miércoles, 14 de abril de 2010

Las fisuras de la historia

Por Ricardo Forster -http://www.elargentino.com/nota-86184-Las-fisuras-de-la-historia.html

Las fisuras de la historia constituyen momentos que, por lo general, suelen tomarnos desprevenidos o poco atentos para leer sus características y lo que abren en el horizonte de una sociedad. Pocos imaginaron las consecuencias que traería el ya famoso discurso de Raúl Alfonsín durante los días de Semana Santa del ’87, cuando ante una multitud congregada en Plaza de Mayo para defender la democracia contra la rebelión golpista de los carapintadas comandados por el entonces ignoto oficial Aldo Rico, lejos de apuntalar el ánimo movilizado de gran parte de los argentinos congeló su entusiasmo hablando de “héroes de las Malvinas” y de que “la casa está en orden” inaugurando la etapa de las leyes de la impunidad que, como todos ya sabemos y unido al deterioro económico y a la hiperinflación, allanaron el camino para la llegada de Menem y su “revolución” neoliberal de la mano de Cavallo y su convertibilidad. Seguramente ni el propio Alfonsín alcanzó a vislumbrar que iniciaba el fin de sus expectativas y la entrada en su ostracismo político del que sólo salió cuando se transformó en parte intocable del panteón nacional. Lejos, muy lejos, quedaban las esperanzas abiertas el 10 de diciembre de 1983.

Una generación de jóvenes recién llegados a la democracia y, en parte, al entusiasmo político quedó profundamente herida y desilusionada abriendo casi dos décadas de despolitización y apatía que se volvieron perfectamente funcionales a la inauguración de una década, la de los ’90, abroquelada alrededor de esa despolitización y brutalmente ofensiva en la instalación de un modelo económico-cultural capaz de quebrarle, eso parecía, definitivamente el espinazo a los restos todavía existentes de una Argentina que pese a Martínez de Hoz y a la dictadura homicida mantenía viejas herencias bienestaristas.

Los ’90 y su eje neoliberal, ya lo sabemos, destruyeron el aparato productivo, desguazaron el Estado, fragmentaron la vida social, mutilaron las prácticas sindicales avanzando demoledoramente sobre el trabajo y los derechos de los asalariados, quebraron el imaginario solidario que desde décadas había girado alrededor del sistema jubilatorio estatal y público para privatizar el ahorro de los argentinos y ponerlos al servicio de la especulación financiera, le hicieron un daño difícil de reparar a la idea misma de lo público en detrimento de la apología de lo privado y de sus cultores y convirtieron a la Argentina en una “fiesta” alucinada en la que una parte de la sociedad se gastó el ahorro de varias generaciones proyectando sobre el futuro una sombra ominosa de endeudamiento infinito asentado sobre las privatizaciones fraudulentas del patrimonio nacional.

Pero también, y no en menor medida, fueron años de transformaciones culturales y de profundización del poder corporativo y monopólico de algunos grupos mediáticos que tendrían y siguen teniendo una enorme influencia en la generación de sentido común y de opinión pública.

Esa “fisura” no inmediatamente perceptible de aquella Semana Santa del ’87 vino a clausurar las ilusiones del alfonsinismo, aquello de que con la democracia se cura, se educa y se come (siempre y cuando se logre limitar y controlar el poder de las corporaciones económicas y habilitar un proceso redistributivo, eso también hay que decirlo y que Alfonsín apenas pudo intentar y que rápidamente abandonó cuando le habló al país de “economía de guerra” y promovió el Plan Austral. Quedará como parte de lo mejor de su historia el gesto político fundamental y valiente que llevó al memorable juicio a las juntas militares), para mutilar la tradición equitativa y abrir un tiempo caracterizado (que aún perdura en sus consecuencias nefastas) por la mayor concentración de riqueza en menos manos de la historia contemporánea generadora de una inédita desigualdad social.

De ese tiempo posalfonsinista, cuyo certificado de defunción antecedió a su muerte efectiva, recién comenzamos a salir en el 2003 con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, generando, también, una fisura impredecible e imprevista en el devenir de la historia argentina que, en parte, había sido precedido por los acontecimientos dramáticos de diciembre de 2001 y el derrumbe del gobierno calamitoso de la Alianza y de la figura esperpéntica de Fernando de la Rúa.

Tal vez sin imaginarlo, y en muchos sin desearlo, el resultado electoral de 2003 que podía haber tenido otro ganador si el azar de algún punto más o menos hubiera cambiado los nombres del balotaje que finalmente no fue por deserción de Menem (¿se imagina el amigo lector si hubiera sido López Murphy el otro en discordia en vez del santacruceño o si el insondable Reutemann no hubiera renunciado a su candidatura vaya a saberse por qué misteriosos arcanos que se lo impidieron? ¿Estamos en condiciones de imaginar qué nos hubiera acontecido como país y cuáles serían nuestras actuales circunstancias, crisis económica mundial de por medio? Preguntas cuyas respuestas dejamos para aquellos que les gusta hacer historia contrafáctica y que se divierten iniciando sus frases con “qué hubiera pasado si…”) Lo cierto es que el 25 de mayo de 2003 y a través de un discurso de asunción no imaginado se inició una etapa nueva y anómala de la vida nacional.

Cuesta mucho, supone un gran esfuerzo, afirmar, como lo hacen algunos, que estamos delante de una colosal impostura y que nada ha sucedido de significativo en la trama política, económica, social y cultural en los últimos seis años. Que en realidad vivimos la continuidad de los ’90 pero maquillados astutamente por quienes han venido a ofrecer una imagen de sí mismos que no se corresponde con la efectiva acción de gobierno que no hace otra cosa que reproducir la lógica neoliberal.

Resulta entre grotesco y alucinado concluir que la política de derechos humanos, que el rechazo al Tratado de Libre Comercio, que el desendeudamiento del FMI y la gigantesca quita de deuda, que la construcción de una Corte Suprema autónoma y respetable, que la reestatización del sistema jubilatorio y la movilidad por ley de los haberes, que la clara opción por una política internacional latinoamericanista, que la participación activa en la defensa de la democracia boliviana y en el repudio al golpe hondureño, que el intento de apropiarse de la renta extraordinaria sojera, que la ley de medios audiovisuales, que la no represión de cualquier protesta social, que la defensa efectiva del trabajo y del salario unido a la recuperación de la paritarias, que la decisión de implementar la asignación universal por hijo, que el nombramiento inédito de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central, sean apenas ejercicios imaginarios para seguir abonando la continuidad neoliberal profundizando la lógica de la impostura como lo dicen Pino Solanas y Claudio Lozano y como con astucia intentan destacarlo, en franca consonancia con los primeros, los Morales Solá o los Mariano Grondona que, eso sí, tienen claro por qué el kirchnerismo es el enemigo a vencer. Pregunta ingenua: ¿para qué bombardear sin misericordia e intentar destituir a unos impostores que sólo benefician a los dueños eternos del poder en Argentina? ¿Tan loca es la simulación o tan brillante la impostura que hasta los mismos actores se creen sus papeles?

Lo que es importante señalar con todas las palabras, y eso más allá y con los límites y de­saciertos de lo emprendido en mayo del 2003 pero también con su enorme salto cualitativo en la recuperación de derechos y de participación popular, es que, como destacaba Horacio González en un artículo reciente, estamos delante de “una fisura en la historia”, de esas que nos ofrece la oportunidad de ser contemporáneos de un proceso de transformaciones que abren la posibilidad cierta de romper la inercia ominosa de la vida argentina, esa que se inició en marzo del 76 y que vio de qué manera brutal y sistemática se buscó anular vidas y derechos generando las condiciones para liberar al capitalismo especulativo-financiero de toda traba y dejándole las manos libres para desarrollar a su antojo un modelo económico destructor de la memoria de la equidad.

Que la fisura se convierta en un extraordinario proyecto de refundación de la sociedad argentina de acuerdo con los mejores valores emancipatorios depende, como siempre, de su pueblo y de estar a la altura de los actuales desafíos sabiendo, eso sí, que los peligros de restauración siguen a la orden del día y muchas veces se disfrazan con los trajes del seudoprogresismo. 36

martes, 13 de abril de 2010

Los ''forajidos'' se despiertan en Argentina

Por: Hugo Muleiro  - Periodista argentino, ensayista y docente

Una parte de los argentinos, imposible de cuantificar por ahora, parece estar decidiéndose a dar pelea a grandes sectores del poder que combaten incansablemente contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, empezando por los grupos empresarios que concentran gran cantidad de medios de difusión.


Los motivos de la ofensiva contra el gobierno, que se profundizó cuando en las elecciones legislativas de 2009 el oficialismo retrocedió de mayoría simple a primera minoría en el Congreso Nacional, son tantos que parece imposible enumerarlos en un artículo periodístico: prácticamente todas las medidas gubernamentales son criticadas y repudiadas por una oposición política que va de la derecha a la izquierda, entre ex adversarios que ahora coinciden de manera sorprendente.

Esa coalición que forma mayoría circunstancial en el Congreso tiene una caja de resonancia incondicional, fiel, infaltable: los medios de difusión privados, en especial los del grupo Clarín, que incluye diarios, radios, canales de televisión abierta y por cable y una agencia de noticias.

El control de la información y su manejo discrecional por parte de unos pocos empresarios periodísticos, que fueron además cómplices de los crímenes de la dictadura militar (1976-1983) es uno de los factores más evidentes de la democracia inmadura e incompleta que padecen los argentinos.

La presidenta Fernández tomó la decisión de enfrentar a este grupo poderoso, capaz de jaquear y condicionar a los gobiernos elegidos democráticamente, apoyándose en una serie de organizaciones que venían bregando por la derogación de la ley de radio y televisión de la dictadura. Así, antes de la renovación legislativa, logró aprobar una ley de medios audiovisuales que busca romper la concentración en unas pocas manos de las licencias que el estado mismo adjudica, abriendo la comunicación a otros sectores como pueblos originarios, universidades, movimientos sociales, cooperativas, sindicatos.

La aprobación legislativa de la norma fue apenas el primer capítulo de un enfrentamiento que continuó y continuará. Ahora los empresarios de medios y dirigentes políticos opositores que les responden trabaron la aplicación de la ley mediante fallos aprobados por jueces que están en sus cargos desde la época de la dictadura, otra de las deudas gravísimas de la democracia argentina.

Pero esto es sólo una parte: los medios privados y los políticos que se sustentan en ellos rechazan cualquier acción gubernamental, no importa de qué se trate, como el pago de deuda con reservas excedentes del Banco Central, la política de administración de impuestos, un proyecto de reforma políticaÂ… Todo esto salpimentado con un estado de censura informativa gracias al cual por la gran mayoría de los medios privados se retacean o minimizan los anuncios gubernamentales, las pocas decisiones judiciales favorables al oficialismo y hechos como el respaldo expreso a la presidenta que le dio en marzo la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, para su política de pago de deuda externa.

El gobierno y las fuerzas que lo apoyan no lograron estructurar una reacción ante esta coalición, por qué no decirlo, dominante. Pero una serie de fenómenos por ahora aparentemente focalizados dan cuenta de un principio de resistencia y sobre todo ponen en evidencia que hace falta crear un espacio, un ámbito, político, social y comunicacional, en el que se pueda expresar algo diferente.

Comienzan a circular mensajes electrónicos, aparentemente espontáneos, de personas que describen cuáles son las medidas del gobierno con las que están de acuerdo y que no quieren que el mandato de la presidenta sea interrumpido.

