*La publicación tendrá secuelas graves
*Wikigate inaugura neo-relación con medios
La información es poder. Su carácter, contenido o temática, la hace ser tratada o bien del dominio público o bien del privado. En otras palabras, si la información no es pública cuando de asuntos generales se trata, entonces es de carácter exclusivo o clasificada como de reserva por su naturaleza especial, delicada, o es obtenida por medios ilícitos como el espionaje, la tortura o el robo y con fines también ventajosos o ilegales conforme al sujeto, grupo, organización, institución, país o Estado que la posee, y al tema de la misma o la utilidad que tiene per se. El proceder del imperio estadounidense, como en el caso analizado para adquirirla, ha sido a todas luces ilícitas; es más, cogido con los dedos en la puerta, utilizando a sus diplomáticos comoespías en todos lados. Aunque tampoco es una exclusividad de los EU.
Las publicaciones de Wikileaks representan un duro golpe a la diplomacia gringa, por el lado que se le mire. Por mucho que se considere “secreto a voces” que EU espía a los países con los que mantiene, y no, relaciones políticas y económicas, no es lo mismo elaborar análisis del tema a partir de datos producto de las conferencias o las entrevistas con los operadores [o desde las suposiciones del periodista; cojo queda también el análisis, al menos temporalmente, aún con los antecedentes históricos cuando se respalda en documentos “desclasificados” 25 años después, en el caso de EU, por ser considerados de “seguridad nacional” y antes bajo resguardo], que tener las evidencias en las manos y contar hasta con los últimos detalles del “secreto”. Porque para EU se trata de un “secreto de Estado”, así sea información obtenida violando los términos propios de las relaciones y los “tratados” internacionales.
Ese es, para comenzar, el primer acierto del portal de Julian Assange al rechazar presiones —previas a la publicación de la información que finamente ha dado a la luz pública— desde EU, con todas las presiones que el caso conlleva y los riesgos derivados, porque desde el gobierno gringo harán hasta lo imposible por castigar el cometido. El fiscal general, Eric Holder, ha dicho que se trata de una “operación criminal”. Hillary Clinton que la revelación pone en riesgo a los diplomáticos, y también a “profesionales de inteligencia y personas de todo el mundo que vienen a Estados Unidos para ayudar [sic] a la promoción de la democracia y de un gobierno abierto” [léase la justificación “teórica” en: La sociedad abierta y sus enemigos, de Karl Popper]. El pretexto de una democracia falsamente dirigida que tan acertadamente ha criticado el lingüista estadounidense, Noam Chomsky, enEl miedo a la democracia por EU de otros países.
No obstante, el trabajo de Wikileaks merece el respaldo de la sociedad civil vía los internautas que deben presionar por todos los medios, desde luego vía la web, para condenar cualquier intentona de EU de proceder contra el director Assange y el portal Wikileaks; un espacio en donde, se ha anticipado, publicará en enero otro escándalo relacionado con “un banco” en activo también de los EU.
El otro acierto concierne a que la filtración presionará a EU no sólo a tratar de recomponer sus relaciones “diplomáticas” con las personalidadesofendidas —los calificativos de sorna y las peticiones sobre asuntos propios de las personas o los calificativos chuscos, como el trato a Ban Ki-moon, a Kircher, a Merkel, a Sarkozy, Berlusconi, Putin, Chávez, Zapatero, etcétera, no pasará a mayores consecuencias—, sino a camuflar al menos su injerencia directa en temas como el de China, Cuba, Venezuela; a moderarprocedimientos como la intervención en los casos de Manuel Zelaya en Honduras, y el respaldo a Corea del Sur contra la del Norte, el apoyo incondicional a Israel, etcétera. Esto sería esperar lo menos. El caso México se juzga aparte.