Otras acciones emergen de los seguidores de un programa que emite el canal público de televisión, llamado "6, 7, 8", que realiza un análisis crítico del tratamiento periodístico en el país.

A través de la red Facebook comenzaron a comunicarse entre sí telespectadores, reivindicando la necesidad de un espacio alternativo de comunicación, hasta llegar a autoconvocarse en manifestaciones públicas en varios puntos del país, una de las cuales reunió en Buenos Aires a entre 10 mil y 15 mil personas.

"6, 7, 8" parece ser el espacio en el cual se siente representada una parte de los argentinos cuya magnitud está por verse: son esos argentinos que apoyan los aumentos a jubilados y pensionados, que quieren la democratización de los medios y de la información, que desean conocer todas las noticias y no sólo las contrarias al gobierno que publican los medios privados, que están hartos de la misoginia periodística que presenta a la presidenta como incapaz de gobernar sin su marido, Néstor Kirchner, que se cansaron de que una suerte de cadena de canales de TV privados se coaligue para presentar al país al borde de la catástrofe, con un derrumbe económico inminente y, claro que no podía faltar, cada vez más asaltos, más secuestros, más violaciones, más asesinatos, más inseguridad.

Son argentinos que parece que se cansaron de la práctica que hace que, cuando la presidenta dice que "el de los derechos humanos no es un problema de derecha e izquierda", el canal "noticioso" del grupo Clarín ponga en pantalla un sobreimpreso invirtiendo absolutamente el concepto: "El de los derechos humanos es un problema de derecha e izquierda", como lo hizo el 24 de marzo.

Esta clase de acciones y maniobras de los medios las pone en evidencia "6, 7, 8", que además, para burlarse del mensaje descalificador de los medios privados, puso al aire una canción de uno de sus conductores cuyo estribillo dice: "yo soy la mierda oficialista". La frase comenzó a ser usada en manifestaciones de apoyo al gobierno, en carteles y camisetas, evocando aquella reivindicación orgullosa de los ecuatorianos, los "forajidos", después de que así llamó el presidente Lucio Gutiérrez, en abril de 2005, a manifestantes que repudiaban sus políticas.

Esta acción de resistencia en principio mínima comenzó a tener trascendencia. Los conductores del programa dan cuenta asiduamente de mensajes de televidentes que denuncian que en varios puntos del país la señal del canal público sufre interferencias cuando este espacio está al aire. Y dijeron que ocurrió especialmente en una situación, en la ciudad andina de San Carlos de Bariloche, suroeste del país, cuando comenzaron a tratar uno de los casos más oprobiosos de injusticia que se registra en Argentina: la entrega por la dictadura militar, en 1976, de dos niños a la empresaria dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, quien se niega a que esas dos personas cotejen su ADN con los de familiares de desaparecidos.

Avanzando abril, dada la suspensión de la ley de medios audiovisuales, están siendo convocadas movilizaciones y actos de protesta contra los jueces que impiden aplicar la norma. Una de esas marchas partirá del Congreso, que aprobó la ley, y llegará a la sede de los tribunales, en Buenos Aires. Son muestras de que los "forajidos" argentinos se cansaron de permanecer arrinconados y enmudecidos, y parece que quieren tener visibilidad cuando dicen: "yo soy la mierda oficialista".

domingo, 11 de abril de 2010

Operación cónclave

Por Horacio Verbitsky

Mientras en Alemania se vela “el papado fallido de Benedicto XVI”, Bergoglio intenta lavar su imagen en espera de un eventual nuevo cónclave. Las partes más significativas de su libro y los documentos que contradicen esa versión angelical. El rechazo de Emilio Mignone a los pastores que entregaron a sus ovejas y la mutilación de documentos para ocultar el apoyo episcopal a la dictadura.
Cuando la publicación más importante de Alemania, Der Spiegel, se refiere al “papado fallido” de su compatriota Joseph Ratzinger (el mismo término que la Inteligencia estadounidense aplica a los estados con vacío de poder en los que justifica su intervención), el primado de la Argentina y arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, emprende una operación de lavado de imagen con la publicación de un libro autobiográfico. El ostensible propósito de “El Jesuita”, como se titula, es defender su desempeño como provincial de la Compañía de Jesús entre 1973 y 1979, manchado por las denuncias de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics de que los entregó a los militares. Ambos estuvieron secuestrados cinco meses a partir de mayo de 1976. En cambio nunca reaparecieron las cuatro catequistas y dos de sus esposos secuestrados dentro del mismo operativo. Entre ellos estaban Mónica Candelaria Mignone, hija del fundador del CELS, Emilio Mignone, y María Marta Vázquez Ocampo, de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Martha Ocampo de Vázquez. Ratzinger tiene 83 años y según Der Spiegel demasiadas voces piden su renuncia. El sacerdote Paolo Farinella escribió en la prestigiosa revista italiana de filosofía MicroMega, cuyo director Paolo Flores D’Arcais ha participado en debates públicos sobre filosofía con el papa, que Benedicto XVI debería pedir perdón a los creyentes afectados por la estrictez del celibato, por las condiciones en los seminarios y por los miles de casos de abusos de niños y decirles: “Me retiraré a un monasterio y pasaré el resto de mis días haciendo penitencia por mi fracaso como sacerdote y como papa”. Nadie se sorprendería si después de beber una tisana nocturna fallara el corazón de un hombre entristecido y angustiado por las injustas críticas que alcanzan su desempeño como obispo de Baviera y no perdonan ni a su amado hermano Georg. La revista alemana menciona el antecedente de Celestino V, un papa del siglo XIII que renunció porque no se sintió capaz de cumplir con sus funciones. Por si algo de eso ocurre, Bergoglio necesita una foja de servicios pulida. Ante una pregunta acerca del papa ideal, el presidente de la Asociación Alemana de Juventudes Católicas, Dirk Tänzler, dijo a Der Spiegel que preferiría que haya trabajado en una parte pobre de Sudamérica o en otra región golpeada por la pobreza, ya que tendría una visión distinta del mundo. La compasión por la pobreza, compartida con la Sociedad Rural y la Asociación Empresaria AEA, es el nicho de oportunidad elegido por el Episcopado bajo la conducción de Bergoglio.

El Silencio

Es el cardenal quien vincula su descargo con la elección papal. Su libro narra que cuando la vida de Juan Pablo II se apagaba y el nombre de Bergoglio figuraba en los pronósticos de los periodistas especializados “volvía a agitarse una denuncia periodística publicada unos pocos años atrás en Buenos Aires” y que “en las vísperas del cónclave que debía elegir al sucesor del papa polaco, una copia de un artículo con la acusación, de una serie del mismo autor, fue enviada a las direcciones de correo electrónico de los cardenales electores con el propósito de perjudicar las chances que se le otorgaban al purpurado argentino”. Bergoglio dice en su libro que nunca respondió la acusación “para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar”. No explica qué cambió ahora.

Pastores y lobos

En realidad la primera versión del episodio no se debe a ningún periodista sino a Emilio Mignone. En su libro Iglesia y dictadura, editado en 1986, cuando Bergoglio no era conocido fuera del mundo eclesiástico, Mignone ejemplificó con su caso “la siniestra complicidad” con los militares, que “se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados”. Según el fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales, durante una reunión con la Junta Militar en 1976 el entonces presidente de la Conferencia Episcopal y vicario castrense, Adolfo Servando Tortolo, acordó que antes de detener a un sacerdote las Fuerzas Armadas avisarían al obispo respectivo. Agrega Mignone que “en algunas ocasiones la luz verde fue dada por los mismos obispos. El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en el barrio del Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio y lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de la detención, el arzobispo [Juan Carlos] Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo ni explicación. Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincial jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él. Sin duda, los militares habían advertido a ambos acerca de su supuesta peligrosidad”. Mignone se pregunta “qué dirá la historia de estos pastores que entregaron sus ovejas al enemigo sin defenderlas ni rescatarlas”.

La llaga abierta

Publiqué la historia en esta misma columna, el 25 de abril de 1999. Además de la opinión de Mignone, la nota incluyó la de quien fue su colaboradora en el CELS, la abogada Alicia Oliveira, quien dijo lo que ahora repite en el libro: que su amigo Bergoglio, preocupado por la inminencia del golpe, temía por la suerte de los sacerdotes del asentamiento y les pidió que salieran de allí. Cuando los secuestraron, trató de localizarlos y procurar su libertad, así como ayudó a otros perseguidos. A raíz de aquella nota, Orlando Yorio se comunicó conmigo desde el Uruguay, donde vivía. Por teléfono y correo electrónico refutó las afirmaciones de Bergoglio y Oliveira. “Bergoglio no nos avisó del peligro en ciernes” y “tampoco tengo ningún motivo para pensar que hizo algo por nuestra libertad, sino todo lo contrario”, dijo. Los dos sacerdotes “fueron liberados por las gestiones de Emilio Mignone y la intercesión del Vaticano y no por la actuación de Bergoglio, que fue quien los entregó”, agregó Angélica Sosa de Mignone, Chela, la esposa durante medio siglo del fundador del CELS. Sus testimonios se incluyeron en la nota “La llaga abierta”, que se publicó el 9 de mayo de 1999. También se transmitieron allí las posiciones de Bergoglio y del otro cura secuestrado aquel día, Francisco Jalics.

Cuestion de Estilo

En su libro, Bergoglio dice ahora que Yorio y Jalics “estaban pergeñando una congregación religiosa, y le entregaron el primer borrador de las reglas a los monseñores Pironio, Zazpe y Serra. Conservo la copia que me dieron”. Bergoglio también me entregó una copia a mí. Expresa el tipo de dudas y conflictos que fueron comunes en un alto número de sacerdotes a partir del Concilio Vaticano II, con “la crisis de las congregaciones religiosas, los signos de los tiempos modernos, la coincidencia con el sentir de la búsqueda de los jóvenes y la confirmación espiritual que sentimos en nuestro actual modo de vivir”. El problema en este caso era cómo compatibilizar “el estilo ignaciano de la vida religiosa” con “la vida moderna [que] pedía un estilo nuevo”. La minuta agrega que las Congregaciones Apostólicas están organizadas de modo que sus superiores “parecen preocuparse más por las obras que por la atención espiritual de sus súbditos”. En cambio ellos idealizan el modelo de las fundaciones monásticas y plantean que “la comunidad se una en torno de una búsqueda espiritual y de un proyecto de vida y no en torno de obras”. Esto plantea una “incompatibilidad personal” a los sacerdotes subordinados a la disciplina de su congregación.

En su carta al padre Moura, Yorio menciona esa minuta como respuesta a la presión de Bergoglio para que disolvieran la comunidad en el Bajo Flores. Agrega que a Pironio, Zazpe y Serra les dejaron “un esbozo de estructuración de vida religiosa en caso de que no pudiéramos seguir en la Compañía y fuese posible realizarla fuera”, lo cual no implica que quisieran salir de ella. En un viaje posterior a la Argentina, Pironio le dijo que no había consultado el tema en Roma porque Bergoglio “lo había ido a ver para decirle que el padre general era contrario a nosotros”. Zazpe respondió que “el provincial andaba diciendo que nos echaba de la Compañía” y Serra le comunicó que le retiraban las licencias en la Arquidiócesis, porque Bergoglio había comunicado “que yo salía de la Compañía”.

Según Bergoglio, el superior jesuita Pedro Arrupe dijo que debían elegir entre la comunidad en que vivían y la Compañía de Jesús. “Como ellos persistieron en su proyecto y se disolvió el grupo, pidieron la salida de la Compañía”. Agrega Bergoglio que la dimisión de Yorio fue aceptada el 19 de marzo de 1976. “Ante los rumores de inminencia del golpe les dije que tuvieran mucho cuidado. Recuerdo que les ofrecí, por si llegaba a ser conveniente para su seguridad, que vinieran a vivir a la casa provincial de la Compañía”, dice Bergoglio. Agrega que nunca creyó que estuvieran involucrados en actividades subversivas. “Pero por su relación con algunos curas de las villas de emergencia, quedaban demasiado expuestos a la paranoia de la caza de brujas. Como permanecieron en el barrio, Yorio y Jalics fueron secuestrados durante un rastrillaje.”

Papelitos

Bergoglio también niega haber aconsejado a los funcionarios de Culto de la Cancillería que rechazaran la solicitud de renovación de pasaporte de Jalics, que él mismo presentó. Según Bergoglio el funcionario que recibió el trámite le preguntó por “las circunstancias que precipitaron la salida de Jalics”. Dice que le respondió: “A él y a su compañero los acusaron de guerrilleros y no tenían nada que ver”. El cardenal agrega que “el autor de la denuncia en mi contra revisó el archivo de la Secretaría de Culto y lo único que mencionó fue que encontró un papelito de aquel funcionario en el que había escrito que yo le dije que fueron acusados de guerrilleros. Había consignado esa parte de la conversación pero no la otra en la que yo le señalaba que los sacerdotes no tenían nada que ver. Además el autor de la denuncia soslaya mi carta, donde yo ponía la cara por Jalics y hacía la petición”.

Nada fue así. En notas publicadas aquí y en mis libros El Silencio y Doble juego, narré la historia completa y publiqué todos los documentos, comenzando por la carta por cuya omisión Bergoglio reclama. Luego sigue la recomendación del funcionario de Culto que lo recibió, Anselmo Orcoyen: “En atención a los antecedentes del peticionante, esta Dirección Nacional es de opinión que no debe accederse”. El tercer documento es el definitorio. Ese papelito, firmado por Orcoyen, dice que Jalics tenía actividad disolvente en comunidades religiosas femeninas y conflictos de obediencia, que estuvo con Yorio en la ESMA (detenido, dice, en vez de secuestrado) “sospechoso contacto guerrilleros”. El punto más interesante es el siguiente, porque remite a intimidades de la Compañía de Jesús, vistas desde la óptica de Bergoglio, que no había ninguna necesidad de confiar al funcionario de la dictadura: “Vivían en pequeña comunidad que el Superior Jesuita disolvió en febrero de 1976 y se negaron a obedecer solicitando la salida de la Compañía el 19/3”. Agrega que Yorio fue expulsado de la Compañía y que “ningún obispo del Gran Buenos Aires lo quiso recibir”. La Nota Bene final es ilevantable: dice Orcoyen que estos datos le fueron suministrados “por el padre Jorge Mario Bergoglio, firmante de la nota con especial recomendación de que no se hiciera lugar a lo que solicita”.

sábado, 10 de abril de 2010

Cómo el imperio expropia los saberes sociales - América Latina en Movimiento

Cómo el imperio expropia los saberes sociales - América Latina en Movimiento

Desde el sábado 20 hasta el viernes 26 de marzo se realizó en Colonia (Uruguay) un Campamento Latinoamericano de Jóvenes Activistas Sociales, en cuya convocatoria se prometía “un espacio de intercambio horizontal” para trabajar por “una Latinoamérica más justa y solidaria”. Bellas palabras que encubren un proyecto imperialista.

“Fueron alrededor de 120 jóvenes que llegaron con inmensas expectativas. Bajo la técnica de open space se trabajó durante esos días en base a las inquietudes de los participantes. Al parecer no hubo resultados finales del campamento debido a que con el correr de los días fueron pocos los que se comprometieron con la dinámica planteada y por momentos hubo una especie de desorden que imposibilitó la redacción de un documento de acuerdo entre los participantes”, dijo LRR, joven militante uruguayo que prefirió mantener el anonimato.

En la convocatoria, los Jóvenes Activistas Sociales (http://jas10.org) prometían que el campamento sería “un espacio para el intercambio horizontal, aprendizaje entre pares y exploración de sinergias. Queremos mediante este encuentro participativo comenzar a construir una memoria viva de las experiencias de activismo social en la región; aprender de las dificultades, identificar buenas prácticas locales aprovechables a nivel regional, y maximizar el alcance de la creatividad y el compromiso de sus protagonistas”. Tal vez por esa promesa, interesante, contagiosa, enhebrada con el estilo propio de la militancia juvenil, “llegaron participantes desde todos los países del continente dispuestos a contar sus experiencias, escuchar las del resto del grupo, compartir espacios de análisis y reflexión sobre las distintas coyunturas regionales y conocer gente de los diversos países”, apunta LRR.

Nada sería tan sencillo, ni tan idílico. Todos los participantes tenían el pasaje aéreo pago desde su país y la estadía completa en Uruguay. Sólo para estos rubros se calcula un gasto que supera los 150 mil dólares. “Mucha plata”, dice LRR, que comenzó a investigar quién financió el proyecto “horizontal”. El resultado de la navegación por las páginas web del encuentro le permitió averiguar que el campamento de Colonia contó con el auspicio del Open Society Institutes, Idebate.ñ, Fundación ses y Ashoka Avancemos. “Como no tenía mayores referencias de dichas organizaciones estuve visitando sus páginas web. Ahí me enteré que todas están relacionadas con el Open Society Institute que es un instituto creado por George Soros, el multimillonario siempre presente en el Foro Económico Mundial que financió el sindicato Solidaridad de Lech Walesa en Polonia, la revolución de las rosas en Georgia y la campaña presidencial de Barack Obama, entre otros. Fiel exponente del liberalismo económico se lo describe como financiero, inversionista y filántropo”.

No es difícil seguir las pistas de estas organizaciones. Siguiendo sus links, llegó a páginas como Fundación Nuevos Líderes, Jóvenes Empresarios de Chile, Unión Mundial, Tactical Technology Collective entre otros. “Todas ellas son organizaciones con lugares comunes muy loables como el fortalecimiento de las democracias, la lucha contra la corrupción y la defensa de los derechos humanos, pero defendiendo por supuesto la libertad del capital”. Tienen contactos en las altas esferas de la onu, con el Foro Económico Mundial de Davos, USAID (la agencia estadounidense de cooperación), y muchos otros. “Promueven iniciativas en el sudeste asiático, en África y ahora parece que quieren desembarcar en Latinoamérica”.

Tactical Technology Collective (http://www.tacticaltech.org) merece una mención aparte. “Esta ONG financiada por Soros se dedica a capacitar activistas sociales en el uso de herramientas electrónicas. Provee manuales y guías sobre uso de herramientas de todo tipo como ser mapas online, gráfica, audio, video, blogs, telefonía libre, seguridad informática, celulares y muchos más. Sus materiales son realmente excelentes y pueden ser de gran ayuda para activistas sociales con falta de fondos, censurados y con problemas con el poder imperante”.

Luego de leer y rastrear sobre estas organizaciones surgieron muchas dudas, en particular las razones de su reciente interés en nuestro continente. Sospecha que su interés consista en capacitar gente para desestabilizar esas democracias anti-imperialistas. En efecto, las preguntas se agolpan: “¿Tiene que ver con los últimos movimientos del gobierno de Estados Unidos de permitir exportar servicios de Internet para fomentar la apertura de regímenes considerados autoritarios y represivos?”. Sabemos que el uso de facebook, twitter y otras herramientas ha sido determinante en la reciente rebelión en Irán y que Hugo Chávez está denunciando movidas similares en su país.

La extensa mano de Soros parece haber jugado un papel incluso en la reciente “revuelta” en Kirguistán, país clave en los planes de Estados para la guerra en Afganistán. Omurbek Tekebayev, que lidera la actual rebelión, mantiene desde hace años estrechas relaciones con el Departamento de Estado norteamericano y la Fundación Soros. Hace un año fue a Washington “a debatir en público sus planes para derrocar al gobierno de Bakiev con un levantamiento popular” (Rebelión, 8/4/10).

En todo caso, vale detenerse a reflexionar sobre cómo las multinacionales se dedican pacientemente a estudiar a los movimientos de abajo y a sus militantes para expropiar sus saberes y sus formas de hacer. Las fotos del campamento muestran reuniones en ronda, fogones y trabajos colectivos con papelógrafos, con fondo de whipalas y otras banderas indígenas. Cualquier desprevenido, porque buena parte de los que acudieron al campamento lo hicieron con buena voluntad, pensará que se trata de un encuentro de movimientos antiimperialistas y de base que apelan a la educación popular como forma de trabajo. Comprobar que se trata de una actividad organizada por el mayor especulador financiero del mundo, quien tuvo el poder de quebrar al Banco de Inglaterra en 1992 y contribuye a derribar gobiernos antimperialistas, muestra hasta dónde pueden llegar para mantener sus privilegios.

- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor de varios colectivos sociales. http://alainet.org/active/37263

No tan noble

Por Walter Motto

Durante la década del noventa en algún momento Menem, y ante ciertos reclamos sociales, dijo algo así como "ojo con esto porque nos puede hacer volver a la plaza y a las Madres", invocaba el fantasma de la represión, de la muerte; sugería de alguna manera no hablar más del tema, cerrarlo porque podía venir otra ola de desaparecidos. Hoy es certero decir que si este país no se prendió fuego fue gracias a la cordura de esas Madres de Plaza de Mayo, de esas Abuelas, de esos Hijos de detenidos y desaparecidos y de todas las agrupaciones de derechos humanos, que si de algo pueden jactarse, y son ejemplo, en estos 34 años que han pasado desde la última dictadura, es de haber clamado valientemente y con paciencia -habiendo soportado las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final por Justicia.

Haber perdido a un familiar y de una manera tan atroz es algo que quizá en otras latitudes podría haber sido la mecha para encender toda una serie de venganzas, de interminables matanzas que tuviesen como modelo a la ley del Talión, al ojo por ojo y al diente por diente, y muchas de ellas se hubiesen sucedido por mano propia. Nada más lejano a los organismos de Derechos Humanos, que respetaron y siguen respentando a rajatablas los pasos de la Justicia, y que jamás dudaron en seguir insistiendo que todos los argentinos nos debemos claridad y justicia; una Justicia que sus familiares no tuvieron, quizá esa sea otras de las características de la calidad ética que los distingue de los asesinos que hoy son enjuiciados.

En relación con esa política durante la instauración de la democracia y a instancias de Abuelas de Plaza de Mayo se sanciona en 1987 la ley 23511, que crea el Banco Nacional de Datos Genéticos. En este Banco se conservan muestras de sangre de los familiares de los casos documentados destinados a los jóvenes que quiera buscar su identidad. Dicho Banco tiene por objeto realizar informes y dictámenes técnicos, y realizar pericias genéticas a requerimiento judicial para determinar la identidad de un menor que se suponga hijo de desaparecidos.

Justicia para todos los crímenes de lesa humanidad que no prescriben y Justicia para que muchas de sus víctimas tengan derecho a su identidad.