Pero entre las muchas secuelas que resulten del Wikigate, más pronto que tarde se han pronunciado algunos países en cerrar filas con EU para apoyar la judicialización del destripamiento de Wikileaks —y tratar de desviar por esa vía el escandalazo descubierto con la publicación—, porque todos tienen cola que les pisen. Todos espían a todos, y por muchas otras vías. Por ejemplo: lo mismo que hizo EU en la segunda postguerra de sustraer de todos los países europeos a los hombres de ciencia para sus universidades, sus centros de investigación y empresas, e hizo después Japón con los adelantos en el terreno de la electrónica, y han aplicado recientemente con mucha efectividad desde los Tigres Asiáticos hasta China. Son todos contra todos, solo que unos países más que otros; es decir, no depende de los intereses sino también de las infraestructuras disponibles. Porque las oficinas diplomáticas son apenas un eslabón de la negra cadena. Luego entonces, queda claro que ningún país querrá verse inmiscuido ahora en otro escándalo de las dimensiones de EU. Por eso se solidarizarán: por temor y por colusión.
Otra secuela. El Wikigate inaugura también neo-relación entre medios tradicionales y la web. En este sentido, no solo la web irá ganando más y más terreno, la autocensura de los medios agraciados con los adelantos informativos de Assange [The New York Times, The Guardian, Der Spiegel,Le Monde, El País], porque salvo la primera publicación en lo sucesivo han consultado a Washington o se han sometido para publicar sólo parcialmente la información, los pone en desventaja frente a la sociedad civil y la opinión progresista mundial. Luego entonces, pese a las presiones contra Wikileakssurgirán otras páginas en la web con idénticos objetivos; para desnudar las tropelías cometidas sobre todo contra los países endebles o que son poseedores de algún bien altamente explotable.
Para cerrar, por ahora, agreguemos otro aspecto finalmente. En lo inmediato EU tendrá que contener aparte de algunas reacciones efectivamente en contra de sus diplomáticos quizá en varias sedes, las denuncias generadas desde algunos países inconformes con el proceder estadounidense en plena injerencia en asuntos internos. Los casos son tantos como las revelaciones. Pero dichas protestas no surgirán de los países amigos sino del mayormente objeto de vigilancia, como Corea del Norte, Venezuela, Brasil o Argentina. Quizá de otras partes del mundo como Irán con Ahmadineyad, etcétera.
En suma —insisto que por ahora—, lo que queda en claro no sólo es que, como dijo Evo Morales que el cuerpo diplomático estadounidense es una rama del cuerpo de seguridad de Washington, o lo que expresó el sociólogo brasileño Emir Sader, que EU es una potencia promotora de guerras pero que pretende pasar como pacificadora de los conflictos que ella misma genera, sino lo peor de todo: con todo y la cantaleta del multilateralismo y de la inclusión en la globalización, para EU afuera de sus fronteras no hay amigos sino intereses; y aplica en la geopolítica mundial todas las herramientas posibles para su propio bienestar en perjuicio de todos. Pero con un golpe como el de Wikileaks EU recibirá presiones para cambiar.
martes, 30 de noviembre de 2010
Se corrió el velo de un relato
Con la muerte de Néstor Kirchner se corrió un velo que tenía que ver con un discurso monótono que parecía ser el portador de la verdad de lo que pensaba la mayoría de los argentinos sobre el ex presidente. Al correrse ese velo, lo que apareció fue una parte importantísima de la sociedad que fue a rendirle homenaje y a despedirse. Lo hizo con una intensidad única e histórica.
A partir de la muerte de Kirchner, se profundizó un proceso que se venía dando desde fines del año pasado y que tiene que ver con la consolidación de la figura de Cristina Fernández. Durante este año hubo dos grandes momentos de emergencia bajo nuevos contenidos de lo que podríamos llamar lo popular: el Bicentenario y la muerte de Kirchner. Pero esos dos fenómenos populares representan un paso adelante en el reconocimiento a la política por la actual Presidenta. Desde la puesta en marcha de la Asignación Universal por Hijo, Cristina y su gobierno han ido recuperando posiciones en comparación con la elección de junio de 2009. Producida la muerte de Kirchner, quedó en evidencia que una mayoría muy significativa de argentinos está dispuesta a acompañar y a ser parte de este proyecto.