En relación a la apropiación ilegal de hijos de detenidos y desaparecidos y a la serie de trabas que viene interponiendo ante la Justicia la dueña del multimedios Clarín, que fue beneficiada por la dictadura, entre otras cosas, en el caso de Papel Prensa, me refiero a la señora Ernestina Herrera de Noble, sería bueno que colabore por el bien de esos jóvenes y porque además con su reticencia está siendo sospechada de los delitos que produjo la dictadura militar, a saber: delito de sustracción de menor; de supresión y suposición de estado civil; de falsificación ideológica de documento público, y de privación ilegal de la libertad. Hay algo peor aún, está siendo sospechada de cometer el más siniestro de todos los crímenes, justamente el mismo que cometió la dictadura, a saber: negarle a alguien la condición que sirvió para que el hombre se convierta en hombre. Para que el hombre pase de la Naturaleza, en donde no rige la ley de los hombres, a la Cultura.. La ley fundamental de la Cultura, la que organiza primero la Cultura y luego el psiquismo, la ley de la exogamia, es decir: saber quién es tu padre, quién tu madre, quiénes tus hermanos. Conocer a los progenitores para luego estar en condición de no cometer el crimen del incesto, justamente ese por el que Edipo, por no saber y después de acostarse con su madre, tuvo que arrancarse los ojos. Lo que ignora entonces la señora de Noble es que con su proceder le está vedando a esos dos jóvenes esa condición. Con el entorpecimiento que pone a la Justicia está haciendo que estos jóvenes carezcan de la garantía de que sus posibles objetos sexuales no sean parientes, al menos desde un registro inconsciente. Mientras tanto todo tipo de fantasmas, temores y terrores seguramente están pasando por sus cabezas. La libertad también implica eso, señora de Noble, darle al prójimo, y en este caso a un prójimo tan prójimo, tener el derecho más primario entre los derechos. En psicoanálisis hay una frase, que es casi un axioma, que dice que lo reprimido retorna como síntoma, y lo hace con más fuerza, a veces muy violentamente., Ojalá haya tiempo para que no estalle de manera demoledora en esos jóvenes que usted dice querer. Si no tuvo la valentía de denunciar a una dictadura de la que fue cómplice, al menos tenga la noble actitud de hacer algo por esos jóvenes, seguramente no reparará el daño causado, pero algo es algo.

viernes, 9 de abril de 2010

España: Las víctimas de Franco apelan a la justicia argentina

Madrid.-
Las víctimas de los crímenes del franquismo acudirán el próximo miércoles a los juzgados federales de Argentina (equivalentes a la Audiencia Nacional) a presentar una querella por el genocidio que el general Francisco Franco cometió en España entre 1936 y 1977. La denuncia apela a que la constitución argentina reconoce los principios de la jurisdicción universal para juzgar a los culpables de los delitos lesa humanidad.
"Si no nos dejan aquí, tendrá que ser un juez de fuera el que lo haga", advirtieron las asociaciones de víctimas cuando el caso abierto por Baltasar Garzón fue taponado en la Audiencia Nacional. Esa amenaza se hará realidad el próximo 14 de abril. Las asociaciones presentarán pruebas de las desapariciones forzosas que los generales golpistas llevaron a cabo desde el 18 de julio de 1936.
"El objetivo es evitar que esos crímenes queden impunes", explica Carlos Slepoy, abogado argentino que representará a los colectivos de familiares de los 113.000 desaparecidos registrados en España. Los denunciantes partirán del caso concreto de Severino Rivas, alcalde socialista fusiliado en 1936 en Lugo, para defender que el franquismo ejecutó un plan sistemático que puede ser definido como genocidio "político, social y cultural".

Ministros de Franco vivos
Slepoy confía en que el juez solicite por vía diplomática al Gobierno de España las pruebas de los crímenes. "Pediremos un listado con los ministros, altos cargos de las fuerzas armadas y de la Guardia Civil que participaron en aquellos sucesos, que aún están vivos y que deben prestar declaración", asegura. El letrado prevé que la petición se extienda a otros países donde hay documentación que serviría para demostrar todos los delitos.
Si el proceso avanza hasta ese extremo, la justicia argentina podría llegar a citar, por ejemplo, a Manuel Fraga por su condición de ex ministro de una dictadura fascista. En ese caso se abrirán dos posibilidades: que el ex ministro de Información acuda a Buenos Aires a explicar su participación o que se niegue.
En caso de que Fraga desobedezca la petición del juez, el Gobierno argentino dictará una orden internacional de detención. Ese caso es el que llevó al banquillo al dictador Augusto Pinochet, gracias a la iniciativa en España del juez Baltasar Garzón. El dictador acabó enfrentándose a la justicia chilena por las desapariciones forzosas que muchos historiadores creen inspiradas en las que practicaron los franquistas tras el golpe de Estado.
Los demandantes pedirán al Gobierno español una relación de las fosas que el franquismo utilizó para hacer desaparecer a sus víctimas, un listado del número de desaparecidos y sus identificaciones, pruebas de las torturas infringidas por la policía franquista e incluso abordarán la investigación de los niños dados en adopción ilegalmente por el régimen desde las cárceles de mujeres o desde clínicas durante la dictadura.
El 14 de abril, aniversario de la llegada de la II República, acudirá a presentar la querella Darío Rivas, hijo del alcalde fusilado en Lugo que presentará las pruebas que determinan su caso familiar como el prototipo de una desaparición forzosa. Darío ya vivía en Argentina cuando su padre murió en 1936 fusilado a manos de pistoleros de Falange Española. Desde entonces, siempre ha luchado porque se conozcan las circunstancias de la muerte de su padre y en 2005 consiguió exhumar sus restos.
Las asociaciones de víctimas presentarán este caso concreto porque representa fielmente las características de los desaparecidos en España. Reprentante político, detenido ilegalmente, dejado a la custodia de Falange y que acaba bajo tierra fusilado sin juicio previo junto a la tapia de una iglesia.
Slepoy confía en esquivar las trabas judiciales que Garzón encontró en España. "Demostraremos que la jurisdicción universal no es un arma colonialista de países poderosos. En nuestro caso, un Estado como Argentina, ex colonia española, juzgará los crímenes de España como ese país ya hizo con las dictaduras del cono sur", razona.
Los denunciantes han convocado una concentración el miércoles en Buenos Aires para protestar también por el proceso abierto a Garzón.

Última actualización el Viernes, 09 de Abril de 2010 02:48

miércoles, 7 de abril de 2010

Efectos simbólicos y desafíos de la ley de medios

Por Arturo Trinelli - http://alainet.org/active/37152
La Ley de Ser­vi­cios de Co­mu­ni­ca­ción Au­dio­vi­sual aún no en­tró en vi­gen­cia por­que la Jus­ti­cia la ha sus­pen­di­do pro­vi­so­ria­men­te a par­tir de dos nue­vas me­di­das cau­te­la­res en las pro­vin­cias de Sal­ta y Men­do­za. De es­ta ma­ne­ra, a pe­sar de ha­ber si­do san­cio­na­da por ma­yo­ría en el Con­gre­so Na­cio­nal, y ser re­sul­ta­do de un am­plio con­sen­so y au­dien­cias pú­bli­cas con gran par­ti­ci­pa­ción de sec­to­res di­rec­ta o in­di­rec­ta­men­te vin­cu­la­dos a la co­mu­ni­ca­ción, sus nue­vas e in­no­va­do­ras dis­po­si­cio­nes aún no lo­gran reem­pla­zar a las vi­gen­tes, in­clui­das en la vie­ja Ley de Ra­dio­di­fu­sión de la dic­ta­du­ra.

Sin em­bar­go, la dis­cu­sión que an­te­ce­dió a la san­ción de la ley ha si­do im­por­tan­te por los efec­tos sim­bó­li­cos que ha pro­du­ci­do, in­de­pen­dien­tes a su im­ple­men­ta­ción: ins­ta­lar la pro­ble­má­ti­ca so­bre el rol de los me­dios y sus in­fluen­cias en la de­no­mi­na­da “opi­nión pú­bli­ca”, de­ba­tes que has­ta aho­ra pa­re­cían só­lo cir­cuns­crip­tos a ám­bi­tos aca­dé­mi­cos, pe­ro que la nue­va ley ins­ta­ló co­mo te­ma de preo­cu­pa­ción ge­ne­ral.

No obs­tan­te, erró­nea­men­te la dis­cu­sión so­bre el pa­pel de los me­dios de co­mu­ni­ca­ción en la Ar­gen­ti­na sue­le re­du­cir­se a una dis­pu­ta ex­clu­si­va en­tre el Go­bier­no y el Gru­po Cla­rín, cu­yos in­te­re­ses que­dan no­ta­ble­men­te afec­ta­dos a par­tir de la nue­va nor­ma. En ver­dad, el pre­sen­te es un de­ba­te que ex­ce­de por com­ple­to es­ta dis­pu­ta y que du­ran­te años pa­re­ció es­tar si­len­cia­do en el país, don­de da­ba la sen­sa­ción de que la in­for­ma­ción pro­vis­ta por los me­dios ma­si­vos era in­cues­tio­na­ble y des­pro­vis­ta de cual­quier in­ten­cio­na­li­dad aje­na al me­ro pro­pó­si­to de di­fun­dir no­ti­cias.

El pri­me­ro de los efec­tos sim­bó­li­cos que re­co­rren la dis­cu­sión so­bre los me­dios gra­cias a la nue­va ley es la de en­ten­der a la in­for­ma­ción co­mo mer­can­cía. Así co­men­zó a ser evi­den­te pa­ra la ma­yo­ría que la fun­ción esen­cial de los me­dios ma­si­vos de co­mu­ni­ca­ción se de­fi­ne por la ma­ni­pu­la­ción in­for­ma­ti­va orien­ta­da ha­cia el con­trol de la “opi­nión pú­bli­ca”, pe­ro sus ob­je­ti­vos no son so­cia­les ni de­sin­te­re­sa­dos co­mo des­cri­be la mi­to­lo­gía de la “ob­je­ti­vi­dad pe­rio­dís­ti­ca”.

En rea­li­dad, las fa­mo­sas ban­de­ras “éti­cas” del pe­rio­dis­mo –im­par­cia­li­dad, ob­je­ti­vi­dad, li­ber­tad de ex­pre­sión– se pre­sen­tan mu­chas ve­ces co­mo mi­tos en­cu­bri­do­res del mul­ti­mi­llo­na­rio ne­go­cio me­diá­ti­co que la pren­sa mo­vi­li­za a dia­rio. De es­ta ma­ne­ra, el pro­ce­so de dis­tri­bu­ción de la in­for­ma­ción no es­tá mo­ti­va­do por la ne­ce­si­dad de “in­for­mar” si­no por la ne­ce­si­dad ca­pi­ta­lis­ta de ven­der no­ti­cias. Den­tro de es­ta ló­gi­ca, las mis­mas se pre­sen­tan co­mo un pro­duc­to, co­mo una mer­can­cía a ser ven­di­da en el mer­ca­do me­diá­ti­co. Pa­ra ello, los me­dios, al igual que cual­quier em­pre­sa ca­pi­ta­lis­ta, ge­ne­ran ne­ce­si­da­des ma­si­vas de con­su­mo en la so­cie­dad, y tra­zan es­tra­te­gias in­for­ma­ti­vas des­ti­na­das a fa­vo­re­cer su cre­ci­mien­to em­pre­sa­rial y po­si­cio­nar­se pa­ra com­pe­tir con éxi­to en ese mer­ca­do me­diá­ti­co.
Por su­pues­to que las cor­po­ra­cio­nes afec­ta­das por la ley tie­nen el ob­je­ti­vo de evi­tar las cláu­su­las que afec­tan sus ne­go­cios y to­man re­pre­sa­lias con­tra quie­nes las pro­mue­ven, con una par­te im­por­tan­te de la opo­si­ción po­lí­ti­ca ha­cien­do cau­sa co­mún con esos in­te­re­ses. Su­ma­da a la cam­pa­ña an­ti K de Cla­rín, el gru­po en el que son so­cios De Nar­váez, Vi­la y Man­za­no, des­pi­dió re­cien­te­men­te a tra­ba­ja­do­res de las ra­dios LT8 y LT3 de Ro­sa­rio, lo cual pro­vo­có un pa­ro de am­bas emi­so­ras y un ac­to fren­te al dia­rio La Ca­pi­tal. El se­cre­ta­rio ge­ne­ral del sin­di­ca­to de pren­sa ro­sa­ri­no, Ed­gar­do Car­mo­na, ex­pli­có que la du­ra reac­ción del Gru­po era con­se­cuen­cia del apo­yo del gre­mio a la ley de me­dios.

Pe­ro al mis­mo tiem­po, esas re­pre­sa­lias de las cor­po­ra­cio­nes, de­mos­tran­do que sus in­te­re­ses no son los de las au­dien­cias, tam­bién han pro­mo­vi­do la pro­li­fe­ra­ción de nue­vos me­dios de opi­nión co­mo re­des so­cia­les, blogs, fo­ros, don­de se bus­can for­mas de ex­pre­sión al­ter­na­ti­vas. Así, un nue­vo efec­to sim­bó­li­co que ha pro­mo­vi­do la ley es no so­la­men­te asu­mir de ma­ne­ra crí­ti­ca la in­for­ma­ción, si­no alen­tar la par­ti­ci­pa­ción a tra­vés de nue­vos es­pa­cios que pro­mue­van co­rrien­tes de opi­nión dis­tin­tas.

Otro ele­men­to sim­bó­li­co ins­ta­la­do a par­tir de la nue­va le­gis­la­ción, y li­ga­do al an­te­rior, tie­ne que ver con re­co­no­cer que el go­bier­no de un país no es ex­clu­si­va res­pon­sa­bi­li­dad de la di­ri­gen­cia po­lí­ti­ca. Se ha com­pren­di­do que las de­ci­sio­nes so­bre el rum­bo po­lí­ti­co y eco­nó­mi­co de­ben ser con­sen­sua­das con otros gru­pos de po­der que, a di­fe­ren­cia de los po­lí­ti­cos, no es­tán so­me­ti­dos a nin­gún jui­cio po­pu­lar y sub­sis­ten a los go­bier­nos de tur­no. Esos gru­pos eco­nó­mi­cos mu­chas ve­ces se ex­pre­san a tra­vés de los me­dios que son de su pro­pie­dad, y pug­nan por ha­cer va­ler sus in­te­re­ses.

Por lo tan­to, un ele­men­to que en­ri­que­ce el de­ba­te po­lí­ti­co es es­ta eva­lua­ción res­pec­to de los ob­je­ti­vos po­lí­ti­cos y eco­nó­mi­cos de los me­dios, que no ne­ce­sa­ria­men­te son los de la ma­yo­ría. Pe­se a su res­pon­sa­bi­li­dad, por ac­ción u omi­sión, en eta­pas no de­mo­crá­ti­cas y cri­sis eco­nó­mi­cas, nun­ca fue­ron in­clui­dos en nin­gún “que se va­yan to­dos” ni tam­po­co son so­me­ti­dos a elec­cio­nes. Sin em­bar­go, co­mo bien se­ña­lan Mar­ce­lo Gar­cía y Luis Ló­pez (Bue­nos Ai­res Eco­nó­mi­co, 17 de mar­zo), los gran­des me­dios de co­mu­ni­ca­ción uti­li­zan sus pro­duc­tos pe­rio­dís­ti­cos co­mo ga­ran­tes de sus em­pren­di­mien­tos ex­tra­pe­rio­dís­ti­cos, aso­cia­dos mu­chas ve­ces a la im­po­si­ción de sus pro­pios in­te­re­ses ba­jo el le­ma del “pe­rio­dis­mo in­de­pen­dien­te”.
Es­tá cla­ro que la li­ber­tad de pren­sa es un lo­gro de la de­mo­cra­cia que ya tie­ne años de tra­yec­to­ria. Quie­nes ha­cen pe­rio­dis­mo hoy en la Ar­gen­ti­na cuen­tan con el res­pal­do de po­der pu­bli­car sin res­tric­cio­nes, más allá de que des­de al­gu­nos sec­to­res se alien­te el fan­tas­ma del pe­li­gro a la li­ber­tad de ex­pre­sión. La ma­ne­ra irres­pon­sa­ble con la que en rei­te­ra­das opor­tu­ni­da­des se pro­mue­ven in­for­ma­cio­nes dis­tor­sio­na­das bus­can crear ima­gi­na­rios so­cia­les que con­flu­yan a la de­ses­ta­bi­li­za­ción y al de­sá­ni­mo: el ca­so más em­ble­má­ti­co, qui­zá, sea el de la sen­sa­ción de in­se­gu­ri­dad, mu­chas ve­ces más dra­má­ti­ca que la in­se­gu­ri­dad mis­ma. El “va­le to­do” que esa his­te­ria co­lec­ti­va ge­ne­ra con­du­ce a ab­sur­dos co­mo la cri­mi­na­li­za­ción de la po­bre­za, en­tre otras con­se­cuen­cias de­ri­va­das del ma­ne­jo im­pru­den­te de la in­for­ma­ción.

Nue­vos de­sa­fíos. An­te es­tos efec­tos sim­bó­li­cos de la nue­va ley, in­de­pen­dien­tes de su pues­ta en prác­ti­ca, ¿cuá­les son los nue­vos de­sa­fíos que se pre­sen­tan? En pri­mer lu­gar, pre­gun­tar­se qué gra­do de in­ci­den­cia tie­nen los agen­tes de so­cia­li­za­ción de un país. ¿Son los me­dios mo­no­pó­li­cos más im­por­tan­tes que el Es­ta­do en es­ta fun­ción? Los me­dios de co­mu­ni­ca­ción pro­mue­ven ten­den­cias, cos­tum­bres, gus­tos. Sin du­das que en los ’90 lo que se pre­ten­dió fue ini­ciar una cre­cien­te sus­ti­tu­ción del Es­ta­do en la fun­ción de la re­pro­duc­ción ideo­ló­gi­ca.

Así, el ca­pi­tal ya no só­lo fue asu­mien­do la re­pro­duc­ción del pro­pio ca­pi­tal si­no tam­bién la re­pro­duc­ción ideo­ló­gi­ca y so­cial. Es­ta trans­for­ma­ción es cla­ve pues es la que pro­mue­ve la pe­ne­tra­ción de gran­des ca­pi­ta­les en los mer­ca­dos de co­mu­ni­ca­ción y cul­tu­ra. En es­ta crea­ción de sub­je­ti­vi­da­des y de mo­dos de in­ter­pe­lar al mun­do, los me­dios de co­mu­ni­ca­ción for­man par­te fun­da­men­tal en la cons­truc­ción de los ima­gi­na­rios cul­tu­ra­les de las per­so­nas, con lo cual su in­je­ren­cia en la vi­da so­cial no es in­ge­nua. Son má­qui­nas de pro­duc­ción de sen­ti­do, de ge­ne­rar con­di­cio­nes de re­pre­sen­ta­ción de la rea­li­dad.

Otro de­sa­fío de la ley de me­dios de­be­ría ser cons­truir fi­gu­ras me­diá­ti­cas que pue­dan com­pe­tir por au­dien­cias ma­si­vas y al mis­mo tiem­po ge­ne­rar nue­vos pa­ra­dig­mas so­cia­les. En la dé­ca­da pa­sa­da el Es­ta­do es­ti­mu­ló un sis­te­ma co­mu­ni­ca­cio­nal al­ta­men­te con­cen­tra­do, en el que los prin­ci­pa­les gru­pos de me­dios ha­bían con­se­gui­do al­can­zar su­ce­si­vas mo­di­fi­ca­cio­nes re­gu­la­to­rias acor­des a sus in­te­re­ses. La pren­sa era quien te­nía el mo­no­po­lio de for­mu­lar las pre­gun­tas y en­con­trar las res­pues­tas. Es po­si­ble que con la nue­va ley se de­mo­cra­ti­cen las es­truc­tu­ras de co­mu­ni­ca­ción que ex­pre­sen una ge­nui­na preo­cu­pa­ción por de­fen­der una co­mu­ni­ca­ción am­plia y par­ti­ci­pa­ti­va, que no que­de li­mi­ta­da so­la­men­te a quie­nes ten­gan re­cur­sos eco­nó­mi­cos y la dis­pu­ta por la cul­tu­ra y el len­gua­je sea re­pre­sen­ta­ti­va de to­dos los sec­to­res de la so­cie­dad.

Si que­re­mos pro­fun­di­zar nues­tra de­mo­cra­cia no de­be­ría­mos te­ner mie­do a la di­ver­si­dad de opi­nio­nes. La “rea­li­dad” es una cons­truc­ción co­lec­ti­va que ha­ce­mos en­tre to­dos. Y to­dos, des­de nues­tro ma­yor o me­nor lu­gar de in­ci­den­cia, po­de­mos in­ter­pre­tar y di­fun­dir otras lec­tu­ras, que son fun­da­men­ta­les si que­re­mos cons­truir una Ar­gen­ti­na con con­cien­cia crí­ti­ca y pro­yec­ción a fu­tu­ro.

Es de es­pe­rar en­ton­ces que la Jus­ti­cia per­mi­ta la pues­ta en fun­cio­na­mien­to de la ley, cu­yos efec­tos sim­bó­li­cos, afor­tu­na­da­men­te, no es­tán so­me­ti­dos a me­di­das cau­te­la­res.

- Arturo Trinelli es Licenciado en Cien­cia Po­lí­ti­ca (UBA)
Fuente: Buenos Aires Económico - Reproducido con la autorización del autor.