Otro de los fenómenos significativos que generó la muerte de Kirchner fue la aparición de algo similar a un compromiso de sangre. Esto se ve sobre todo en los jóvenes, que vieron en él a alguien que los habilitaba de una manera no formal ni bajo la forma del discurso del adulto que le dice al joven lo que tiene que hacer. Ahí hay una suerte de pacto sellado y una necesidad de expresar lo que ese pacto está significando. Esto no significa que este fenómeno tenga que terminar en miles y miles de jóvenes organizándose en las estructuras de La Cámpora o de otras organizaciones vinculadas al kirchnerismo. Hay una parte de una generación que ha sido nuevamente convocada, con sus experiencias, con sus lenguajes, con su propia mirada del mundo, a tener una participación activa en esto que podríamos llamar lo público, como el lugar donde se manifiesta la vida democrática y el litigio de la política. Después elegirán y le darán forma a distintas maneras de expresar esa participación. Algunos lo harán más orgánicamente, otros lo harán a través de redes sociales.
La dimensión de un personaje de las características de Néstor Kirchner deja vacíos que son difíciles de llenar. Kirchner tenía la enorme capacidad de ser un ajedrecista político. Sabía mover las piezas en el momento adecuado y negociar en el interior de la compleja trama de los intereses político-partidarios. Tenía una personalidad muy fuerte y su palabra era una palabra que decidía de manera muy directa. Pero también tenía una cualidad muy rara que era la interpelación del otro, no sólo desde la rigurosidad y la autoridad, sino que había también algo de campechano, de informal, de ruptura del protocolo, que generó en muchos la sensación de que había algo de otro orden. Tenía la capacidad de poner en cuestión y de escandalizar en el sentido de la subversión de lo aceptado y de lo que no se puede poner en cuestión. Es muy notable esa dimensión y no es muy común encontrarla en la mayoría de los dirigentes políticos. Cristina tiene otras características. Demostró ser una extraordinaria estadista, una mujer de mucho coraje. Son modalidades diferentes y por eso eran también una pareja que compartió el amor con un proyecto político, en el cual cada uno daba cuenta de los que necesitaba el otro. Hay una ausencia, esto es así y Néstor Kirchner como tal es irreemplazable. Pero esto no significa que no haya otras maneras de generar condiciones de rearticulación, quizá con otras formas, en términos de un colectivo. Ya no hay más quien exprese la descarga de energía y la vitalidad de Kirchner. Cristina Fernández tiene una enorme dosis de energía pero que opera desde otra lógica. De todas maneras, le va a caber el compromiso y la responsabilidad de tener la última palabra en todo lo que venga de acá al año que viene. De alguna manera, los dos compartían esa última palabra. Kirchner hacía ese trabajo del que podía liberarse Cristina para seguir avanzando raudamente en la gestión. Néstor no está, pero hay un nivel de reemplazo que es la emergencia de este pueblo, de esta apertura en actores sociales-políticos.
Hasta junio de 2009, una de las críticas principales que le hacíamos al kirchnerismo era que no permitía ver hasta dónde una parte fundamental de la sociedad estaba consustanciada y expresaba el entusiasmo que requiere todo proyecto político. Creo que con la despedida que se le hace a Néstor Kirchner aparece eso que faltaba. Aparece ese lenguaje de la sensibilidad, del entusiasmo, que dice: “Acá estamos, somos el soporte de lo que Cristina esté dispuesta a hacer y nosotros estamos dispuestos a acompañar”.
Ése es otro de los rasgos también para destacar del proceso que se abre tras la muerte de Kirchner.
sábado, 27 de noviembre de 2010
La generación de Néstor Kirchner
Por Alejandro Horowicz - http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=115730
La voluntad de construir un horizonte colectivo, una patria inclusiva, fue aplastada. El horizonte country se fue instalando mediante aproximaciones sucesivas, hasta que los únicos problemas realmente existentes terminaron siendo los propios. Y sólo si los ajenos coinciden con los propios son problemas, de lo contrario, son un incordio al que se debe poner fin con “tolerancia cero”.
Los disvalores que el presidente Carlos Saúl Menem sintetizara con su nombre son producto directo de las derrotas que la reacción oligárquica nos infligió desde 1975 hasta 2001; las pagamos entonces y las seguimos pagando ahora. Una clase dominante que no es una clase dirigente transformó la política en la continuación de los negocios, de sus negocios, por otros medios. Y en defensa de “sus negocios” destrozó el Estado de Bienestar, que en Sudamérica se llamó peronismo. La larga noche neoliberal cargada de fulgores sintéticos ahogó la política, y los políticos se volvieron una pesadilla insoportable. Tanto que la compacta mayoría sostuvo: “que se vayan todos”.