martes, 6 de abril de 2010

Sudamérica, un modelo de cambio

Diego Ghersi (UNLP) - APM | Agencia Periodística del Mercosur | www.prensamercosur.com.ar
A diferencia de los otros bloques con los que se define el escenario del planeta, el propugnado desde UNASUR es democrático, pacífico y no se propone ocupaciones hegemónicas.
Las naciones del planeta están empeñadas en asociarse para formar bloques continentales y esta tendencia sin retroceso es la que marca el ritmo de los tiempos que corren.
El mundo se reorganiza en: Nuevos Espacios Continentales Económicos. Una realidad que camina a marcha forzada tratando de superar la crisis Financiera devenida en Económica
La Unión Europea (UE) se extiende hacia el Este mientras trata de compensar económicamente su crecimiento aplicando –tozudamente- recetas neo liberales para superar las secuelas de la crisis económica internacional. Grecia; España; Irlanda e Italia pueden atestiguarlo.
Rusia; China e India, construyen otra comunidad en la zona eurasiana que –desde tiempo inmemorial- ha sido considerada la “llave del mundo”.
En América del Norte, acaban de cumplirse 16 años de la alianza comercial denominada NAFTA que vincula a Estados Unidos; Canadá y México.
América del Sur no es ajena a estos reacomodamientos. Durante la presidencia de Luis Inazio Lula Da Silva, Brasil ha logrado pasar de ser una potencia regional para convertirse en un actor mundial, con la característica particular de que sus aspiraciones lentamente van concretándose.
En efecto, además de que se prevé que Brasil será la octava economía del mundo en los próximos 10 años, la diplomacia de ese país jugó un rol de primera magnitud en la UNASUR; actuó sin vacilaciones en el problema entre Colombia y Ecuador, ha impuesto su autoridad durante la cuestión Boliviana de la Media Luna; aspira a una banca junto a los poderosos de la ONU y exige el lugar de mediador en el eterno conflicto del Medio Oriente.
Pero todos estos hechos no hacen sino reafirmar algo extraordinario: Brasil razona la estrategia desde una matriz de pensamiento de neto corte sudamericano y dicha estrategia es llevada a la práctica por una diplomacia que se proyecta desde el interior de sus fronteras hacia el exterior.
Brasil piensa como potencia, exige un lugar permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, que es el sitio desde donde siempre se legitima la burla del sistema internacional; Brasil exige un cambio de mediación en la eterna crisis de Medio Oriente y se ofrece como candidato. Brasil se niega a condenar a Irán y reivindica para todos los pueblos el derecho de acceder a una mejor tecnología.
El prestigio mundial que tales actitudes le otorgan hace de Brasil la gran locomotora que impulsa una unión continental en la que el Mercosur juega un rol clave y donde Argentina tiene el status de socio mayor.
Brasil da la impresión de haber comprendido que hoy todo se reduce a política exterior y que, por tanto, la política interna sólo es una herramienta para consolidar poder nacional, al sólo efecto de ingresar a un nuevo orden mundial consistente en la conformación y mantenimiento de nuevos espacios geopolíticos continentales.
Visto desde afuera, la constitución de un bloque sudamericano es una amenaza para todos aquellos que ven en la región una reserva de recursos vitales para la continuidad del sistema económico capitalista.
En particular, para el bloque liderado por Estados Unidos, es mucho más sencillo asegurarse los recursos de Sudamérica que seguir desangrándose en Irak, Afganistán u Osetia del Sur, lugares dónde la presencia de Rusia China o la India imponen respeto y dificultan el saqueo. Latinoamérica no es, comparada con otras regiones, un campo virgen para los intereses extranjeros.
Y no es que Eurasia deje de ser para Estados Unidos un objetivo sino simplemente que se trata de un objetivo a ultranza.
Dada la tortuosa marcha que imponen las guerras asiáticas, las cuestiones más urgentes deben solucionarse merced al aseguramiento de los recursos sudamericanos. De otra forma, la maquinaria depredadora podría quedarse sin combustible.
Por eso, así como las potencias eurasianas marcan su territorio con celo, Estados Unidos hace lo propio en la región sudamericana. La presencia de su IV Flota en operaciones custodia un sector del planeta que, desde Washington, se considera propio.
Con ese fin hay que pensar también el despliegue de bases terrestres en Colombia y el Caribe y las operaciones neo golpistas inauguradas exitosamente con el caso hondureño pero ya intentado en 2002 contra Hugo Chávez, en 2008 contra Evo Morales, en 2009 contra Manuel Zelaya y en 2010 contra Fernando Lugo.
Esos intentos son, al final del camino, esfuerzos por poner piedras en la marcha de una unión continental que impide el acceso a los recursos.
Quizás la importancia de Brasil pueda explicitarse mejor si se observan las acciones que las otras agrupaciones regionales efectúan sobre el África, una región dónde no existe nación que ocupe el rol de Brasil en Sudamérica.
China hace notar su presencia en el Golfo de Adén desde 2008, donde bajo la eufemística bandera de “desempeñar un papel mayor en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales" sólo encubre la intención de proteger a las empresas de Pekín, asentadas en la estratégica zona y empeñadas en tareas de franca depredación.
Es verdad que los chinos no son metodológicamente comparables con los occidentales en materia de conquista colonial. Es cierto que invierten en infraestructura y que eso –de alguna manera- repercute en los pueblos donde se asientan, pero ello no disimula el hecho concreto de que “no deberían estar ahí” y tampoco asegura el bienestar autóctono.
Para proteger sus intereses Pekín ha desarrollado una Armada que en el próximo lustro será la más poderosa del planeta, a efectos de consolidar sus espacios de ultramar.
Según los expertos, la presencia militar china en el Cuerno de África es la primera misión de ultramar que realizan las fuerzas navales del Ejército Popular de Liberación en sus 81 años de vida e incluso de toda la Marina china desde el siglo XV y la dinastía Ming, Impresionante.
Angola es el primer proveedor de petróleo de China y toda África cubre más del 31 por ciento de las necesidades petrolíferas de Pekín. Hay más de 800 empresas chinas operando en 49 países Africanos.
Pero la cuestión que involucra al Cuerno de África no termina con la llegada de una Fuerza de Tareas China. Estados Unidos no está dispuesto a ceder terreno en beneficio del gigante asiático.
El día 5 de marzo de 2010 el New York Times decía “durante los últimos meses los consejeros estadounidenses han ayudado a supervisar el entrenamiento de las fuerzas somalíes que serán utilizadas en la ofensiva… Los estadounidenses han suministrado un entrenamiento clandestino para agentes de inteligencia somalíes, apoyo logístico para mantenedores de la paz, combustible para maniobras, información de reconocimiento sobre las posiciones insurgentes y dinero para balas y fusiles”.
Y el día 10 de marzo podía leerse en el Pittsburgh Post-Gazette “Bien provisto de dinero y a pesar de las costosas guerras en Irak y Afganistán, el Departamento de Defensa obviamente se considera en condiciones de emprender una acción militar en África, en Somalia”.
Geoestratégicamente, no sólo es Somalía y sus recursos, también se trata de ocupar posiciones relativas favorables que apuntan a Irán.
Y no son solamente los chinos y los norteamericanos. También la UE confluye en el área: “Somalia es muy importante para nosotros. La UE participa en el entrenamiento de somalíes en Uganda y eso es algo en cuyo apoyo podríamos trabajar estrechamente”, sostuvo Tony Holmes, adjunto del comandante para actividades civiles-militares de AFRICOM, el centro unificado de comando del Pentágono en África creado a fines de 2007.
África no cuenta con ningún país que asuma el rol que en Sudamérica tiene Brasil.
El poder económico y el militar están hoy más entrelazados que nunca y dado el potencial destructivo de los parques, la amenaza de destrucción se transforma en una pesadilla cercana, en un marco de reparto colonial de similares características al observado durante las guerras mundiales, pero ahora en una escala verdaderamente planetaria.
En Sudamérica la protección está encarnada por Brasil, el enemigo a vencer para las potencias hegemónicas. Sin Brasil los países vecinos se desmantelarían como un castillo de naipes. Sin Brasil no habría nacido el Consejo de Defensa Sudamericano, al que, es cierto, aún le falta mucho, pero que sin dudas marca la dirección correcta en cuestiones de defensa continental.
La sociedad con Argentina defendida a ultranza por la diplomacia brasileña es un intento por constituir desde el Mercosur un poderoso núcleo que incorpore paulatinamente a los países de la región y del Caribe.
Brasil comprende muy bien que esa es la opción más lógica, si se pretende contrapesar a las otras asociaciones extra continentales que día a día se hacen más poderosas y se militarizan peligrosamente.
Pero eso no es lo último que puede rescatarse de la matriz sudamericana que motoriza la alianza continental. Hay algo más meritorio, al menos a mediano plazo, y consiste en quela unión sudamericana propugnada por Brasil –a diferencia de todas las demás- no es de carácter agresivo, ni para otros pueblos de La Tierra, ni para el medio ambiente.
Con las limitaciones del caso, América Latina toda lleva ya más de medio milenio de “Pacha Mama” y de explotación endógena. En ese sentido, lo más revolucionario del intento continental que Brasil encabeza en la actualidad –y que lo diferencia del resto- es que la idea matriz tácita de que una “Sudamérica unida para los sudamericanos” dista de contener la carga eufemística de la que enunciara el ex presidente estadounidense James Monroe en 1823.
En efecto, se trata primero de otorgar dignidad a los habitantes de este hemisferio y de lograr su comunión con la tierra que les pertenece y pisan. Y eso señores, además de marcar la diferencia, bien vale el esfuerzo.
- Diego Ghersi, desde la redacción de APM - Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata

Papel Prensa

miércoles, 31 de marzo de 2010

La fórmula...

Estas estimaciones a las que accedió Cash corresponden al documento de trabajo “Asignación Universal por Hijo: resultados preliminares”, elaborado por los especialistas del CEIL-Piette del Conicet Demian Panigo, Emmanuel Agis y Carlos Cañete, que será publicado en las próximas semanas.

La extensión de las asignaciones familiares a los hijos de los trabajadores no registrados y desocupados logró reducir un 32 por ciento la desigualdad de ingresos entre los sectores más ricos y los más pobres. Las mejoras socioeconómicas registradas entre 2003-2009 alcanzaron con menor intensidad a los sectores más desprotegidos. La vulnerabilidad de esos grupos para caer en la indigencia y la pobreza comenzó a bajar considerablemente con la implementación de ese programa de seguridad social. Los 180 pesos por mes por hijo que cobran los beneficiarios se traducen en una caída del 69 por ciento en la indigencia por ingresos. El efecto sobre la pobreza también es relevante aunque su impacto es menor. La Asignación Universal por Hijo (AUH) comenzó a funcionar en noviembre pasado. En febrero, el programa alcanzó a 3.384.546 chicos menores de 18 años, que forman parte de 1.732.530 familias.

El coeficiente de Gini –el indicador que mide desigualdad considerando a 0 como igualdad perfecta y 1 como el valor más regresivo– se redujo en el período de postconvertibilidad. En tanto, la relación entre el ingreso del 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre se mantuvo sin mejoras significativas. La Asignación es la primera medida que reduce esa brecha al ubicarlo en parámetros registrados en la primera parte de los ochenta. En promedio, la caída es del 32 por ciento pero registra picos muy fuertes en algunas regiones del país, como en el Noroeste y Noreste donde la reducción de esa diferencia ronda el 40 por ciento. En la Patagonia, donde los ingresos son más elevados que la media, el impacto es el más bajo del país: 22 por ciento.
“La AUH reduce la pobreza e indigencia en términos considerables pero una consecuencia todavía más importante es que cambia el perfil de los grupos más vulnerables del país”, apuntó Panigo a Cash. A pesar de las políticas de universalización de la cobertura del sistema provisional, las políticas activas de empleo, el aumento en los haberes jubilatorios y el salario mínimo, en los últimos seis años los grupos vulnerables profundizaron esa situación en términos relativos. Si bien la indigencia y la pobreza cayeron en forma generalizada, quienes más se beneficiaron fueron los sectores más fuertes. Así, la vulnerabilidad relativa de los más débiles creció.

En toda América latina aquellos con mayores posibilidades de caer en la indigencia y la pobreza son las familias numerosas, las madres solas con hijos a cargo, los jefes con bajo nivel educativo y los niños.

Entre noviembre y febrero la Anses desembolsó 1629,9 millones de pesos entre los beneficiarios. En ese escenario la incidencia de la pobreza cayó alrededor del 30 por ciento y la indigencia hasta un 75 por ciento. En las regiones más pobres del país, donde el ingreso medio es muy bajo, la AUH impacta con más fuerza sobre la indigencia. En las provincias más ricas (patagónicas), la mejoría sobre la incidencia de la pobreza es la más relevante.

En el exhaustivo trabajo realizado por esos expertos el impacto sobre pobreza e indigencia del programa está medido con los datos de la EPH del segundo trimestre de 2009, los últimos disponibles. De ese momento a la actualidad, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), utilizada para fijar la línea de indigencia, y la Canasta Básica Total (CBT), que establece la línea de pobreza, aumentaron el 13,3 y 14,5 por ciento, respectivamente. Los autores reconocen que la evolución en el precio de esos bienes impactará negativamente sobre las mejoras que genera la asignación. De todas formas, aclaran, para establecer un resultado preciso habrá que evaluar cuál fue la trayectoria del ingreso de los inscritos en el plan desde noviembre pasado.

Frente al cuestionamiento sobre las mediciones de precios del Indec, y para reflejar las distintas realidades provinciales, los autores analizan cuál es la magnitud del impacto en materia de pobreza e indigencia si la CBA y la CBT son en promedio un 50 por ciento más altas. Con esos parámetros la reducción de la medida sobre la incidencia de la pobreza pasa del 30 al 13 por ciento. “Pone en evidencia que la medida social más importante del país y de América latina, en toda la historia, no puede eliminar la pobreza. Para eso, el único camino es el acceso al empleo digno”, remarcó Panigo a Cash.

En cambio, el mismo incremento en la CBA la reducción de la indigencia pasa del 70 por ciento al 55 por ciento. De todas formas, los autores identifican que existen ciertos grupos, regionales y demográficos como el Norte del país y los hogares con jefes de bajo nivel educativo, que requieren otras acciones complementarias.

Discrecional vs. Automática

La movilidad de las prestaciones de la AUH está atada al sistema de asignaciones familiares. A diferencia de lo que sucede con los haberes jubilatorios, que se actualizan en forma automática desde comienzos de 2009, el incremento en las asignaciones familiares –y la AUH– es decidido por el Ejecutivo. Tanto en el Ministerio de Trabajo como en la Anses sostienen que no está en estudio ninguna automatización del mecanismo. Las prestaciones serán actualizadas, pero su monto será determinado por el Gobierno. El año pasado el aumento en las asignaciones familiares se anunció dos semanas antes que la AUH y fue el 33 por ciento.

Para evitar que suceda lo mismo que con las jubilaciones, el salario mínimo y otros programas durante los noventa, cuando se licuaron las prestaciones al congelarse el monto, los especialistas remarcan la necesidad de un mecanismo de actualización automática. En ese sentido Panigo remarcó que es necesario “establecer un mecanismo de actualización de la capacidad de compra de las asignaciones, evitando recaer en mecanismos indexatorios tradicionales –por sus potenciales efectos macroeconómicos nocivos– y recurriendo a herramientas más innovadoras como las utilizadas para ajustar los haberes jubilatorios en la nueva ley que, al mismo tiempo, intentan asegurar el poder de compra de los beneficiarios y la sustentabilidad fiscal intertemporal del nuevo derecho”.

Una de las críticas que recibe el plan de extensión del sistema de asignaciones familiares es su carácter inflacionario. “Descartamos que ese gasto genere aumento de precios por presionar sobre una oferta de alimentos inelástica. Lo que sí sucede es que la asignación genera un efecto fortísimo sobre la distribución del ingreso y esto es lo que puede exacerbar una puja distributiva que ya viene con una inercia importante”, apuntó Agis a Cash. Así, no se trata de una inflación generada por un “exceso en la demanda”, sino que las causas residen en su impacto sobre la distribución del ingreso y las “reacciones” que eso genera por parte de los capitalistas/empresarios.

En ese escenario, además de la movilidad nominal de la asignación, es necesario que el Estado garantice su poder adquisitivo. Para eso proponen que la tarjeta por medio de la cual se cobra la asignación pueda utilizarse en determinadas cadenas comerciales para comprar alimentos con una deducción plena del IVA

Lila Downs y Mercedes Sosa "Tierra de luz"

Lila Downs (1968 en Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Oaxaca, Mexico) es una cantante mexicana. Compositora y cantante especializada en música mexicana y de pueblos indígenas mexicanos

martes, 30 de marzo de 2010

Genocidio: Los mitos revelados

Diego Cazorla Artieda - http://www.lahaine.org/index.php?p=44352

A fines de la década de los '50, unos generales franceses se instalaban en una oficina en la sede de la Escuela de Guerra de Campo de Mayo

La última dictadura militar, hija de la “Escuela Francesa” y la “Doctrina de Seguridad Nacional”, vigente desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983, ha originado el debate más intenso y extenso que recuerde la historia argentina del siglo XX.

Prosigue incluso en el siglo XXI, entrecruzándose aspectos de la coyuntura política, sumando erróneamente a opositores de un lado y oficialistas del otro. Erróneamente, porque hay opositores que tienen una larga lucha en materia de derechos humanos y oficialistas que han sido más contestes con posiciones antagónicas desde siempre.

Lo cierto es que en la política como en la vida, los blancos y negros conforman una gama de grises casi infinita.

Es vital sin embargo el aporte que hizo el gobierno de Néstor Kichner al impulsar las nulidades de las leyes de impunidad, para que la Argentina mire de frente a su historia y asuma sus costos, y empiece un camino de “reparación” imposible, pero que ayuda a establecer a futuro un piso de respeto al otro, de Justicia, de Verdad.

Además de los genocidas, deberían haber estado sometidos a juicio los mentores del genocidio, los beneficiarios económicos de ese gran proceso antinacional y antipopular, tal como lo reconocieron el propio Bendini, ex -Jefe del Ejército y la famosa autocrítica de Balza.

Los juicios como la “Causa RI9” y la “Causa Ayala” a través del testimonio de los sobrevivientes, la desclasificación de archivos de la dictadura y sendas investigaciones periodísticas, han podido derrumbar mitos que se pretendieron instalar como verdades instaladas. Es por eso que siempre decimos, que más allá de la búsqueda de Justicia, estas causas judiciales son verdaderos procesos de reconstrucción de la memoria histórica.

Uno de los mitos lo desmiente los archivos del “Batallón 601” (cuyos miembros pasaron de ilustres desconocidos a ser públicos, merced a una excelente publicación de la Revista 23), y es el que pretendía reducir la cifra de víctimas de la dictadura a 5000 o 7000 según estaban dispuestos a reconocer los genocidas, o a lo sumo alrededor de 9000, tomando en cuenta datos parciales de la CONADEP.

Lo que pocos saben es que la CONADEP no considera desaparecidos a los “muertos en enfrentamiento”, por más que se hallen desaparecidos sus cuerpos, y el número entregado en su informe inicial es sensiblemente menor al real, por este criterio adoptado y por la urgencia en entregarlo a la opinión pública y a la Justicia. Lo cierto es que la CONADEP, no obstante el informe “Nunca Más”, siguió trabajando, y aún con los criterios innecesariamente rígidos, hoy la cifra registrada por ellos se eleva a 12.000.

Pero son los mismos represores los que, en base a sus propias bases de datos elevan esa cifra a 22.000, casi el doble de lo registrado actualmente en CONADEP ya en el año 1978, cuando Enrique Arancibia Clavel (funcionario de inteligencia chileno) le solicita a instancias de sus superiores, esta información a sus pares del Batallón 601 con el alias o nombre de guerra de “Luis Felipe Alemparte Díaz”.

Bien sabido es que la dictadura duró muchos años más y la cifra puede incluso superar la de 30.000, pero sería irrelevante, ya que no se puede agregar ni quitar nada de lo sufrido por el pueblo argentino si sumamos o restamos números. El horror genocida es inconmensurable.

Otro de los mitos es el que pretendía explicar tanta locura como “excesos”, cometidos en el marco de una respuesta excesiva a una agresión previa. La reducción de un proceso complejo a la lucha entre dos males: la famosa “teoría de los dos demonios”.

Hoy sabemos, gracias a un excelente trabajo periodístico de una de las testigos de la “Causa RI9”, la periodista francesa Marie Monique Robin, que mucho antes de que existieran las organizaciones “Montoneros” y “PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores)”, es decir, a fines de la década del '50, unos generales franceses se instalaban en una oficina en la sede de la Escuela de Guerra de Campo de Mayo.

Los países centrales habían determinado que la Argentina debía dejar de tener trabajadores tan combativos, la clase obrera más organizada de Latinoamérica, el menor índice de analfabetismo del continente, pleno empleo y salud gratuita; y es que le habían asignado un nuevo rol en la “división internacional del trabajo” el de agro -exportador primario.

Sabían que esto no iba a ser aceptado pacíficamente por el pueblo argentino, y venían a preparar a las FFAA a hacer frente a lo que todavía, objetivamente aún no existía.

Aleccionados por la inteligencia militar francesa, que trasladaba sus conocimientos adquiridos con sus experiencias colonialistas en Indochina y Argelia, y por “La Escuela de las Américas”, una academia formadora de torturadores creada por Estados Unidos, las FFAA (salvo honrosas excepciones) asumieron como propios los intereses de estos países centrales y la doctrina del “enemigo interno”, justificada por el conflicto “este-oeste” que en términos geopolíticos nos era ajeno.

La dictadura fue pues, la imposición a sangre y fuego de un mega plan económico tendiente a la reconversión de un país maravilloso, en pleno crecimiento industrial y científico, en una republiqueta dependiente y jaqueada por un endeudamiento imposible de afrontar.

Finalmente nuestro problema no advertido por gran parte de la clase política y una enorme porción de la ciudadanía que avaló activa o pasivamente el golpe cívico-militar, era el conflicto norte-sur, es decir, los intereses de los países centrales en detrimento del tercer mundo.

“La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder…” dice Eduardo Galeano en su memorable “Las Venas Abiertas de América Latina”.

Asumimos como propia la lucha de los países centrales contra las revoluciones de liberación nacional y las socialistas, y descuidamos nuestros propios intereses, antagónicos por cierto con esos países que nos cooptaron.

Por último, y solo para no seguir abundando en un tema que merece mayor desarrollo, me referiré a otro mito que, pese a los denodados esfuerzos de sus impulsores, no tiene el menor correlato con la realidad, y es el que plantea la necesidad de la “memoria completa”, y que hay que dejar de “mirar con un solo ojo”.

Lo que está detrás de estos clichés, es la teoría de que se debe juzgar a los militares, pero también a quienes “del otro lado” cometieron crímenes contra personas inocentes.

Parece razonable, y uno puede verse tentado de adherir, sobre todo los bien nacidos que respetan el “derecho a la vida” consagrado por la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre”. Parece razonable también que algunos nos acusen de “parciales” a los militantes de DDHH.

La pregunta ¿por qué a unos si y a otros no? parece incontestable, y seguramente lo es para muchos jóvenes que nacieron en democracia y muchos adultos que no saben con detalle que pasó con hechos como el asesinato de la hija del Capitán Viola por ejemplo, o la toma del Regimiento de Formosa.

Voy pues, seguidamente, a referirme a estos dos hechos puntuales. No lo hago en forma antojadiza, es que el primero es uno de los más usados como “argumento” para solicitar la reapertura de este tipo de causas. El segundo es de nuestra zona del país y sus protagonistas conocidos en la región.

La causa por la muerte de Viola y su hija se instruyó en Tucumán inmediatamente, y tuvo sentencia condenatoria cuyos responsables cumplieron de manera efectiva. Por lo que no solo no es un delito de lesa humanidad, y es un delito común, sino que además ya fue investigado, juzgado y sancionado. Uno puede informarse por Internet del tema, ésta fantástica herramienta que nos saca del oscurantismo si se sabe usarla y se recurre a fuentes judiciales por ejemplo.

En relación al Regimiento de Formosa, la dictadura instruyó sendas parodias de juicios en tribunales militares, donde los acusados no tenían las más mínimas garantías y sus “defensores” los tenían que elegir de un menú de subtenientes y tenientes que desconocían las nociones más elementales de las leyes vigentes y los Códigos Procesales. Algunos incluso se atrevían a decir a sus “defendidos” que eran sus enemigos y que su misión era que confiesen, no defenderlos.

Muchos fueron declarados culpables en esas parodias de juicios y cumplieron condenas en condiciones infrahumanas de detención, sometidos a torturas y en algunos casos sin que se les lea de qué se les acusaba concretamente.