No se fueron, y sin embargo algo cambió, y en ese algo construye la diferencia Kirchner.
En 1975 todos sabían que el Código Penal no estaba vigente; primero las bandas de la Triple A, y luego las FF AA, lo dejaron en claro. En el ’76 comenzó la cacería de militantes, y las muertes de René Salamanca y Agustín Tosco –para citar dos nombres emblemáticos que nada tuvieron que ver con la acción guerrillera– nos hizo saber qué se proponían: terminar con las conquistas obreras, ilegalizar el derecho popular de participar y orientar la lucha política, destruir la voluntad moral de transformar la sociedad argentina. Y, debemos admitirlo: casi lo logran.
Un instrumento, el botín de guerra, permitía robarse todo. Perder la capacidad de réplica era perderlo todo, y “todo” no era una metáfora. La legalidad se redujo a la ley del más fuerte, y las diferencias –cualquier diferencia– se pagaba con la muerte. La dictadura burguesa terrorista no sólo exterminó toda forma de oposición dinámica –armada o desarmada– sino que desconoció toda forma de oposición legal. Construyó un Código Penal con delito único. Cuando concluyó el mandato del general Bignone, la impunidad estaba instalada en todos los ámbitos para los poderosos, y contó con suficiente respaldo para ser garantizada hasta el estallido de 2001.
Asegurar la impunidad rompió la ley, quebrando la relación entre los delitos y las penas. Por tanto, hizo lo que hubiera hecho un grupo de tareas, que siempre había estado “combatiendo” al “enemigo subversivo”. E hiciera lo que hiciera un piquetero, siempre estaba poniendo en riesgo la convivencia social.
El gesto de Néstor Kirchner al descolgar el cuadro de Videla, acompañado por la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, restableció la capacidad significante del lenguaje político. El hilo que vincula los delitos y las penas, la relación entre las palabras y las cosas, entre la política y la sociedad, comenzó a retejerse. Vale decir, se reconstruyó la posibilidad de la diferencia, y por tanto, se restauraron las condiciones materiales del debate. La masa de terror que gobernó durante décadas en la escena política nacional comenzó a ser recesiva.
Por cierto, no fue lo único que hizo Kirchner, pero si no hubiera hecho nada más, ya habría construido la diferencia. Antes sólo existía la lógica política heredada de la dictadura terrorista, y ahora existe la posibilidad de debatir, de construir una nueva dirección. La sociedad argentina recuperó la política. Y esa diferencia tiene un nombre propio: Néstor Kirchner.
viernes, 26 de noviembre de 2010
¡Te voy a quemar viva!
¿Familiar o doméstica?
La historia y la narrativa
miércoles, 24 de noviembre de 2010
La tríada golpista ya no es tan poderosa
La repudiada triada oligarquía-militares-embajada americana que por tanto tiempo ha ejercido dominio sobre las naciones de Latinoamérica luego de haber conquistado éstas su independencia de España hace dos siglos, no ha cesado como realidad ni como inminente peligro en este hemisferio; pero ya no es invencible.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Kirchner se animó a transitar caminos que nadie se atrevió a transitar
El peronismo ha sido muchas veces actor principal de acuerdos y concertaciones políticas. Hay, por otra parte, un arsenal de pensamientos burgueses que garantizan la conveniencia de buscar coincidencias.
Algunos llegan a decir que en realidad, todos deseamos lo mismo y que discrepamos acerca de las metodologías.
Se ha llegado a sostener que las ideologías habían muerto y que bastaba con elegir buenos administradores para que gobernaran.
Todo esto viene acompañado con un continuo elogio de las buenas maneras en las discusiones políticas y aún en los conflictos sociales.
A cada momento se nos propone a nuestra admiración la conducta de príncipes sonrientes o de antagonistas que se dispensan elogios mutuos durante las negociaciones.
Estas escasas palabras servirán primero para saludar todas estas ideas que acabo de exponer.
¿Quién soy yo para no ovacionarlas de pie? Pero también, y como humilde despacho en disidencia, propongo un tímido elogio del desacuerdo, de la bifurcación, de la heterodoxia, de la herejía.
Después de todo, las revoluciones surgen sólo de desacuerdos: el hombre es un mono disidente.
Me permito entonces, subrayar la acción política de Néstor Kirchner como venturoso gestor de desacuerdos. El se atrevió a recorrer caminos que nadie se atrevía a transitar y que parecían alejarse de las concurridas avenidas centrales que recomendaban los poderosos del mundo global. Y se metió por unas calles ya olvidadas cuyos nombres sólo se pronunciaban en los foros estudiantiles, en las reuniones de soñadores y en rincones que siempre estaban alejados del poder político.
Esas calles de desacuerdo ahora pueden reconocerse: una conduce al crecimiento del mercado interno... Otra al control del comercio exterior... Está bien el boulevard de la intervención del Estado o la esquina de la ley de medios, la plaza de la asignación por hijo y los veredones del desendeudamiento. Algunas de estas calles habían sido recorridas por otro señor en 1946.
Cuando alguien del poder político se atreve a caminar estos senderos termina por llegar a un distrito donde el poder político no está en el mismo lugar que el poder económico. Y la bifurcación se produce y son inevitables los ataques de las corporaciones y de los poderosos que tratarán de conseguir el regreso de los gobernantes tránsfugas hacia las avenidas iluminadas de sus intereses.
Hace muchos años hubo por televisión un debate entre el doctor Teodoro Bronzini, líder socialista e intendente de Mar del Plata, y el doctor Becar Varela que militaba en el partido que entonces tenía al menos el coraje de admitirse como conservador.
Fue una conversación muy amable y el moderador se sorprendió al fin del programa de que hubieran coincidido en tantas cosas. En realidad, no era sorprendente, ambos políticos formaban parte de una visión liberal del mundo y eran funcionales a los intereses de las corporaciones. ¿Cómo no van a ser amables si en el fondo pensaban lo mismo? Néstor Kirchner no les parecía amable a las corporaciones. En verdad, ningún otro presidente salvo aquel otro señor de 1946, les pareció tan desagradable. Y lo atacaron como a nadie ¿Por qué? No porque Kirchner tuviese mal carácter y fuera confrontativo como quien es cascarrabias.
No se trataba de una cuestión de carácter: este tipo había tocado sus intereses. Y fue el único que lo hizo. Todos los demás parecían aceptables en algún momento porque también en algún momento eran funcionales a los intereses del poder económico.
Y eso es todo lo que quería decir, a veces no hay más remedio que disentir, que persistir en el desacuerdo. Hoy casi por única vez en nuestra historia, el poder político no está donde está el poder económico.
Y este hombre que ahora se ha ido produjo un último acto de `insujeción`. Su muerte encendió la luz, y como en un refusilo vimos algo que la cerrazón de los medios había ocultado en la oscuridad: las calles laterales, las que no recomendaban los poderosos, estaban llenas de gente.
sábado, 20 de noviembre de 2010
Día de la Soberanía Nacional
Por José María Rosa - http://hernandezarregui.blogspot.com/2010/11/dia-de-la-soberania-nacional-por-jose.html
El 13 de enero de 1845 en París, noche nevosa según el testimonio de uno de los presentes, François Guizot, primer ministro de Luis Felipe, rey de los franceses, reúne a cenar en el Ministerio de Relaciones Exteriores a los técnicos del Plata que se encontraban en la capital de Francia. De dicho ágape surgirá la intervención armada anglofrancesa, y su posible colaboración brasileña en los asuntos internos de las repúblicas sudamericanas. Concurren el embajador de Inglaterra Lord Cowley, sir George Ouseley, que partiría al Plata llevando la intimación a Rosas, Mr. De Lurde hasta entonces Encargado de Negocios francés en Buenos Aires, el almirante Mackau, ministro de Marina, y que conociera a Rosas en 1840 cuando fue a llevarle la paz por instrucciones de Thiers, Mr. Desages director general del Ministerio, y el vizconde de Abrantés en misión especial de Brasil para acoplarse a la proyectada expedición.
La cena de Guizot
Cowley corta: Inglaterra no enviará expediciones terrestres
Obligado (20 de noviembre)