Otros, ya no están con nosotros y continúan desaparecidos, fueron ejecutados y sus cuerpos continúan siendo ocultos, lo que constituye un delito que actualmente se está cometiendo. Nunca sabremos si fueron culpables o inocentes, porque la dictadura eligió vengarse en lugar del camino de la Justicia.

La mayoría ni siquiera fue “beneficiaria” de esas parodias de juicios y, como en el caso de mi tío Rómulo Artieda, ultimados sin piedad. Hay que decir también, que aquellos que se sintieron damnificados por los delitos cometidos por las organizaciones guerrilleras nunca fueron limitados por ninguna ley.

No hubo “obediencia debida” ni “punto final” que lesionara sus derechos, y nada impedía que querellen a los responsables, de hecho algunos lo hicieron y lograron condenas como los familiares del Capitán Viola, los mismos que hoy pretenden reabrirla pese a no desconocer que ya es “cosa juzgada”.

Otros se sintieron cómodos con la venganza promovida por la dictadura, a tal punto que no querellaron a nadie, y no han sufrido la condena moral de los “reconciliantes”, aquellos que promueven la reconciliación y se oponen a la búsqueda de justicia, atribuyéndole móviles “non sanctos”, pero que no alzaron la voz ante el genocidio cuya existencia no podían ignorar.

No estamos abriendo un solo ojo, apenas si nos atrevemos a entreabrir el único que teníamos cerrado, para de una vez por todas mirarnos a la cara con nuestra historia reciente, y lamer las heridas, para que la imagen que nos devuelva el espejo ahora que tenemos ambos ojos abiertos, sea la de ciudadanos libres, dignos y dispuestos a gritar NUNCA MÁS las veces que sea necesario. Honduras nos muestra que el horror genocida, cuando no es juzgado ni recordado, deja de ser “cosa del pasado”.

lunes, 29 de marzo de 2010

La deuda perpetua: una tragedia nacional

Por Fabiana Arencibia - Red Eco - Argentina - http://alainet.org/active/36992

La crisis que tiene la Argentina es por exceso impagable de deuda pública. Así lo expresó Héctor Giuliano, un estudioso del tema de la deuda argentina, quien afirmó que cada año se agregan más de 3 mil millones de dólares, sólo por los intereses que no se pueden pagar.

El debate acerca del pago de la deuda pública argentina se ha instalado en los medios y en el parlamento. Desde la creación del Fondo del Bicentenario, que luego trocó en Fondo de Desendeudamiento, la polémica ha traído al menos tres posiciones.

Las dos que ocupan el centro de la disputa entre el gobierno y los parlamentarios son: pagar la deuda utilizando reservas del Banco Central o pagarla afectando para ello partidas del presupuesto que achicarían las destinadas al gasto social.

La primera posición es cuestionada por la derecha opositora al gobierno, sector que en otras ocasiones no abrió la boca cuando se echó manos a esas reservas para pagar. Respecto a afectar el gasto social no necesariamente debería ser así, si en lugar de ello se piensa en obtener más ingresos cobrando impuestos a las mineras y a las ganancias de las operaciones de la bolsa, entre otras.

Pero nos centraremos en una tercera postura, porque entendemos, va al fondo del problema del endeudamiento perpetuo de Argentina y quizás por eso está casi fuera del debate.

Esta alternativa es la que se planta desde la necesidad de investigar si realmente lo que se está pagando, o se quiere pagar, es parte de la deuda denunciada legalmente como ilegítima.

En primer lugar hay que decir que Argentina es casi el único país en Iberoamérica que tiene juicios por el tema de la deuda.

Uno de ellos es el de la causa Olmos I que abarca la deuda contraída durante la dictadura y hasta 1983. Tiene fallo del Juez Jorge Ballesteros (2002) que reconoció las maniobras fraudulentas en su contratación. La segunda es la Causa Olmos II donde se investiga la deuda desde 1985 hasta el plan Brady de 1992. La tercera es la causa del Megacanje Cavallo-De La Rúa que se hizo antes del default de 2001. Y la última es la que abrió Alejandro Olmos Gaona (hijo) y Daniel Marcos denunciando a presidentes, ministros de Economía y titulares del Banco Central por el endeudamiento sistemático del país.

Estos procesos, donde se aportan pruebas concretas, le dan un fuerte respaldo al planteo de la necesidad de auditar la deuda para no pagar la que sea ilegítima.

Otro elemento a tener en cuenta es analizar cuánto se debe, a quién se debe y por qué la deuda se reproduce a pesar de que se paga o mejor dicho se renegocia.

¿Cuánto se debe?

Según afirma Héctor Giuliano, la deuda pública al 31de diciembre de 2009, según datos del Ministerio de Economía, ascendía a 177 mil dólares (última cifra oficial). El Presupuesto 2010 calcula un PBI de $1.250.000 millones (312.000 millones de dólares). Por lo tanto la deuda del Estado equivale a casi un 60 por ciento del Producto Bruto.

Este investigador sobre el endeudamiento argentino, autor de tres libros que analizan el megacanje, la deuda durante el kirchnerismo y el tema de la usura, afirma que esta cifra no es la deuda total del Estado. Hay cifras que no se computan pero que son parte del endeudamiento.

“Hay 16 mil millones de dólares de deuda cuasi fiscal del Banco Central quien, para comprar dólares que forman parte de las reservas (mecanismo que se usa para regular el valor de la divisa), debe obtener pesos colocando letras y bonos – las Lebac y los Nobac”. Estos títulos son deuda. “Se da la paradoja de que si se usan reservas del Banco Central para pagar deuda, esas reservas en su momento se compraron con deuda”.

Pero además, dice Giuliano, está la deuda consolidada de las provincias. “Hace mas de un año que no se dan datos pero la última información da cuenta de que sería entre 26 y 27 mil millones de dólares.

¿A quién se debe?

Casi 90 mil millones de dólares de la deuda corresponden a títulos públicos y bonos que están actualmente en manos de fondos de inversión o fondos buitres, bancos o inversores especulativos financieros (quienes compran y venden para ganar con la diferencia).

“Como sobran capitales financieros en el mundo entonces se invierten en deudas públicas de los estados que, como Argentina, toman deuda pero no tienen capacidad de repago. Los jubilados de diferentes latitudes tienen una pequeña proporción”, afirma.

La deuda con el BID se estima en 9.700 millones de dólares y con el Banco Mundial cerca de 5.300.

¿Por qué la deuda crece y siempre crece?

Para entender el problema de la deuda hay que entender la lógica de la usura del interés que es lo que la reproduce sin cesar.

Cuando Adolfo Rodríguez Saa, en su paso fugaz por el sillón presidencial, declaró la suspensión de pago en diciembre de 2001, la deuda estaba cercana a los 145 mil millones de dólares. Hoy de debe aún más. Es que la deuda no se paga sino que se renegocia. Se cambia deuda por deuda.

“Los bonos que vencen los paga emitiendo otros bonos. Y por esos bonos paga interés. Anualmente les caen por intereses más de 10 mil millones de dólares. Pero el interés que no puedo pagar se suma al capital y devengan nuevos intereses. O sea, se generan intereses sobre los intereses y esto es la base de la usura”, afirma Giuliano.

Sólo por este mecanismo de “capitalización” de intereses que no se pagan, la deuda aumenta anualmente en alrededor de 3.500 millones de dólares.

Por año vencen entre 20 y 30 mil millones de dólares de capital. Durante el 2010, según el presupuesto, esa cifra será de 31 mil millones de dólares. No se puede pagar y por lo tanto Argentina vive renovando deuda.

Aun cuando la causa Olmos demostró las irregularidades de la deuda contraída por el gobierno militar, se sigue tomando como base para seguir capitalizándola.

¿Deuda más barata?

Según Giuliano, el argumento de que es necesario abaratar el costo de los intereses, es en realidad una trampa para la opinión publica. “Las tasas en el mundo están bajísimas. Por ejemplo, la tasa de los fondos federales de Estados Unidos no llega al 1,5 por ciento. Y las de los bonos norteamericanos están en menos de 4. Si Argentina baja de 14 a un dígito – por ejemplo a un 9 por ciento – esto sería mas del doble de las que se pagan a nivel internacional”.

“Argentina vive en cesación de pagos. Argentina vive en crisis de deuda. Es un deudor que no tiene plata para pagar ni capital, ni intereses. Y la deuda que se le reclama es una deuda en gran medida ilegítima que los diferentes gobiernos en complicidad con los acreedores se encargan de no investigar y seguir pagando. Entonces cada tanto vienen y nos felicitan porque nos volvemos a endeudar en el mercado de capitales”, agrega.

Esta es la gran paradoja: Se van a usar reservas para pagar deuda y esas reservas fueron compradas con deuda. O sea se va a pagar deuda con deuda. ¿Y para qué? Para volver al mercado internacional de capitales ¿Y para qué? Para tomar más deuda. Es la deuda perpetua. Es la tragedia argentina.

sábado, 27 de marzo de 2010

No me llames extranjero - Rafael Amor en Vivo

Actuación registrada en Cosquin 2009 en la que interpreta una de sus canciones mas famosas "No me llames extranjero" pero antes dice algunas palabras muy significativas .
que la disfruten

viernes, 26 de marzo de 2010

Bruno Arias LANUS 24-03-09 - Kolla en la ciudad (Rúben Patagonia)

Bruno Arias es un joven cantante folclórico nacido en El Carmen, provincia de Jujuy, Argentina, en junio de 1979 del mismo pago en que nacio Jorge Cafrune .

jueves, 25 de marzo de 2010

A 34 años del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 (Palabras para Julia - Liliana Herrero)

A 34 años del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 decimos NO A LA AMNISTÍA PARA LOS ASESINOS DE LA DICTADURA, NO AL PAÍS DE DUHALDE, QUE CONTINÚEN LOS JUICIOS A LOS GENOCIDAS

miércoles, 24 de marzo de 2010

CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH A LA JUNTA MILITAR Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.

El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.

El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.

Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo.

Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.

Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.1

Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.

De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.

La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.2

Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la güerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.

Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.

Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.

Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia,incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.

El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.3

Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y los partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.

Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.4

El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.5

Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia.

Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6

Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.

En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8

La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.9

La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.

Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.

A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal".10

5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.

En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.

Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.13

Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización".

Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo , el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.

Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.

Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.

6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.

Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos".14

El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos".

Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología que amenaza al ser nacional.

Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.

Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.

Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.

Fuente: La Fogata - http://www.lafogata.org/rodolfo/cartajunta.htm#1



1 Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos detenidos y de "liberados" que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas.

2 El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: "Picana en los brazos, las manos, los muslos, cerca de Ia boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte minutos abrían la puerta y me decían que me iban hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba".

3 "Cadena Informativa", mensaje Nro. 4, febrero de 1977.

4 Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: "El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados. Se trata de Miguel Angel Mosse, José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este úItimo había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de fuga".

5 En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres, según los diarios. Una proyección anual da la cifra de 1500. La presunción de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información periodística era incompleta y en el aumento global de la represión después del golpe. Una estimación global verosímil de las muertes producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: 600. Fusilados: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios. 100. Total: 4.000.

6 Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia Clandestina de Noticias.

7 "Programa" dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.

8 El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por "La Opinión" el 3-10-76 admitió que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un anticuerpo".

9 El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende, muerto por una bomba en setiembre de 1974. Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2-5-76. El cadáver del general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el 2-6-76, después que el ministro del Interior y ex jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de "simular" su secuestro.

10 Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según "La Razón" del 12-6-76. Jefe del Grupo I de Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable de 33 fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977.

11 Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más.

12 Diario "Clarín".

13 Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.